Ayer me resultó muy
gracioso escuchar a alguien decir “estoy restringida en mi morada”, al
preguntarle en medio de la risa que me causó la frase me explicó el por qué lo
decía y entonces comprendí.
Algunas personas en
ocasiones invaden la privacidad de los demás de manera arbitraria y descarada.
Y aunque por las acciones que uno emite se supone que se den cuenta, nada, es
“por gusto” como decimos en buen cubano.
Lo cierto es que si
tienes una terraza y te sientas en ella a observar la casa de enfrente, estas invadiendo, sin dudas, la privacidad del vecino. Eso es
lo que hacen los vecinos de la persona que me dijo la frase.
Esto conlleva a que mi
pobre amiga tenga que cerrar su puerta y ahogarse literalmente de calor (por
donde corre una brisa exquisita en su casa es precisamente por esa puerta) para
evitar que los ojos indiscretos de sus vecinos estén pendientes de todos sus
movimientos.
Ellos deberían darse
cuenta de lo que ocurre, es decir de lo que molesta su indiscreta mirada,
cuando ella al percatarse de su presencia cierra de inmediato la susodicha
puerta, pero los androides no, con el perdón de los androides porque ellos son
inteligentes y evidentemente los vecinos no.
Lo cierto amigos es que
ella está realmente restringida en su morada producto de la indiscreción e
invasión (con la vista) ajena a su privacidad. Se ahoga del calor, se reprime
en algunas cosas porque tiene esos ojos sobre ella y su familia. Esto hace que
muchas cosas pierdan su encanto por este motivo, porque estamos de acuerdo en
que hay acciones y aptitudes que son muy privadas.
En fin, ¿qué hacer?,
¿cómo solucionar esto? ¿Cómo hacerles entender que usen su terraza sin joder a
los demás? Mi amiga piensa buscar un toldo o algo similar para colocar en su
terraza frente a la puerta para protegerse de las miradas indiscretas de los
vecinos de enfrente. ¿Quién se puede sentir molesto? Bueno, me parece que
solamente ella porque eso le limitará la circulación del aire pero creo que no
hay de otra. Aunque tal vez ellos se molesten porque los privan de meterse
donde no les importa.
Las personas
indiscretas se apersonan de situaciones que no son de su incumbencia, tales
como problemas, accidentes, peleas, discusiones, actos románticos… Y a veces no
solo perturban el entorno social o personal, sino que además comentan, sacan
conclusiones, opinan y hasta dan fórmulas para situaciones que no le interesan.
No hay nada como la
discreción. Se debe ser discreto con las cosas tanto personales, como ajenas,
ya que la discreción además de ser un valor humano, hace a quien lo practica un
ser importante, con una alta autoestima y una personalidad propia.
Confiemos todos y
roguemos que mi amiga colocando el toldo o de cualquier otra forma solucione
esa incómoda situación y deje de estar “restringida en su morada” porque nadie
se lo merece y menos ella que no se mete con nadie, que vive su vida y solo
hace el bien.
A ver pues que venga el toldo que eso se llama intimidad y al vecino se le llama chismoso.
ResponderEliminarEl derecho a la intimidad es algo que se debe de respetar y hacer respetar, por tanto ella está en su derecho de poner lo que le plazca y al vecino que le den.
ResponderEliminarVaya con los vecinitos pero en este mundo hay de todo y existen personas que les gusta estar pendientes de la vida ajena y como bien dices después hasta se sienten con derecho a opinar sobre cosas que no le importan.
ResponderEliminarCreo que tu amiga coge lucha por gusto, es verdad que eso es muy molesto pero que se olvide de ellos y siga su vida, los chismosos están en todas partes y no se cansan nunca de meterse en lo que no le incumbe, lo digo porque a mi me ha pasado. Si consigue el toldo perfecto, si no pa’lante que los que se hacen poco favor son ellos. Nada de andar cerrando la puerta todo el tiempo y ahogándose de calor.
ResponderEliminarPues yo pienso que debe poner algo que le deje pasar el fresco y que a la vez se sienta cómoda sin miradas indiscretas, pero recuérdele que en todo barrio hay un buen fisgón así que no debe coger lucha.
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