Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

jueves, 28 de marzo de 2013

No porque exista el perdón…




Crecer no es una tarea sencilla. A lo largo de los años tenemos avances, retrocesos, desilusiones, esperanzas y dolor. En este trayecto forzosamente existirán personas que nos lastimen, que nos nieguen aquello que deseamos, que no nos comprendan o incluso que nos traicionen. Todos sufrimos alguna vez por causa de otra persona. Ahora bien: ¿Qué sentimos por ese que nos dañó? ¿Somos capaces de olvidar la ofensa? ¿Sabemos perdonar?
Cuando una persona perdona a otra, anula sus malos sentimientos respecto al que le ha ofendido. El perdón es un acto de valentía para algunos o de debilidad para otros, pero lo cierto es que perdonar permite romper la relación de resentimiento y amargura que se había establecido entre nosotros y quien nos ha herido, voluntaria o involuntariamente.
El perdón, es la llave mágica que todos debemos encontrar para sanar cualquier tipo de relación. Es una expresión de amor hacia nosotros mismos y los demás. Perdonar no implica que te guste lo que estás viviendo, es liberarte de sentimientos de odio, rencor, envidia… liberándote de ellos, liberas a los demás, no los retienes en tu mente, dejas libre a esa persona que te ha herido.
El perdón es realmente un acto de amor a nosotros mismos porque cuando decidimos no perdonar, lo único que hacemos es estancarnos en emociones negativas. La falta de perdón nos ata a la otra persona o a la situación que no podemos olvidar y una y otra vez volvemos a recordar trayendo al presente nuestro dolor. Esto te hará mucho más a ti que a la otra persona, porque cargar con esos sentimientos donde quiera que vayas y con quien quiera que estés.
Los médicos afirman que la raíz de algunas enfermedades físicas es el rencor. Cuando las cicatrices no logran cerrarse y el rencor continúa anidando en nuestro espíritu, su energía actúa como un veneno. Muchas de nuestras enfermedades se deben a esta contaminación energética, a la ira permanente, a los pensamientos de venganza y destrucción que ocupan nuestra mente. También muchos de nuestros fracasos nacen en este aferrarse a dolores pasados porque allí donde existe el resentimiento difícilmente pueda florecer una actitud positiva hacia los demás.
Recordemos que todos los pensamientos que tenemos van creando nuestro futuro, cada uno va creando su propia experiencia con las cosas que piensa y que dice. Cada vez que decidimos no perdonar, debemos recordar que el resentimiento es como tragar una cucharadita de veneno diaria, se va acumulando y nos daña. Por eso, para curarnos, debemos perdonar. Enviar luz y paz para que la luz y la paz regresen a nosotros.
Saber perdonar es pasar página ante una situación dolorosa, sin resentimiento. Es algo muy importante y de mucho valor espiritual. Cuántas veces una relación ha llegado a su fin por no brindar un sano perdón al ser que amamos.
Y si saber perdonar es importante, tanto o más lo es el saber pedir perdón cuando nos equivocamos. Muchas personas a pesar de la convicción de la falta cometida tienden a pensar que pedir perdón significa cobardía y hasta falta de personalidad.
La realidad es que si estamos seguros de haber cometido un error no debemos dudar jamás ofrecer disculpas al ser que hemos ofendido. Esto no significa que demostramos flaqueza sino más bien que tenemos sabiduría al momento de evaluar nuestros actos. Todos pasamos por ambas caras de una misma moneda.
Cómo podremos pedir perdón si no practicamos el saber perdonar. No quita meritos decir “Perdóname, me equivoqué” o contestar simplemente “Yo te perdono…”, pero ambas cosas hay que decirlas siempre desde el fondo del corazón porque sólo así encontraremos paz interior. Saber perdonar requiere estar dotado de una gran tolerancia y una apertura de mente. Es algo que enaltece y engrandece al ser que lo practica.
Algunos dirán ¿Por qué perdonar? Si perdonar no significa olvidar, tampoco significa que tengamos que comprender ni restar importancia a su error o a su ofensiva acción. Se trata más bien de hacer un favor al “culpable”, permitirle sentirse mejor y que pueda volver a empezar.
Amigos, perdonar no es anular, como si nada hubiera ocurrido; ni es olvidar, como si fuera posible una amnesia súbita; ni es no tenerlo en cuenta, ser imprudente y no aprender de la experiencia. No significa ser ni ciego ni ingenuo. Lo hecho, hecho está y no hay Dios que lo cambie.
Aprendamos a pedir perdón y a perdonar. Pero recordemos que no porque exista el perdón, la gente tiene derecho a dañarnos las veces que quiera.

