Hoy desperté sintiendo el cuerpo fresco, ligero, húmedo y misterioso, con el alma liberada y el corazón ansioso. Con ansias de ti, de ese juego que me hace explotar los sentidos y me lleva de gusano a mariposa, porque todo es posible cuando se cree en el amor y se siente. Si te escribiera una carta de amor tendría tantas cosas lindas y ciertas que decirte que no bastaría con una, tendría que escribirte muchas, serían cartas largas y hermosas escritas desde el fondo de mi corazón, que digan lo que siento por ti, que te cuenten cuanto cambió mi vida desde ese bendito día en que llegaste a mí. Tu sonrisa es un paraíso para mis ojos; tu mirada un vuelco a mi corazón… tu cuerpo el ardor para mi pasión. Mirarte y sonreír es sentir como la vida vuelve a mi interior, querer comerte, besarte, abrazarte, fundirme contigo…
Es increíble la química que fluyó entre nosotros como lava de volcán desde el mismo instante que nos vimos. El tiempo pasó como suspiro que se lleva el viento cuando nuestras miradas se cruzaron. A veces siento que tu amor dulcemente me enloquece, hoy amanecí con ganas de gritar fuerte que te amo, que ya no eres una parte de mí sino todas las partes, que ansío recibir las caricias de tus manos, que estás dentro de mis labios y también fuera de mi boca, que te conviertes en la piel que me cubre y me recorre entera, así me contienes, me moldeas y te llevo siempre pegado a mí como si fueras mi piel verdadera. Cuando estamos junto al mar abrazados, miramos el paisaje que nos rodea y es un auténtico paraíso para nosotros. Reímos, nos besamos y dejamos que pase el tiempo como en aquella magnífica tarde de Octubre donde estábamos solos tú, yo y el mar.
Te amo y cada día me vuelvo más consciente de lo que estoy sintiendo por ti. Lo mejor y más hermoso es que me correspondes, ¿qué podría llegar a ser más perfecto? La perfección la encuentro en tus ojos cuando me miran, en tus manos cuando se posan en mi cuerpo, en tus labios cuando rozan mi piel, en tu aroma cuando se mezcla con el mío en el aire, en tu voz cuando dice mi nombre, está en nuestra forma de amarnos, en nosotros cuando unimos nuestros cuerpos en un sólo sentir, en un sólo latir.
Cuando se trata de amor, todo puede suceder… cuando te enamoras empiezas a redescubrirte, creías que ya sabías como era el amor y cómo reaccionabas ante eso, pero… Sin duda el amor es el virus más maravilloso de nuestra existencia y más misterioso también, porque va mutando con cada risa y con cada sueño, con cada anhelo, con cada miedo. Volverse a aventar al precipicio, correr sabiendo que llegarás a un callejón sin salida, es de valientes. O más bien, de inteligentes que se han dado cuenta que el juego de la vida es ese precisamente perderse para encontrarse, caerse para levantarse, enojarse para después contentarse. Lo que uno va descubriendo entre este aparente par de opuestos es esa chispa, esa electricidad, esa fuerza que hace que nuestro corazón siga latiendo y sobre todo, eso que hace que la vida cobre sentido nuevamente.
Te amo y este sentimiento cada día crece y crece, sé que al verte puedo hacer del día algo excelente, sé que al imaginarte mi mente se despega del suelo y se vuelve tan vulnerable pero a la vez tan segura de si misma. Cuando te apareces frente a mí nada puede importar y nada importa cuando tus brazos se acomodan en mi cintura y mi rostro descansa en tu pecho, cuando nuestras sonrisas se convierten en una sola melodía.
Me encanta que me abraces, tus brazos son mi puerto seguro… Dime amor, qué magia tienen para mí esos brazos, que me estrechan y me quedo feliz sintiéndome prisionera de tu cuerpo, sin poder despegarme de su ardiente abrazo. Abrázame con ternura y envuelve mi rostro con tu anhelo para desatar las pasiones que llevamos dentro, para recorrer palmo a palmo todos los caminos de tu ansiado cuerpo, para que mi cálidas manos silenciosas despierten los temblores del deseo. Estréchame entre tus brazos, acércame en un movimiento hacia tu cuerpo, cerraré los ojos y te sentiré temblar... Abrázame y bésame despacio, inyectándome gota a gota tu miel, tu deseo, despertando mi lujuria... Me pierde irremediablemente tu piel desnuda bajo mi boca y dejar mi aliento desacompasado al recorrerte, me pierden endiabladamente y sin remedio tu boca y tu lengua experta, y deslizar mis ganas haciendo que brillen en tu piel con destino fijo escuchando tu voz entrecortada diciéndome que siga... y ese "SI" gutural que emite tu voz extasiada cuando mi boca te rinde.
