viernes, 16 de agosto de 2013

Tres hombres en uno



Amor, cuatro letras con tanto peso... cuantas personas han dicho esta palabra como si fuera cualquier cosa, sin embargo, cada vez que escucho y pronuncio esta palabra “Amor”, se me llena el alma y para mí lo es todo, siempre lo ha sido; siempre ha sido lo mejor, la combinación perfecta de un buen corazón, del alma y de los sentimientos. Cuantas personas dicen poder amar “a su manera”, y eso es mentira. Uno no escoge la manera de amar, sino que el amor nos escoge a nosotros y nos hace su propio instrumento. Pero a pesar de todo, el amor es lo más grande y verdadero que pueda existir en el alma del ser humano.
Quizá sean muchos o pocos los hombres que se han cruzado en mi camino, no lo sé, siempre fui fiel en mis relaciones, y ahora… ahora que el tiempo ha pasado, que he crecido, que he roto tabúes, que disfruto de mi libertad sin cruzar la delgada línea que lo convierta en libertinaje mi perspectiva es distinta.
En mi vida hay tres hombres, cada uno en momentos distintos, algunas veces han coincidido pero me queda muy clara la situación con cada uno, los límites están bien establecidos y no puedo evitar desearlos por igual.
Uno me cobija en los momentos de soledad, es el único que con su abrazo todo lo puede curar, dormir en sus brazos es lo mejor que me puede pasar, con sus bromas y risas me hace olvidar todo, con sus tiernas caricias a la hora de amar, no existe palabra precisa de apoyo y consuelo. Otro representa lo prohibido… el deseo, el juego de la seducción, gracia y astucia para conquistar, que me analiza para provocar encuentros furtivos que no puedo parar. El otro un CABRON! la lujuria y la pasión, un reto en todo momento, lengua de fuego, boca que voraz me devora, lucha de poderes que logra excitar en cada encuentro.
Así vivo el amor… ternura, deseo, pasión, sentimientos y sensaciones provocando una revolución, una adictiva combinación que produce en mi cuerpo más de una reacción, sonrío al recordar, muerdo mi labio inferior y vuela mi imaginación. Ven lo complicado y divino del amor, tengo tres hombres en uno solo, uno que se vuelve diferente según el momento y las circunstancias.
A ti te escribo, a ti que tienes la capacidad de volverte tan diferente en ocasiones pero siempre para amarme, a ti prolongación de mi cuerpo, mitad de mi ser, locura candente que navega mi cuerpo, líneas que parecen hechas para mis líneas, que parecen el molde de mí misma, tu cuerpo y mi cuerpo, sublime comunión de los mortales ésta que nos une hoy en un mismo suspiro, en una misma piel, en un mismo latido.
El amor a veces es difícil de explicar, pero lo cierto es que es un verdadero acceso de fiebre con la diferencia de que ésta comienza con frío y termina con ardor, mientras que el amor sigue el camino contrario. El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio.

6 comentarios:

  1. Waoooo ¡¡¡q lindo!!!

    ResponderEliminar
  2. Muy lindo y como siempre apruebo lo que dices:-))

    ResponderEliminar
  3. Así es el amor preciosa, de lo contrario se volvería muy aburrido, no podemos siempre actuar de la misma forma ni con la misma parsimonia. Me encanta tenerte de regreso y con amor. Un beso y cuídate mucho, linda.

    ResponderEliminar
  4. Al fin de nuevo en ésta la casa de todos nosotros, ya te echábamos de menos como pasa siempre cuando te pierdes unos días, aunque sabemos los motivos. Pero ya estás aquí y desbordando amor como siempre. Un beso y cuídate.

    ResponderEliminar
  5. Precioso!!!!! Un gustazo que regreseis con amor, ¡joder! un hombre así es maravilla guapa. Un bezote.

    ResponderEliminar
  6. Lindo amiga, muy lindo, me ha gustado muchísimo y como dice Estela un hombre así es una maravilla, que de acuerdo al momento, sepa ser el refugio, lo prohibido o un cabrón… decididamente me encanta, lástima que no abunden.

    ResponderEliminar