En
antiguas culturas, como la egipcia, la mujer era considerada como una diosa. Se
hacían rituales para honrar el poder reproductor de la mujer, ya que a través
del acto sexual, se decía, el hombre era purificado y llevado a planos
espirituales más elevados. Llamémosle evolución, destino, o incluso ego, pero
la feminidad de pronto fue subvalorada a niveles más bajos en el organigrama
social, pasando de ser diosas a ser el sexo débil. No se trata de ser feministas
y declararles la guerra a los hombres. Se trata de recordar que la esencia misma
de la mujer, desde su concepción, tiene un plan divino.
Todos
los seres humanos fuimos concebidos por una mujer. Esa mujer que soportó
desvelos, malestares físicos y altibajos emocionales; que nos brindó una
guarida hasta que estuvimos preparados para entrar en este mundo. Ese cuerpo de
una mujer, el portal sagrado capaz de maravillarnos con el milagro de regalar
vida. Y es que ser mujer va más allá de un busto bien formado, una cintura de
Barbie y un par de piernas torneadas; el modelo que el consumismo se ha
encargado de propagar.
Las
falsedades que los medios de comunicación por años han predicado sobre la
belleza y la feminidad, han llevado a muchas mujeres (incluso jóvenes) a estar
dispuestas a todo por ser cien por ciento bellas y femeninas, según el
estereotipo de los medios de comunicación. Para muchas, el estándar de belleza
se enfoca en atributos físicos, dando mayor importancia a ello y dejando de
lado lo que son como mujeres, restando valor a su felicidad, amabilidad, seguridad
y dignidad.
Muchas
se hacen innumerables cirugías cosméticas y plásticas, desde implantes de pelo
hasta alambres en la cara para no arrugarse. No hay forma alguna que se sientan
que están completas. Y es que la belleza es uno de los factores que más se mide
por estas épocas, máxime si se tiene en cuenta que los medios proyectan, en
cada momento, el prototipo de mujer actual, intrépida, desafiante y ganadora
que al parecer el mundo exige, con un alto grado de estética, sensualidad y
frescura, cualidades estas a las que todas las mujeres quisieran acceder, si la
divina providencia no tuvo a bien brindárselas por naturaleza.
Cuerpos
perfectos, vidas perfectas, trabajos perfectos, familias perfectas y todo al
mismo tiempo. Sin margen de error, sin opciones, a cualquier precio; de lo
contrario, falta algo. ¿Quién logra sobrevivir a tantas exigencias? ¿Cómo se
logra semejante perfección? No es posible obtenerla, no existe. Nos hemos
entretenido tanto con la envoltura física en la que venimos los humanos que
hemos perdido de perspectiva lo que es importante, lo esencial, lo trascendental.
¿Quiénes somos? ¿Dónde radica la verdadera belleza?
Ser
mujer es sinónimo de muchas cualidades innatas, esto nos hace adquirir
experiencia y ser exitosas. Mujer símbolo de madurez precisada, de ternura
desmedida, de responsabilidad ilimitada, de sentimientos incalculables, de
bondad excepcional, y de corazón amplio. Seres humanos de carácter fuerte pero
dulces, con un alto sentido de responsabilidad pero con una enorme ternura, con
múltiples facetas que cumplir en la vida, pero sin perder el horizonte de la
integración y la unión con la familia y amigos. Mujer que lucha, llora, ríe y
se sacrifica, pero pensando siempre en sus seres más queridos.
Ser
mujer es amor. Es callar todas las voces interiores con tan sólo rodear con
nuestros brazos. Es proteger a los que queremos con la feracidad de una leona y
la sensibilidad de un cisne. Es sonreír para brindar tranquilidad, aunque por
dentro lloremos. Es sacrificio que no tiene precio. Es entrega total en cada
"Te amo". Es depilarnos las cejas, hacernos manicure y despuntarnos
el fleco para sabernos más bonitas, aunque nadie lo note. Es libertad e
independencia. Es tener el poder sobrenatural para despertar temprano, hacer
desayuno a la familia, cumplir con una jornada laboral de 8 horas y salir con
la suficiente energía para llegar a jugar con los hijos. Es tener la habilidad
de ser multi-tarea y cumplirlas todas a la perfección.
La
autoestima, en especial de muchas mujeres, ha sido tan negativamente impactada
por esta falsa construcción de la realidad que se pueden ver hermosas por fuera
y por dentro sentirse igual de vacías, de insuficientes y de incompletas. MUJERES,
nuestro valor no depende de lo que establezca un reducido número de personas
que desean mercadear su producto; nuestro valor se basa en que somos un ser
único dotado de habilidades y destrezas.
Esos
que proclaman la perfección y quienes la persiguen con tanto afán, ninguno sabe
lo que quiere, ninguno encuentra la felicidad. Sociedades perfectas, reclamando
personas perfectas, en buscas de perfecciones inexistentes. Sueños
inalcanzables que inundan las noches de gritos de auxilios inaudibles, todos
ellos piden ayuda, se ahogan en su propia perfección, se ahogan entre ellos,
convirtiendo todo en un caos, donde sólo los más atrevidos se atreven a mostrar
su verdaderos sentimientos. Y en busca de banales sentimientos apenas se dejan
tiempo para vivir, sino para destrozarse aún más, para acoplarse al ritmo que
les marcan, para ser una parte más de un todo que no es nada.
