No sé cuando te volveré a ver, pero me entristece saber que hoy tampoco será, ni mañana, ni pasado, ni el próximo día… intentaré acostumbrarme a este vacío y lo iré llenando de recuerdos, de deseos, de ganas de volver a verte, pero hoy ese vacío es inmenso… y es curioso, porque con una de tus sonrisas podrías llenarlo en un instante, o con una caricia o con un beso, o con una mirada, pero nada de eso tengo ahora, lo tuve, pero ayer ya suena lejos.
Deseo música y un ramo de rosas, que más podría desear mi corazón si la suavidad de sus pétalos me trae el recuerdo de tus besos que adoro y la música acompaña mis pensamientos. Podría pasar horas sintiendo el perfume de mis rosas y escuchando esos armónicos compases que me recuerdan nuestros rítmicos latidos, cuando perdido entre mi pecho y mis suspiros tú y yo alcanzamos juntos el cielo, mientras tú dulcemente me besas y susurras en mi oído mil veces te quiero... Qué lejos ahora tus labios, qué pena no poder besarlos, qué inútiles se sienten mis brazos sin poder abrazar tu cuerpo, qué absurdos mis dedos escribiendo en vez de acariciándote.
Ahora mismo, podría estar pensando en cualquier persona, cosa, animal, sueños, futuro, anécdotas, recuerdos, pasado, dolor, alegría. Cualquier cosa, lo que sea ¿verdad? Pero pienso en ti una y otra vez… se me nubla la mente y me tiemblan las manos, un dolor se extiende por todo mi cuerpo y se me olvida quien soy. Y ya no puedo más.
Puede que no escriba, pero en mí sigues, siempre intenso, siempre con esas ganas inmensas de verte, siempre esa alegría del alma al imaginarte, al recodarte. Puede que no me clave dagas, que no me arranque las entrañas, que no me desangre, pero sigues anidado en todos los rincones de mi cuerpo. Me hierve tu recuerdo, desfilan por mi mente los recientes momentos, que siempre se hacen tan cortos, incluso aunque fueran eternos.
Vuelven a mi recuerdo las calles que transitamos, los sitios donde nos encontramos, los lugares que nos gustan, y en ellos tú, nítido, y borroso el resto: columnas, paredes, gente, ventanas, mesas, sillas, porque tú lo eclipsas todo, como eclipsa la luna al mismísimo sol. Esas calles que alguna vez brevemente paseamos, esas calles me traen siempre tu recuerdo y por las que en mi mente camino intentando llegar a ti.
A veces tu recuerdo se hace tan intenso, tan inmensas las ganas de estar contigo… Y nada calma esas ansias, nada que no seas tú podría calmarlas, pero sólo estás en mi memoria, y puedo sentirte cercano, pero te sigo echando en falta. Me gustaría besarte ahora, abrazarme a ti en silencio, como si el tiempo fuera eterno, pero no es posible y sólo me queda recordar, soñar e imaginar. Sabes… tu recuerdo me calma, me calman las palabras que se dijeron, todos los besos que se dieron, los abrazos, las miradas, me calma imaginar nuevos momentos.
Te echo de menos, ya lo hacía esta mañana, pero mientras más me alejo de ti se va haciendo más grande el vacío que me deja tu ausencia. No sé cuando nos volveremos a ver, me da pena irme, me siento triste… pero es normal, cómo no voy a estar triste si tu a tu lado soy feliz. Malditos sean mis pies que me alejan de ti, y con la distancia poco a poco se alejan tus besos, tu cuerpo que hasta ayer acariciaba se va difuminando y se quedan mis manos con ganas de las tuyas, y mis labios ansiando los tuyos.
Han sido tantos los momentos de felicidad, momentos que perdurarán en la memoria, que se añoran y atormentan en la distancia… ya sólo deseo que retornen mis besos a tu boca, como aves peregrinas buscando la calidez de tus labios; que tus manos cubran de caricias mi cuerpo, que mi piel es un desierto de arena sin huellas porque las últimas que dejaron tus dedos ya se borraron por el paso del tiempo; que mis ojos brillen al encuentro de los tuyos, alineadas las miradas como estrellas en el firmamento.
Pero son sólo deseos, sé que no será así… ahora cuando salga dentro de un rato a dar una vuelta ninguna calle me llevará a ti pero te imaginaré al final de cada una, o mejor, cogidos a ratos de la mano, buscando un lugar para sentarnos, para conversar, para besarnos… ajenos a todo, ajenos al mundo, ajenos a los problemas.
No sé cuando te veré la próxima vez, podrán pasar semanas, quizás meses, pero cuando vuelva a verte a estar contigo desaparecerá este vacío en un instante y volveré a sentir la gloria, y seré feliz sin que nada importe más allá de ti, y todo mi ser se llenará de esa felicidad tan inmensa que sólo encuentro contigo, esa felicidad como un tesoro que he encontrado sin tener que navegar los siete mares, ni subir las más inclinadas montañas, ni bajar a las profundidades, ni derrotar a un terrible dragón.
Podría escribir y escribir y sobre ti sería mi última metáfora. Sueño con volver a vernos, con abrazarte y no soltarte, con besarte y no despegar mis labios de los tuyos, con mirarte y ver tus ojos llenos de ilusión. Puede que no escriba, pero lo haga o no, es imposible que no te sienta palpitando en mis adentros.
El amor duele pero no por eso deja de ser lo mas lindo que nos pasa en la vida. Piénsalo y cuidate linda.
ResponderEliminarEl vacío que deja alguien que se ama es muy grande, es verdad, aunque me parece que eres tu quien a buscado esa distancia que ahora te duele tanto. Ten cuidado amiga, las penas de amor hacen mucho daño, te lo digo por experiencia porque el amor de mi vida y yo nos hemos separado algunas veces, por cobardía por causas ajenas a nosotros, hasta ahora nunca ha sido por que nos falte o se nos haya terminado el amor, pero eso cualquier día puede pasar y eso es lo que me da miedo. Aquí te dejo algo que le escribí en la ultima separación:
ResponderEliminar“Esta pena más que un nudo en mi garganta, es una roca. Y así vivo el día, con esa piedra que hace de mi respiración la más difícil, que moja mis ojos y seca mi cuerpo. Así se vive sin ti, sin motivo aparente. Aparentemente vivo. Con mi duro respirar y lágrimas en los ojos. Aparentemente muero. Con mi pesado caminar y sudor en las manos. Más que profundo dolor, es un corazón roto. Tendré paciencia… para volver a completar este puzzle incompleto que soy sin ti. Tienes la puerta abierta como siempre amor, ya lo sabes… ¿soy infeliz? Sinceramente, desde que te fuiste es la palabra que me describe claro, un auténtico desastre… ayúdame a salir de este embrollo. Ven, amor.”
Triste pero lleno de amor y añoransa, me gusta.
ResponderEliminar