Las contradicciones se
presentan en todos nosotros a diario. Muchas veces vamos a hacer algo y
dudamos, preguntándonos si está bien o mal... Vamos a dar algo y pensamos cómo
lo tomará el destinatario... Y así vamos de un lado al otro, pero en ese ir y
venir uno aprende... Crece...
Mi cabeza a veces no
encuentra descanso en el análisis de los pros y contras de todo lo que ocurre a
mí alrededor, en cualquier momento esto me va a volver loca. Es verdad que eso
a veces evita pasos en falso pero otras veces crea un reguero de angustias.
Estuve pensando en mis
contradicciones, en el sí y en el no, en lo que quiero ser y en lo que soy, en
lo que amo y también en lo que odio. Y me pregunto ¿Cómo es posible que a veces
odie lo que amo y ame lo que odio? Me he dado cuenta del daño que a veces me
hago a mí misma cuando no tengo las cosas claras y no establezco mis
prioridades.
Yo contradictoria
siempre en un incesante calibrado de todo. Me gustas por esto y no me gustas
por esto otro. Esto me hace reír hasta las lágrimas y esto me produce un miedo
paralizante.
Muchas cosas que nos
suceden no tienen una explicación lógica, todo lo que vivimos no puede ser
analizado, porque debemos entender que el corazón entiende razones que la razón
no entiende... parece un trabalenguas pero lo cierto es que tenemos que
enfrentar la vida dándole paso a la razón pero llevando en la mano nuestro
corazón. De esta forma podemos enfrentar nuestras contradicciones y darnos
cuenta que muchas de las respuestas que no encontramos en la mente están
alojadas el corazón.
Como dije antes las
contradicciones se presentan en todos nosotros a diario. Por ejemplo, tú eres
contradictorio cuando marcas metas que nunca llegan, cuando reflejas en mi
espejo la imagen de alguien que no soy, cuando buscas confiar en mí haciendo
una lista de preguntas. En nuestras contradicciones firmamos un contrato con
fecha de caducidad y lo convertimos en otro indefinido, dijimos que no haríamos
preguntas y acabamos sabiendo hasta el número de identidad, quedamos en no
hablar de sueños pero lo hicimos cuando empezamos a dibujar el mañana, y el no
buscar ni un vaso de agua en la cocina acabó convirtiéndose en un despliegue de
cosas para un agasajo...
Esas contradicciones
donde a veces enfrento mis propios valores, con mi manera de actuar, me han
hecho comprender que sigo siendo humana, quizás demasiado humana. Y he llegado
a la conclusión de que si aún dudo en algunas cosas es porque todavía no me he
rendido porque al enfrentar la vida me enfrento a sus dilemas. Pensando en mis
contradicciones he enfrentado muchas preguntas y he encontrado muchas respuestas.
La vida me hizo
desconfiada sí, pero acabé queriéndote a pesar de mis contradicciones. ¿Y cómo
no hacerlo si eres capaz de sacarme fácil la sonrisa cuando yo lucho por mostrar
mi mayor cara de enfado? ¿Y cómo decirte que te alejes de mi lado mientras me
pierdo en el brillo de tus ojos? ¿Cómo no seguir sin estar realmente convencida
de que no puede ser?
A todos nos pasa, es cierto, pero tenemos que esuchar al corazon, SIEMPRE. Cuando tratamos de entender las razones nos enredamos demasiado. Cuidate mucho linda.
ResponderEliminarTodos somos contradictorios, eso es verdad, pero es de humanos. Esas contradicciones a mi también me han llevado a enfrentar mis propios valores y a admitir cosas que si alguien me lo hubiera dicho con anterioridad me hubiera reido en su cara y estoy seguro que habría dicho: "eso no va conmigo" pero la vida se encargó de demostrarme que hay ocasiones en las que uno sede sin pensar, sólo dejandose llevar por el corazon. Así son las cosas, cariño.
ResponderEliminarMañana es mi cumpleaños, ya yo comencé a festejarlo hoy. Tómense una cerveza en mi nombre, o un trago, como prefieran.
Yo tambien soy contradicoria a veces pienso q demnasiado. Frank amigo, muchas felicidades, espero hayas pasado un buen cumpleaños.
ResponderEliminarLas contradicciones forman parte del motor impulsor de la vida, no siempre la lógica tiene la razón y como dice Peter si va en contra del corazón es mas difícil, así que solo es tiempo de convivir con nuestras contardicciones que son las que nos hacen mejores.
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