MUJER... una corta palabra que engloba mucho. Yo vivo orgullosa y feliz de haber nacido mujer porque las mujeres somos un nido de emociones que no se ve a través de nuestra piel, aún desnudas estamos vestidas de misterio y aunque aparentamos debilidad, somos fuertes y nuestro corazón también. Las mujeres de hoy somos muy diferentes a nuestras antecesoras aunque todavía existen muchas que no acaban de ocupar el lugar que les corresponde, el que se han ganado las mujeres a través de su batallar por la vida y por la historia.
Hoy en día las mujeres tenemos más libertad para expresar nuestros deseos, nuestras intimidades, nuestros criterios e ideas y hasta hemos perdido el miedo a ser juzgadas por decir que nos gusta hacer el amor o simplemente a explicar las causas por las que estamos enamoradas de alguien “inadecuado”… nada nos calla la boca, somos más auténticas. La mayoría de nosotras hemos ido cambiando esa imagen de la “pobrecita de la película”, el “objeto decorativo” por la de la mujer guerrera y valiente que se levanta, y lucha contra viento y marea por lo que cree y quiere.
Somos personas de carne, hueso y mucho más, mujeres sinceras, directas, con mucho sentimiento que no dudan en disfrutar de la vida y de las experiencias que se encuentran a la vera de la misma. Y en el amor, bueno… además de muchísimas cosas, podemos ser reina, esclava, seductora y seducida al mismo tiempo, la naturaleza nos ha dado un privilegio del que carecen los hombres y es que la satisfacción plena para nosotras puede ser infinita en cada entrega por cada liberación que tiene un hombre nosotras podemos tener dos, tres o más orgasmos, y eso es el cielo chicas ¿verdad? El Barón de Verulam, Francis Bacon, filósofo y político inglés dijo “Las mujeres son las reinas de los jóvenes, las compañeras de los adultos y las nodrizas de los viejos”. ¿Qué creen?
Nuestro espíritu se encuentra lleno de caminos que siempre están guiados por nuestra sabiduría interior y ésta nos da la fuerza necesaria para dar un grito de rebeldía y nos permite construir nuestro propio mundo, en el que reconocemos que la felicidad depende de nuestra mente y no de los pensamientos de quienes nos rodean, un mundo en el que elegimos lo que más amamos por encima de las conveniencias, donde no le tenemos miedo a nuestro corazón y nos atrevemos a ser independientes. Libres para ir donde nos plazca, trabajar en lo que nos gusta, conversar con quien deseamos en plena calle, sentarnos en el piso, en un muro, salir de juerga con las amigas, caminar bajo la lluvia… cualquier cosa que realmente deseamos sin pensar si lo que hacemos es del agrado de los demás, si se debe o no hacer según los “patrones sociales”. Lo que realmente importa es mantener en cada cosa que hacemos el respeto y la responsabilidad.
Las mujeres tenemos una forma muy particular de sentir, de decir, de hacer, de pensar. No sé si se debe a nuestras hormonas o por un propósito mayor a nosotras mismas, lo cierto es que lejos de ser un sexo débil, somos un sexo que lucha y se defiende de las adversidades al igual que los hombres. Si pensamos en todos los privilegios que tenemos, si disfrutamos de nuestros logros y triunfos, no nos queda tiempo para lamentarnos por lo que no tenemos. Además están nuestros hijos, nuestra valiosa familia que no puede ser sustituida por nada ni por nadie, por eso ser mujer es suficiente razón para despertar cada día con el corazón henchido de gratitud.
A nosotras nos corresponde mantener siempre en alto el estandarte del género femenino, para que el mundo no se olvide de que estamos y estaremos presentes, que somos mujeres fuertes y de fortaleza, que somos amor, ternura, que somos libres y sabemos amar y perdonar… que el mundo sepa que seguiremos nuestra marcha hacia adelante, al encuentro de un futuro que nos pertenece y que le pertenece a nuestros hijos, para dejar en este mundo un legado digno a las futuras generaciones como hicieron las mujeres que nos precedieron.
Nos pasamos la vida en la búsqueda del equilibrio para mantenernos como mujer, madre y profesionales, ahí la vida se nos complica pero como nos encanta el desafío, intentar lograrlo y conseguirlo es lo que nos mantiene vivas y felices. A nosotras son tantas las pequeñas cosas que nos dan felicidad: la risa de nuestros hijos, el abrazo del hombre que amamos, una felicitación en el trabajo, una conversación con nuestros hijos, la luz de las velas en una noche de pasión, compartir la vida de quienes nos rodean y nos quieren... en medio de toda esta vorágine en que se nos convierte la vida somos felices porque preferimos la combinación de todas estas actividades y muchas más, antes que la satisfacción total de una sola. Por eso nos desafiamos nosotras mismas y al mundo cuando nos convertimos en madres pero a la vez en profesionales y, sobre todo, en mujeres que luchan en todos los ámbitos.
Ser mujer es una maravilla por ejemplo nos despertamos y nos levantamos despeinadas, apuradas, con miles de cosas por hacer en favor de la familia y lo peor con poco tiempo, pero al terminar todo ese ajetreo matutino se realiza la magia: nos damos una ducha, nos peinamos, vestimos, nos maquillamos un poquito y quedamos geniales para salir al mundo y devorárnoslo siendo más mujeres que nunca.
