Llevo días con dolor de cabeza, ¡maldito estrés!
Estoy sentada frente a ti. Has dejado de escribir y tus ojos están clavados en
mí. Me quedo observándote y comienzas a escribir nuevamente. Me acerco
silenciosa, cautelosa y observo como las palabras brotan de tus manos,
furiosas, libres… te acaricio y te digo que mientras te miraba te imaginé
escribiendo en mis piernas, sobre mi sexo al rojo vivo, palabras que sólo son
para mi, que me pertenecen...
Dejas de escribir y sonríes mientras me arrastras a
tu regazo para besarme. Siempre ocultas el mundo en nuestro escenario privado,
nada más existe, sólo nosotros. Comienzas a “escribir” en mi cuerpo y dejo que
las palabras me posean. Tus escritos me hacen sentir poderosa, como una diosa
que te inspira en la soledad de tu habitación. La sensualidad emana de tu
magia, convierte en sencillo lo difícil, transforma en deseo las palabras,
traspasa las fronteras de las pieles envolviendo nuestros cuerpos con un lazo
de sentidos que emanan incipientes, haciendo que se derrumben barreras,
desaparezcan miedos, se abran las ventanas de nuestra alma de par en par, nos
permite penetrar en lo prohibido y hacer de ello placer.
Bajo la tenue luz las ganas no se hacen esperar, cae
al suelo mi ultima prenda, como pantera hambrienta te reclamo, necesito
castigues mi deseo y me fustigues con tu lujurioso sexo enardecido. Tus manos
rodean mi cintura y tus labios recorren mi cuello… los sentidos despiertan, me
recorres despacio… tus manos cubren mi pecho, tu lengua baja por mis hombros, te
pones frente a mi con esa sonrisa traviesa y me recargas sobre tu escritorio
acomodando mi cabello, sin darme cuenta suena el primer disparo ahí estoy
frente a ti dejando que me acomodes a tu antojo…
Siento el frío cristal contra mis pechos, tu aliento
recorre mi espina dorsal, el calor ardiente se revuelve entre mis muslos, cierro
los ojos disfrutando del momento, la música empieza a oírse cada vez más lejos…
los minutos transcurren lentos, recostada sobre el escritorio siento tu boca en
mi vientre, tu lengua ronda mis senos y noto como se erizan mis pezones…
erguidos para ti, tu mano me recorre provocando un arqueo involuntario de mi
espalda… tu lengua esboza en mi cuerpo el placer, caricias que me erizan la
piel, miradas que nos hacen más cómplices cada vez, susurros expresando el
deseo…
Estoy tan caliente que no sé si podré esperar a
tenerte dentro. Notas como tiemblo, me invade un infinito oleaje que culmina en
portentoso goce cuando tus acometidas furiosas hacen que me rinda. Me gusta ver
el placer en tu rostro, sentir los gemidos llenando la habitación y que por un
instante no exista nada más… secretos que se quedan guardados en el cajón y la
fotografía de nuestro encuentro solo se quedará en nuestra memoria…
Abrazados, sonrío y pienso que a veces perder una
batalla es ganar la más apetecible de las guerras. Haces de cada acto, de cada
entrega una experiencia única, irrepetible, plena y satisfactoria.
Durante todo el día siento este olor que impregna el
aire, que ha impregnado mi ropa, mi pelo, mi piel. Me gusta... es el olor a sexo.
Por cierto, ya no me duele la cabeza.
wao!!!! me encantó y te entiendo perfectamente porque sé lo que es adorar de esa manera. El amor es mágico claro que si.
ResponderEliminarUffffffffffff... es a mi ahora a quien le duele la cabeza.
ResponderEliminarHe vivido en los ultimos... 20 años, 2 relaciones del tipo de las que hablas: mágicas y de una intensidad de esas en las que sientes, en repetidas ocasiones, que tu nuca golpea el techo del mismísimo cielo. ya extrañaba estos textos llenos de amor y pasión. Cuidate preciosa.
AMAR es un total y un absoluto. Es levantarte cada dia sintiendo que el horizonte con ella es el INFINITO... y que siempre vas a estar a su lado aunque estén a kilómetros de distancia...
ResponderEliminarPeter amigo, mira ver si te puedes quitar el dolor de cabeza como se lo quitaron a ella porque sino estás jodido. Además ese metodo es mejor que los medicamentos. Por cierto, amigo tu ufffffffffffffff se quedó chiquito al lado del que yo emití cuando estaba leyendo, esta mujer nos va a matar, pero a pesar de eso la adoramos porque terminamos envueltos en su magia. Yo no sé si ese hombre realmente es mago, pero ella es la que indudablemente si es magica.
¡¡¡¡Que lindo!!! ostias guapa con semejante magia, al traste con el dolor de cabeza, seguro.
ResponderEliminarMuy intenso y cierto, con terapias como esa no hay dolores de cabeza que valga:-))
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