Soy
la persona que quiero ser. Algunas veces dudo al ver el paso de los años por mi
cuerpo, las pequeñas arrugas, los ojos con ojeras y me sorprendo de la persona
que vive en mi espejo. Pero al mismo tiempo pienso que no quiero ser otra
aunque no sea la reina de la belleza, además ya no me preocupo por esas cosas.
Tampoco me regañaré más por no hacer mi cama, o por comer esos helados y esos
dulces extras. Creo que a estas alturas de mi vida estoy en mi derecho de ser
un poco desordenada, ser extravagante, tomarme mi tiempo y oler las flores. He
visto personas irse de este mundo, antes de haber disfrutado la libertad que
viene con irse haciendo viejo o mejor dicho con ir acumulando juventud como
dice una amiga mía.
Soy
orgullosa porque si tú no me hablas yo tampoco. Soy "cabrona" por
decirlo de alguna manera, jodo sin piedad al que intenta dañarme. Soy cabezona,
siempre tengo la razón, y punto. Así que si no llevo la razón, ten cuidado de
opinar (se lo permito a muy poca gente) y si me he equivocado, ten por seguro
que rectificaré. A nadie le interesa si escojo leer o jugar en la computadora
hasta las 4 de la mañana y después dormir hasta la hora que me de la gana. ¿Nadie
es quién para decirme nada?
Sé
que algunas veces soy olvidadiza, pero siempre me acuerdo de las cosas
importantes. Si me pareces idiota lo digo en alto y de frente, prefiero tratar
con un hijo de puta que con un estúpido, le doy muy pocas oportunidades a las
personas y sólo si realmente me importan.
Si
soy feliz, haz que dure mucho tiempo. Si mañana te odio, aguántate. Si te
hablo, aprovecha. Si no pienso las cosas antes de hacerlas, es cosa mía. Si
para mi el mundo es diferente, no te comportes igual que todos. Si a veces vivo
la vida al límite, es porque es lo que deseo y sé lo que hago. Si mañana me enfado,
es porque te quiero. Y que si te quiero, es que te quiero y punto. Por más que me
caiga me levanto, una y otra vez. No importa lo que venga, si tengo que plantar
cara, lo hago. Jamás me doy por vencida. Cuando lloro, lloro hasta soltar la
última lágrima. Que cuando río, se me sale la fuerza en cada carcajada, Si me
enojo, lo hago con toda mi energía, Cuando grito, me dejo la garganta. Y que
cuando beso lo hago con el alma, como si fuera la última vez.
Muchas
personas que se empeñan en cosas sin sentido, como a depender de alguien; como creer
que la abundancia, lo grande y bonito es mejor, como pensar que el dinero mientras
más se tenga más felices serán. ¿Saben? Esas personas están muy equivocadas, es
cierto que las cosas bonitas nos gustan a todos y que el dinero hace falta para
vivir, pero lo mejor no es eso. Lo mejor es levantarse y tener a alguien al
lado que te diga “Buenos días, ¿Qué tal has dormido hoy? No has parado de dar
vueltas.” Lo mejor es ir por la calle y que te miren, y te sonrían; es recibir
un mensaje que te alegre el día, que te den un abrazo y un beso sentido, que te
llame tu mejor amiga para salir y comerse la ciudad a pedacitos.
¿Loca?,
puede ser, pero no me gusta dejarme llevar por los problemas aunque a veces me
ha pasado, soy humana. Pienso que hay que pasárselo genial la mayor parte del
tiempo porque la vida, es como un juego. Hay que vivirla a tope, hacer lo que
queremos porque cualquier día, puede ser el final. Lo mejor es tener junto a nosotros
personas que valgan la pena, es decir las verdades a la cara aunque duelan y
mandar al diablo las mentiras, con los mentirosos incluidos. El mundo, la vida
y las acciones que hagamos en un momento determinado pondrán a cada persona en
su lugar, a cada nube en su cielo, a cada “rey” en su trono, a cada perdedor en
su banquillo, a cada payaso en su circo y a cada puta en su esquina.
Me
gustan los pequeños detalles y los grandes momentos. Me gusta reír y hacer
reír, recordar viejos tiempos, ayudar a la gente cuando se lo merecen. Me
gustan las tardes tranquilas, saltarme las reglas y no seguir una misma rutina
todo el tiempo. A veces puedo ser muy tímida, otras en cambio puedo ser la más
lanzada. Odio los lunes y me encantan los viernes. Puede que sea un poco rara.
Un día me verás llorando por los rincones y al siguiente dando saltos. En
cualquier momento puedo ser la persona más odiosa que conozcas y a las pocas
horas la más encantadora. Mis sonrisas te pueden encantar, pero tengo miradas
que casi matan. Cuando decido hacer las cosas voy hasta el final.
Odio
que intenten hacerme callar, por eso me divierto mucho con alguien que es la
única persona que se atreve a mandarme a callar. Es la misma persona que, no sé
cómo, pero tiene una gran facilidad para hacerme sonreír. Siempre que me ve
triste, dice o hace alguna cosa para conseguir que me ría, y entonces me dedica
la más amplia de sus sonrisas. Sé que estás leyendo estás líneas y por eso te
digo mil gracias por estar ahí cuando más lo necesito.