viernes, 22 de marzo de 2013

Me encanta mirar el mar




Hoy he visto unas fotos preciosas del mar y recordé que es una de las cosas que más amo en el mundo... he deleitando tanto mi vista en las imágenes que mi mente a viajado hasta sus orillas y he llegado a sentir ese olor a salitre que me encanta. Siempre que veo una imagen del mar, lo reconozco: me gustaría estar ahí. Cuando uno tiene pasión por el mar, cualquier momento es un regalo para caminar por la arena y sentir la serenidad o el coraje de las olas cuando rompen en las rocas. Me encanta mirar el mar… me da la paz interior que necesita mi alma... Me gusta observarlo desde la orilla, me gusta su hipnótico movimiento, su fuerza. Me encanta su rugir y sentir su brisa. El mar embelesa. Es fotogénico.
Adoro pasearlo al atardecer o por la mañana cuando aún el sol no me molesta. Contemplarlo en silencio y escuchar su sonido, no hay mejor melodía que la de las olas; me encanta caminar por la orilla solitaria, mojarme los pies pisando la arena y oleeeerlo… Tengo tantas ganas de reencontrarme con ese mar que adoro, y al que a veces tardo tanto tiempo en volver a ver... Por eso hoy, después de recrearme con esas imágenes que vi, visto de mar el blog e intentaré sacar tiempo para estar realmente junto a él aunque sea unas pocas horas.
El eterno mar que tantos secretos guarda que tantas historias a creado, ¡a quien de una manera u otra no le gusta! ¿Por qué nos gusta el mar?, será porque es poderoso e implacable a veces o simplemente porque sus suaves olas nos acarician en la orilla de alguna playa, o porque no hay lugar mejor para ver las salidas y puestas de sol o ver con la rabia que rompen las olas sobre rocas… es bello por donde se mire, y cuando te paras a mirarlo te ayuda a pensar en las cosas que te gusta pensar.
El mar es una de los lugares que más me fascinan. Me renueva, me refresca, me hace bien al alma pasar tiempo en sus orillas. Pero cuando estoy en una playa la fauna humana que se congrega y se empeña en aglutinarse, en observarse semidesnuda con decenas de petates y celulares para ni siquiera conectar con la gloria oceánica es algo que me llena de asombro y contradicción.
El mar es testigo mudo de tantos y tantos de mis días grises. Estando junto a el me siento segura de mi misma... y me puedo pasar las horas muertas ahí contemplándolo. Y cuando lo hago pienso a cuánta gente le gusta hacer lo mismo que a mí. Sin dudas es algo que me atrae mucho y con lo que me identifico. Siempre firme, atento, constante y fiel amigo, que nunca me falla... Puede parecer una tontería, pero es lo que siento.
Siempre he pensado que el mar es una explosión de belleza. Que los momentos más mágicos de la vida tienen lugar en el mar o están relacionados con él. Me parece el lugar más bello de la tierra y cuando me introduzco en él, me siento la persona más libre del mundo. La más feliz. No concibo la vida sin el mar. Está presente en cada momento de mí día a día. En cada acción, en cada palabra, en cada sentimiento, en cada mirada. Es el mar esa puerta abierta a ser el uno mismo que sólo se puede ser ahí.
Cuando estoy junto a el me cuenta al oído milagros de miles de leyendas que quedaron entre sus aguas. En esos momentos sus murmullos monocordes y constantes son todo lo que quiero y lo que amo, porque ahí siempre sé qué soy, qué siento y me confirma que vivo en una conexión secreta y relajada con sus historias que juntan magia en sus orillas. Junto a el me hago de sueños y dejo acunar los sentimientos dormidos en cada paso, en cada huella de aguas y de arenas… con sabor a sal… esperanza de permanecer como la última ola con aroma de mar que acaricie su orilla…
Adoro esa sensación de profunda relajación y paz interior que me invade cada vez que contemplo esas cristalinas aguas azules manchadas con la blanca espuma de las olas... Me da vida, me aporta energía, me acaricia su brisa y me da alegría. El mar también es un escenario poderoso para la lectura, hay pocos placeres tan espectaculares como leer un libro junto al mar.
No se porque mirar el mar me hace pensar... y no en las cosas rutinarias que uno puede pensar parado en un semáforo por ejemplo... sino pensar en el sentido de la vida, en el sentido de MI vida... Supongo que tras repasar las grandes cosas, las más importantes y ver que están en orden (gracias a Dios), irremediablemente empiezo a dar vueltas a otras, que a veces, ocupan mis pensamientos en demasiadas ocasiones. Supongo que todo el mundo echa de menos lo que no tiene y en mi sofá o en mi butaca simplemente se habrían quedado así, pero frente al mar voy más allá... frente al mar siempre me pregunto el por qué de esas cosas, el por qué son, el por qué no son.
Frente al mar me pregunto si es suficiente la espera, me pregunto cómo he llegado a tener tanta paciencia, me pregunto si esto va a cambiar, si merece la pena… Y a pesar de que es cierto que nada es tan fácil como puede parecer, creo que es igual de acertado decir que tampoco nada es tan difícil. Dicen que cuando alguien quiere realmente algo encuentra una manera… y cuando no, una excusa. Sea lo que sea, al final sentir algo bonito siempre merece la pena…
Nada como bañarse de noche en el mar, es algo que nunca me atreví a hacer porque me daba miedo su profunda oscuridad, gracias a mi hermanita lo logré y hoy me fascina hacerlo, y en medio de la noche escuchar el sonido de sus aguas desnudas porque arrastran la risa de los niños y el llanto de los enamorados.  
Amo el mar por grande y poderoso, porque llega donde lo llevan mis pensamientos, porque él puede llevar mi mensaje hasta donde no lo haría nadie... cuando mis ojos físicos lo miran fijamente, se pierden y enceguecen en sus aguas profundas. Y puedo viajar con él... Lugar de encuentro, de roces prohibidos… sus aguas redimen a los corazones solitarios y arrastran la inmundicia de todos, y a todos sumen en la lujuria más lasciva, y a todos bañan en su inercia suave.
Sin duda alguna Mar es un diminutivo de maravilla y Amar es una extensión del mar.

