martes, 29 de noviembre de 2011

Haciendo catarsis

Hoy conversaba con un amigo acerca de escribir, y le dije me gusta hacerlo pero que muchas veces no tengo tiempo. Sonrió y me dijo que él escribía justamente para descansar. Yo sé que no tener tiempo es la excusa más barata del mundo, y cuando él me dijo eso me di cuenta de que me he contado esa mentira tantas veces, que he terminado por creérmela. Y no sólo para escribir sino también para otras cosas que debo hacer.

Pero es que… ¡Cielos! en estos días todo me da lo mismo... es como si ya no me interesara nada y me siento horrible porque no quiero tener esta sensación… quizás sea porque estoy harta de hacer lo mismo todos los días... no sé qué hacer para salir de este estado y de esta estúpida rutina que me está chupando la vida...

Reflexionando sobre los últimos acontecimientos acaecidos en mi vida durante esta semana (algunos no me los explico y es porque no sé dónde me equivoqué) llego a la conclusión de que efectivamente da lo mismo. Todos dependemos del azar y de las coincidencias, y definitivamente ya está bien de ser tan responsable y dar tanta importancia a las cosas. Las cosas y la gente pasan por nuestra vida porque sí. Lo bueno queda, y lo que no merece la pena pasa por nuestro lado sin dejar huella. Realmente todo da lo mismo, no podemos controlarlo todo; y debemos aprender de ello. No sé que demonios es (o tal vez sí) pero tengo una sensación de vacío, he aprendido a bloquear mis sentimientos (cosa que hace mucho no hacía) y a no dejar que nada me importe realmente, ¿me estaré volviendo una persona fría e insensible?

Sin embargo, justo cuando me aseguro que todo me da lo mismo, llego a desmentirme. Cuando no he sido traicionada es cuando más traicionada me siento, y cuando me he creído libre me he encontrado sujeta bajo una llave sorprendentemente efectiva. Cuando creía que todo iba bien es cuando más se me está saliendo de las manos. ¿La vida me estará pasando alguna cuenta que no alcanzo a comprender? Mi mayor error es confiar o amar… Parece que escribo esto para confesarme, pero no hay nadie al otro lado del confesionario, nadie que me diga que he pecado o que no, y menos aún que me diga cuántos Ave María cuesta la redención.

En algún lugar leí que "No se puede nunca predecir de dónde viene el viento, pero siempre deberíamos dejar las ventanas abiertas”. Es cierto, la vida es puro movimiento. Supongo que en eso consiste, en un ir y venir. Moverse continuamente. Un abrir y cerrar de puertas constante. Nuevas pruebas que superar y siempre, siempre hay que seguir adelante. Hoy ha sido un día bastante denso y en los dos últimos días me han pasado cosas más bien tirando a malas, que supongo demuestran que la vida es una prueba que hay que superar, lamer las heridas, siempre mirar hacia el futuro y seguir avanzando.

Llevo unos días muy enredada, triste y preocupada. Por muchos motivos, unos más importantes que otros. Hoy, por ejemplo, por un lado no me apetecía mucho escribir y sin embargo lo necesitaba, por otro lado, quería alejarme de aquí y simplemente no lo he hecho. Así que, como la contradicción parece ser uno de mis rasgos predominantes en estos días, pues hago como que no escribo o escribo algunas líneas que en principio parece que no significan nada, pero que en estos momentos significan mucho, y en este ir y venir estoy sacando una entrada de la manga. Como decía un personaje de "La montaña mágica", de Thomas Mann: "Las contradicciones pueden conciliarse. Sólo las mediocridades y las medias verdades son imposibles de conciliar".

Estas últimas semanas han sido realmente muy significativas e importantes para mí desde el punto de vista profesional. Pero también han sucedido otras cosas que me han marcado sobremanera, y necesitaba cierta distancia para poder sobreponerme y también algún tiempo para digerirlos. A veces pienso que nada en esta vida llega por azar. Las cosas suceden porque tienen que suceder. Tal vez todo este enredo es para que me dé cuenta y sea más consciente de que todo es relativo, que casi nada es importante y que la vida debe seguir a pesar de todo. Pero sobre todo hay que disfrutarla y vivirla a tope, y al momento.

