jueves, 23 de junio de 2011

Echo de menos tantas cosas…

Echo de menos compartir contigo el tiempo, mirarte mientras hablas, escuchar tu voz suave susurrando en mi oído, tus manos y cogerlas sobre la mesa de vez en cuando… el calor de tu cuerpo, sentir tu piel… ver tu sonrisa pícara y sensual al verme llegar, tus besos, tus abrazos, esa sensación de felicidad.

Si pudiera sentirte ahora que te estoy pensando. Si pudiera mirarte y detenerme en tus ojos, en tu boca y abrazarte hasta el alma, y así quedarme, fundida a ti. Ahora, como otras tantas veces, te echo mucho de menos y vienen a mi mente tantos momentos vividos. Vivo entre recuerdos y deseos, saltando entre lo que fue y lo que pudiera ser.

Te extraño tanto que lo escribo en esta “carta” sin papel que no tocarán tus manos, esas manos que tampoco acariciaré porque ahora sólo estás en mis pensamientos. En mis labios quedó el recuerdo de tus besos y en mi cuerpo las huellas que dejaste, los días ya no tienen ese brillo especial, sólo son días sin más… Siento pena, una gran pena porque no me sacio de ti, nada se te puede comparar. Tú eres mi gloria a la que, una vez más, tengo que renunciar.

Cuando escribo pensando en ti, sobran las metáforas, simplemente nada deseo más que estar contigo, siempre digo lo mismo pero qué voy a decir, para qué buscar frases elegantes, si lo que más deseo es tener tus besos, que mis dedos toquen tu piel en vez de estas teclas frías y que no saben a nada, que escriban versos los poetas, que a mí contigo me basta.

Y como siempre, regreso a los recuerdos, y allí estás esperándome para abrazarnos… y vuelvo a escuchar tus palabras, a mirarte, a besarte, a coger tus manos. Y entonces te echo mucho más de menos, porque no te tengo, porque ha habido cientos de días sin ti, porque habrá miles más… A todas horas tú, anidado en mi alma, desde la que surges de repente, iluminándolo todo, haciendo que sigan surgiendo recuerdos, que imagine, que sueñe despierta.

Tú en cada rincón de mi mente, haciendo que te piense, a veces serena y otras veces frenética, cuando estoy dormida o despierta… A manos llenas podría sacar de mi mente tus recuerdos y aún me quemarían, pues tan intensos los siento. Quiero beberme tu calidez y que se inflame mi alma al mirarte, que arda todo mi ser, que ahora sin ti soy brasas y cuando vuelva a tenerte cerca me volveré llamas.

Echándote de menos van pasando los días y me aferro a tu recuerdo, vuelvo a nuestros momentos, te vuelvo a ver sonriendo, pidiéndome un beso, vuelvo a escucharte, tus palabras y tus silencios. Echándote de menos mientras escribo, camino y vivo. Quiero perderme en la profundidad de tus ojos, sumergirme y llegar hasta tu alma, aunque me quede sin aliento.

Ansío darte un abrazo después de tanto tiempo, como pretendiendo fundirte a mí para sentirte de golpe en todo mi cuerpo, besarte y dejar unidos nuestros labios para que se digan cosas en silencio. Estar a tu lado, sentir de nuevo la felicidad, sonreír, olvidarme de todo, del mundo, del tiempo… Coger tus manos con complicidad, llenarme de tu presencia, sentirte, sin tener que imaginar… tengo ganas de tu cuerpo, de tu piel, de sensaciones, de placer, de deseo, de pasión compartida.

Quiero darte un beso largo de esos en los que se detiene el tiempo, uno de esos en los que desaparece el universo entero y todo se concentra en ti y en mi. Un beso cálido que tras anudar las lenguas anude las almas o mejor, que las derrita y las funda. Un beso apasionado, como si con él pretendiéramos arrebatarnos hasta el último aliento.