Somos
mucho más que la belleza y mucho más que un cuerpo con una llamarada de gozo
entre los flancos. En nuestras manos guardamos bendiciones, hay paz en nuestras
palabras y estamos hechas de aromas y ternura. Así que rompan ya sus espejos,
renuncien a ser fetiche y al metro con que miden su figura. En los cuerpos no
hay ningún "tiene que ser". Lo importante no es el tamaño, la forma o
los años. Lo importante es si el cuerpo siente, si tiene una buena conexión con
el placer, con el corazón, con el alma, con lo salvaje. ¿Es feliz y está
alegre? ¿Puede moverse a su manera, bailar, menearse, oscilar, empujar? Es lo
único que importa.
Amigas,
cuantas veces no queremos ni siquiera mirarnos en nuestro espejo… Porque
pensamos que lo vamos a ver una mujer que no nos gustará… somos poco decididas,
cobardes a los problemas que nuestro diario vivir nos impone. No tengamos
miedo, adelante ¿que tenemos una arruga más? ¡Qué más da! Si sólo la piel se
arruga. Lo que te hace bella a ti como mujer son tus valores, la bondad de tus
palabras con quienes te rodea, lo bella está tu interior. Son cosas que igual
no lo puedes ver, pero otros sí se dan cuenta.
Ser
mujer es guiar nuestra vida no con la vista, sino con el corazón. La razón
necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo
de esperanza. Las cosas más bellas y grandes que la vida nos regala no se
pueden ver, ni siquiera palpar, sólo se pueden acariciar con el espíritu.
Mujer,
cultiva en ti lo que es duradero, lo cual te aseguro nada tiene que ver con lo
físico. Claro, tampoco es que descuides la envoltura en la cual vienes, pero
mantén en justo balance tu vida. Y sobre todas las cosas, alégrate en ser
perfectamente imperfecta y vive al máximo tu vida. Todos lo días al levantarte
mírate al espejo y di: “Soy una mujer preciosa, no por mi cuerpo, ni por mis bellos
zapatos, ni por cómo me visto. Lo soy porque aprendí de mis errores y soy feliz
porque soy una mujer que se ama, se valora y no se deja manipular”.
El
hombre está llamado a ser el más elevado de los seres vivientes pero las
mujeres fuimos concebidas como la más sublime de las creaciones del Universo. Ser
mujer es amor, belleza, sensibilidad y fortaleza, gobernados por un gran
corazón.
MUJERES:
En nosotras se hallan, ocultas y representadas, las cosas más bellas de la existencia.
Has definido perfectamente a la mujer. Las mujeres somos todo eso que dices y más. Si, la mujer es humus, es fertilidad, es dádiva, es regalo, es donación. Para ser perfecta sólo haría falta que el hombre apreciara todo eso.
ResponderEliminarSí a las mujeres se les dejase ser lo que son , la humanidad sería un organismo bello y los hombres dejariamos de ser unos burros indolentes. Pero, ¡Ay! me temo que la situacion actual va para largo. Baste mirar los medios y sus estereotipos. ¿Cúanto tiempo se necesitaría para cambiar algo como eso?¿Cómo cambiar esa mentalidad ? esas mujeres que se dejan engañar por esos absurdos, olviden tanta cortedad de mente y no se angustien por esos kilos de mas porque como dice nuestra amiga al final del texto en ustedes “se hallan, ocultas y representadas, las cosas más bellas de la existencia” sin importar edad y cuerpo.
ResponderEliminarMi sincero respeto para tí y para todas aquellas que no cejan en consolidar su esencia. Te saludo.
ResponderEliminarLa mujer es simplemente hermosura a cada instante, a cada momento, la belleza hecha ser, armonizando la locura de nosotros los hombres y despertándonos a todo lo maravilloso, extraordinario y exquisitamente complicado, que significa ser humano...
ResponderEliminarSÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ es cierto aunque no debemos dejar de acicalarnos para estar bellas, pero ser conformes con lo que la naturaleza y los años nos van dando. Yo me siento orgullosa de ser perfectamente imperfecta peropara eso tiene que quererse uno mismo.
ResponderEliminarEste post excelente, profundo y me hace sentir importante de no solo pasar por la vida para cumplir roles y funciones, me haces acordar la prioridad de las prioridades, que antes de ser un montón de cosas en función de otros, somos eso: MUJERES. Saludos de una mujer muy orgullosa de ser mujer.
ResponderEliminarMe gustó mucho lo que acabas de escribir, es verdad, ser mujer es algo extraordinario y cuando se está orgullosa por serlo tal como somos no importa que nos digan que no somos lo que necesitan porque nuestra respuesta será tajante : somos mas de lo que buscan, jajajaja todas somos reinas:-))
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