Otra cosa que me gusta de ser mujer (aparte de la ropa, las carteras y las gangarrias que podemos usar) es la empatía tan maravillosa que tenemos las mujeres y cómo nos identificamos con los problemas de los demás hasta el punto de que llorarlos y sufrirlos como si fueran nuestros, que viendo una simple película nos echamos a llorar como bobas, somos capaces de llorar con el que llora, de reír con el que se ríe, celebrar con el que celebra y sencillamente porque estamos llenas de sentimientos y sentimos todas esas cosas como si nos pasaran a nosotras. Esa solidaridad y preocupación por lo demás es algo único de nosotras las mujeres y es una de las cosas que nos hacen únicas y especiales. También me encanta la palabra MAMÁ y la fuerza que nos hace tener ante las adversidades esa criaturita que traemos al mundo, mi condición de mujer me da el privilegio de darle continuidad a la raza humana.
Por todo esto y muchas cosas más que harían interminables estas líneas, les digo MUJERES que todas nosotras tenemos que amarnos y amar la vida, con sus días soleados, nublados o de tormentas, con aciertos y desaciertos, con logros y derrotas, con amores y traiciones… porque así es la vida pero está justamente para vivirla y gozarla, por eso no podemos dejar de disfrutar cada instante, porque detrás de algún mal momento, una deserción o un fracaso siempre hay un buen momento, una muestra de lealtad, amor y hasta el éxito. Tenemos que seguir adelante, fijarnos metas y luchar por ellas, y nunca olvidar que siempre tenemos el poder de elegir. Todas las mañanas al levantarte párate ante el espejo y repite: “Me amo tal como soy, me gusta todo lo que hago y si a alguien no le agrada yo no voy a renunciar a lo que ya soy: UNA MUJER SEGURA”. Eso hará que tu día empiece bien, con fuerza y ánimo para enfrentar lo que aparezca.
Yo desentraño la esencia de mi propia existencia sin desfallecimiento porque aprecio la vida en su justa medida, pero sobre todo porque sé que nunca dejaré de aprender y mientras sigo aprendiendo me permito vivir y sentir. Todos los días de mi vida en esta dimensión agradezco cada instante de aliento, cada sonrisa, cada lágrima, cada beso, cada abrazo, cada amigo que me ha dado la mano en mi peregrinaje… porque cada experiencia vivida que me han hecho ser quien soy, con mis defectos y virtudes. Y es cierto que no le agrado a todo el mundo pero hay mucha gente que me quiere.
Tenés razón, las mujeress somso lo mejor que Dios a creado.cuidatre amiga.
ResponderEliminarBenditas las experiencias eque te han hecho ser como eres una mujer de tanto arresto, aunque se que como a todsas laspersonas siempre les toca algo malo en la vidsa tu no has estado excenta de ello, pero doy gracias a dios por haberte conocido en este maravilloso sitio porque esres una muejer admirable.
ResponderEliminarLas mujeres es lo más divido que
Dios a creado, y tu eres un encanto, ni importa que no le agrades a todo el mundo siempre pasa, y hya mucha gente que te quiere y en este sitio habemos unos cuantos, tu lo sabes, un beso linda y cuidate.
Estás en lo cierto la mujer de hoy es muy diferente a sus predecesoras y aunque muchos hombres critican la libertad que hoy tienen yo creo que se la merecen y se la han ganado con creces. Por muchas cosas, muchas de las cuales tu nombras la mujer es especial es la más perfecta creación divina y en muchíismas cosas es ciereto que son mejores que nosotros los hombres tienen una forma muy particular de sentir y de hacer las cosas y en cuanto a amistades cuando son amigas de verdad se convierten una en la otra sin discusión alguna, yo lo sé porque lo he visto y tu tienes una amiga así por lo que sabes que tengo razón en lo que digo. Además son decididas, seguras, van de frente, Peter tiene razón son la creación más divina y perfecta. Haces muy bien en amarte como eres y a quien no le guste tiene dos trabajos, porque tu eres magnífica, única. Aquí te dejo algo que le escribí a mi mujer.
ResponderEliminar"¿Cuál será su secreto? Creo que esa mujer me ha envenenado con algo, igual son sus besos, poderosa pócima que tanto soñaron con inventar las brujas y va ella y tiene el secreto en sus labios, en su boca y en su lengua. O son sus ojos los que me han embrujado, con esa mirada que traspasa hasta el alma, que me desnuda por dentro, dejándome vestido por fuera, esa mirada que me desarma, da igual que lleve escudo, lanza, o espada. O tal vez su sonrisa que me ciega y me despista, o su forma de ser, o tal vez es la pasión que lleva por dentro y que me entrega a raudales, a veces de forma serena a veces intensa, o tal vez su cuerpo que es mi vicio selecto. O tal vez es toda ella puro veneno y con sólo haber rozado su piel o respirado su aroma ya me enfermé de ella. Pero si estoy enfermo no me quiero curar."
E¿Cuál será su secreto? Creo que esa mujer me ha envenenado con algo, igual son sus besos, poderosa pócima que tanto soñaron con inventar las brujas y va ella y tiene el secreto en sus labios, en su boca y en su lengua. O son sus ojos los que me han embru-jado, con esa mirada que traspasa hasta el alma, que me desnuda por dentro, dejándome vestido por fuera, esa mirada que me desarma, da igual que lleve escudo, lanza, o espa-da. O tal vez su sonrisa que me ciega y me despista, o su forma de ser, o tal vez es la pasión que lleva por dentro y que me entrega a raudales, a veces de forma serena a ve-ces intensa, o tal vez su cuerpo vicio selecto. O tal vez es toda ella puro veneno y con sólo haber rozado su piel o respirado su aroma ya me enfermé de ella. Pero si estoy enfermo no me quiero curar".
Espero que te haya gustado porque estoy seguro que ella cuando lo leyó además de haberse reido también le gustó mucho.
una mujeer no siempree s segura de si mmisma!
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