viernes, 26 de agosto de 2011

Esos besos…

El beso ha sido desde tiempos inmemoriales la forma más clara de expresar cariño. Hay un sinnúmero de formas de besar, por lo que es bueno saber exactamente cómo hacerlo en el momento indicado. Todas las muestras de cariño nos gustan pero estamos todos de acuerdo que como los besos no hay nada igual, ¿verdad?

Un beso se da mas que entre dos labios, entre dos mentes. Cuando damos un buen beso, nos conectamos (y me refiero a parejas) a otro nivel, donde se unen fantasías, sentimientos y deseos… aunque sean besos suavecitos, apenas roces sugerentes encenderán esa llama de la pasión, y el deseo de saber y sentir lo que vendrá después. Porque pueden ser suaves pero sentirse intensos y aunque parezcan inofensivos e inocentes a simple vista, ustedes saben que son todo lo contrario y pueden llevarte a sentir los mejores placeres, te pueden llevar al cielo ¿cierto?

En el arte de besar lo más importante es entregar cada beso con pasión y ternura y disfrutarlo a plenitud, porque el beso es un lenguaje universal capaz de expresar todo el amor que uno siente, el cariño o incluso el mayor vacío. Una vez leí que si la mirada es el espejo del alma, un beso es el chivato de nuestros sentimientos y estoy totalmente de acuerdo con eso.

Hay muchos tipos de besos: silenciosos, nobles, enigmáticos, sinceros, otros que por prohibidos son verdaderos, que arrebatan los sentidos, que producen desvaríos de amorosa pasión ardiente y loca, tú los conoces bien son besos míos para tu boca. Besos de tempestad, salvajes… que solo nuestros labios han probado. Por un beso tuyo… ¡el mundo!... porque sé que me das todo ofreciéndome tus labios, siento que me entregas la vida con solo unir tu boca a la mía. Tus besos tan cálidos, tan cercanos, tus besos que detienen el universo y lo reducen a nada, sólo tu y yo, nuestras bocas, nuestros cuerpos…

Besar es todo un arte y tú lo conoces bien. A veces eres dulces, tierno, cariñoso, dominante, salvaje, pasional... sin embargo con cada beso, tenga la intensidad que tenga, me haces sentir miles de sensaciones imposibles de explicar. ¡Bésame! y haz que pierda el sentido porque tus labios son mi anhelo... y tus besos, mi amor, son la verdad de mis más ocultos secretos...

Mi boca necesita de tus besos, no lo dudes nunca… necesito sentir tus besos sobre mi cuerpo, que me devores beso a beso y me trasportes al cielo. Adoro cuando besas el silencio de mis labios, la inquietud de mis pechos, el aroma de mis cabellos, la sensualidad de mi cintura, lo que guarda celosamente mi monte de Venus convirtiéndote mi esclavo y alborotando tus sentidos. Dime ahora, mi amor, ¿Dónde pondré yo mi beso en ti?... Esos besos intensos, apasionados, calurosos y deliciosos que casi instantáneamente nos suben la temperatura y nos llenan de calor y placer… donde la lengua es una gran actriz y el resto un arma para el placer.

¿Alguna vez besaste a una persona de sorpresa? ¿Le robaste un beso a alguien que te gustaba pero no te dejaba llegar? Yo nunca he robado besos y los que me han querido besar sin que yo estuviera interesada, no han tenido suerte…

Amigos míos, les aseguro que todos aquellos que han dicho: “Un Beso es sólo un beso”, no han sido besados como Dios manda. Un beso puede ser sexy, dulce, lento, rápido, suave, simple, caliente... Las palabras se quedan muy cortas para todo lo que pueden decir y transmitir dos labios... ¿Qué creen ustedes?

3 comentarios:

  1. Tienes razón nohay nada como un buen beso, y si está dado conelcorazon mucho mejor.

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  2. Ese ¡bésame! y ¿dónde pondré yo mi beso en ti? me han hecho sudar por la fuerza que traen esas palabras. El primer beso que le di al amor de mi vida fue robado, pero ha sido la mejor decisión que he podido tomar porque gracias a él comprobé lo que sus ojos me decían a gritos pero su boca se negaba a reconocer con palabras. Sentí a esa mujer temblar en mis brazos a pesar de su resistencia inicial y después responder con la misma pasión con que yo se lo di. Todos los días me alegro más de haberme decidido a robarle aquel beso porque desde ese instante a pesar de los tropiezos me he sentido un hombre realizado, esa mujer me ha hecho morir un poquito cada día y a la vez ha llenado de vida cada minuto de mi existencia. Bendito ese beso y todos los demás, bendita esa boca que me provoca y me hace sentir tantas cosas.

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  3. Pídeme un beso que me muero por dártelo, pídeme uno y luego otro, encadenando nuestras bocas, que solo se separen para mirarnos, para susurrarnos, para volver a pedir más besos. Pídemelo y atravesaré la distancia para dártelo.
    Pides que te bese despacio; que lo haga suave, cuando nuestros cuerpos enredados están en candente desborde de pasión. Quieres sentir el roce de mi lengua en cada recoveco de tu cuerpo para danzar por los más dulces caminos, pero perdona amor mío, es demasiado lo que pides cuando mi néctar ha bañado el canela de tu piel y mi cuerpo flota en el éter del placer. No he resistido los embates carnosos de tus labios desaforados, pervertidos, hambrientos... y menos cuando tus manos prestas están para devolver la fuerza perdida en el deseo desmedido. Sigue mujer, sigue así que listo estoy para cruzar la frontera de tu piel una y mil veces más, mi dulce amante, a cabalgar por el valle de tu vientre. Y te haré volar entre sofocones encendidos entre dulces, largos gemidos, mientras mis manos aprietan tu piel para fundir tu cuerpo con el mío.
    Te he besado tanto... suavemente queriendo saborear tus labios o frenéticamente apasionado. Y tu cuerpo se desmorona candente entre mis brazos, y tus muslos se abren al toque de mis dedos. Te he besado tanto... y no me canso de hacerlo, mi boca, mi lengua y mis manos han explorado cada recoveco de tu cuerpo, al roce de ellos gimes, te estremeces y tu cuerpo se entrega en orgía infernal... embestidas que no acaban… tus besos me quedan, tu boca me enloquece... estar contigo es ir al cielo. Nada me gusta más, nada deseo más, sólo tu, y en un rincón del mundo todo lo demás.

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