¿Saben que a pesar de
las adversidades de la vida, de nuestros fracasos, pecados, caídas... nosotros
podemos construirnos un poco de felicidad y quizás hasta sentirnos en ese
instante absolutamente felices? Es cierto, lo sé por experiencia. En muchas
ocasiones a pesar de mis preocupaciones, de la cólera que me domine en determinado
momento hasta el punto de estar ciega por la ira que sienta, muchas veces sin
saber con exactitud siquiera hacia donde me dirijo… me he detenido de pronto a
sentir la brisa en mi rostro, a escuchar el canto de los pájaros, a admirar el
vuelo de las palomas, he quedado fascinada al sentir la risa estruendosa de un
niño y en ese momento me he dado cuenta de lo hermoso que es vivir y a pesar de
mis pesares, me he sentido feliz.
Si amigos, es cierto...
a pesar de sentir a veces que mi energía se agota, de sentirme cansada con
algunas de mis luchas, de sentir sangrar mis heridas, de muchas veces
inventarme una sonrisa para esconder mi dolor… a pesar en ocasiones de tragarme
mis verdades, de sentir que mis angustias me arañan el alma... si me quedo un
instante extasiada disfrutando de la luz y el calor del sol, del bullicio a mi
alrededor, de la alegría que emana de los niños, de respirar un poco de aire puro
a la orilla del mar… me siento feliz nuevamente, feliz de estar viva.
A pesar de mis
fantasmas internos y de mis eternos miedos me aferro a la esperanza por la vida
porque la fe en el futuro da lugar a actitudes positivas y alegres. Me aferro
al amor porque le da significado a la vida... a la familia y a los amigos porque
son las personas más importantes que tenemos y nos hacen el mundo un lugar
mejor, ellos son la vida misma que crece a nuestro alrededor para ayudarnos a
seguir... y también me aferro a los sueños y trato de alcanzarlos de manera
honrada porque no me gusta rendirme ante el engaño y las miserias humanas.
El día a día es un
aprender constante y está demostrado que no podemos aferrarnos a conceptos
equivocados o desactualizados, porque sino nos iremos quedando atrás tan solo
con nuestra terquedad; el mundo y nuestro entorno cambian a cada paso, los
conocimientos evolucionan y se actualizan constantemente. Somos seres humanos,
susceptibles a errores pero somos mucho mejores personas cuando somos capaces
de aceptarlos y aprender de ellos. Cuando somos capaces de levantarnos y seguir
adelante sin duda mejoramos y crecemos como ser humano, porque indudablemente
esa actitud mejora nuestra forma de ser, de actuar y de pensar.
Por eso… a pesar de la
rutina que a veces nos envuelve, la apatía, las ilusiones que se quedan
dormidas, las viejas heridas del pasado que en ocasiones sangran y nos
entristecen, las traiciones de algunos amigos, la incomprensión de otras
personas, del desamor, de las malditas miserias humanas que envuelven al mundo,
que nos atrapan y nos entristecen, de las guerras que si no se detienen de una
vez por todas van a destruir nuestro bello planeta azul y exterminar nuestra
raza... a pesar de todo eso yo sigo apostando por la vida, por el amor, por la
amistad, por los hombres capaces de construir un mundo mejor.
Y por eso sigo
aferrándome a la fe porque es la fibra y la fortaleza del alma, a la confianza
de que todo es posible. Me aferro a todo lo que soy y a lo que he aprendido, no
menosprecio nunca lo que siento, ni a las personas, ni las cosas que a veces
parecen insignificantes y no por ello dejan de ser importantes, escucho siempre
a mi corazón que en muchas ocasiones me habla con más fuerza que la razón...
recuerdo con cariño a los que me han ayudado a ser mejor como ser humano, me
gusta apoyar a otras personas… Es primordial aprender a dar con verdadera
generosidad, eso nos prepara espiritual y psicológicamente para afrontar y
recibir todo lo que la vida nos puede brindar.
Miro a mi alrededor y
me maravillo de la vida que me rodea, aunque sea tan solo unos minutos me
detengo a mirar el verdor de los árboles, la belleza de un parque, la alegría
de un niño, la bondad y el amor que muchas personas tienen para ofrecer, la
mano amiga que siempre está extendida y entonces me siento absolutamente feliz,
a pesar de mis pesares.
Hagan la prueba cuando
se sientan tristes y atormentados, pongan su atención aunque sea por un breve
instante en las cosas hermosas de la vida. Verán que se sienten mejor y con
fuerzas para seguir adelante.
Sentimientos como estos, aunque a veces inconcientes, experimentamos cada día.Pero tienes razón: una sonrisa puede limpiar nuestra ira y un minuto de silecion valorar nuestra vida, porque "el canto de los pájaros, a admirar el vuelo de las palomas" un dia cesará y nuestra vida es larga pero corta para aprender a enfrentar las cosas feas que pueden rayar el momento mas lindo vivido.
ResponderEliminarMe has impresionado; Rosabel, creo que si sigues asi, Tu Blog se convertirá en "Una conversación con tu yo interno", eso sería genial, porque a veces le damos "tanta importancia a escucharnos por dentr", que creo ahí está el fracaso...
uff mi sentencia, del 1 al 10: obtuviste 12!!.
Amaya
NOTA:No se porque sale Dulce Maria, si esa es mi abuela jajaj
Ayer cuando me mostraste tu blog sentí mucha satisfacción,porque sé que tienes capacidad suficiente para hacerlo;además,hablarás de temas interesantes y atrevidos,y eso me gusta.Te envio un poema que una vez me enviaron y es mi talismán,espero te sirva:
ResponderEliminarAmate mujer
Nunca te permitas sentirte sola,
puedes estar sola pero aprende también a disfrutar de ello.
No te veas fea, gorda, o demasiado flaca. Importa el contenido no el estuche.
Ámate mucho, imagínate feliz, la mente es un imán y todo lo que desees y pienses como por arte de magia lo atraerás, no te sientas menos que otra mujer, ella puede ser más en algunas cosas, pero tú tendrás tus virtudes en otras...
Recuerda amar la vida, con sus días de sol, con sus días nublados, con sus tormentas eléctricas...
Es la vida y está para gozarla, disfrutarla a cada instante... en cada momento... Mujer te estoy hablando a ti...
Llena tu mochila de bellos recuerdos, y deja los malos a un costado del camino y ahora, frente al espejo, sonríe, observa lo lindo de tu cuerpo y destácalo, y luego mira tu interior: el poder está en ti...
Puedes elegir: sentirte bella y amada o fea con una vida sin sentido.
Puedes elegir: darte otra oportunidad de ser feliz o esperar con tristeza que tu vida se apague.
Puedes elegir: la alegría o la tristeza. Puedes elegir: cerrar los puños y pelear o perder todas las esperanzas. Fíjate metas y lucha por ellas. No te sientas egoísta si dedicas parte de tu tiempo a algo que te gusta y que te hace feliz...