Les he dicho que algunas personas dicen que soy rara, hace tres días alguien me lo volvió a decir, yo lo desmentí afirmando que soy lo más normal del mundo, pero después pensé que tal vez tenía razón, porque conozco un montón de gente, converso, me río, incluso comparto niveles importantes de intimidad, y aún así, muchas veces me siento fuera de lugar. No sé… como si en la vida todos no fuéramos más que simples actores… Como si hubiera que andar por el mundo justificando la propia existencia, mostrando lo que suma y ocultando lo que resta ¿a riesgo de qué? Es increíble cómo en cuestión de minutos nuestra vida puede dar un giro completo. Parafraseando el mensaje de una película de Woody Allen, el azar puede determinar y hacer bascular nuestras vidas en un segundo, dependiendo si la pelota queda a un lado o al otro de la red. ¡Da miedo, pero es así!

Ayer tuve un día nefasto que hizo que me replanteara muchas cosas. Durante un par de días he visto todo negro. Evidentemente nunca todo es tan drástico, y el agua vuelve a su cauce, a veces incluso antes de que nos demos cuenta. Supongo que son rachas, por las que hay que pasar de vez en cuando, y de las que se aprende mucho. De todas formas, ahora sólo espero que llegue el próximo fin de semana para ir olvidándome gradualmente de estos días horribles.

Tenía muchas cosas que contar hoy, pero, por miles de razones, no podría escribir ni siquiera un par de frases con cierto sentido (de hecho no sé si han entendido algo de lo que he escrito). Espero poder estar más en forma mañana y reflexionar un poco sobre lo que ha pasado en los últimos días (aunque mejor no). Hoy estoy agotada y triste. Creo que los problemas y el no dormir me están afectando. Esta noche realmente no me apetece escribir. Hoy no he hecho más que trabajar, trabajar y trabajar. Y saben qué es lo peor, que hoy quería haber estado en cualquier lugar, menos aquí… Todo es una mierda. Me voy a dormir.

4 comentarios:

  1. Creo que estas sufriendo depresion amiga, ese es uno de los sintomas un vacio interno, necesitas hacer algo nuevo, tomate un descanso y ocupate mas de ti y trata de alejarte de todo un poco.

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  2. Amiga mía, estas en baja otra vez y por lo que deduzco no es solo el problema con tu mamá, hay algo mas. pero escuchame linda, nacemos para vivir por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene limites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos, por eso rodéate de personas que te hagan reír tan fuerte que te olvides de lo malo y te enfoques solo en lo bueno, la vida es demasiado corta para ser otra cosa que no sea ser feliz, por eso sonrie siempre y por favor nunca te duermas sin un sueño, ni despiertes sin un motivo, no vivas por y para nadie... recuerda que un día no se parece a otro, y nadie se parece a ti... solo hay una persona capaz de hacerte feliz toda la vida y esa persona eres tu... Anda, levántate y sale a tomar aire fresco, ve a tu mar, tómate unas cervezas o unos tragos, camina entre la gente y observa la belleza de la vida, de esa vida que tanto amas y vívela como te gusta, solo eso te ayudará a pasar los malos momentos y los amigos por supuesto, ellos (nosotros aunque lejos) son el apoyo. Cuidate mucho preciosa.

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  3. Una vez más te vuelvo a escribir, porque nada hay mejor que tu. Tengo ganas de ti pero esperaré sereno, sin gritar mis ansias al viento, hasta que tu decidas, para sentir tus labios a unos centímetros de los míos y alejarme de este mundo para girar en torno al tuyo. Quiero tenerte entre mis brazos, atrapar al vuelo tus suspiros, sentir la calidez de tu piel, que mis dedos acaricien el más puro placer. Tengo ganas de mirarte, de compartir palabras, abrazos, besos… de sentir esa sensación de inmensidad, de que no hay nada más allá de ti, de tu cuerpo entre mis brazos.

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  4. Escucha amiga, sos una peersona increíble, inteligente adem´ñas, la excusa del tiempo la damos todos y la forma en que te sentis es porque ¡somos humanos joder! No somos de hierro y cuando algo nos lastima es normal sentirnos así. En cuanto a que no os importa nada no es cierto guapa, porque si fuera así no estariais así. Peter tiene razón cambia de aire, diviertete un poco y estareis mejor. Un beso.

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