miércoles, 30 de noviembre de 2011

Identidad digital & identidad real

En el Ciberespacio muchas personas tienen un blog, algunos muy buenos otros no tanto, pero en casi todos hay mucha sinceridad y sentimiento, muchas ganas de ayudarse y compartir desde un libro hasta pensamientos íntimos. Yo estuve madurando la idea de tener uno durante mucho tiempo, hasta que me decidí a crear este, la disyuntiva entonces fue, usar “identidad digital” o identidad real.

Como no tenía muy claro el o los temas que iba a tratar resolví usar un seudónimo y no mi verdadero nombre. Vamos a ver… había cosas que sí quería publicar (algunas ya escritas desde hace tiempo) pero por el tema me daba vergüenza que quienes me conocen se enteraran que lo había escrito yo. Por eso pensé que tener un blog ultra-anónimo no sólo me permitiría escribir cualquier cosa sino que me daría la oportunidad de mostrar y seguir escribiendo textos cargados de amor y erotismo que no me atreví nunca a mostrar a nadie ¿por qué? por el maldito pudor, porque sé que algunas personas no los ven con buenos ojos, los creen inapropiados y las más hipócritas, hasta inmorales.

Sé que en este mundo de Internet somos muchos los que estamos detrás de un seudónimo, pero cada uno tiene que elegir y pueden ser varias las razones a tener para permanecer en el anonimato, que puede ser 100 por ciento o solo un poquito. Yo por ejemplo, mis escritos son de varias clases y sabores (algunos muy calientes, eróticos, lujuriosos), además escribo sobre mi vida y la de otras personas queridas, también para hacer catarsis… por tanto creo que hice bien por disímiles razones, no solo como protección a mi identidad sino la de los protagonistas de algunos post, en fin, creo que cada uno es muy libre de hacer las cosas como quiera.

Algunos conocidos saben que tengo un blog y me han pedido la dirección pero me he hecho la tonta y he dejado pasar la ocasión de dársela. ¡Maldito pudor! por sobre todo. ¿Resultado? Los que me leen no saben quién soy realmente (sólo cuatro personas lo saben para ser exacta). En dos ocasiones gente que conozco me comentaron algún texto que habían encontrado por casualidad en la Web y como les gustó se pusieron a leer otras entradas del blog y hasta se han suscrito por correo, e incluso me dieron la dirección para que yo lo siga (irónico ¿no?), pero ellos no pueden imaginarse que están hablando con la autora. A pesar del elogio que han hecho al sitio, no me he atrevido a decir que soy yo quien escribe.

Las cosas que escribo no creo que sean malas aunque tampoco me atrevo a calificarlas de buenas, sé por los comentarios que recibo que a muchas personas les gustan, además por las visitas al blog que siguen en aumentando, pero de ahí a que los lean personas que me conocen… temo que me digan "esto es basura cursi”, “cómo puedes perder el tiempo en escribir algo así", “¡estás loca! cómo te atreves a escribir de sexo”, o que no lo digan, lo piensen que sería peor…

Hace un tiempito pensé crear otro blog más público (es decir con mi verdadero nombre), donde escribiera sobre otros temas, pero pensándolo bien ¿otro blog? ¡Ni una mierda! Si a veces me cuesta mucho mantener este y en ocasiones tengo que trabajar de madrugada para lograrlo. Por otra parte sería poco realista porque quizás me encasille en temas que realmente no me interesan demasiado y entonces el blog perdería su autenticidad, yo dejaría de ser yo, dejaría de ser libre para escribir lo que quiero, terminaría cortando mis deseos, mis sueños, mis historias… y si le pongo a este mi verdadero nombre tendría que editarlo y hasta quitarle algunos post, por la maldita vergüenza y los convencionalismo de otros.

Creo que cada uno tiene derecho a mostrar de sí mismo lo que quiera y en este caso la discreción es importantísima. Además el anonimato forma parte del juego... a pesar de que he visto la expectación creada, me gusta seguir jugando con la incógnita. Claro está todo esto depende mucho del tipo de blog que uno haga. Por ejemplo, si yo escribiera de poesía, música, cocina, religión, diseño pondría no sólo mi imagen sino mis datos completos y reales, pero cuando cuentas entre otras cosas tu vida, la de tus amigos… escribes de sexo… no es lo mismo, creo que para algunas de las cosas que yo escribo el anonimato me protege de las malas lenguas y me da más libertad. Es así de sencillo.

Uno crea un blog con la intención de expresar sus ideas, opiniones, sueños o cosas que te parezcan interesantes para compartir con potenciales lectores, un material que supones es digno de ser leído, aunque te puedes equivocar, sobre todo en el caso de quienes no somos escritores. Y si los temas son peliagudos creo que es mejor usar el seudónimo por si acaso tienes la mala suerte de ser visitado por alguna persona de tu entorno, familiares, amigos, vecinos u otros que puedan significar un “peligro” para tu integridad, especialmente cuando cuentas cosas muy privadas (tuyas o ajenas) o criticas a gente que te rodea. ¡Por Dios! Eso yo lo llamo precaución y no miedo, mesura y no desconfianza…

De todas maneras cuando hablas sobre ti y reflexionas sobre algún tema o sentimiento, siempre das indicios que ayudan a los que te leen para irte conociendo y se formen una imagen de ti… esto que acabo de escribir me trae a la mente la idea que todos tenemos de Jesucristo, porque nadie sabe cómo era en realidad pero todos tenemos una imagen de él gracias a su pelo largo, su barba, su corona de espinas y sus llagas en manos y pies.

Creo que ese es el quid de la cuestión, porque si te gusta leer a alguien, te cae bien, coinciden en gustos y criterios, llegas a conocerlo mucho aunque sea de forma bloguero-platónica, acabas imaginándotelo. No sé, supongo que cada cual expone su identidad en el grado que le parece mejor. Considero que mi presencia (como la de muchos) en la blogosfera forma parte de mi vida privada, pero al mismo tiempo no podemos obviar el hecho de que es un medio en el que te expones ante todo el mundo. Por eso creo, aunque muchos no estén de acuerdo, que es de personas sensatas mantener la incógnita porque de imprudentes está lleno el cementerio y disponer de una “identidad digital” evita poner en entredicho la seguridad de tu vida personal y profesional.

He conocido en este ciberespacio a personas maravillosas, incluso que se han vuelto confidentes y almas gemelas… Quizás muchos de ustedes caminan a diario a mi lado por la calle, montan junto a mí en un ómnibus o en un taxi, se sientan en el mismo banco que yo en un parque, comparten conmigo un simple estrecho pedazo de playa sentados en la arena frente al mar, a mí adorado mar… quizás hemos sido compañeros de estudio o lo somos de trabajo, nos hemos encontrado en una noche loca en una fiesta, en un centro nocturno o hasta conversamos en una cafetería, ya ven esa es la ventaja del anonimato y en ciertos casos la desventaja porque me impide conocer en persona a gente adorable, inteligente y cariñosa que comparte mis criterios y hasta mis pensamientos más íntimos. Mil besos sinceros y de todo corazón para todos.

1 comentario:

  1. Teneis razon en la red casi ninguno de nsotros usa el verdadero es una manera de protegernos sobr todo cuando contamos cosas personales y a veces hasta haceos confidencias, que a veces son mas faciles de hacer a alguien que no esta mirandonos, y como decis aqui hay mucha gente buena que siempre esta dispuesta ha tender la mano y dar un consejillo, que nunca viene mal sobre todo si estamos deseperados o tristes.

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