Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

lunes, 17 de marzo de 2014

Enojadas somos un volcán en erupción


Las mujeres somos sensibles, delicadas y cariñosas… hasta que alguien saca la fiera que llevamos dentro. Generalmente tendemos a enojarnos más que los hombres, y sin duda cuando nos enojamos somos peores. Ya que los sentimientos son sentidos doblemente, por el tema de los polos del cerebro y demás, pero no vamos a entrar en cuestiones científicas.
Cuando nos enojamos dejamos salir una energía increíble que muchas veces no podemos ocultar aunque pongamos esfuerzo en ello, el enojo surge a consecuencia de situaciones que nos causan malestar y que a la vista de otras personas pueden parecer insignificantes. Puede suceder que tengamos más tendencia al enojo cuando nos sentimos cansadas, bajo un fuerte estrés o sencillamente porque algunas veces estamos más sensibles de lo acostumbrado, y lo que en determinado momento nos provoca enojo, en otro momento podría no afectarnos.
Uno de los peores escenarios con los que se puede topar cualquier hombre, es tener que lidiar con una mujer enojada, porque una chica molesta es sumamente difícil de manejar y controlar. Cuando una mujer atraviesa por un episodio de ira descomunal, el hombre que está a su lado debe guardar la compostura y la calma; deberá sacar a la luz el psicólogo que guarda en su interior (aunque algunos no lo tienen evidentemente) y así calmar la furia de la fémina que está más que molesta por algo que el caballero hizo o porque alguien más ha perturbado su entorno.
Muchos hombres dicen que las mujeres nos vemos más bonitas cuando nos enojamos, no lo creo. También dicen que cuando ellos se enojan nosotras siempre terminamos dándole la vuelta a las cosas. Lo cierto es que muchos enojos femeninos son incomprensibles para los hombres. Todo está bien, o así lo creen, y de pronto todo está mal. Es algo sorpresivo y no vacilan en calificarlo de ilógico, irrazonable, caprichoso e incluso histérico. Enseguida piensan: "¿Por qué se enojó?”, "No entiendo", "Es injusto".
Hombres y mujeres manejamos el estrés de manera diferente. Cuando nos enojamos, las mujeres queremos y necesitamos hablar porque al hacerlo liberamos el estrés logrando calmarnos y llegar a un acuerdo. Pero los hombres no son así. Cuando se enojan o no pueden resolver un problema liberan el estrés poniendo distancia de por medio o simplemente se ponen a hacer otra cosa (ver la televisión, arreglar algo o salir). Eso es muy fácil para ellos y creen que así lo resuelven, volviendo luego como si nada. Con esta actitud muchas veces lo que hacen es empeorar las cosas.
Todos los que se han enfrentado a una mujer enojada saben lo difícil que es manejar un episodio semejante. Por eso cuando hay un tema controvertido o una diferencia de opinión o un descuido de actitud… los hombres lo mejor que pueden hacer es escucharnos cuando les hablamos antes de que estalle la tormenta y tratar de no decir cosas que puedan agravar la situación. En ese momento no deben enojarse porque si lo hacen, nosotras retrucaremos su enojo y ahí la situación será difícil de controlar. Entraremos en furia y los dos terminaremos a los gritos. Y se los aseguro, nosotras gritaremos más que ustedes. Si están equivocados admitan sus errores, dejen el orgullo a un lado. Si saben que tenemos la razón admítanlo antes de que las cosas se pongan más feas.
Los hombres piensan que las mujeres nos enojamos “nada más, porque sí” sin embargo, usualmente nosotras somos bastante tolerantes y cuando nos enojamos es porque ya se acumularon varias cosas que simplemente hacen que nuestro estado zen se rompa en mil pedacitos. ¡Y por Dios!, que dejen de echarle la culpa al síndrome pre menstrual. Porque ahora esa es la moda. En otras épocas era normal hablar de menstruación pero no del síndrome pre menstrual por tanto si una mujer estaba de malhumor o angustiada tenía un problema de carácter. Es decir había mujeres problemáticas o gritonas, no mujeres con SPM, es decir de hormonas ni hablar.
Ahora, sucede lo contrario. ¿Y saben por qué? Porque hablamos tanto y con tanta libertad del SPM, que sin querer le hemos dado a los hombres un motivo cómodo para justificar todo lo que no entienden de nosotras. Para ellos si lloramos, gritamos, nos angustiamos, estamos de malhumor, estamos sensibles, nos enojamos… siempre es lo mismo: nos está por venir la menstruación. ¡Nunca nos enojamos porque han dicho o hecho algo indebido o se han olvidado de un aniversario! ¡Siempre es el bendito SPM el culpable de todo!, pasó de ser inexistente, la nada misma, a ser absolutamente todo.