martes, 19 de marzo de 2013

El placer es todo mío




Hoy me levante receptiva, a pesar de la lluvia iba tranquila y feliz. Llegué al lugar de siempre y al verlo acercarse mi sonrisa fue creciendo. No tenía prisa así que me invitó a desayunar, me sentó frente a él como siempre cuando tomamos esos tórridos cafés tan nuestros y que tanto nos han unido y nos unirán. Entre cafés y palabras pasaron los minutos que nos encantan para comunicarnos. Me sentía bien, relajada lo observaba con interés y deseo.
Cuando los sentimientos son tan intensos, el sentir tan compartido y la complicidad tan fuerte, la inseguridad huye y desaparece dando paso a un solo deseo y una sola alma. No dejo de experimentar sensaciones diferentes a cada segundo que paso a su lado, es como si su mirada absorbiera mi alma, me quedo quieta muy atenta escuchando lo que desea decirme.
Es un placer mirarlo y sentir que me llena de paz y sosiego, confianza y amor. Escucharlo y ver como mi alma se enamora más. Es un placer besarlo con un beso infinito, acariciarlo y hacer de nuestros cuerpos uno solo. Es un verdadero placer sentirlo y vivir cada momento como único. Tiene una habilidad mágica de saber en cada momento cómo actuar, es una persona estricta y segura, dulce cuando debe y duro cuando lo necesito. Pero hoy me sentía morbosa, viciosilla, y empecé a soltarme.
¿Placer?, sí, siempre cuando estoy con él y en él me siento plena. Se inicia todo con una mirada y se continúa con una suave caricia. Es que, ¿quién podría negarse al placer? Quién se detiene y no enloquece al sentir la ropa deslizarse lentamente... al dejarla caer. Cuando estoy con él me visto de nada y vuelo, escapo al infinito, y no sé si estoy en el cielo o a un paso del infierno...
El amor a veces es difícil de explicar. Es él quien llena todas mis expectativas, realidades para seguir creciendo, de saltar cada obstáculo, de cultivar mi alma… es el aliento que entra hasta lo más profundo de mi ser, es mi alegría, mi espiritualidad, es quien me lleva al gran mundo donde los sueños se hacen realidad, es mi nuevo despertar, es quien abarca mi nueva era de madurez.
He sentido cada milímetro de su piel y he tocado su alma. Podríamos besarnos cuantas horas, minutos y segundos tuvieran los años, por días y noches enteras, sin reposo, hasta que termináramos rendidos el uno junto al otro. Sus manos disfrazadas de seda se deslizan lenta y suavemente por mi cuerpo, con la naturalidad de dos hojas en el viento dejándose llevar.
Dos cuerpos, dos almas, dos corazones... que se convierten en uno solo y se aman con los cinco sentidos... nuestro placer será eterno... y nuestros cuerpos se fundirán, amándose una y otra vez... Nos hacemos falta, somos dos seres que saben amarse y disfrutar de emociones. Entendemos nuestros placeres: nuestra complicidad nos une y hasta con el silencio nos decimos todo sin necesidad de más.
Cuando estoy con él mi corazón no deja de decirme que aún sigo viva y mi mente vuela. Los sentidos se dispersan, enloquecen junto conmigo. No pienso, no oigo y lo único que veo son siluetas desnudas agitadas por la melodía de sus corazones. Me seduce el perfume natural de su cuerpo y mis pulmones reclaman a gritos aire. Cuando estoy con él espontáneamente sonrío... quizás al sentir que mi piel se eriza porque mi cerebro aún enloquecido, responde estremeciendo desde el músculo más fuerte de mi cuerpo hasta lo más sensible de mí ser.
Es simplemente una explosión de locura, una expansión de sensaciones vibrantes... Una puerta al cielo u otra entrada al infierno. Pero todo es como una melodía, como un nuevo despertar, como regresar a la vida y sin duda, una relajación total. Y al final no queda más que reconocer que el placer es todo mío cuando estoy con él y en él... cuando él está en mí... Cuando por unos momentos, sin compromisos ni ataduras de ningún tipo, está total e incondicionalmente conmigo y es mío... tan solo mío.
Ha sido un día de emociones, como siempre ha hecho que parezca todo sencillo, especial, ha hablado con mi alma, ha jugado con mi cuerpo y ha alimentado mi mente. Cuando se marcha de mi lado, me encuentro tan llena de su presencia que ni siquiera puedo extrañarlo.

