Hay
que vivir la vida hoy, no mañana, ni ayer porque una aún no existe y la otra ya
se fue. Hoy es el momento de vivir, de hacer y deshacer. Por eso hoy yo gozo la
vida, la disfruto y la aprecio desde el amanecer; la sufro si lo amerita; la
comparto con mis amigos, me entrego a la ternura, al cariño y al placer.
Mi
relación con el mundo es tratar de ser mejor persona, ese es mi compromiso,
creer en lo que quiero y sueño, y trabajar que es la única manera de aportar algo
al mundo. La vida me da la oportunidad de estar aquí hoy creando con la mente,
y además de ser yo misma quien haga realidad lo que imagino.
Me
gusta la sensación de libertad que siento cuando me quito la pesada capa de
críticas, miedo, culpa, resentimiento y vergüenza. Me perdono a mí y a los
demás porque eso nos deja libres a todos. Me niego a darle vueltas y más vueltas
a los viejos problemas, a vivir en el pasado.
Me
gusta quienes que ríen hasta las lágrimas porque la risa es buena amiga del
alma; quienes se emocionan y lloran viendo una película o leyendo un buen libro
porque eso indica que debajo de su andamiaje exterior, hay sensibilidad; me
gustan quienes pueden evitar las lágrimas ante el dolor ajeno y la injusticia
porque la solidaridad humana nos ayuda a crecer espiritualmente.
Pienso
que cada persona es responsable de sus actos, y lo que da, la vida se lo
devuelve. Por eso no necesito castigar a nadie porque todos estamos sometidos a
las leyes de nuestra propia conciencia, yo también. Para curarme las heridas limpio
las partes negativas de mi mente y doy entrada al amor.
Cuando
pierda todas las partidas, duerma con la soledad, se me cierren las salidas, sienta
miedo del silencio, se revelen los recuerdos y me pongan contra la pared…
entonces resistiré erguida frente a todo, me volveré de hierro para endurecer
la piel y aunque los vientos de la vida soplen fuerte, seré como el junco que
se dobla pero siempre sigue en pie.
Cuando
el mundo pierda toda magia, mi enemiga sea yo, me apuñale la nostalgia y no
conozca ni mi voz... Cuando me amenace la locura, mi moneda salga cruz y el
diablo pase la factura, o si alguna vez me faltas tú... Resistiré a pesar de
todo para seguir viviendo, soportaré los golpes y jamás me rendiré aunque los sueños
se me rompan en pedazos.
Amo
la vida porque admiro ser como soy, imperfecta a las trivialidades diarias pero
perfecta a los ojos de la creación, soy feliz fundida en las estrellas de tamaños
enormes que recojo del árbol de mis deseos y guardo en mi bolsillo para que me
iluminen en la oscuridad cuando no encuentre el camino de regreso a casa. No
cambiaría nada de lo que soy ni las personas a mi alrededor porque soy feliz
hasta con el más minino detalle que pueda percibir y disfrutar en mis días
porque cada uno de ellos (estén soleado o lloviendo) trae su misterio y
lección.
Tener
vida ya es un milagro por eso hay que aprender a valorarla para hacerla
llevadera. No podemos hacer de ella algo vano y vacío. Haz de tu vida unas
matemáticas: suma tu cariño, resta tu dolor, multiplica tus sentimientos y no
dividas tu amor.
Así me gusta yo pienso igual, preciosa. Hay que vivir el hoy y no estar lamentandonos por lo que no fue, ni esperando para vivir por cosas que tal vez nunca existan.
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