Hay cosas que logran “sacarnos de casillas” y realmente en muchas de ellas simplemente reaccionamos y ya. En momentos así es mejor que nos dejen tranquilas porque somos como volcanes en erupción, si les pedimos que nos dejen solas deben hacerlo por el bien de todos, porque si no empezamos a discutir y terminamos saliéndonos un poco de lugar y en el caso que les pidamos hablar lo mejor es que escuchen nuestras razones.
Amigos, déjenme ayudarlos un poquito para que aprendan algo. A veces ustedes dicen cosas que consideran totalmente inocuas pero son frases que, una vez sueltas en un ambiente volátil, provocan una explosión. Así que si quieren tener una vida tranquila, que no los fulminen con miradas matadoras y otras consecuencias, lo más aconsejable es que no usen esas frases aparentemente tan inofensivas. No estoy bromeando, es así. Hay frases prohibidas cuando una mujer está enojada.
Por ejemplo, nunca digan “cálmate”, a ustedes puede parecerle lógico decirle eso pero decididamente es la idea más estúpida que pueden tener. Y si el enojo tiene algo que ver con ustedes, peor porque al decirlo están negando que exista alguna razón para perder el control, es decir le están diciendo que está loca. Y queridos míos, las mujeres algunas veces nos sentimos locas y bromeamos acerca de ello, pero cualquier cosa que nos acuse de locura nos llena de ira. Así que mejor digan: “vamos a resolverlo juntos”, de esta manera percibimos comprensión y eso muchas veces ayuda a… calmarnos.
Otra cosa… las relaciones están llenas de decisiones y para las mujeres es importante que los hombres nos ayuden a decidir, esa una manera de sentirnos apoyadas. Así, que cuando en determinados asuntos ustedes dicen “como quieras” o “lo que decidas estará bien para mí”, nos sentimos abandonadas. Es mejor decir “podría ser A o B, pero no me opongo tampoco a C. ¿Tú qué piensas?”. Esto muestra que estás escuchando y sugiere que te importa.
Algo más, decirle a una mujer en un momento de discordia “sabías que yo era así cuando te casaste conmigo” es decirle que lo que estás haciendo, que además a ella le disgusta, será así siempre. Y para ser sinceras hay muchas cosas que uno ni se las imagina cuando se casa porque sino… ni el sol les da.
Por último cuando dices “…” (nada), a veces por temor a decir algo inapropiado o pensando que si mantienes la boca cerrada estarás bien. Pues… NO. Eso empeora las cosas, porque nos parece que están haciendo oídos sordos con todo lo que estamos diciendo, es decir en buen español, que nos están tirando a mierda. Nosotras vemos el silencio como un manejo de poder y muchas se sienten menospreciadas y dejadas de lado. Así que mejor digan algo, aún bajo el riesgo de fallar porque es la manera de hacernos sentir que mantienen su cabeza en el problema.
¡Ah!, recuerden que cuando nos enojamos no somos “histéricas” somos “históricas” porque sacamos peleas o discusiones antiguas para ganar la pelea actual. Y sí, a veces estamos nerviosas, histéricas, nos vino la menstruación y efectivamente es por el SPM. ¡Pero no siempre!, así que cuídense. Más de una vez, cuando ustedes piensan que estamos en “esos días”, estamos a punto de volvernos realmente locas y en esos momentos somos ciertamente muy peligrosas.
Para los hombres la vida emocional de la mujer es un misterio. Para la mujer es importante sentirse tenida en cuenta en sus necesidades de apoyo emocional. De ahí que a menudo ellos se preguntan una y otra vez en qué fallaron sin obtener una respuesta "razonable". Por otra parte el hombre tiene miedo de los enojos femeninos. De ahí que frente al enojo de la mujer el hombre se bloquea, hace cortocircuito y reacciona con mecanismos que no responden a la situación concreta de ese momento.
Los motivos de por qué nos enojamos son variadísimos y los grados de intensidad también, pero no es más que expresar lo que sentimos ante lo sucedido y demandar respuesta. Y si no lo logramos casi todas al terminar la pelea hacemos como dice mi hermanita “pleito que no gano lo dejo enredado” porque sin dudas enojadas somos un volcán en erupción, ¿no creen?

