Siempre existe en el mundo una persona que espera a otra... Cuando estas personas se cruzan y sus ojos se encuentran, todo el pasado y todo el futuro pierden completamente su importancia...
Me gusta entregarme a ti para disfrutar de esta pasión que nos envuelve, sentir cómo mi sangre se enciende cuando tus manos y tu boca comienzan a recorrerme, mi cuerpo reacciona ante tu proximidad y tu pasión, envolviéndose de lujuria y vibrando ante cada roce, ante cada caricia... ¿Qué poder ejercen tus manos cuando se mueven en la dirección del placer? Me derrito con el ardor de tus besos cuando empiezan a rodar por mi cuello sin orden ni consentimiento. Dime amor, ¿qué tienen tus labios que marcan a fuego mi piel?
Con tu pasión me haces revivir, soy reina y esclava de los secretos que destilan tus manos, te adueñas de mis labios con esos besos que alborotan mis ansias al entregarme a ti… por favor, devuélveme la vida que me quitas cuando bebes la esencia de mi deseo y haces que busque ansiosa, temblorosa, el cáliz de tus ansias que es mi debilidad... Nuestros corazones están desbocados, todo pierde el sentido. Tus caricias brotan incandescentes, no te cansas de besarme, no paras de tocarme…
No dejas de encenderme porque quieres poseerme... no te detengas, déjame sin aliento que yo también deseo que tu cuerpo como volcán en erupción emerja toda su lava inmaculada haciendo centellear todo el firmamento que me rodea. Necesito beber de tu cáliz sagrado y pecaminoso, necesito que me crucifiques en el lienzo de tu cuerpo hasta hacer emerger toda la pasión que siento por ti desde el día que te conocí. Preciso saciar mi deseo aunque para ello tenga que ser desterrada por los dioses a los infiernos más abismales.
Me embriago de tu amor con esas caricias que primero encienden y luego apagan el fuego que me abrasa, ese fuego que tú me provocas... me haces subir al cielo una vez más, me consumes la vida, siempre es igual en esta sublime relación que nos une… soy tu cómplice, tu victima, tu amante... Es en tu cuerpo donde quiero verme atada hasta el último de mis suspiros, son tus manos las esposas que quiero ver clavadas en mis brazos, es tu lengua la que quiero que queme mi piel desnuda convirtiendo su calidez en llama incandescente. Resucitas todos y cada uno de mis laberintos cuando los recorres como sólo tú sabes hacerlo.
Hoy quiero hacer trampas al tiempo y ser prisionera de tus deseos más ardientes... que un roce de tus manos aprisione mi delirio y provoque que el deseo se haga más profundo... Sentir como entre caricias y besos, se sigue encendiendo la pasión hasta llegar al clímax perfecto y escuchar palpitar nuestros corazones con fuerza dejándonos llevar... Amor, quiero que agrandes mis deseos hasta convertirlos en una realidad insoluble. Ilumina mi cuerpo, mi alma, mi ser haciéndome desfallecer en un clímax eterno. Santifícame con tus vapores, incéndiame contigo, navégame a la deriva y no admito un “no” por respuesta, corazón. Tómame ya... y una vez más voy a demostrarte lo que me haces sentir...
Me gusta hacerte el amor, ver cuando te quedas indefenso en mis brazos, sin poder razonar… con los ojos cerrados, abandonado a mis caprichos y antojos dejando que mis manos, lentas y juguetonas, recorran tu cuerpo. Me gusta volverte loco de deseo y ver cómo el fuego de la pasión nos envuelve y nos arrastra al abismo donde nos sentimos caer para después vernos tocando el cielo… me gusta que las huellas de mi aroma queden en ti, devolverte con mis besos la respiración y la vida… No cabe duda que soy hotel para tu hospedaje. Me confieso mujer pecadora y quiero pecar contigo niño travieso, hacerte el amor como una loca en furia y morir después... de mi lujuria. Mi necesidad de amarte descontroladamente nubla mi razón de pensar y no me detiene en nada.
