Alguien me dijo hoy “No
sé mostrar afecto o cariño, no sé abrazar, no lo hago nunca“, y yo quedé
pasmada, ¿saben por qué?, pues simplemente porque hasta yo que soy una persona
“dura”, sé mostrar afecto y cariño, claro, cuando lo siento realmente. Y esas
demostraciones hacen mucha falta.
Los pequeños detalles,
como un dulce beso en la mejilla de un ser querido, un abrazo sincero y
afectuoso, una caricia sin mayor intención que la de demostrar cariño, calor,
una sonrisa afable mirando a los ojos del otro, una palabra dulce en el momento
adecuado… cuestan muy poco y son expresiones naturales e inherentes en el ser
humano pero que en muchas ocasiones las retenemos y no permitimos que salgan y
fluyan de nuestro interior.
Las limitaciones
emocionales a las que se ven atadas muchas personas les impiden demostrar
afecto por aquellos que aprecian, limitando al mismo tiempo que el afecto de
otras personas llegue a si mismo cerrando la puerta y cortando el flujo de
amor.
Abrazar, estrechar la
mano o brindar una caricia, son manifestaciones de afecto comunes entre las
personas. Es a través del contacto, de esa expresión amorosa con el cuerpo, que
a nivel cerebral se desencadena una serie de procesos químicos que liberan
endorfinas (que como sabemos, estas sustancias provocan sentimientos de
felicidad y juegan un papel protagónico en las sensaciones placenteras), y
ellas liberadas a través del torrente sanguíneo, logran provocar sensaciones de
paz, amor, euforia y ganas de vivir.
Hace dos días, yo fui
beneficiada por ese tipo de demostraciones, ustedes saben que no la he pasado
muy bien estos días, pero el sábado alguien se empeñó en que mi día fuera
diferente y que mi estado de ánimo cambiara. Me proporcionó horas de
tranquilidad, con su charla alegre y su compañía. Cuando casi estaba por irme
recuerdo que le dije simplemente “Dame un abrazo”, sonriendo me dio un fuerte
abrazo y me dijo “Ya estás mejor chiquita, así me gusta” y me volvió a abrazar.
Esos dos abrazos, el que yo le pedí y el que ella me dio después por voluntad propia
me hicieron mucho bien y unido a las horas de tranquilidad que había pasado regresé
a casa en paz.
A veces las personas a
nuestro lado nos abrazan porque saben que lo necesitamos. Pero si no lo hacen y
realmente lo queremos porque nos hace mucha falta ese contacto humano, no hay
que esperar que la otra persona lo adivine, es necesario pedirlo. Al abrazar,
afirmamos la capacidad de descubrir la ternura y la alegría que hay en nosotros
y la riqueza interior que nos nutre.
Déjenme decirles que yo
no soy de esas personas que todo el tiempo está dejándose abrazar o dándole
abrazos a todo el mundo, no me gusta esa gente que están hablando y te tocan
todo el tiempo, eso me altera. Tengo que tener una confianza extrema para
permitir que me abracen y detesto la gente que se me acerca mucho invadiendo mi
espacio, no se qué obsesión tienen algunos por encimarse sobre los demás para
hablar.
Pero los que de verdad
me irritan son esos que sin mucha confianza así de la nada me abrazan o se me
acerca demasiado, se me pegan para decirme algo (claro que existen
excepciones), por ejemplo hace varias semanas en medio de una conversación
entre compañeros, uno de ellos me abrazo de pronto y fue para mi muy
desagradable porque no somos muy allegados y además no venía al caso, por
suerte fue sólo un segundo porque me solté de inmediato y muy seria, con una
frialdad casi extrema sólo le dije “No me toques, sigue tu cuento sin tocarme”.
Una amiga que estaba presente no dijo nada y sólo se sonrió porque me conoce y
sabe que eso me molesta cuando no viene de personas queridas. Tal vez fui
grosera pero realmente ese abrazo estaba fuera de lugar.
A las personas que
queremos también podemos expresarle cariño mediante acciones: una mirada, llamada
telefónica, sonrisa o palabra amables, brindar algo con ternura… Son muchas las
acciones con las que podemos demostrar al otro que le tenemos en cuenta, que
tiene valor como ser humano para nosotros.
Demostrar afecto es
algo espontáneo y sincero porque es una acción que sale del corazón. Cuando
sientas que debes dar un abrazo, decir a alguien que le quieres, llamarlo,
visitarlo, compartir con él hazlo sin dudar porque eso es un mandato de tu
corazón que necesita dejar fluir el amor en ti.
Hay que tener muy en
cuenta que el abrazo, es una de las formas más puras de manifestar afecto y
cariño. Además tiene muchos beneficios, como el de aliviar el dolor, la
depresión, la ansiedad y la tensión. El afecto, el contacto físico y el cariño,
es algo demasiado importante. Es una de las necesidades fundamentales del ser
humano, al igual que el agua y el alimento. Las personas que queremos necesitan
sentir nuestro cariño, al igual que nosotros necesitamos el suyo en todo
momento.
