No
me siento más vieja. Tampoco más sabia. Ni más linda... pero contenta por
cumplir años. En el viaje de la vida, en ocasiones las paradas merecen la pena
y en otras pasas de largo como si nada. A menudo reflexiono sobre diversos temas,
pero cuando se trata de agregar un año más a mi vida, hago un alto y reflexiono
sobre los logros, fracasos, alegrías y tristezas vividas, tomo conciencia de
quien soy, no importa lo afortunada o desafortunada que sea. Tengo algunas
aspiraciones pero nada grandioso sólo algunos sueños por realizar. Intentaré
ser lo más feliz posible, no perder jamás la curiosidad y no desaprovechar el
tiempo. A mis amigos, les agradezco el estar ahí y hacerme el camino más dulce.
Siempre
he pensado que el único día especial que realmente tiene una persona es el de
su cumpleaños, porque ni Noche Buena, ni Navidad, ni fin de año, ni día de
reyes… esos días son de fiesta pero no tienen nada de especial porque son de
todo el mundo. Trato de pasar mi cumpleaños lo mejor posible, aunque muchas
veces no hago nada especial, en ocasiones hasta se les olvida a algunos pero no
a mí. En los últimos años hay tres personas además de mí a quienes no se les
olvida y siempre me sorprenden con las cosas que inventan para que lo pase mejor,
mis hijos y mi hermanita Cary.
Les
confesaré que cuando me preparan sorpresas, aunque me cueste admitirlo,
quisiera esconderme todo el día hasta que pase, no sé por qué pero la verdad es
que me vuelvo insegura y nerviosa por una extraña razón que no logro comprender,
en ocasiones me quedo hasta sin palabras. Y no es que me falte imaginación y picardía
(a veces creo que me sobra) quizás es que debo ser más desinhibida.
Tal
vez lo que debo hacer es respirar profundo y mostrarme ante todos como
realmente soy sin importarme a quien le guste o no, si total cuando me muestro
fría, altanera y cínica no me importa lo que diga o piense la gente. Ustedes saben
la dualidad que vive en mí porque se los he dicho y sólo me conocen realmente
las personas más allegadas a mí o mejor dicho las que yo dejo llegar.
Siento
una profunda gratitud hacia la vida porque estoy consciente de que he sido
mimada por ella en muchos los aspectos, especialmente en el amor que pocas
veces me ha faltado, y el amor que recibo de la gente que quiero es como un
pozo sin fondo de lealtad y confianza, de ternura y de generosidad.
A
veces me siento cansada y un poco perdida, soy consciente de que he iniciado una
nueva etapa en mi vida, que mi viaje interior y mis pasos han ido tomando un
nuevo rumbo. Uno que yo no he trazado conscientemente, que no he decidido en
ningún momento marcarme, pero siento que la vida me empuja y me empuja hacia un
nuevo horizonte y lo hace obligándome a dar un giro rotundo en mi camino.
Tengo
ante mi una nueva senda abierta que no sé adonde me conduce, que jamás habría
elegido tomar y por la que me estoy adentrando casi sin querer, con piernas
temblorosas y pasos inseguros. Siempre he sido una rebelde, pero es hora de
establecer una alianza pacífica conmigo misma y caminar despacito mientras curo
mis propias heridas en silencio.
Al
sumar un año más a mi existencia, también le sumo madurez, experiencia,
crecimiento, cada año pienso disfrutar más la vida. Hay que reír en los momentos
buenos, llorar en las penas, seguir soñando, de eso se trata la vida. La mayoría
de los triunfos que uno alcanza eran inicialmente sueños y los fracasos, de
ellos hay que aprender todo lo posible para no cometer los mismos errores.
Aunque a veces inevitablemente tropezamos dos veces con la misma piedra como
dice una canción.
Este
año que cuando finalice el día queda en mi pasado, les aseguro (y los que me
conocen sabrán de qué hablo) que he aprendido en todos los entornos, en el
amistoso, en el laboral, en el amor, en salud… en todos he tenido sustos lo
suficientemente grandes como para aprender de errores que espero no volver a
cometer. Me noto muy diferente, muy cambiada, no sé si mejor pues eso lo tienen
que valorar los que me rodean. Pero en lo particular creo que me gusto más.
