Alguien me dijo una vez: “el día que un hombre te haga temblar sabrás lo que es el amor, porque amor no es aquello que queremos sentir, sino aquello que sentimos sin querer”. Me pareció ilógico y me dije ¿cómo voy a sentir amor por alguien si yo no quiero?, era muy joven y desde siempre me creí dueña absoluta de mi destino y por tanto de que mis sentimientos se moverían y surgirían según mi voluntad y no la de nadie más. ¡Ilusa, niña tonta! Los años y la vida me enseñaron que no es así, los sentimientos verdaderos (incluyendo el amor) son espontáneos, surgen sin que lo esperes, no se pueden planificar como una compra o un paseo. Simplemente cuando menos lo esperas, en el lugar y momento más inesperado ¡Puf! te golpean de pronto como una ola en medio del mar.
Hoy soy muy consciente de eso, porque sin buscarte llegaste de pronto a mi vida, cuando menos lo esperaba y todo en ti me cautiva, me llena, me agrada… como la luna que hace clara la oscuridad brindando un cielo espléndido a nuestras noches enamoradas. Te juro que si me pidieran cuantificar cuánto te amo no me bastarían los números, ni tampoco las palabras, son tantas las variables que engrandecen su valor, que no se miden ya con cifras sino con latidos del corazón, con suspiros lanzados al aire, imposibles de contar.
Muchas personas buscan con desespero el amor, y por eso se equivocan una y otra vez en esa búsqueda desenfrenada, porque no es uno quien elige el amor, es el amor el que nos elige a nosotros sin siquiera darnos cuenta. Lo estés buscando o no, cuando llega te estremece de pronto y sientes, hacia esa persona inesperada y muchas veces desconocida, algo inexplicable que te arrastra inexorablemente a ella, su mirada te perturba, su voz eriza tu piel, su contacto te estremece, tu corazón galopa al ritmo de potros salvajes… eso que llaman química que no tiene explicación, es una fuerza poderosa contra la que no se puede luchar, te domina en cuerpo y alma.
Tal es así que tú no puedes imaginar los pensamientos lujuriosos que me invaden, la falta de recato y pudor que se va apoderando de mi cuando me contemplas con tus ojos llenos de deseo, de pasión, haciéndome sentir la reina del mundo y de todo, la dueña del día y la noche, del mar y del sol. Tú me haces sentir que recibirte en mis brazos es un regalo que la vida te ha dado, de esos que ni se esperan ni se imaginan. El destino nos puso un día frente a frente, a mí me bastó sólo la transparente mirada de tus ojos, para darme cuenta que estábamos predestinados, para bien o para mal, y decidida acudí a tu dulce llamado, aprendiendo a conocer contigo la pasión que envenena, que nubla los sentidos y lo mismo te lanza al cielo que al infierno, pero no te importa.
El amor verdadero todo lo supera, rompe barreras, derrumba murallas, es como un roble que ni con un fuerte temblor desaparece, siempre tiene agallas para defender al ser que ama, no tiene edad, no hay distancia que lo haga malograr, siempre permanece como fiero león defendiendo lo que le pertenece. En el amor es el corazón y no la razón quien te da las respuestas que necesitas. Por ejemplo, cuando extrañas a una persona a todas horas y cuentas los minutos que te faltan para verla, si cada segundo está en tu pensamiento, si una mirada suya, una caricia, un abrazo, un beso… te hacen sentir mariposas en el estómago, si te late el corazón a mil por hora cuando la vez o estás cerca, si cada cosa que ves, escuchas o hueles, te la recuerda, si el tiempo a su lado pasa volando y siempre quieres más, volviéndote adicta a su contacto, no hay dudas de que estás perdidamente enamorada.
Muchas veces le pregunto a la noche y a
Soy feliz de amarte, no tengo dudas… Te amo de una manera inexplicable, de una forma inconfesable, de un modo contradictorio. Te amo con mis estados de ánimo que son muchos y cambian de humor continuamente, por lo que ya sabes: el tiempo, la vida, la muerte. Te amo con el mundo que no entiendo, con la gente que no comprende, con la ambivalencia de mi alma, con la incoherencia de mis actos, con la fatalidad del destino, con la conspiración del deseo, con la ambigüedad de los hechos. Aun si en algún momento te digo que no te amo, te amo. En el fondo llevo a cabo un plan para amarte… mejor.
Te amo sin reflexionar, inconscientemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulsos, irracionalmente en efectos, no tengo argumentos lógicos, ni siquiera improvisados para fundamentar este amor que siento por ti. Que surgió misteriosamente de la nada, que no ha resuelto mágicamente nada, y que milagrosamente, a poco con poco y con nada ha mejorado lo peor de ti y de mi. Te amo con un cuerpo que no piensa, con un corazón que no razona, con una cabeza que no coordina. Te amo incomprensiblemente, sin preguntarme por qué te amo, sin importarme por qué te amo, sin cuestionarme por qué te amo. Te amo sencillamente porque te amo. Y yo misma no sé explicar por qué te amo.
Me tienes entregada a tu boca que vuelve loca mi razón, a tu piel que envenena la mía de deseo, a tu sexo que me invita imponente a que lo saboree, a tu montura que me ata a tus caderas, a tu forma de poseerme y tenerme.... Entre mis piernas es dónde quiero que calmes tu hambre de sexo, donde busques apagar tu sed de placer, deja ahí tus ganas y tu intención arrancándome gemidos en busca de tu destino, saciando mis deseos de mil maneras, es ahí dónde quiero tenerte, entre mis piernas… dime, amor, ¿se te ocurre un lugar mejor?
Lindísimo, y yo diria que si sabés porque amas tanta a ese hombre, lo sabés muy bien.
ResponderEliminarHe seguido tus consejos y espero que todo salga bien, tenés razon cuando decis que vale la pena arriesgarse, en el amor como en la vida todo es riesgo. Saludos.
¡Cielos! preciosa, te esmeraste, esta precioso el texto y el final UFFFFFFFFFF, Dios misericordioso.
ResponderEliminarNo hay un lugar mejor, es un lugar sagrado, bendito. Yo también amo sin reflexionar, amo con un cuerpo que no piensa, con un corazón que no razona y con una cabeza que no coordina. Simplemente la amo con toda mi alma, no se qué embrujo a utilizado pero estoy perdido por ella.
ResponderEliminarMe encantooooooooooo. Estela haces bien en intentarlo de nuevo, adelante sin miedo amiga. Frank estas deprimido xq ni siquiera te metiste con Peter y su comentario, levanta el animo y has como Estela, echale con ganas.
ResponderEliminarEso que escribiste está precioso y como veo a todos tus amigos del blog les ha encantado.Y coincido contigo y con ellos , no hay mejor lugar para amar:-)) Amigo Frank, si no tienes pies ni cabeza para la coordinación, no te preocupes es que ya eres adicto a ese lugar sagrado:-))continúa disfrutándolo y recuerda que el amor es la mejor arma para ser feliz.Deja ver si Rosabel les regala a todos algo de lo que ya lei acerca de los dotes curativos que tiene hacer el amor con amor:-))
ResponderEliminar