lunes, 10 de marzo de 2014

Solo tiene mujer quien puede



Este texto escrito por un hombre me lo mando un amigo y he querido compartirlo con ustedes porque me gusto muchísimo, esta maravilloso. Su autor es Luis Fernando Veríssimo, escritor brasileño que nació en Porto Alegre , el 26 de septiembre de 1936. Es hijo del escritor Érico Veríssimo. Durante su niñez vivió en Estados Unidos. Muchos de sus trabajos tienen un tono humorístico. Disfruta de la cultura de Río de Janeiro y es un gran crítico de la política de derecha.
Tal vez muchos de ustedes ya hayan leído este texto y los que no, pues disfrútenlo. Miren qué bonito lo que dice sobre las mujeres.

"Sólo tiene mujer quien puede..."
El irrespeto por la naturaleza ha afectado la supervivencia de varios seres, y entre los más amenazados está la hembra de la especie humana. Tengo apenas un ejemplar en casa, que mantengo con mucho celo y dedicación, pero en verdad creo que es ella la que me mantiene. Por lo tanto, por una cuestión de auto-supervivencia, lanzo la campaña “Salvemos a las mujeres”.
Tomen de acá mis pocos conocimientos sobre la fisiología de la feminidad, con el fin de que preservemos los raros y preciosos ejemplares que todavía quedan:
1. Hábitat:
La mujer no puede vivir en cautiverio. Si está enjaulada, huirá o morirá por dentro. No hay cadenas que las aten y las que se someten a la jaula pierden su DNA. Usted jamás tendrá la posesión sobre una mujer; lo que la va a atar a usted es una línea frágil que necesita ser reforzada diariamente.
2. Alimentación correcta:
Nadie vive de la brisa. Mujer vive de cariño. Déle en abundancia. Es cosa de hombre, y si ella no lo recibe de usted, lo buscará en otro. Besos matinales y un “yo te amo” al desayuno las mantienen bellas y perfumadas durante todo el día. Un abrazo diario es como el agua para los helechos. No la deje deshidratarse. Por lo menos una vez al mes es necesario, si no obligatorio, servirle un plato especial.
3. Flores:
También hacen parte del menú. Mujer que no recibe flores se marchita rápidamente y adquiere rasgos masculinos como la brusquedad y el trato áspero.
4. Respete la naturaleza:
¿No soporta la TPM (tensión pre-menstrual)? Cásese con un hombre. Las mujeres menstrúan, lloran por cualquier cosa, les gusta hablar de cómo les fue en el día, de discutir sobre la relación. Si quiere vivir con una mujer, prepárese para eso.
5. No restrinja su vanidad:
Es propio de la mujer hidratar las mechas, pintarse las uñas, echarse labial, estar todo un día en el salón de belleza, coleccionar aretes, comprarse muchos zapatos, pasar horas escogiendo ropas en un centro comercial. Comprenda todo esto y apóyela.
6. El cerebro femenino no es un mito:
Por inseguridad, la mayoría de los hombres prefiere no creer en la existencia del cerebro femenino. Por ello, buscan aquellas que fingen no tenerlo (y algunas realmente lo jubilaron). Entonces, aguante: mujer sin cerebro no es mujer, sino un simple objeto decorativo. Si usted está cansado de coleccionar estatuillas, intente relacionarse con una mujer.
Algunas le mostrarán que tienen más materia gris que usted. No les huya, aprenda con ellas y crezca. Y no se preocupe; al contrario de lo que ocurre con los hombres, la inteligencia no funciona como repelente para las mujeres.
7. No haga sombra sobre ella...
Si usted quiere ser un gran hombre tenga una mujer a su lado, nunca atrás. De esa forma, cuando ella brille, usted se bronceará. Sin embargo, si ella está atrás, usted llevará una patada en el trasero.
8. Acepte:
Mujeres también tienen luz propia y no dependen de nosotros para brillar. El hombre sabio alimenta los potenciales de su compañera y los utiliza para motivar los propios. Él sabe que, preservando y cultivando la mujer, él estará salvándose a sí mismo.
Mi amigo, si usted piensa que la mujer es demasiado costosa, vuélvase GAY. ¡Sólo tiene mujer quien puede!