jueves, 14 de marzo de 2013

Amar es un privilegio



Una vez más voy a decirte desde mi interior y desde mis silencios todo el amor que llevo dentro. Tú has hecho que mire la vida de una manera diferente. Tú llenas mi vida, eres mi sol al despertar y ese rayo que ilumina mi camino, eres el amor del que disfruto cada segundo, me enseñas y me guías por el camino del sentir, me llenas de este amor que me hace inmensamente feliz.
Quiero ser todo en tu vida, ser ese mar que tanto quiero, ser en ti mismo una huella imborrable, una sed infinita de caricias, un recuerdo constante y una sola verdad. Palpitar en tus besos, ser en todo y por todo complemento de ti. Ser el llanto en tus ojos y en tus labios la risa, ser el fin y el principio, la tiniebla y la luz, la tierra, el cielo, la vida y la muerte. Ser igual que en mi vida has venido a ser tú.
Aunque estemos distantes no dejo de pensarte y te siento en mi corazón, como si estuvieras junto a mí cuidando cada paso que doy, cada cosa que hago. Tú llenas mi alma de ternura y de sentimientos, me haces inmensa en tu mundo, por todo eso te amo. Nosotros alimentamos este amor a diario para que no nos falte nunca un "te quiero" y un "te amo", para que nunca nos falte este amor que nació de la nada y va creciendo cada día más.
Tu estás en mi y yo en ti, y cada momento que estamos juntos disfrutamos de entregarnos este amor que sentimos y que guardamos para nosotros, somos egoístas en no quererlo compartir. Tú para mi, eres mucho más de lo que pude imaginar.... mucho más de lo que pensé cuando todo empezó. Te siento, te pienso, te sueño, te vivo, te tengo. Ven conmigo... acompáñame... que en silencio y sin palabras, yo mil cosas te diré...
Deseo beberte sorbo a sorbo... hasta emborracharme de ti... que tus labios llenos de placer y fuego dibujen todo mi cuerpo... Ámame sin limitaciones... hasta que no puedas mas, dame tu ser... dame tu esencia... Un deseo divino nos devora. Ven, devórame despacio y sin piedad, has de mi cuerpo tu alimento, el excitante aroma de mi sangre, y cerraré los ojos y diré que soy tuya. Quémame con tu fuego... y que tus huellas queden en mi cuerpo y en mi alma para toda la eternidad.
Tú y yo somos amor en cada roce, pasión en cada beso, volcán de pasiones que llena cada espacio de gemidos y deseos. Estoy conciente de eso, por eso en el amor me gusta escuchar la voz del corazón, no la del pensamiento, porque el pensamiento analiza lo que dice y el corazón sólo dice lo que siente y yo lo que quiero escuchar es lo que sientes, no lo que piensas...
No existe algo más hermoso dentro de mi corazón que el regalo de tu amor. Y es que el amor que siempre me ofreces hace un mundo de magia, donde los sueños e ilusiones se hacen realidad. No cambiaria nada de lo que hemos vivido y sufrido porque nos ha hecho fuertes. Lo nuestro es indescriptible, me doy cuenta que no nos equivocamos al entrelazar nuestras vidas. Gracias por llenar mi alma de algo tan hermoso, por estar siempre presente, por darme día a día un motivo más para seguir viviendo…
Amar es un privilegio de los seres humanos, por eso cuando nos llega la oportunidad de amar hay que hacerlo sin medidas, sin condiciones.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Con la necesidad del alma



