El
insomnio me hace su presa y por mi mente no cruza otra idea que no sea la de
comerte a besos, no puedo evitarlo, no quiero y me dejo llevar por los recuerdos,
presa de las sensaciones que despierta tu boca cuando baja por mi vientre, la
manera en que tus manos me tocan suavemente erizando mi piel, tu lengua por mi
cuello que sólo me hace retorcer, ansiando sentir como entras en mi cuerpo y
estallamos de placer… esta noche no se me ocurre nada, más que saltar sobre ti
aferrándome a tu cadera en un rítmico vaivén y disfrutar de esa pasión que nos
envuelve cuando nos amamos.
Se
que últimamente extrañas mis caricias, perdóname mi amor, tengo demasiados
problemas y estoy angustiada… pero no dudes de que te amo. Quisiera llorar y
formar un océano con mis lágrimas para que sus olas laven mi alma y la sal cauterice
las heridas que sangran, y quedar limpia de este dolor, angustia, desesperación,
frustración e impotencia que me están matando desde dentro... Tú no tienes la
culpa, no cargues con esa piedra que tanto dolor te causa, no sufras más por mí...
ven y abrázame, déjame amarte.
No
sabes qué hacer y dijiste lleno de ternura, “niña de mis deseos, que puedo
hacer para que tu sonrisa vuelva a brillar...”, sólo sonreí. Ahora te contesto
“¡Enloquéceme!”. Hazme vibrar ahora mismo con un beso tuyo, con tu mirada que
me hace perder toda la razón. Recorre mi cuerpo con tus manos con un susurro de
amor en mi oído. Hazme naufragar perdida en ti hasta acabar con la poca cordura
que me queda. ¡Enloquéceme amor, una vez más! Y haz cada uno de mis sueños tu
realidad, hasta atraparme eternamente en tu locura de amor.
Tenemos
fuego en el cuerpo, fuego con fuego, ardemos de pasión… Impregna mi cuerpo con
tu deseo, quiero arder encadenada a tu embrujo con la tortura dulce de tus
besos, que tu lengua como húmeda brasa me lleve a la locura del deseo… Somos
dos, con un mismo cuerpo, un mismo deseo, un mismo sentimiento. Nos sentimos antes
de conocernos. Nos abrazamos antes de abrazarnos y nos deseamos antes de
amarnos. En el contacto de nuestros cuerpos el tiempo se detiene... sólo se
sienten, forman la silueta del amor, vivo y palpitante.... Me gusta cuando tus
labios rozan mi felicidad y mis caricias llegan a tu amor, cuando el cielo se
refleja en tu mirada y me acunas en tu regazo de placer....me gusta cuando me
amas y yo te doy todo.
Oigo
tu corazón que bombea sentimientos, oigo tu voz que me hace temblar y oigo tu
amor que me hace morir. Miro a la ternura y aparecen tus ojos, pido placer y tu
boca me regala tus besos, sueño con la felicidad y tú estás a mi lado. Quiero
que ardas en mi fuego… te daré el doble de tus besos, mi boca será tu dulce
tortura y mis manos dejarán mis huellas tatuadas en tu cuerpo. Quiero que ardamos
en un mismo fuego… y que nuestro amor sea eterno más allá, de la pasión de los
cuerpos.
Mi
deseo te reclama, ven amor.
WOW!!
ResponderEliminarMadre mía...cuanta pasión... Preciosa, que bonito te quedo, estoy alucinando.
ResponderEliminarComo dice Peter, ¡Madre mía! Nena me encanta leerte y perderme en tus pasiones. Eso es toda una invitación a mágicas horas de amor espero que la respuesta de ese hombre no se haga esperar.
ResponderEliminarPrincesa si me dieran a elegir cómo y dónde yo quisiera morir, contestaría que acostado a tu lado, feliz, quizás victima de un sexo exagerado o simplemente del placer de tenerte reposando en mi pecho. Tengo que reconocer que tu eres la protagonista de todos mis sueños. Soy esclavo de tu amor, hasta que tu quieras y como tu quieras.
ResponderEliminarUyyy amiga... Está que arde... Me encanto!!!
ResponderEliminarWoww… hermoso texto, ¡joder! Amiga, me quede sin palabras.
ResponderEliminarMe quedo fascinada cada vez que vengo a tu blog. Tu imaginación, tu sensibilidad y tu sensualidad es una mezcla explosiva y admirable.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy intenso y lindo amiga.Hay que darle las gracias al "muso" de tanta inspiración:-)) Me gustó mucho
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