Quiero que lo sepas, no te amo en pasado, ni en presente, ni en futuro, es un amor sin tiempo, sin distancias, es simplemente amor puro cargado de ilusiones, lleno de promesas que no deben cumplirse porque ya se cumplieron todas al conocerte. Te amo, como dos palabras que forman una sonrisa en tus labios, como dos palabras infinitas que no deben dejar de sentirse. Amarte es un premio y desconozco si te merezco, al menos lucho por merecerte, pero tu amor es un regalo que cualquier persona debería recibir, pero por suerte ahora tengo yo.
Embriágame con esas caricias apasionadas, entre suspiros de encendida fogosidad y estimula mi vehemencia, entregada con amor a la locura de amar, perdámonos en la delicia del placer, estremecidos por el gozo del delirio eterno, sentirás como tiemblo... Tócame, poséeme y siente mis humedades desbordarse por ti... vuelve a comenzar las veces que quieras, que yo me quedaré anclada en tu mirar y te enloqueceré de tal manera que jamás podrás separarte de mi sombra que te perseguirá a todas partes aunque no quieras.
¿Por qué te quiero así? Simplemente porque no sé querer de otra manera, quererte así es una necesidad porque te hiciste dueño de mi corazón y de mi alma y desde entonces sólo a tu lado encuentro paz y calma. Me acompañas en mí ser y en mis pensamientos porque eres parte de mis días, me escuchas, me comprendes, me entiendes, me aconsejas, me acaricias, me besas, me haces parte de tu mundo desterrando mis tristezas.
Cuando te acercas a mí y captas mi atención, sonríes, me tocas, me besas, me muestras tu deseo y haces que tenga otra vez hambre de ti, enardeces mi pasión haciendo que te desee a cualquier hora y en cualquier momento. Eres perverso, no pones sólo la intención, sabes que me rinde más el tacto, y me tocas, escribes de nuevo en mi cuerpo, me haces mojarme y que me muera de deseos por tenerte de nuevo entre mis piernas.
Dices que soy soberbia, arrogante, altiva... que nadie puede conmigo, que estoy por encima del bien y del mal, que sé lo que tengo, lo que puedo, que conozco mi magia y mi poder, que soy fulminante, inolvidable y decidida, que estás perdido, que no tienes salida, que conmigo "todo" y sin mi "nada"... No sé si tendrás razón, si todo lo que dices es cierto pero me gusta sentir tu respiración y los latidos de tu corazón, me gusta sentirte vivo y feliz. Te quiero mío y te quiero conmigo, que no te quepa duda. Te diré siempre que te deseo, cuando lo esperas y cuando no lo esperas, cuando los días son grises y cuando hay mucho sol, cuando te levantas con ganas y cuando duermes en mi pecho muerto de cansancio... cuando te llamo y solo te digo: "soy yo". Sabes por qué y para qué te llamo como también sabes porque no te llamaba... no sé cómo pero tú siempre sabes todo. Por eso cuando te digo: "soy yo", tu sólo contestas: "ven, te estoy esperando"... y sabes que no te arrepentirás...
Yo adoro todo en ti, tu persistencia, tu inteligencia, tu paciencia, tu forma de amarme… me gustas pícaro y atrevido, escalando mi deseo que se muestra húmedo y callado entre mis piernas... y te quiero enganchado a mi montura, prendido de mi cintura... irremisiblemente perdido en el sabor de mi sexo, irremediablemente preso de mis caricias, susurrándome palabras lascivas llenas de deseo y amor… y te deseo así salvaje, salvando obstáculos, explorando el mapa de mi sexo, te deseo hambriento arrancando mi cordura… erecto, saciando mi locura... Ámame, con la profundidad insondable del océano, con la claridad del Sol de las montañas, con la fuerza suprema de vientos huracanados. Eres lo que mi cuerpo necesita, apaga mi pasión con tu deseo… muere de placer en mi confesionario… y déjame morir a mí entre tus brazos porque te juro que al sentirme empapada de ti… me pierdo… eres pecado de amor, placer y morbo divino, deseo profano, pureza celestial…
Dios mio, me has hecho sudar, soy yo quien está empapado, cada palabra cada linea dicen tanto, estan tan llenas de pasion y amor. Me encantó, siempre he sido un hombre romanticoy los textos eroticos me gustan si no son ofensivos y vulgares. los tuyos me fascinan siempre tienen un no sé que. soy yo quien va a morir si cuando te leo lo sigo haciendo con el corazon. Un beso, cuidate preciosa.
ResponderEliminarme encanto esta lindisismo.
ResponderEliminarDeberías estar prohibida porque eres peligro, eres seducción y creas obsesión. Porque eres presencia, estás cuando estás y también cuando te vas, sea como sea siempre estás. Porque eres misterio, porque eres fuego y aunque te hagas hielo siempre arderás porque por dentro eres incendio. Deberías estar prohibida porque tienes dentro ese veneno que ni aturde la mente ni te mata al instante pero que crea adicción. Porque eres pasión, siempre serás pasión y siempre estarás en mí.
ResponderEliminarMe has vuelto a conmover esa es una virtud y un poder que tienes. Yo creo que eres tu quien es pecado de amor, placer y morbo divino, deseo profano, pureza celestial y cualquiera se pierde en ti.
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