En este mundo machista, todavía son muchos los hombres que solo saben criticar a las mujeres, aunque no es menos cierto que cada vez son más los que comienzan a valorarnos. Me resulta indignante escuchar a un hombre hacer comentarios fuera de lugar sobre una mujer, de ahí viene la inspiración para estas letras, porque si me resulta ofensivo oír como atacan a mi género (sin miramiento alguno), mucho más me molestan las mujeres que en pleno siglo XXI no saben respetarse y hacer que les brinden el respeto que merecen. Es increíble como todavía hay mujeres que son maltratadas y humilladas por el sexo “fuerte” y siguen siendo corderos (con el perdón de los corderos) en las manos de esos mismos hombres.
Creo que ser MUJER es ser auténtica, no tener poses sino control de ti misma y el convencimiento de poder perderlo cuando te plazca, tener la certeza de lo que vales, dar siempre lo mejor de ti y no dejar nada a medias, si amas amar con todo, si hay que cumplir con un deber hacerlo con empeño, si eres madre darle lo mejor de tu tiempo y de tus sentimientos a tus hijos, apoyarte en tus aciertos, aprender de tus fracasos, aceptar el amor cuando es sincero y aceptar las críticas, si te rompen el corazón recogerlo con orgullo y levantarte, aunque da trabajo pero hay que hacerlo porque justamente ahí aprendemos donde está nuestra fuerza y quizás ese mismo que te destrozó el alma lo lamente cuando te vea ponerte en pie y continuar porque entonces comprenderá (ya tarde) la mujer que tenía a su lado.
El escritor y diplomático español Ángel Ganivet (1865-1898) dijo: “La mujer tiene sólo un camino para superar al hombre: ser cada día más mujer”.
Tenemos que aprender a querernos porque es la mejor manera de darnos valor y no estamos solas, somos muchas. Tenemos que aceptarnos como somos no podemos estar pendientes todo el tiempo ante el espejo diciendo que estamos feas, gordas o demasiado flacas porque lo verdaderamente importante no es el estuche sino el contenido. Aceptarnos como somos involucra todo: la mente y el cuerpo sin importar nuestro aspecto. Sólo creceremos de verdad aceptándonos como personas y eso ocurre cuando nos complace mirarnos en un espejo y vernos felices desde nuestro interior, porque allí es donde nace lo que proyectamos al mundo.
Nunca podemos sentirnos menos que otra mujer, ella puede ser más en algunas cosas, pero tu tendrás tus virtudes en otras… No necesitamos compararnos con nadie porque no vinimos a este mundo para vivir amargadas por no tener lo que otras tienen… tampoco somos ciegas y podemos por tanto estar conscientes de alguna imperfección física, pero debemos decirnos “me gusto así tal como soy, para mí soy perfecta”, porque eso es tener una mente ganadora.
Una amiga de este sitio me escribió hace unos días comentándome que a ella le gustaría sentir un abrazo verdadero del chico que ama, dice que él incluso a veces logra que ella se sienta mal y eso la está destrozando. Me tomé la libertad de decirle que no se lo permitiera porque ella era alguien especial y que si no sentía su abrazo verdadero que no valía la pena seguir. Ojala todo le salga bien, pero tiene que aprender a valorarse como mujer y exigir que la traten como se merece, tengo la impresión de que es una persona muy buena y dulce, no merece sufrir así.
Nosotras las mujeres decimos tantas cosas sin palabras, es una pena que los hombres casi nunca sepan interpretar nuestro silencio o nuestra mirada. Por lo menos los que visitan este sitio, sepan que cuando estamos calladas tenemos millones de cosas dando vueltas en la cabeza, cuando no discutimos estamos pensando detenidamente, si miramos con ojos llenos de preguntas estamos cuestionando cuánto tiempo seguirás cerca… y si respondemos un seco “estoy bien” no estamos nada bien, si miramos muy fijamente a un hombre estamos deseando que sea nuestro para siempre, cuando nos decidimos a decir “te quiero” eso es exactamente lo que queremos decir y si decimos “te echo de menos” pueden estar seguros que nadie en este mundo los añora más que nosotras.
