Estoy
orgullosa de mi género por miles de razones, entre ellas porque ser mujer es
arriesgarse a vivir con el corazón, es sentir, reír, tener en tus entrañas el
don divino de la vida, mujer es consejo y amor, ternura y bendición. También es
dolor, porque a veces ser mujer duele, aunque tenemos la capacidad de saber
soportarlo con estoicismo y a pesar de sangrarnos el alma somos lo suficientemente
fuertes para esperar el momento de dejarlo salir, sabiendo que sólo hay un
escape: ¡lágrimas de mujer!
Nosotras
tenemos una fuerza que asombra a los hombres. Somos capaces de cargar niños,
penas y cosas pesadas, pero además tenemos espacio para la felicidad, el amor y
la alegría. Poseemos el coraje necesario para sonreír cuando queremos gritar,
cantamos cuando queremos llorar... pero también lloramos cuando estamos
contentas y reímos cuando estamos nerviosas. Nos damos las gracias por existir,
por ser quiénes somos y porque entre nosotras entendemos el valor de ser mujer.
Somos
luchadoras por naturaleza, a través del tiempo hemos batallado contra viento y
marea para llegar a donde estamos, en una posición cada vez más en alza,
equiparada al hombre y dando muestra de nuestra enorme capacidad de superación.
Durante generaciones las mujeres han luchado en sus respectivos contextos
históricos por dar un paso adelante y ganar una posición digna en la sociedad
para heredar a sus descendientes. Por desgracia seguimos viviendo en un mundo
machista, por eso tenemos que estar concientes de que cada batalla ganada no es
un triunfo solo de nosotras sino de nuestro género.
Toda
mujer merece reconocimiento en su día y cada día del año. El significado de ser
mujer va más allá del milagro de dar vida o vivir por el amor, es todavía más
espiritual porque estamos llenas de instintos, misterio, incertidumbre pero
pocas veces somos las que nos rendimos. Mujer es sinónimo de fuerza y vitalidad,
dirección y seguridad, amor y ternura, sabemos reconocer cuando nos equivocamos
y no nos apena decirlo, soportamos más que cualquiera y aún así salimos
adelante. Sólo basta que la vida nos ponga las pruebas y poner el corazón para
enfrentarlas.
Si
los hombres siempre fueran capaces de comprendernos... El corazón de una mujer
es lo que hace girar el mundo. Las mujeres queremos una mirada profunda, una
caricia, afecto, dulzura y amor. Deseamos un abrazo, un beso, una flor, pasar
tiempo con las personas que amamos.
Todo
el tiempo luchamos a brazo partido por la igualdad pero eso no significa que
nos agrade ser tratadas como un hombre, eso lo detestamos. En el fondo de
nuestro corazón nos gusta que nos halaguen y nos hagan sentir bellas, amadas,
respetadas, admiradas, conquistadas porque somos sentimentales... Eso queremos,
buscamos, deseamos y esperamos de los hombres. Ellos tienen que aprender que
las mujeres no somos lo que ellos creen sino mucho más, somos corazón,
misterio, amor, pasión... El problema no es conocernos es entendernos.
Me
siento tan orgullosa de ser mujer, de librar mis guerras cotidianas, de lo que
he logrado y lograré, de poder enamorarme sin temor a estar ocultando lo que
siento, de poder enojarme sin preocuparme por el que dirán... soy feliz de saber
que puedo leer un cuento y emocionarme. A pesar de esos malestares mensuales,
de esos cambios de humor repentinos, las mujeres somos tan afortunadas de poder
ser frágiles y fuertes al mismo tiempo. A pesar de mis luchas y mis caídas, de
amores y desamores, de encuentros y desencuentros, de traiciones y
frustraciones, agradezco ser mujer y como dice una amiga mía "agradezco a
Dios que me haya dado un par de XX y no de XY".
Me
gusta ser una mujer consciente del milagro de la vida, sentir que tengo todo el
derecho de vivir y disfrutar lo que ella me ofrece. Ser feliz siendo yo misma,
sin máscaras, sin sentimientos de culpa, conforme a mi vocación, a mi misión y
a mis sueños. Tener el coraje de sentirme libre para elegir mis caminos, vencer
mis temores y asumir las consecuencias de mis actos. Tener alegría para reír,
para hacer y recorrer mi propio camino, para vivir plena e intensamente.
Cada
mujer tiene que aprender a reconocer que es única, irrepetible e irremplazable.
Amo
ser la protagonista de mi historia, amo el presente, elijo el futuro y lo hago
con el corazón. Trato de no cometer los mismos errores y me gusta disfrutar mi
presente teniendo plena conciencia de que lo único seguro, es el hoy, el aquí y
el ahora. También trato de perdonarme mis errores, mis culpas, mis caídas y
liberar la carga para hacer más liviano mi caminar. Todos los días de mí vida
agradezco cada experiencia vivida, que me han hecho ser quien soy, con mis
defectos y virtudes.
