Quiero
escribir sobre tus manos y acariciarlas palabra a palabra. Tus manos me dicen
lo que tu no me dices por vergüenza, por no parecer loco, por no ser demasiado
cuerdo o porque inexplicablemente te has quedado sin palabras. Cuando tus manos
se pierden en mi espalda y la recorren a pasos cortos todo el estrés que la
aprisiona se deshace como helado de fresa en la boca.
Tus
manos dibujan mi pecho, pintan caricias en mi piel, abrigan mi alma, navegan en
mi océano, son la calma de mis días, el refugio de mis noches, mecen mi deseo,
son la fuente de mi manantial, el calor de mi piel. Ellas me llevan al mundo de
los locos sin remedio, el mundo de las tierras sin fronteras.
Son
grandes y suaves, cálidas al tocar, imparables cuando de amar se trata, saben
cómo dar desde la caricia más dulce hasta el toque más ardiente, más intenso...
Esas manos tocan cada parte de mi ser y hacen que se erice mi piel... creando
remolinos en mi cuerpo cada vez más intensos... acaríciame... tócame... bésame...
enséñame la dulzura que reflejan tus ojos, la locura que operan tus brazos y
esa encantadora sonrisa que esgrimen tus labios...
Dame
lo que guarda tu mirada dibújame en la piel tus manos, llévame a conocer el
universo de tus ojos y descubrir los misterios de tu corazón… Abrázame con la
fuerza de tu alma, toma mi mano y vamos juntos a buscar nuestro destino.
Tus
manos acarician mi cuerpo lentamente y me hablan con caricias suaves que me
estremecen por dentro, con una dulzura que solo tu sabes hacer. Caricias
aterciopeladas que rozan mis sentidos, suavidad a flor de piel al contacto de
tus manos, que recorren despacio mi cuerpo, cierro los ojos y me dejo llevar
por las sensaciones, disfruto de ellas… Siento una explosión electrizante al
sentir tus labios cerca de los míos. Es intenso el placer que nos envuelve, la
dulzura de tu cuerpo arrebatado y atrayente y el vértigo que nos empuja cuando
estamos juntos y nos amamos.
¡Dios!
Que el tiempo detenga sus manecillas cuando miro tus ojos y veo la pureza de tu
alma, cuando beso tus labios y una simple gota de lluvia nos permite valorar el
momento en que estamos juntos.
Cuando
tus manos me tocan abro todos mis sentidos, saboreo todo lo que perciben a
través de tus caricias, se inunda de alegría mi corazón y bombea más sangre
ante tanta excitación que siente mi cuerpo, siento la necesidad de fundirnos en
un beso largo apasionado mientras que tus caricias llegan hasta tocar mi alma
con ellas...
Con
tus manos acaricias mi cara, vistes mi cuerpo desnudo, me levantas cuando caigo
y las extiendes para que yo te tome de ellas y no me aparte de ti. Sólo ellas
saben cómo despertar las sensaciones de mi cuerpo, tantas veces han explorado
cada parte de mi piel... amo tus caricias... amo tus manos... no las apartes
jamás de mí. ¿Sabes? A veces las cosas no duran tanto como deseamos. Así que
ven, bésame y haz todo lo posible para que aunque hoy se acabe, el recuerdo
dure siempre.
Esa
pasión que recorre tus venas me hace prender esta llama... sumérgeme en tu
mundo y tus caricias, ahógame con tu lujuria y embriágame con tus manos
recorriendo este cuerpo que pide a gritos tus manos tocando mi rostro y luego
muriendo... Dame tu sonrisa para darle un nuevo sol a mi día, dame tu alegría
para acabar con la monotonía de mi vida, dame tu voz para ahogar el silencio,
dame tu vida para vivir cada día teniendo tu presencia...
Tus
manos temblorosas desprenden mi ropa y se abren camino hacia el placer más
intenso, me hacen embriagar de lujuria y también de deseo hasta sentir tu
cuerpo fundido al mío y alcanzar esa deliciosa sensación de llegar al vacío
donde sólo hay placer y eternos gemidos, pasiones misteriosas que embriagan
todos mis sentidos hasta desear que me tomes otra vez, mi amor.
Un placer siempre leerte. El vértigo de las caricias, de sentir el roce cuerpo a cuerpo, el vértigo por el que llevan tus letras dulcemente. Letras apasionadas, hermosas, eróticas y elegantes, con ese estilo que te caracteriza. Un delicioso tour de esas manos, por los senderos de la pasión... Nadie que no sepa entregarse y darse a plenitud, puede describir de manera tan clara esos momentos supremos, donde el tacto deja de ser un sentido humano para convertirse en la gloria divina de quienes como tú, saben amar. Me ha encantado, linda.
ResponderEliminarNo dejes de renacer en sus manos y en su alma... Unas manos como esas necesito yo.... trasmiten amor,sueños y sexo,nuevamente al leerlas me hace recordar mis amores,ya ajados.
ResponderEliminarDelicioso lenguaje el de las caricias. Delicioso el sentido de esas manos en tu piel. El tacto de tus palabras es quien dibuja deseos y fantasías sobre la piel del pensamiento. Tus palabras tienen la virtud de traspasar la lectura y deslizarse por la textura más sensible de los sentimientos.
ResponderEliminarCaricias que despiertan los deseos. Deseos que despiertan los sentidos y las ganas de amar, y disfrutar del placer de las caricias. Con sus manos te acaricia la piel y con tus palabras le acaricias el alma. Una muy buena devolución. Me alegra mucho ver que estas mejor. Saludos y un abrazo muy fuerte
ResponderEliminarLas manos son las mejores herramientas para el amor. Y cuántos secretos guardan las manos que acarician, que dibujan, que entregan, que colman... Bellas letras
ResponderEliminar"Embriagarse de lujuria y de deseo hasta sentir los cuerpos fundidos y el vacío donde sólo hay placer y eternos gemidos", creo amiga mía que esa es la mejor ambrosía conocida para aquellos mortales que desean rendir tributo al AMOR
ResponderEliminarTE AMO
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