Las lágrimas me invaden, el corazón me explota, las palabras se acaban, la garganta se cierra… lágrimas del alma emanan de mi ser, lágrimas de profunda pena. Hay demasiados días sin sol por delante. Hoy tengo ganas de despedirme de cualquier forma dolorosa propia, tengo ganas de huir. Sé que se puede sacar la cabeza del agua e inspirar a bocanadas desesperadas del aire que espera a quien lo merezca.
No sé qué escribir ni cómo, hay una puerta que no sé si se abre o se cierra y ni siquiera sé si es una puerta. No sé qué es lo que habría que querer y qué lo que no habría que desear nunca. Tampoco sé si tengo que pensar o dejar de hacerlo. Después de la nostalgia, la confusión, las dudas, las preguntas sin contestar, pareciera que no hay nada. Nada que decir al menos. Unas frases sueltas que significan todo lo que quiera el que las lee, para que no se diga.
Se me había olvidado cómo funcionaba esto de la nostalgia, esto de querer y querer y querer y no conseguir nada, esta inquietud permanente, la piedrita en el zapato. Las cosas, el mundo, pareciera fragmentarse, pedacitos de cosas, ir de allá para acá, hacer muchas cosas, no hacer nada, como trozos de algo que no alcanza a juntarse, que no logra transformarse en una sola cosa.
He aprendido que lo que cuenta no es lo que tienes en la vida sino a quién tienes en tu vida, que los héroes son personas que hacen lo que se debe hacer y cuando es necesario hacerlo independientemente de las consecuencias. Cuando he visto a mis hijos cuidar de su abuela he aprendido que la madurez tiene mucho que ver con las experiencias que nos tocan y con lo que aprendemos de ellas, y poco con la cantidad de cumpleaños celebrados.
También he aprendido que no importa cuán roto esté tu corazón el mundo no se detendrá para consolarte y que dos personas pueden estar viendo la misma cosa y ver algo totalmente diferente. La vida es un eterno aprendizaje.
Hay un proverbio irlandés que dice: "Las lágrimas derramadas son amargas, pero más amargas son las que no se derraman". Creo que es verdad las lágrimas contenidas son más amargas, más dolorosas… por eso quiero hacer un culto al llanto, tan contenido, tan escondido, tan necesario, hacerlo aflorar. Es difícil, pero necesito hoy llorar, por lo que está pasando y por lo que va a pasar. Quiero y necesito llorar. Tantas veces no lloré, que ahora quiero hacerlo con la intención o con la necesidad del alma, de reconstruirme y volver a crear ese universo de esperanzas tan repetidas... que hoy se hacen más auténticas y más simples.
Entiendo que la sensibilidad y las lágrimas son parte de mi persona, que por ello no soy más débil ni más vulnerable y mientras navego entre ellas, busco la autoestima que se intenta escapar y la fuerza para continuar.

