miércoles, 3 de abril de 2013

La mezcla no me gusta


Los seres humanos somos muy diferentes unos de otros, en muchos sentidos. Hoy me quiero referir a gustos o quizás algunos los llamen vicios. No sé, eso depende de la percepción de cada cual. Pero voy a referirme específicamente a algunos gustos (míos y de muchas personas), me gusta el café fuerte e intenso, el chocolate amargo y el sexo salvaje. En todo hay variantes, claro, pero en estos casos la mezcla no me gusta.
Por ejemplo, a muchas personas les encanta el café, otras no lo soportan. Yo soy una consumada cafetera, ó lo que es lo mismo que si no me tomo un café al levantarme no soy persona... Confieso que no siento que comienzo el día si no me tomo antes una taza de café y si alguien intenta sostener una conversación razonable conmigo antes de eso, seguramente solo balbuceo incoherencias.
Un café solo y en su punto, es de un gusto exquisito, es brebaje de dioses. Es sin duda uno de mis grandes placeres. Necesito cada mañana arrancar con un café fuerte, aromático, preferiblemente lo tomo en vaso de agua. El café me aclara la mente, me abre el panorama y me termina de despertar, por decirlo de algún modo. Los que me conocen saben que no soporto un café recalentado y tampoco me gusta un café con leche que me sabe a leche.
Existen muchas maneras de tomar un buen café. Mi preferido es solo y bien cargado. Hay pocos aromas que despierten más mis sentidos que el del café. Me gusta aspirar los efluvios que desprende una taza caliente de café bien hecho.
Para muchos como yo, es inconcebible comenzar el día sin una buena taza de café. Para otros, el café es el acompañante perfecto e infaltable de cientos de pequeños ritos cotidianos como la lectura del periódico o fumarse un cigarrillo.
Un buen café negro es un reconstituyente innegable. Aumenta la agilidad mental y la capacidad de tener atentos los sentidos. Da energía, ayuda a concentrarse. A mí me alivia el dolor de cabeza. La cafeína estimula y nos enganchamos a lo que nos excita. Lo que no es precisamente malo…
¡Ah! y con el chocolate negro pasa algo parecido, es estimulante y además buenísimo. También previene enfermedades cardiovasculares, tiene muchos antioxidantes. Pero siempre en su forma más pura… Yo lo disfruto a morir, de sólo pensar en una barra de chocolate negro se me hace agua la boca.
Desde sus inicios, el chocolate siempre ha estado ligado al placer, pero también al amor, siendo desde un "inocente mensajero" en forma de ricos bombones a un acompañante o incluso, como se dice popularmente, sustitutivo del sexo. Realmente existe una misteriosa relación del placer y el sexo con el chocolate.
Y en cuanto al sexo salvaje… apasionado y salvaje ambos para no caer en lo cotidiano. ¿Qué puedo decir? Da energía, vitaliza, estimula el cerebro y el resto de órganos vitales… Para quienes no lo sepan, el sexo salvaje, es puro instinto: olores, sabores… es intenso y se desatan tus instintos más básicos, lo que es muy liberador. Puro, sin subterfugios, como el chocolate negro y el café solo. La diferencia es que no deja un saborcillo amargo. Pero es adictivo como los otros dos.
Somos sexo en tu cama, somos el descontrol encarnado en dos cuerpos… Te quiero fuerte y sin azúcar, te quiero café solo, recién hecho, hirviendo…

8 comentarios:

  1. Genial! Adoro el chocolate! Mm mm sin palabras! El chocolate es como el buen sexo: jamás nos aburre, o nos disgusta, o nos cae mal!!! A mi el sexo me gusta como el café; fuerte, caliente, dulce y sobre la mesa de la cocina.

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  2. me ha encantado tu post! yo soy super cafetera tambien, y ahora en la vida en pareja, el cafe tiene mucho significado para nosotros 2, ya q hay empezo todo y ahora no hay domingo q no termine sentados tomando cafe... y el sexo salvaje me encnata,pero sin maltrato claro esta. adoro sentirme presa de esa xcitacion salvaje que no se puede contener.

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  3. Ah, a mí también. Con muy poca leche y sin azúcar. Tiene que saber a café. Que haríamos sin el café! Tambien me encanta el chocolate y siempre elijo el negro semi amargo. Me encanta el sexo salvaje pero apasionado. Porque sin pasión solo seria bom bom bom y ya. Y eso no tiene gracia. Me gusta disfrutar de los besos, las caricias, que sea romántico, que inicie suave, pero después me gusta que sea fuerte.

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  4. Ufffff!!!! Que final, me encanta como escribes no me canso de decirlo... y me gustan tus gustos, preciosa, dejame decirte que coincidimos en algunas cosas. Cuidate mucho.

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  5. Te pasa como a mi, somos del club de los cafeteros... El chocolate también me gusta mucho y lo uso en muchas cosas. Como dice Peter qué final "Somos sexo en tu cama"... yo añadiría "y amor en cualquier parte", y “Te quiero fuerte y sin azúcar”, me encanto. Tú tan dulce como siempre y tan sensitiva. Me vienen tantas imágenes a la cabeza al leerte. A mi mujer le va a encantar.

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  6. Uy, yo soy cafetera desde que tengo uso de razón. Con 5 años o así mi abuela ya me dejaba tomar, los sábados, una tacita de moka con leche manchada con café....qué rico estaba!!!. Claramente es culpa de mi familia, son todos ultra cafeteros. Mmmm, ¿Hay algo mejor que despertarse con el olor del café???

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  7. Disfruto el buen café acabadito de colar aunque no soy adicta a él, en cambio el chocolate me fascina y me gusta en todas sus variantes y qué decir del sexo, si es tan caliente como el café y tan sabroso como el chocolate.... pues a romper la dieta y comamos hasta cansarnos:-))

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  8. El café no me desagrada pero prefiero el té. Pero el post Joder! Sencillamente, me ha encantado, con mayúsculas. Y en cuanto al sexo “Te quiero café solo”, es lo mejor que se puede decir. Todas las mujeres necesitamos en la cama un hombre que sea apasionado, salvaje que nos desee como mujer, pero a la vez con ese toque de sutiliza y delicadeza que nos excita a las mujeres!!!! Unos momentos de placer leerte, y el regusto que se me queda despues de terminar.

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