He
podido realizar proyectos pendientes desde hace tiempo, he compartido con
personas muy especiales y con buenos amigos, y bueno, muchas cosas que tampoco
me voy a poner a contar aquí para que no se aburran. A pesar de los
contratiempos soy feliz con lo que tengo y con los que me rodean. Aunque a esta
edad uno empieza a plantearse la vida de otra forma, porque tengo mi profesión,
mis hijos, he cumplido con lo que me toca con respecto a la sociedad. Voy a
marcarme nuevos objetivos este año que comenzaré a partir de mañana. Ya
les contaré.
En
nuestro andar por la vida es cierto que siempre caminamos en soledad porque por
muchas manos que nos tiendan, somos nosotros mismos quienes decidimos mover
nuestros pies o decidimos pararnos. Pero aunque esa es una verdad que, en el
fondo, todos conocemos, hoy más que nunca la experimento en mi interior con un
punto de angustia. Sin discusión alguna la vida es un viaje que iniciamos y
acabamos en completa soledad porque la gente que amas, hoy está pero mañana tal
vez ya no, como tantas otras cosas que hoy tenemos y mañana tal vez las hayamos
perdido. Por eso, ante todo, tenemos que amarnos a nosotros mismos,
reconciliarnos con nosotros mismos, creer en nosotros mismos y sernos fieles a
nosotros mismos porque, en la realidad, somos nuestros auténticos compañeros de
viaje.
Por
cierto con mi cumpleaños comienzan los mejores meses del año para mi gusto (que
conste que los demás también tienen su encanto), pero estos meses son meses de
promesas, de sueños, de tardes que se prolongan, de noches que se disfrutan, me
encantan las tardes de mayo, las noches de junio, y aunque me sofoca el calor
de julio y agosto son meses donde me siento libre y los disfruto al máximo no
sé por qué, si es el verano, el mar que tanto amo y al que voy en muchísimas
ocasiones en estos meses, no sé explicarlo pero realmente para mí son los meses
más gratos, espero que todo el mundo los disfrute mucho y espero yo también
disfrutarlos mucho como siempre.
Es
cierto que cuando den las doce campanadas soy un año más “vieja” y se los
entrecomillo porque no soy vieja ni me siento vieja que es lo más importante.
Uno envejece en realidad cuando se cierra a las nuevas ideas y se vuelve radical,
cuando lo nuevo asusta, cuando se vuelve intransigente y no consigue dialogar,
cuando piensa demasiado en sí mismo y se olvida de los demás, cuando tiene
oportunidad de amar y se pone a pensar en si vale la pena o no (¡por Dios! el
amor siempre vale la pena), cuando permite que el cansancio y el desaliento
habiten en su alma y se lamenta todo el tiempo, en fin, uno envejece cuando
deja de luchar y amar...
¡Ah!
Existen dos personas más que nunca olvidan mi cumpleaños, una amiga que quiero
mucho (aunque como es normal en mi, jamás se lo digo), pero es la verdad, mi
amiga Yamila y su adorable hijo Marcos que cumple años el mismo día que yo, y
nunca dejamos de llamarnos y felicitarnos, ese santo varón y yo somos puritos
Tauros, su madre siempre lo dice, que nos parecemos en muchas cosas.
Quiero
agradecerles a todos (a los que tengo a mi lado día a día y a los que también
están junto a mí a través de la pantalla) por todo el apoyo recibido, ya que
como saben éste año ha sido muy importante y a la vez crítico para mí, y sin ustedes
no hubiera conseguido seguir adelante. Un fuerte abrazo y un gran beso.
Y
como efectivamente mañana es mi día especial, esta noche (bueno de hecho lo he
estado haciendo casi todo el día) cuando comience a festejar mi cumpleaños permítanme
brindar con ustedes por mí, por ustedes, por Marquitos, por los amigos que siempre
tengo conmigo. Los quiero. FELIZ CUMPLEAÑOS PARA MÍ.
Cuando escribes logras tocar el corazón de tus lectores, felicidades
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