A
veces voy uniendo todas las palabras que te escribo, poco a poco y con cuidado,
otras veces descontroladamente, como se escapan de mis dedos. Pero es lo mismo,
punto a punto y cometiendo algún error a causa de ese descontrol que me define
en ocasiones.
Con
ellas te protejo de la soledad que cala a veces hasta los huesos, y no quepo en
mí de gozo cuando te imagino leyendo lo que te escribo y sonriendo, sabiendo
que con ello consigo darte amor como cuando estamos cuerpo a cuerpo. Como
cuando nuestras caricias actúan de caldera y parece que pudieran deshacer cualquier
problema.
Cómo
te echo de menos cuando te escribo, me ahogo en esta improvisación inspirada a
causa de tu falta, y te pienso todo el tiempo. Estás tan presente cada segundo
que no sé cómo no llego a tocarte en este delirio que se alimenta de sentirte. Dentro
de esta cabeza nado en ese mar de miradas que son tus ojos, y casi me atrevo a
jurar que te tengo delante cuando sueño contigo. Anhelo tu mano igual que el
aire cuando huele a ti porque todo mi centro, mi núcleo, mi esencia, mi yo...
todo es tuyo y también estas letras.
Siempre
voy a amarte no porque esté en tu café de cada mañana, en el lugar que habitas,
en el gesto… no porque dices que soy tu alegría, ni porque me tengas en tus
cartas, tus libros, tus triunfos, tus razones fundamentales, tus pasos decisivos...
ni porque me colmes los caprichos... simplemente siempre voy a amarte porque estoy
en ti como una sombra, una necesidad, una palabra a tiempo, un dedo en el aire,
una mano en el hombro, un poco de agua fresca, una canción, un sueño interminable,
una manera de ir y regresar... tocándote adentro donde nadie nunca había
llegado a tocar.
Soy
adicta al riesgo, al cosquilleo de las mariposas, al fluir de la sangre por mis
venas, al calor de tus besos, al fresco olor de tu aliento, a respirar... a
estar al borde del precipicio y volver a respirar profundo, y me da igual la
sensación de vértigo y la posterior caída, el impacto contra el suelo de
bruces... el pánico a que desaparezca el batir de mis alas. No me juzgues, mis
defensas caen ante esa mirada, mi fuerza de voluntad no existe cuando oigo
brotar de tu garganta un te quiero, y me convence el sabor amargo del "lo
siento, nunca debí hacerlo". No me juzgues, pues no aprenderé nunca a
tener cuidado, a no tropezar, a ir despacito al caminar... yo necesito volar.
Este
amor que es mi tormento, mi locura… recorre todo mi ser, me envuelve y me turba
los sentidos con éxtasis y felicidad pura. Es un sueño del cual tú eres el dueño,
un sueño de loco pero tiene lo que yo soñé y siempre imaginé. Este amor es mi
alegría y me hace vivir en un mundo de fantasía. Es mi suerte por eso no quiero
perderte porque este amor me ayuda a vivir y a no morir. Es mi fortaleza, mi
refugio. Este amor y tú son perfectos para mí.
Pienso
en ti día y noche, cuando juego o cuando camino... Tu mirada me cautiva, tus
besos me atrapan, tu voz me domina, ocupas mis pensamientos. Cuando estamos
separados… solo pienso en el momento que te vuelva a tener. Esta historia de
amor es mucho más que eso, es nuestra historia de amor… No puedo escapar de ti
porque no quiero, quiero estar atada a tu amor…
Este
amor hermoso recorre mis venas y mi alma, cual tormento me estremece, es un vivo
licor agridulce que me gusta, es mi atadura porque me encanta, me hechiza, me
lo quedo para siempre. Está en todo mí ser, es complemento de mi pasión y mi
hoguera… quisiera que fuera eterno, que fueran más largos los días para en
profundo derroche de amor, pasión y locura fundirnos en la espesura con el
vaivén de nuestros cuerpos. A tu lado lo malo se olvida por eso no me
arrepiento de entregarme en cuerpo y alma.
Búscame
siempre que necesites alguien con quien llorar en tus desvelos, en la multitud,
en el silencio, en la lluvia o el invierno. Búscame siempre a mí, tu amiga, tu amante,
tu confidente. Cuando sientas que la agonía de vivir este amor se hace
agobiante, búscame, yo vendré sin preguntarte ni el cómo ni el por qué. Vendré
para seguir diciéndonos “te quiero”, para seguir sintiendo el mismo escalofrío
cuando la piel recibe esas caricias, y el estremecimiento del corazón, y la perdida
de la razón con cada beso. Y beso a beso volvernos cada vez más locos tú y yo.
Es verdad lo que escribes, una verdadera historia de amor es donde la pasión, la ternura y la necesidad del uno por el otro se convierte en el mejor refugio de los amantes y no hay nada que pueda evitar el deseo de estar unidos en todo momento.Bendita locura de amor.
ResponderEliminar"El lado oscuro del corazón"...La peli argentina que teniendo 16 me impacto... Y que resume en una frase lo que he buscado en el amor.... “UNA MUJER QUE SEPA VOLAR...” Si no sabe volar... no hay nada que hacer... es lo esencial para mi... lo innegociable...
ResponderEliminarPor fin, te hemos echado mucho de menos, linda. Quedo desolado todas las mañanas cuando entro aquí y noencuentro ni una letra tuya. además de que disfrute mucho el texto, estoy feliz de tenerte de vuelta.Nuestra amiga Cary tiene razón, bendita locura de amor. Cuidate amiga mía y en medio de tus problemas trata de no abandonarnos tantos días, espero todo mejore pornto. Cuidate mucho, un beso.
ResponderEliminarEstuve unos días fuera de casa y pensé que tendría mucho que leer, pero ya veo que sigues complicada. Me encantó el texto tiene mucha ternura. Espero que todo se resuelva pronto y como dice Peter no nos abandones tantos días.
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