Pienso
que toda mujer debe tener un viejo amor al que regresar en sus sueños... y otro
que le permita darse cuenta de lo lejos que ha llegado. Tener el valor
necesario para alejarse cuando no la aman, tener una juventud y un pasado rico
en experiencias para ser contado al llegar a una edad avanzada, la amistad de
alguien que siempre la haga reír y también le permita llorar. Toda mujer
debería saber cómo enamorarse sin dejar de ser ella misma, cómo renunciar a un
trabajo, terminar una relación y cómo afrontar los problemas con un amigo sin
arruinar la amistad, cómo pasárselo de maravilla en una fiesta a la que,
quizás, no deseaba asistir. Conocer la forma de pedir algo que desea... de
manera que lo consiga. Lo que podría o no podría hacer por amor... o lo que
debería o no. En quién confiar y en quién no. A dónde ir a sentarse con su mejor
amiga cuando su alma necesita alimentarse o tranquilizarse. Saber siempre lo
que puede ser capaz de lograr.
Las
mujeres inteligentes saben que las citas se inventaron para poder descubrir las
cosas negativas de un hombre antes de involucrarse con él, no después. Que si
permanecen o vuelven con el hombre equivocado quizás no tengan la oportunidad de
conocer al hombre correcto. Que las palabras "Te quiero" no salen con
facilidad o rapidez de la boca de un hombre sincero, y aunque sea la mujer
adecuada, el hombre equivocado siempre será el hombre equivocado. Que el hombre
que no sabe "lo que quiere" no merece lo que tiene, y por supuesto
debe pensarlo dos veces antes de salir con un hombre mujeriego o casado.
Recordar que esperar que un hombre cambie es como esperar ganar la lotería.
Aunque bueno, algunos hombres cambian, pero casi siempre cuando lo hacen...
también cambian de mujer. Nunca olviden, amigas, que no es inteligente
aferrarse al dolor.
Por
eso trata de lucir bonita aunque vayas simplemente al trabajo... porque no
sabes si en el camino encontrarás a alguien que se fije en ti, siempre siéntete
bonita porque recuerda que una mujer no solo es bonita por naturaleza o cuando
usa ropas caras y un buen maquillaje... una mujer refleja lo bonita que se
siente si se muestra segura de sí misma.
Los
hombres inteligentes buscan nuestra belleza real a través de nuestros ojos que
son la puerta al corazón, que es el lugar donde reside el amor... y también se
refleja en el alma, en la pasión con que nos entregamos a los que amamos, saben
que la belleza de una mujer con el paso de los años crece hasta el infinito.
Me
siento feliz de haber nacido mujer, SI, porque soy capaz de gritar de alegría,
desesperación, miedo, asombro o broma. Puedo llorar por una película, un
detalle, un atardecer, una caricia, unas palabras, por enfado, desesperación,
tristeza o quizás hasta de alegría sin que nadie cuestione o dude de mi sexo.
Soy capaz de caminar por la calle con una sonrisa saludando a todos, escuchando
y atendiendo las necesidades de otros, sin que nadie note mi dolor interno
porque estoy en mi período, o note que estoy triste, lastimada por algo o por
alguien.
Me
maravilla como nosotras somos capaces después de una noche de insomnio, en la
mañana salir de la casa transformada por un baño reparador y algunos trucos de
maquillaje, sin que nadie note mi mala noche y algunos hasta me digan que me
veo linda. Es tan bello y reconfortante ser mujer, que sinceramente no me
imagino como sería mi vida de no serlo. ¿Cómo haría para armar un escándalo por
un ratón, una cucaracha o una araña, y al mismo tiempo enfrentar al mundo entero
si es necesario por defender a los míos? ¿Cómo haría para después de una larga
jornada laboral, llegar a la casa a preparar la comida, atender los problemas
de la familia y además estar lista para disfrutar de una noche de amor? De
verás no lo sé, porque eso son virtudes que sólo tenemos las mujeres.
Sí,
definitivamente me siento orgullosa de ser mujer, no importa si subo o bajo de
peso, si ya no hago muchas cosas que antes hacía o si las líneas de mi rostro
informan la maravillosa experiencia de la vida que he vivido. A pesar de que el
paso de los años le va poniendo distintos colores a mí cabello y lo noto en el
espejo. Adoro ser una mujer que se desarrolla profesionalmente y además cocina,
juega, seduce, coquetea, ama, siente, festeja, se enfada, cura, sufre, llora,
ríe, escucha, atiende, baila, cuida y se divierte. ¡Me encanta ser mujer!
Amiga tal parece que hoy nuetras auras estan en sintonía,coincido plenamente con todo lo escrito en tu pagina.
ResponderEliminarNunca debemos sentir vergüenza por ser mujer,todo lo contrario,yo tambien soy muy felíz por este don que me dió la vida,cada minuto de mi existencia le doy graciasa la vida por ser una MUJER, y sobre todo de nuestra generación.
Mujer naturalmente
Dicen que la acuarela es la novia del paisaje
que la mujer, la naturaleza hecha mensaje…
Dicen, que su ternura doblega
que su regazo es reposo, sus labios una colmena
que con dulzura entrega, para hacer de un hombre
un esposo… un colega.
Dicen que la naturaleza es Madre
y que la Madre Mujer
Que la acuarela es la novia del paisaje
que la Mujer su mensaje…
Quisiera poder pintar con vívidos colores
la belleza hecha Mujer, la naturaleza en estado
Mas no creo poder plasmar en papel, pared o lienzo
A quien ya tengo labrada en mi memoria
Y es en todo lo que pienso…
Felicidades