Luis Fernando Veríssimo

sábado, 8 de marzo de 2014

Ser mujer, una aventura incomparable



En la vida me toco personificar una mujer, que nació por amor, que nació con el alma desnuda y con sensibilidad a flor de piel, con virtudes y defectos, que ha caminado sin descanso y que se ha tropezado varias veces y que no importa cuántas veces caiga, que lo importante es levantarse… mujer que la vida misma ha formado y como barro la ha moldeado, pieza importante en la vida de un hombre, la joya mas preciada solo por el hecho de ser mujer y no pretendo caer en el egocentrismo de la vida misma pero ser mujer ha representado ser el personaje más importante de mi vida.
La mujer no ha ganado gratuitamente los lugares que hoy en día ocupa y por los que sigue luchando. Ser mujer es un reto constante, una carrera de fondo en la que cada día superamos nuevos obstáculos, pero en definitiva, una aventura incomparable... es estar día a día plenamente consiente de la VIDA, con sensibilidad, con constancia, con fortaleza, con valentía, con coraje, con inteligencia y principalmente con mucha alegría; creo que es la mejor aventura en la vida.
Hay quienes dicen que a cierta edad las mujeres nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que solo cabe el ímpetu de los años jóvenes. ¡Qué ilusos! Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, quizás, pero si puedo asegurar que nunca fui tan consciente de mi existencia como ahora, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto cada momento de mi existencia.
MUJER, Jamás permitas que algún hombre te esclavice, tú naciste para amar y no para ser esclava. No permitas que tu corazón sufra en nombre del amor derramando lágrimas por alguien que nunca te hará reír. No permitas que tu tiempo sea desperdiciado por alguien que nunca tendrá tiempo para ti y ni confíes en que alguien pueda volver, ¡cuando nunca estuvo presente! Jamás vivas en la dependencia de un hombre haciendo creer que tú naciste inválida. Ni pierdas el tiempo en ponerte linda y maravillosa, ¡para esperar a un hombre que no tiene ojos para admirarte! Y mucho menos permitas que tus pies caminen en dirección de un hombre, ¡que sólo vive huyendo de ti!
Nunca permitas que te domine el dolor, la tristeza, la soledad, el odio, el resentimiento, los celos, el rencor y todos esos sentimientos que puedan sacar el brillo de tus ojos; haciendo debilitar la fuerza que existe dentro de ti. Jamás te permitas perder tu dignidad de ser... ¡Mujer! Recuerda que TÚ vales mucho como mujer... Sonríe y sé feliz, porque la sonrisa es la fortuna más grande que tenemos...
Ser Mujer es... dar vida, entrega, dedicación, mantener lazos, cuidar, sabiduría, escucha, amor incondicional, paciencia infinita, comprensión profunda, un corazón lleno de sentimientos, capacidad de organización, intuición, inteligencia práctica, calidad de presencia, encarnar la belleza, buscar la armonía, energía de vida, compañía, calidez, humanidad, fortaleza, valentía. Ser mujer significa ser transmisora, sustentadora, protectora, emprendedora, poder hacer varias cosas a la vez, ayudar a crecer, transformadora de la vida; alegría de vivir, fuente de vida.