Me acostumbré a ti, a tu aroma, a tu piel, a tu sonrisa que me llena de paz, a tu boca, a tus dulces labios, a no medir el tiempo cuando estamos juntos, a tu susurro en mi oído diciéndome “te amo”… Me acostumbré a sentirte cerca, a tus caricias suaves, a tus manos envolviendo las mías, a tu sombra detrás de mí, a tus palabras tiernas, me he acostumbrado tanto a ti que ya no sé vivir sin ti porque me acostumbré a vivir en ti...
Voy escribiendo lo que eres en mi vida, silencio de unos ojos que callan su verdad, silencio de una boca que grita “bésame”, silencio de una verdad contenida con ganas de gritar… llenaría hojas de ti, llenaría libros de ti, pero jamás dejaré de escribir sobre ti. Tú eres mi obra, nosotros somos los protagonistas. Donde el final, sólo lo sabemos tu y yo.
Bello, buuuuuuuuuuuuuuuf! que excelente, fundida entre tus palabras y la fuerza que desprenden...sigo leyendo...
ResponderEliminar¡Ay mi madre! Leerte es sentir que estás dentro de la escena, es sentir cada detalle, cada momento... siempre mágico y excitante... me has dejado sin palabras... El otro día estaba pensando que tu manera de transmitir el amor me mueve muchas cosas. No importa cuanto tiempo pase sin leerte cuando regreso sacudes sensaciones. Es tan lindo lo que narras, las sensaciones que he sentido al seguirte en cada línea. Haces que vibre mi cuerpo en cada palabra que de tí sale. Como siempre me voy suspirando de tu pequeño espacio que ya es nuestro. Un abrazo, siempre es un placer leerte, besos con todo mi cariño y admira-ción, preciosa.
ResponderEliminarAy amiga, has removido mis recuerdos, ¡joder! el pasado me ha caido de golpe, es precioso.
ResponderEliminarSiempre ocurre lo mismo cuando te leo, se me eriza la piel. Leerte es sentir un escalofrío en el cuerpo que me recorre hasta el alma. Te considero una persona de sentimientos profundos, intensos, violentos a veces (¿sigues enojada, corazón?) y que eso, junto a muchos otros factores, te han convertido en una persona muy importante y especial para mí. Sabes que quiero prenderte fuego recorriéndote a besos, que mis labios se inflamen con tu piel en llamas, que mis manos se quemen al acariciar tu cuerpo. Quiero que ardas en deseos y propagues el fuego de tu cuerpo al mío, que también será incendio. Arderemos intensos, saltarán llamas entre los cuerpos, nos consumiremos, sin extinguirnos, y llegará la calma, y tras la calma se reavivará el fuego y arderemos de nuevo. Siempre es así. Sabes que me tienes loco, que llegaste a trastocar mi vida y mis pensamientos el no tenerte me da ansias de ti, de tenerte aquí conmigo y enredarte con las sabanas de mi piel. Hacerte delirar con cada caricia que yo invento para ti, Quiero amarte sin descanso todos los días de mi vida. Pero ahora amor te deseo en mi cama, completamente desnuda y mía... solamente mia quiero sentirme tuyo, piel con piel para pintar de ternura estas ansias sin fin,que me queman. Me excito cuando tengo tu boca cerca de la mia, cuando tu lengua y la mía se encuentran… amarte sin fin, es mi locura. y hacerte sentir que soy solo tuyo. Pero ven... ven a mi, corazón. Ya eres parte de mi vida, para siempre. Solo tú eres lo que me hace falta. Ven, dame tu mano y toma la mía, toma mi cuerpo, dame el corazón, para enlazarlo con el mío. Déjame navegar por tu ser, por tu piel... por tu cuerpo, por tu alma. Ámame con locura y sin fin mi adorable pecadora.
ResponderEliminarPeter ten cuidado con tantos supiros amigo, no te quedes sin aire.
ResponderEliminarRosabel espero te haya gustado lo que le escribí a mi amor.
Oyeeeee que lindo esta eso, creo esa pasión bien vale la pena, te felicito por poder amar tan apasionadamente.
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