La amistad es el
ingrediente más importante en la receta de la vida. Los amigos son la familia
que uno elige y configuran una parte esencial de la vida de las personas para
alcanzar momentos de felicidad. Son muchas las ocasiones en las cuales uno
recurre a un amigo porque no sirve otro personaje para pasar largas horas
conversando y compartiendo momentos y códigos que sólo él o ella pueden
comprender. No existen palabras para describir lo que un amigo representa en
nuestras vidas.
El amigo que está en
silencio con nosotros, en un momento de angustia o incertidumbre, que puede
compartir nuestro pesar y desconsuelo... Y enfrentar con nosotros la realidad
de nuestra impotencia, ése es el amigo que realmente nos quiere. Una mirada, un
gesto o un abrazo de él no tiene igual y lo más importante es que sabemos que
cuando necesitamos hablar siempre va a estar ahí para escucharnos, para
aconsejarnos y brindarnos palabras de aliento si es necesario.
A ti que te conocí por
obra del destino, que llevas el cielo en tu ojos y la bondad en tu sonrisa, que
me escuchas sin reproches, sin juicios; porque tu corazón siempre está abierto
para los demás, nuevamente gracias.
Reprimimos el afecto muchas veces por miedo a dejar al descubierto nuestros sentimientos, por miedo a ser rechazados o por no saber la mejor forma de manifestarlo. Entregar amor es la mejor forma de llenarse de él. Bien vale la pena arriesgarse a expresarlo. A mi me encanta abrazar a las personas que que quiero... Ah, como un buen achuchon hay pocas cosas, amiga... Un beso.
ResponderEliminarTienes una facilidad tremenda para llegar muy dentro, y posiblemente sea porque eres una fuente de agua cristalina, sin aditivos y sin convencionalismos. Yo siempre he intentado ser como soy, sin caretas y procurando repartir amistad y cariño a esas personas que significan algo en mi vida, he procurado ver la vida desde el lado positivo y sé que se ganan más batallas con un abrazo que con un grito, con un beso que con el puño cerrado. Desde la eterna distancia un beso y un abrazo con mucho cariño para ti, linda.
ResponderEliminarTe doy la razón pero soy el primero al que le cuesta responder con sentimientos. Y no es que no los tenga es como tu dices que me los guardo... no se por que
ResponderEliminarTu entrada es sabia, como acostumbras a ser, con esa templanza de carácter que te define y sí, estoy muy de acuerdo contigo, el afecto al igual que el amor no sólo hay que sentirlo, sino que también hay que demostrarlo. Yo también soy muy emotivo y nunca reprimo mis sentimientos cuando éstos son para bien. Te envío un gran beso y un abrazo con todo mi cariño.
ResponderEliminarQuien se reprime, no conoce la bondad y la emoción de un abrazo sincero, de un apretón de manos, o de una caricia. no sabe lo que se pierde. Un abrazo fuerte y sincero.
ResponderEliminarPues yo soy una besucona y una abrazucona jejejeje, creo que acabo de inventar palabras...eso si...sin invadir espacios vitales...ni tampoco me gusta que invadan los mios.Pero....que bien sienta ese contacto humano de los nuestros. ahí te va un abrazote guapa.
ResponderEliminarA mí me encanta abrazar y ser abrazada. Creo que es lo más saludable y positivo que puede hacerse. Abrazos para ti y para todos los seguidores de tu excelente blog, amiga.
ResponderEliminarMe encanta dar abrazos!!.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo y yo tambien soy de los que no me gsuta que cuando hablan conmigo me toquen todo el tiempo. Pero de las personas que quiero vengan todos losabrazos y besos que quieran.El cariño y el afecto cuando sale del corazón es medicina para el que lo da y el que lo recibe....Uno muy apretao para ti
ResponderEliminarPues, por mi no te cortes. Estoy dispuesto a recibir tus besos y abrazos con la mayor alegría. Je, je, je. La verdad es que soy un enviciado. ¡Qué le vamos a hacer! Besos y abrazos sin reprimir.
ResponderEliminarSi si si hay que entregar amorsh...pero como hacerlo si en el entorno no hay nadie dispuesto a resibirlo,osea mi mama y mi hermano se pasan la mayor parte del dia trabajando (y la otra parte cosinando) mi otro hermano es un malcriado y el otro pasa su dia en internet,mis papas estan separados asi que casi no veo a mi papa y como ya dije mi padrastro solo malcria a mi hermano y no hay gran cosa por hacer,la casa es pequeña por lo que tengo que estar sentada o acostada para no molestar a nadie por lo que me quedo mucho tiempo dibujando como "terapia" pero cuando no me resulta salgo corriendo lo mas rapido a nuestra habitacion intentando de que nadie vea mi cara a punto de llorar y si asi es no me gusta que me vean asi,me hace sentir "debil" por lo que no muestro muchas emociones,desde pequeña he sido muy torpe por lo que cuando me equivoco me lo refregan en la cara una y otra vez... pero...aun asi yo quiero a mis hermanos pero no puedo demostrarlo como me gustaria hacerlo y cuando voy a decirles algo importante simplemente me callan para seguir viendo las noticias o hacen como si no escucharon o definitivamente no escucharon y eso me hace sentir mal... gracias por leer ya basta de sentimentalismo o como se escriba por muy mal que me sienta se que es una emocion importante asi que trato de que no me afecte...
ResponderEliminarGracias y que esten bien