Soy una mujer madura, profesional e independiente, me gusta disfrutar al máximo cada momento de mi vida. Me gusta salir a caminar, perderme en medio de la nada, la tranquilidad y a veces por qué no... hacer un poco de locuras... Amo la libertad y rodearme de gente divertida y que quiero. Me gusta amar y que me amen, a veces prefiero estar sola pero la mayoría del tiempo me gusta estar en compañía de mis amigos. Me gusta provocar, comprar, consumir, idear proyectos, improvisar… me gusta el sexo, el morbo, el hedonismo, leer, aprender más y más de todo, crear, escuchar, hablar, pensar en las cosas, escribir, repetirme en aquello que me importa y hacer cosas de provecho. Mis amigos son muy importantes en mi vida.
Una noche de copas (sin excesos) puede ser una noche loca y eso es bueno de vez en cuando. Soy una romántica empedernida, soñadora, me gusta perderme en mi mundo de sueños, soy una eterna adolescente, me gusta la gente sencilla. Adoro la música y la sinceridad. Vivo por amor porque vivir por amor es tocar el cielo, es sentir como el corazón necesita salir para gritar lo que es amar y que sus latidos apresurados anuncien que sigo estando viva. La mejor manera de alcanzar la felicidad es haciendo felices a los demás y para eso no hay mejor forma que amar.
Me gusta divertirme, esa es la pura verdad, que les puedo decir. Así soy yo, una mujer sencilla, sin complicaciones. Me gusta salir de fiesta toda la noche si es posible, vivir la vida y soñar con cosas imposibles, como a muchas otras personas. Soy algo alocada a veces, me encanta reír constantemente y a menos que esté preocupada no paro de sonreír. Cuando veo un parque me gusta montar en los columpios (aunque ya nunca lo hago) y recordar mi infancia. Soy según algunos soy rara aunque yo, simplemente, me considero diferente.
Soy una mujer que le gusta aportar a la vida, soy creativa, me agrada tener mi propio estilo, siempre intento aprender algo nuevo cada día, no me gusta sobrepasar los límites de la diversión pero me encanta romper esquemas. Siempre trato de vencer y derrotar a mi mayor rival y busco la manera de no desviarme de la senda del bien. Tan pronto hablo de algo serio como me empiezo a reír como una loca, esa risa que se vuelve contagiosa y no te deja casi ni respirar. No sé si a ustedes les pasa pero me he dado cuenta de que a medida que voy cumpliendo años mis salidas nocturnas están basadas en la comida o una reunión de amigos, y no es que tenga nada de malo me encanta hacerlo, pero añoro aquella época en la que la palabra salir significaba darte una ducha, arreglarte a prisa y corriendo para ir a divertirnos simplemente y no hacer otra cosa que reír y bailar.
Los que me conocen de verdad me definen como una persona “desconcertante”, dicen que es la palabra más adecuada, porque soy seria en el trabajo, excelente madre de familia y responsable como pocas y que quienes no me conocen no se pueden imaginar que detrás de ese aspecto tan tradicional y distante hay una mujer amante de la juerga y de la diversión. Mis amigos tienen razón, lo que dicen es cierto porque cuando alguien que solo conoce a esa mujer que dejo ver todos los días (seria y circunspecta) me ha visto en una gran pachanga me han dicho “yo nunca me hubiera imaginado que tu eres así”.
Tengo muchos conocidos, pero muy pocos amigos, tan pocos que los cuento con los dedos de las manos. En la vida me han decepcionado un millón de veces, pero también muchos me han sorprendido en ocasiones. Casi nunca llevo reloj aunque para mí el tiempo es importante. Puedo repetir en un día mil veces la palabra odio porque odio las mentiras, las sopas, las malas películas, la falsedad, la gente sin personalidad, la mediocridad, la hipocresía… ¡Ah! Pero también adoro muchas cosas: los dulces, las pizzas, los helados, la cerveza, las películas de amor y las buenas comedias cuando no quiero pensar, la buena bebida, los amigos… nunca me olvido de alguien que he querido de verdad. En múltiples ocasiones intento deshacerme de mis impulsos, pero en un sinnúmero de ellas hablo y luego pienso (eso resulta fatal muchas veces). Por cabeza dura he perdido algunas batallas pero he ganado muchísimas. En realidad no sé si está bien o mal mi forma de actuar, pero la verdad es que me va muy bien con ella. No me gusta que me halaguen demasiado y no me importa que me critiquen.
Me encantan las noches locas y hablando de ellas, recuerdo una en que el reloj había marcado ya las 12 cuando comenzó mi "movida" nocturna, había bailes al son de las canciones de los Beatles y los Bee Gees, risas y copas llenas de bebida en las manos de todos, por cierto algún que otro vaso acabó tirado por el suelo… Sí, mi madrugada fue genial… ¡Menuda nochecita la de ese día!
Al otro día cuando desperté ya era medio día, al mirar a mí alrededor me pregunté “¿como llegué aquí?”. No lo recordaba, estaba desnuda en tu cama con una horrible jaqueca impidiéndome pensar, las imágenes comenzaron a pasar por mi mente, empecé a recordar… tu y yo entre charlas y copas. Confidencias, risas... un mar de alcohol, camino a casa, descontrolados por la bebida y empujados por el deseo, fundidos en abrazos y caricias, en una noche loca de pasión… mi mente se fue aclarando y comencé a buscar mi ropa, sigilosa, cuando sentí tu dedo recorrer mi espalda, te miré y estabas sonriendo con picardía. No pude contenerme, también empecé a reír y cuando fui a acariciarte me halaste sobre tu cuerpo y comenzaste a besarme. Fue maravilloso, para que negarlo, pasó y no se puede borrar, dulces momentos que siempre recordaremos.
Nunca me falta el valor de mirarte a los ojos y sin vergüenza decirte que te deseo, que me excita hasta el simple roce de la yema de tus dedos sobre mi piel. Me gusta acariciarte con caricias que se convierten en un rito que solo yo puedo crear e innovar con el mudo lenguaje del amor, donde no existe tiempo ni espacio, donde solo se insertan nuestros deseos y anhelos... Tómame con ganas, sorpréndeme, bésame con hambre y pasión, deséame con fuerza para rápidamente satisfacer cada uno de tus deseos, desnúdame, tócame, lámeme, hazme tuya una vez más.
Adoro el amor, me encanta la noche, la playa, me encanta él, y el calor de mis amigos. En definitiva, me gusta ser como soy, así soy feliz.
a mi me gusta lo que escribes y me gustas tu, aunque no te conozco con lo que se me es suficiente. me encanta tu forma de ser y de decir.
ResponderEliminarEres una mujer enamorada de la vida, del amor y eso es lo que te hace fuerte, lo que hace que te amen y realmente eres desconcertante, con esa dualidad que hay en ti, tu sensualidad envuelve y enamora, no creo que seas alocada simplemente eres mucha mujer. A mi también me gusta como eres, y adoro el amor, me encanta la playa y me encantas tu.
ResponderEliminarPeter una vez te dije amigo que tuvieras cuidado no te enamores de Rosabel, esa mujer no es para ti ya está comprometida.
wao a mi también me gustan las noches locas, cuando mis amigas y yo nos vamos a una disco la pasamos super y también he tenido despertares confusos como el q cuentas, confusos pero buenísimos. Ciaoo amiga.
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