Un
día pienso que me voy a comer el mundo de tan solo un salto y otro me derrumbo
con o sin motivos para hacerlo. Soy desconfiada, a veces loca, otras sigilosa,
soy capaz de hacerte sentir bien pero es difícil acertar conmigo y nunca bajo
ningún concepto en momentos de extremo disgusto o depresión digo lo que me pasa
(bueno eso no es contigo porque siempre te las arreglas para intuirlo y al
final saberlo). No dudes que soy la persona que te acompañará en todo y la que
nunca te fallara.
Siempre
he preferido sonreír delante de los demás y luego llorar hasta quedarme
dormida, pero sin que nadie lo sepa. Protesto por todo, aunque en el fondo no
me moleste tanto, para parecer más dura. Siempre me gustó llevar los tacones
más altos y el vestido más corto. Muchas veces he sido el centro de las
críticas, la más odiada por unos y la más querida por otros. La soberbia, la cínica,
la que no necesita a nadie. Cuando era muy joven no creía mucho en el amor, era
de esas que dicen que "la media naranja", “el alma gemela” son sólo un
cuento. Pero, aunque me cueste decirlo, también soy esa que se quedó colgada de
tu sonrisa y de tu mirada desde el primer día que te vi, esa que entre café y
café empezó a soñar con una vida a tu lado. Esa que, de repente, se dio cuenta
que se moría por ti. Esa que tiene la inmensa suerte de sentirse tu mitad.
No
sé si soy lo que buscas, no sé si desearás estar conmigo por siempre, no sé
cómo será tu vida al lado de la mía, no sé donde estaremos ni qué haremos, no
sé si podré darte todo lo que me pidas, ni si saldrá bien o no, no sé cómo decirte
día a día lo que eres para mí, si llegaremos lejos o nos quedaremos en el
intento, ni si cometeré errores, no sé si me harás daño, no sé ni cómo ni cuándo
ni dónde estaré contigo. Sólo sé que cuando estamos juntos se llena mi corazón,
tiene sentido la vida y un beso es suficiente para entender el amor, y al
abrazarte y sentir que me amas salen las estrellas aunque sea de día.
Tú
y yo somos así, siempre lo hemos sido, peleamos, te grito con todas mis fuerzas
en los momentos que más te odio, porque te odio como no he odiado a nadie en mi
vida cuando te vuelves completamente terco y cabeza dura, a veces me
abalanzaría sobre ti con todas mis fuerzas, pero total, sé que eso se repetirá
una y otra vez porque hay determinados puntos en los que nunca estaremos de
acuerdo. Sé que lloraré de rabia y de miedo por perderte, tú en ocasiones quisieras
matarme lo sé, mientras yo trato de ignorarte para ver como te sales de tus
casillas, pero al final todo eso es por gusto, porque más tarde vendrás y me
convencerás, o yo a ti. Me abrazarás y me dirás como tantas veces: “Nena, te
quiero y siempre lo haré”. Entonces dará igual lo que te odie o mis ganas de
matarte, porque tus palabras y tus caricias harán que me derrita una vez más,
te volveré a besar con todas mis fuerzas mientras siento el corazón en la boca,
y eso será más que suficiente para saber una vez más que estoy completamente
loca por ti.
Habrá
días que estaré todo el tiempo contigo, abrazándote, agobiándote, amándote, haciéndote
reír. Otros días notarás que no estoy aquí, que nada me importa y que mi mal
humor anda por los cielos. Esos días te aconsejo que me dejes en paz, no te
molestes en hablarme ni tocarme. Con el tiempo verás que soy de extremos, que
conmigo es blanco o es negro, para mí el gris no existe: o te quiero o te odio,
o algo me gusta o no puedo ni verlo, o me da igual todo o todo me influye.
Me
gusta la persona en la que me he convertido (y a ti también). Seguiré sonriendo
cada mañana porque estoy viva. No voy a vivir para siempre, pero mientras esté
aquí no perderé tiempo en lamentarme por lo que pudo ser o preocuparme de lo
que será. Por siempre seguiré siendo una amante empedernida de la vida y del
amor.
No me importan tus extremos, me encantas así, rebelde, cínica, testaruda, orgullosa, alegre, caprichosa, amorosa, lujuriosa... eres perfecta para mí.
ResponderEliminarLa otra persona a quien te refieres estoy seguro que también te quiere como eres y que no te cambiaría por nada del mundo.
Nadie es perfecto, y la gente como tu me gusta, que sepan reír, dar pelea, saltarse las reglas, a veces muy tímida y otras la más lanzada, como tu dices.
ResponderEliminarCoincido contigo amigo Frank, nadie es perfecto y a mi tambi{en me gusta la gente como nuestra querida amiga porque en lo que hace pone fuerza y pasion, por eso dice que cuando llora lo hace hasta soltar la última lágrima, que cuando ríe se le sale la fuerza en cada carcajada, y si se enoja lo hace con toda su energía...
ResponderEliminarTu amiga querida, sigue asi sin preocuparte mucho de lo que dice la gente porque esa siempre habla y muchas veces hablan de mas por el simple placer de despotricar de los otros. Un beso.
Bien x ti, yo soy diferente en muchas cosas pero muy parecida en otras, lo mejor es q somos las personas q queremos y no la q quieren los demas, eso es lo importante y en cuanto a la belleza fisica las mujeres como nosotras sabemos de sobra q eso no es lo + improatnte, solo las chicas se creen eso.
ResponderEliminarLo mejor de todo es que NO estes dispuesta a cambiar :-) si no dejarias de ser tu y los que te queremos te queremos asi con tus pulgas y ese gran corazón :-))
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