lunes, 11 de marzo de 2013

Entre sus brazos



Hoy es otro día espantoso en mi vida, me atormenta la impotencia que siento de saber que no está en mis manos reparar esta situación, estoy desconcertada, llegando a mis límites sin saber qué hacer… la vida a veces es cruel.
En mi desesperación sólo atiné a llamarlo y con voz entrecortada le dije que me sentía muy mal y necesitaba de él… en un minuto estuvo conmigo hablamos un poco y después caminamos en silencio hasta nuestra morada, abrió la puerta y me dijo suavemente “pasa”, nos sentamos en el sofá y me abrazó sin decir nada y así me tuvo por largo rato… en silencio… tan solo consolándome y haciéndome sentir que en ese momento no estaba sola, me giré pegando mi espalda a su pecho y me dio un suave masaje en el cuello mientras preguntaba si me sentía mejor.
Sentir sus manos tocándome con delicadeza me hacían olvidar cualquier problema, de nuevo me puse frente a él y lo besé, sus manos recorrían mi espalda mientras las mías se aferraban a su cintura, fundiéndonos en un beso largo y tierno, me aferré a su cuerpo embriagándome de su perfume, era lo mejor que me podía pasar en ese instante… lo besé despacio… cerré mis ojos… y tan solo sentía el murmullo de sus dulces palabras… yo tan solo quería sus brazos aprisionándome fuerte contra su pecho, dulces besos y suaves caricias por mi cuerpo lo aliviaban todo en ese momento… dándome una paz que necesito.
Son ya mil momentos de amor los que hemos compartido, son mil instantes juntos y muchas palabras las que nos hemos dicho. Nunca dejamos de producir magia con sentimientos. Y yo quiero que siga así, porque con cada palabra, con cada sonido que sale de sus labios me estremezco, y aunque ya conozca su voz cada vez que lo escucho vuelvo a temblar y me vuelvo a enamorar de él una y mil veces.
Te amo, te tengo y te necesito. Me sonríes y sé que eres feliz, se nota. Tus manos acarician mi cuerpo y me siento plena y llena de amor, Cuando te acercas y me abrazas ya no siento miedo, ni tristeza, sólo amor… y un ardor fulminante que lacera mis entrañas… Sí, tal sensación me provocas.

viernes, 8 de marzo de 2013

Felicidades para nosotras




Para mí todos los días son “día de la mujer”, por ello me reafirmo a diario lo importantes y necesarias que somos. De más está decir que vivo orgullosa de ser mujer con todo lo que implica. Toda mujer merece reconocimiento en su día y cada día del año, por sobresalir a diario en lo que hacemos, en lo que decimos y lo que transmitimos.
Mucho he hablado en este sitio de nosotras las mujeres, a veces me catalogan de feminista, sobretodo algunos hombres, pero no me importa porque estoy orgullosa de mi sexo. Siempre busco y rebusco las palabras exactas, justas y francas para describir a la mujer, no sólo porque yo sea una mujer, sino también por las mujeres que a diario se cruzan por mi vida y por todas las mujeres del mundo. Ser mujer va más allá del milagro de dar vida o de vivir por el amor, estamos llenas de instintos, misterio, incertidumbre y también de éxito. Mujer significa fuerza y vitalidad, dirección y seguridad. Sabemos reconocer cuando nos equivocamos, soportamos más que cualquiera y aún así salimos adelante.
Sólo por ser mujeres a diario nos enfrentarnos a cuestiones que nos gusten o no, están ahí. Por difíciles que sean nos rendimos muy pocas veces, porque sabemos que la mejor manera de enfrentarlas es con entusiasmo, valentía y convicción en nuestra fuerza, amor y determinación. Solo basta que la vida nos ponga las pruebas y poner el corazón para enfrentarlas de manera exitosa. Es cierto que a muchas no les ha sido fácil sortear las dificultades que se presentan, pero ¿acaso no han salido airosas y triunfantes? ¿No es tiempo entonces de apreciarnos y admirarnos?
Hoy en día, después de cinco siglos de dominación masculina, la mujer cuenta con mucho más poder que antes. El legado que tenemos hoy de todas esas mujeres que a lo largo de siglos lucharon para ser tomadas en cuenta es tan importante, que tenemos que mantenerlo y lograr que puedan heredar lo mismo y más las mujeres del mañana. Además de preservar ese papel tan importante debemos de hacerlo más sólido y enriquecerlo con sabiduría sin caer en la soberbia o el abuso de poder que enferma a cualquier ser humano.
Las mujeres hacemos historia cada día al levantarnos y empezar una jornada más de luchas y de logros, no importa si vivimos en el anonimato construyendo con suspiros de ilusión para hacer más fuertes nuestros corazones para seguir dándole refugio a los más nobles sentimientos.
Usualmente solemos escuchar que es difícil ser mujer porque nos toca la responsabilidad de lidiar con la menstruación, el embarazo, la menopausia y en muchas partes del mundo con la discriminación. A esto se suman las presiones que representa intentar cumplir el rol que nos ha asignado la sociedad: criar a los hijos, atender al marido y cuidar del hogar. Claro que esta filosofía va cediendo camino en la misma medida en que las mujeres nos hemos integrado y demostrado nuestra valía en todos los ámbitos, desde el liderazgo político o empresarial hasta la más abstracta de las ciencias.
Nacimos con la capacidad de confortar el alma de quien se cruza en nuestro camino, somos madres, hemos parido con abnegación y ternura, y a quienes la naturaleza les ha negado el privilegio de parir igualmente son madres porque educan hijos no salidos de sus entrañas y dan compañía y amor a quien lo necesita. Las mujeres tenemos la fuerza y la voluntad para dar lo mejor a todos en nuestro entorno, somos fuertes para rectificar los errores, pero sabemos que los errores son lecciones y aprendemos de ellos.
Sólo una mujer sabe ser santa, filósofa, maestra, médico, psicóloga, redentora, administradora, cocinera, encargada de mantenimiento, organizadora, árbitro... y, encima, ¡pulpo!, antes de empezar a pensar en ella misma. Llorar, extasiada de felicidad, y... reír, colmada de furia... En fin, sólo una mujer sabe lo que es... ¡ser mujer! Por todo eso no podemos dejar de fijarnos metas y luchar por ellas, no podemos sentirnos egoístas si dedicamos parte de nuestro tiempo a algo que nos gusta y nos hace feliz. No podemos olvidar que como nos sintamos... nos verán los demás. En la medida que nos amemos nos amarán, y ante todo... ¡tenemos que amarnos a nosotras mismas tal como somos!
¡Muchas felicidades en este día internacional de la mujer!, felicitémonos nosotras mismas y démonos un gran abrazo que signifique la fuerza que necesitamos darnos para seguir por este camino exitoso en el que cada vez seremos más, erradicando del mundo aquellas que son sometidas, maltratadas y abusadas. Sigamos haciendo fuerzas en pro de esa libertad e igualdad sin ver al hombre como un enemigo al acecho, sino como un complemento y un punto de vista más.
Mujeres al levantarse todos los días repitan “¡Qué felicidad, SOY MUJER!”