Soy esa mujer que comete errores igual que todas, soy aquella mujer de la cual hablaron mal… aquella a la algunos quisieron ver triste… ¡¡¡PERO QUE PENA!!! Miren, de los errores aprendí, sigo de pie, con la cabeza en alto y lo más importante es que ¡¡soy feliz!! Porque con los años he descubierto que no soy una princesa de cuento de hadas, descubrí al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas. Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás. Y a pesar de ello quererme. Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui, sonrió a la que soy. Me alegro del camino andado, asumo mis contradicciones. Recuerdo a la joven que fui con cariño, pero su mundo de ilusiones y fantasía, ya no me interesa. Es maravilloso no sentir ese desasosiego permanente que produce correr tras los sueños.
Soy defensora de la mujer, creo que serlo me ha llenado de satisfacciones, principalmente el ser madre, pero desde luego creo que somos a quienes nos toca la carga más pesada, desde el punto que se vea, sufrimos, puesto que tenemos sentimientos más profundos de protección, sacrificio, lucha, abnegación, etc., pero también es cierto que todo lo que permitamos será lo que recibiremos.
A pesar de todas las restricciones del pasado y aun en la actualidad las mujeres hemos sido capaces de demostrar que somos una parte indispensable para la estabilidad de las sociedades; somos portadoras de vida, formamos individuos, sociedades y contribuimos en gran medida a forjar el futuro. Somos un ejemplo pues a pesar de los obstáculos hemos tenido la determinación de levantarnos y crecer. Somos inteligencia y sensibilidad; delicadeza y fuerza. Somos pasión y razón. Origen y luz de vida; faro que guía a los hijos. Centro de cohesión del hogar. Dinámicas y multifacéticas. Manantial infinito de amor. Somos más que un día al año, estamos presentes siempre.
Un mujer además de ser PROFESIONISTA… es reloj despertador, cocinera, mucama, maestra, niñera, enfermera, entrenadora, oficial de seguridad, psicóloga, transporte, cajero automático, parque de diversiones, GPS (encuentro todo), estoy de guardia las 24 horas los 365 días del año… ¿Alguna duda de lo que es ser una MUJER?
Hombre... cuídate mucho de hacer llorar a una mujer, pues, ¡Dios cuenta sus lágrimas! La mujer salió de tu costilla, no de tus pies para ser pisoteada, ni de tu cabeza para ser superior; sino del lado para ser igual... Debajo de tu brazo para ser protegida y al lado de tu corazón para ser amada."...
Que vivan las mujeres que escuchan canciones románticas y las que lloran con ellas. Las mujeres que sueñan con dormir... y duermen, las mujeres que dejaron de ordenar las cosas que los demás desordenaron, las que se atreven a vivir... ¡A VIVIR!, las que dejaron de preocuparse por lo que piensa el resto, y que sin embargo sigue preocupándose de los demás, que vivan las mujeres que se atreven a ser Únicas, ni mejor, ni peor... simplemente MUJER... ¡¡QUE VIVAN LAS MUJERES!! ♥♥