Hace tiempo me convencí de que para aprender a amar a los demás tenía que amarme a mí misma, aceptarme como soy y a confiar en que mis decisiones son las correctas o por lo menos en el momento que las tomo debo creerlo así. Si me equivoco simplemente tengo que arreglarlo en el camino porque soy una mujer dispuesta a seguir aquí, luchando por la vida y tratando de ser coherente con mis propias ideas y convicciones. Si esperamos a ser perfectas para querernos a nosotras mismas, perderemos la vida entera porque la perfección no existe. Por eso tenemos que pensar que ya somos perfectas, aquí y ahora. No soy ni buena ni mala, solamente soy única. La vida me enseñó que sólo queriéndonos a nosotras mismas es que podemos ser perfectas a los ojos de cualquier persona.
Las mujeres somos multifacéticas, somos esposas, hijas, profesionales, madres, estudiantes, amigas, novias, amantes, doctoras, maestras, cocineras, consejeras, en fin… todo al mismo tiempo. Pero ante todo tenemos que ser dueñas de nosotras mismas con valentía porque todo eso es el conjunto de ser una verdadera mujer.
Amigas, hagámonos tres preguntas importantes nosotras mismas:
1-¿Quién soy?
2-¿Qué quiero?
3-¿A dónde quiero llegar?
Cuando tenemos claras las respuestas, sólo entonces podemos enfrentar nuestro destino sin vacilar. Ser mujer es guiar nuestra vida con el corazón porque la razón necesita muchas evidencias para arriesgarse pero el corazón sólo necesita un rayo de esperanza. Ser mujer es en esencia: vida, encanto y dulzura…
Una amiga me mandó este escrito que es la opinión de un hombre sobre las mujeres, les parecerá interesante:
“La mujer espera mucho y a la vez no pide nada... Es tan impredecible... tan fuerte, equilibrada, dueña del mundo... y a la vez tan llena de miedos y preguntas... que nos hacen sentir dueños de su vida y a la vez tan estúpidos. Es tierna, apasionada a veces, insoportable otras… pero tan encantadora que con una sonrisa hace que se derrita hasta el más grande de los glaciares del Polo Norte o Sur. Si algo les incomoda o les molesta mueven "montañas" hasta lograr su propósito aunque sea solo para llenar esa vanidad que "todas traen como lunar en su vivir". ¿Por qué escribo esto? Simplemente como humilde homenaje a aquellas que nos hacen sentir por momentos Reyes del universo y en otras ocasiones como ratas de dos patas... pero amigo, así son ellas, te guste o no... Estarás de acuerdo conmigo en que un amanecer con ellas, una caricia, una mirada... no se compara en nada con el dolor sentido por ellas mismas... Las hay de muchos colores, formas y gustos pero todas sienten igual, algunas más que otras, pero, el sentir es el mismo... Algunas en su afán por encontrar el "verdadero amor" se pierden en su búsqueda... pero no hay nada mejor que sentir a la mujer enamorada en su entrega... Que cosa más bonita verte en sus pupilas, sentir como su piel es tuya, su humedad, su calor... su “eso” que los hombres sabemos y que es mucho... mucho más... cuando sus labios... sus gemidos nos hacen sentir que somos dueños de ellas, aunque sea por un instante... Aunque luego ellas ni se acuerden... (?). Mi comentario va para ellas... las mujeres que, aunque nos repelen, reclaman, recelan... Se, que nos aman tanto como nosotros sentimos por ustedes Mujeres...”
¿Qué me dicen chicas? Voy a buscar algo que tengo guardado hace mucho tiempo, para ponérselos aquí, creo que les encantará como a mí. Cuando el autor, que lamentablemente desconozco, dice “niña” se refiere a una adolescente o una mujer muy joven, todavía inmadura, al menos eso creo. Disfrútenlo como hice yo.
Diferencia entre niñas y mujeres
Las niñas quieren controlar al hombre en sus vidas. Las mujeres, saben que si el hombre es realmente suyo, no hay necesidad de control.
Las niñas te gritan porque no las llamas. Las mujeres están demasiado ocupadas para darse cuenta que no las has llamado.
Las niñas tienen miedo de estar solas. Las mujeres lo utilizan como tiempo para su crecimiento personal.