martes, 5 de marzo de 2013

Escribir es toda una faena



Hace años, cuando era estudiante, ayude a una amiga a redactar una romántica carta que ayudó a restablecer a una linda pareja de adolescentes. Días después me preguntó que por qué yo no me dedicaba a escribir. Entonces le contesté que tenía algunas cosas escritas pero que nunca lo había mostrado a nadie porque creía que no eran buenas, pero que de todas maneras era una idea que no abandonaba y que cuando me pusiera a ello todo saldría y no lo podría detener porque era algo que me encantaba al igual que la lectura.
Hasta el día de hoy son muchas las cosas que he escrito, algunas no vistas por nadie. En esta tarea me han ayudado algunos amigos que además se han convertido en mis críticos más exigentes, pero gracias a ellos he aprendido mucho. Cuando uno siente pasión por la escritura con el tiempo va descubriendo autores de diferentes géneros y estilos, todo un mundo que te hace aprender más, y por supuesto sacas siempre una buena tajada de la pasión por la lectura.
Hace algunos años tuve la idea de escribir una novela, primero pensé que era un sueño absurdo pero luego me dije que si otros lo consiguen yo al menos podía intentarlo. Y así lo hice, después de seleccionar el tema, empezó a fluir el argumento pero después de muchas cuartillas llegué a un punto donde me estanqué y no sé como salir, la trama simplemente se me ha ido de las manos, y terminé por dejarla a un lado, en el baúl de los recuerdos.
La esperanza que tengo de retomarla en algún momento es que muchos escritores dicen que eso es normal. Así que espero retomarla algún día y lograr terminarla. Mientras tanto escribo en varios lugares y en este espacio que es mi preferido, donde pongo mis palabras, reflexiones, sentimientos, algunos relatos y tal vez algún día mi libro. Déjenme decirles que cuando escribo me concentro tanto en las palabras que me nacen del corazón que mis oídos se vuelven insensibles ante el ruido que provocan los demás a mi alrededor.
Con mis textos siempre tengo la esperanza de tocar un corazón y que otras personas se vean reflejadas en la historia, o que mis letras le hagan reflexionar sobre un tema. Cuando escribo mis manos se deslizan por el teclado y van plasmando los sentimientos que me nacen del corazón o pensamientos profundos que desnudan mi alma. En ocasiones mis manos se quedan quietas, suspendidas en el aire, dudando de cómo seguir, hasta que vuelven a deslizarse con lentitud pero con firmeza y continúan en su trayectoria depositando en la pantalla trocitos de sentimientos, modestas reflexiones, historias, bosquejos de sueños y alguna que otra cosa.
Muchas veces tengo en la punta de mis dedos un relato, siento que las palabras tienen prisa por salir pero yo las paro para poner orden, este párrafo aquí, el otro allá, este no, esto hay que borrarlo... Cuando estoy inmersa en una historia me convierto en la protagonista. A veces las sensaciones, las emociones, las imágenes… hacen que busque dentro, en lo más recóndito de mi ser y entonces aflora con más belleza, con más pasión...
La pantalla de mi computadora imponente y fría en su árida simplicidad se torna acogedora después de vaciar mi alma, su blanco semblante se destruye entre palabras deslizadas desde el corazón. Me siento bien al escribir pues aleja de mi los fantasmas que a veces me rondan. Escribir es toda una faena, a veces difícil de lograr, pero siempre descubro que vale la pena.