¿Sabes? Por más que pasen las semanas no se desvanece el sabor de tus besos, ni se difuminan las mutuas caricias, ni se diluye tu recuerdo. Y son más las ganas, es mayor la ilusión, es más todo… Ahora tus labios están lejanos, no puedo besarlos, no puedo abrazarte, ni sentirte, ni hacerte el amor, ni mirarte… Y el placer de tus besos no se borra de mi mente ni de mi boca.

Todo tiempo contigo parece un instante, ese último beso que fue imposible prolongarlo hasta el infinito, ese momento en que te dije adiós aún con el calor de tu cuerpo bajo la ropa, con tu aroma. El haber querido irme y el deseo de volver... y los días continúan pasando, con tu recuerdo, con mi deseo, con cartas escritas en el aire que no serán leídas. Los momentos sin ti no tienen magia.

Desde aquí quiero que te llegue mi abrazo fuerte y cálido, transmitiéndose desde tu piel a lo más profundo de tu alma, para que vuelvas a empaparte de mí. Que te llegue lleno de deseos, de vida, de ilusión, lleno de ti, porque yo estoy llena de ti, lo que escribo, lo que digo, mis ojos, mis sueños, mi mente, hasta mis abrazos están llenos de ti mi amor.

4 comentarios:

  1. Corazón, creo que ya he leido 3 veces lo que has escrito y ¡Voy a leerlo otra vez! Saben a miel tus letras, empalagas de dulces sonidos los latidos del corazon. quí te dejo algo que escribí hace unos días.
    "Adoro tu imagen en mi memoria.... adoro tus risas en mis oídos, tu perfume que embarga mis sentidos, tu mirada que me transporta a la gloria... ¡Continúas en mi memoria....! aunque me falten tus risas, no sea real tu perfume... y no este el destello de tus ojos llenos de alegría seguiré pensando en ti.... por siempre, día por día... Adoro tu recuerdo... ¡Continuarás estando en mi memoria...! Eres el recuerdo en días tristes, en mis noches frías... pero siempre te veo sonriente quiero que seas feliz aunque no estés aquí... porque yo adoro, todo de ti, tu ternura, tu tristeza, tus enfados, tus locuras, tu fiereza, la forma en que me amas y en la que te entregas al amar. Por eso sin que lo sepas, voy a permanecer lo más cerca de ti posible adorándote con esperanza, con entereza, aunque no te enteres que un corazón, mi corazón, es quien te besa.
    Los amores lejanos, son amores extraños… Todo el tiempo deseamos sentir los besos, tener las manos en las manos... Yo no tengo la presencia de tu cuerpo a mi lado... Y cómo lo deseo... Adoro simplemente besar tus labios... tocarte... acariciarte... Ven mi amor... acércate más... déjame tenerte otra vez... Te quiero, y cómo te quiero... Te adoro, y cómo te adoro... Te amo, y cómo te amo... Te siento, y cómo te siento..."

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  2. Es una delicia pasear por letras donde se nota q hay pasión y amor, mucho placer en escribirlas.
    Hay caminos q son difíciles de sobrellevar, difíciles de saber cual es el certero o el menos pedregoso, pero lo bueno es la ilusión con la que los iniciamos y el saber que pase lo que pase, uno nunca se tiene que dar por vencido... La distancia es el peor enemigo del amor, duele como si fuese una daga dentro del alma.
    Frank me encantó también lo q escribiste dichosa la receptora de tan lindas palabras...
    Besos, los quiero

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  3. Rosabel y Frank los dos me tenéis el corazón "encogío", son párrafos llenos de sentimientos, llenos de amor, gracias a los dos por compartir algo tan hermoso con nosotros

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  4. Que placer es siempre leerte. Estoy un poco complicado estos días y apenas puedo recorrer los sitios de mis amigos, pero siempre vuelvo a ti preciosa aunque sea un instante. Es un verdadero placer detenerse en tus palabras y sentirte, casi he querido ser yo ese al que echas de menos.
    Y tu amigo Frank, ante tanta pasión y amor sobran las palabras llevas a esa mujer clavada en el alma.

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