Las niñas ignoran a los buenos hombres. Las mujeres ignoran a los malos.
Las niñas te hacen que vuelvas a casa. Las mujeres hacen que quieras volver a casa.
Las niñas dejan su agenda abierta y esperan a que su hombre hable para hacer planes. Las mujeres hacen sus planes y cariñosamente notifican a los hombres para que ellos se integren como mejor les convenga.
Las niñas monopolizan el tiempo de su hombre. Las mujeres se dan cuenta de que un poco de espacio, hace del tiempo junto algo más especial.
Las niñas creen que un hombre que llora es débil. Las mujeres ofrecen su hombro y un pañuelo.
Las niñas lastimadas por un hombre, hacen que todos los hombres paguen por eso. Las mujeres saben que fue solo un hombre.
Las niñas se enamoran y persiguen sin descanso. Las mujeres saben que algunas veces el que tu amas, no te amará y continúan su camino sin rencor.
Las niñas leerán esto y harán una mueca. Las mujeres lo pasarán a otras mujeres maduras.
¡Díganme! ¿No está genial? Nos vemos.
Ellos piensan eso pero nosotros los amammos mucho + de lo q creen, loq pasa es q nunca nos entienden. lo ultimoesta genial de verdad y ya lo enviea mis amigas.
ResponderEliminarEs lamentable que todavía muchos hombres denigren a la mujeres, que son lo más bello y sublime que nos a dado Dios. Pero tienes razón cuando dices que es más lamentable que todavía existan mujeres que no se revelan contra esos maltratos. La mujer está hecha para amarla y respetarla por sobre todas las cosas. En cuanto a las diferencias entre las llamadas niñas y las mujeres, es muy cierto por eso yo amo a las mujeres maduras, porque el autor las retrató la mía es así y todavía más.
ResponderEliminarRosabel, la verdad es que escribes fenomenal y ya veo que entre tus seguidores tienes hombres maravillosos que saben lo que vale una mujer, sin desvalorizarlos a ellos que son un encanto:-)) Pero es muy lamentablemente que todavía existan mujeres que no sepan valorarse y hombres que ABUSEN de ellas sin recordar que nacieron de una mujer excepcional, y digo así porque coincido contigo en que TODAS somos únicas y es muy importante que aprendamos a querernos para así brindarle amor a todos los demás.
ResponderEliminarPor fortuna hay hombres divinos que saben valorarnos, querernos y respetarnos como Luis Fernando Veríssimo que escribió algo increíble para las mujeres y que yo he compartido con mis amigas, aqui solo te pondré un fragmento porque es extenso, espero que tú y tus amigos lo puedan disfrutar:
"LA MUJER NO PUEDE VIVIR EN CAUTIVERIO, SI ESTA ENJAULADA HUIRA O MORIRA POR DENTRO....JAMAS SE TENDRA LA POSESION DE UNA MUJER.
LA MUJER VIVE DE CARIÑO, DESELO EN ABUNDANCIA Y SI NO LO RECIBE DE USTED, LO BUSCARA EN OTRO.BESOS MATINALES Y UN YO TE AMO AL DESAYUNO LA MANTENDRAN VELLAS Y PERFUMADAS TODO EL DIA.UN ABRAZO DIARIO ES COMO EL AGUA PARA LOS HELECHOS, NO LA DEJE DESHIDRATARSE...
LAS MUJERES TAMBIEN TIENEN LUZ PROPIA Y NO DEPNDEN DE LOS HOMBRES PARA BRILLAR.EÑ HOMBRE SABIO ALIMENTA LOS POTENCIALES DE SU COMPAÑERA Y LOS UTILIZA PARS MOTIVAR LOS PROPIOS.EL SABE QUE PRESERVANDO Y CULTIVANDO LA MUJER,ESTARA SALVANDOSE A SI MISMO"
¿Les gustó? Felicidades para todas las que sabemos lo que valemos y para aquellos hombres que son felices y por ello y ayudemos a aquellos seres que piensan que no son la mejor creación de la tierra.
Sigue escribiendo así amiga Rosabel:-)) Nos estimulas a ser cada vez mejores con tu poderosas líneas