Tengo
en el alma, un amor grande y sublime que ni el dolor ni la tristeza podrán
cambiar. Ser su madre es el milagro más hermoso que me pudo haber pasado. Este
amor con nombre, tamaño y edad, eres tu, Leonardo, mi primer pedazo de alma, mi
primer dolor, mi gran amor, mi orgullo.
El
amor dejó en mi vientre el más hermoso regalo, uno que cuidaría por nueve meses
antes de tenerlo en mis brazos. Que hermosos los meses en los que viviste de
mi, sintiendo como crecía ese pedazo de vida y de amor, sintiendo cada latido
cada movimiento… Y a las dos de la tarde un 7 de junio definitivamente salió el
sol… de mí vientre nació un hermoso fruto, con el cabello oscuro y unas mejillas
rozagantes que decían: ¡aquí estoy mamá, vivo!
Aún
recuerdo aquel primer llanto incontrolable que estremecía mi alma hasta el
fondo de mi ser, que me hizo sentir culpable que tuvieras que dejar aquel refugio
que te amparó durante largos meses, donde pernoctaste con amor, ternura y
cuidado, aquel lugar que te hacía sentir seguro y protegido.
Llegaste
y cambiaste mi vida, me maduraste, me adornaste con un nuevo olor, con un nuevo
sentir, con un nuevo mirar, con la intención de ser la mejor madre del mundo…
aunque realmente no sea la mejor, ni sea perfecta todo cuanto te he dado y te
he enseñado a sido con todo el amor de mi corazón.
Con
el pasar de los días, mi sol (tú) resplandeciente, iluminaba mis praderas y
llenaba de vida mi vida, cada momento era mágico y me decía ¡Dios como puede
haber tanta perfección en un solo ser! Llevarte a pesar era deslumbrante entre
tantos niños tú, el mas rozagante, entre tanta gente yo la más feliz, y entre
tantas mujeres yo teniendo la suerte de tenerte.
Tus
primeras palabras fueron el cantar de los Ángeles a mis oídos, tus primeras
lágrimas fueron el dolor que nunca había sentido. Aún recuerdo, tus primeros
pasos, algo dudosos e inseguros, donde te iniciabas en los golpes y frustraciones
que da la vida. Cada día que ha pasado ha sido una universidad en mi vida, cada
minuto que respiras es aire puro que yo respiro, cada sonrisa que sale de tus
labios me indica día a día que cada minuto que vives me regalas tus rayitos.
Aprecias
con admiración a tu hermana. Hijo mío, cuán grande es tu amor. Consuelas a la
tristeza y alegras al silencio. Con tu mirada comprensiva contemplas todo a tu
alrededor. Dispuesto para ayudar y entregar todo de ti.
Llegaste
al mundo con mucho amor. Te he visto crecer y te veo hecho un hombre y me
siento orgullosa, porque vas emprendiendo y formando tu propio destino. Que
vida tan feliz he vivido a tu lado con risas y lágrimas pero siempre andando,
por el mismo camino, los dos de la mano. Aún recuerdo tantas cosas como si
fuera ayer que acaecieron, que guardo en mi memoria y en mis recuerdos como lo
más grande y hermoso que me dieron.
Me
alegro de haber formado en ti a un hombre sano, fuerte y emprendedor que con el
tiempo podrá volar con sus propias alas y enfrentar la vida. Hijo querido, es
mi corazón y el tuyo la unión perfecta del amor, del sentimiento y de la gracia
divina, aquella que un día recibí al hacer que yo fuera tu madre.
Cuando
naciste todo cambió, era joven y sabía que todo iba ser diferente, pero no de
esta manera. Haz hecho que tu alegría, me de más ganas de reír. Que con tus
juegos regrese a mi toda esa alegría e imaginación.
Como
no permitir que el sol brille en mi ventana si eres la luz que alumbra todos
mis días, cómo no dejar de gritarle al viento mi alegría si eres la razón que
guía mi vida. Te amo hijo, ayer, hoy y por toda la eternidad. ¡Hijo mío, que orgullo
el tenerte! Gracias por haber llegado y estar en mi vida.
¡Brindo
por ti! ¡Feliz cumpleaños mi amor!
Que Dios le de larga y próspera vida a ese santo varón, que como has dicho otras muchas veces el y tu princesa son tu vida, tu razón de vivir.
ResponderEliminarFelicidades también a ti amiga, los hijos son lo mñas sagrado que tenemos. Que pasen un feliz día juntos.
ResponderEliminarTu primogénito debe sentirse muy feliz de tener una madre como tu. Felicidades a ambos.
ResponderEliminarBueno amigos solo les puedo decir que fue un cumpleaños muy feliz para él y para todos los que los queremos, el viernes se fue de paseo a bailar con su novia y amigos y el sábado hubo fetecún en mi casa, él también es mi niño adorado y tanto su madre como yo estamos muy orgullosas de él.
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