lunes, 4 de marzo de 2013

Enloquéceme…



El insomnio me hace su presa y por mi mente no cruza otra idea que no sea la de comerte a besos, no puedo evitarlo, no quiero y me dejo llevar por los recuerdos, presa de las sensaciones que despierta tu boca cuando baja por mi vientre, la manera en que tus manos me tocan suavemente erizando mi piel, tu lengua por mi cuello que sólo me hace retorcer, ansiando sentir como entras en mi cuerpo y estallamos de placer… esta noche no se me ocurre nada, más que saltar sobre ti aferrándome a tu cadera en un rítmico vaivén y disfrutar de esa pasión que nos envuelve cuando nos amamos.
Se que últimamente extrañas mis caricias, perdóname mi amor, tengo demasiados problemas y estoy angustiada… pero no dudes de que te amo. Quisiera llorar y formar un océano con mis lágrimas para que sus olas laven mi alma y la sal cauterice las heridas que sangran, y quedar limpia de este dolor, angustia, desesperación, frustración e impotencia que me están matando desde dentro... Tú no tienes la culpa, no cargues con esa piedra que tanto dolor te causa, no sufras más por mí... ven y abrázame, déjame amarte.
No sabes qué hacer y dijiste lleno de ternura, “niña de mis deseos, que puedo hacer para que tu sonrisa vuelva a brillar...”, sólo sonreí. Ahora te contesto “¡Enloquéceme!”. Hazme vibrar ahora mismo con un beso tuyo, con tu mirada que me hace perder toda la razón. Recorre mi cuerpo con tus manos con un susurro de amor en mi oído. Hazme naufragar perdida en ti hasta acabar con la poca cordura que me queda. ¡Enloquéceme amor, una vez más! Y haz cada uno de mis sueños tu realidad, hasta atraparme eternamente en tu locura de amor.
Tenemos fuego en el cuerpo, fuego con fuego, ardemos de pasión… Impregna mi cuerpo con tu deseo, quiero arder encadenada a tu embrujo con la tortura dulce de tus besos, que tu lengua como húmeda brasa me lleve a la locura del deseo… Somos dos, con un mismo cuerpo, un mismo deseo, un mismo sentimiento. Nos sentimos antes de conocernos. Nos abrazamos antes de abrazarnos y nos deseamos antes de amarnos. En el contacto de nuestros cuerpos el tiempo se detiene... sólo se sienten, forman la silueta del amor, vivo y palpitante.... Me gusta cuando tus labios rozan mi felicidad y mis caricias llegan a tu amor, cuando el cielo se refleja en tu mirada y me acunas en tu regazo de placer....me gusta cuando me amas y yo te doy todo.
Oigo tu corazón que bombea sentimientos, oigo tu voz que me hace temblar y oigo tu amor que me hace morir. Miro a la ternura y aparecen tus ojos, pido placer y tu boca me regala tus besos, sueño con la felicidad y tú estás a mi lado. Quiero que ardas en mi fuego… te daré el doble de tus besos, mi boca será tu dulce tortura y mis manos dejarán mis huellas tatuadas en tu cuerpo. Quiero que ardamos en un mismo fuego… y que nuestro amor sea eterno más allá, de la pasión de los cuerpos.
Mi deseo te reclama, ven amor.