Los
deseos son una ventana al cosmos del universo, una zona luminosa donde la
imaginación vuela y se desprende, donde el alma se pierde y eres feliz por un
momento de tu vida... Somos barcos perdidos en medio de la tempestad, la
consecuencia de un juego de azar, nada más: una casualidad, pura casualidad. Es
la energía de mis deseos la que en este instante me lleva a soñarte y tener
fantasías sin tu presencia. El deseo quema lentamente como el incienso, se
consume dejando recuerdos... y su aroma perdura... solo sé que tu aroma hace
temblar mis cimientos... Mi deseo arde a fuego lento... ¡Pero si me tocas, te
incendio!
Cuando
pienso en ti mi corazón se acelera sin control… tengo ansias de ti que recorres
palmo a palmo mis deseos más ocultos... Entre mis brazos quiero sentir tu
cuerpo amándome apasionadamente, sentir tus manos llenándome de placer,
haciendo desvanecer mi cuerpo, provocando mi lujuria de amor… y verte despertar
entre mis brazos, húmedos nuestros cuerpos, tus manos jugueteando con mis
cabellos y tus labios deslizándose despacio por mi cuerpo.
En
tus brazos pierdo el sentido y probablemente la razón. Me tienes atrapada entre
tus redes, de las que no puedo ni quiero escapar, y esta locura por ti no tiene
fin, ni lo tendrá… deseo tener tu boca en la mía, latir al unísono contigo y
junto a ti, tenerte conmigo y dentro de mi, oírte decir “te quiero”, “te deseo”,
sentir tus gemidos y tu los míos, gemidos nacidos del amor y del deseo. Quiero
que nuestros cuerpos paren el tiempo... la miel de tus labios enloquece mi ser…
nuestros cuerpos son líneas perfectas marcando el destino... tus ojos me gritan
que no pare... mis piernas, en uve, marcan el camino... te deseo temblando, con
pasión y delirio… sentir cada latido de tu corazón pegado al mío…
No
sé qué haces pero tus caricias despiertan miles de sensaciones en mí, sólo cierro
los ojos y te siento en cada poro de mi piel. Cuando me acaricias y me
estrechas entre tus brazos mi cuerpo se transforma en murmullo y tu palabra en
fuego… buceas entre mis piernas generando mil gemidos, tus manos expertas
moldean mi cuerpo… instantes de pecado entre sábanas resuelto, allí... donde
mancillamos las buenas formas, en cualquiera de los sitios que parecen hechos
para nosotros en nuestras rutas de morbo y libido para dos. La naturaleza
provee de instrumentos a los cuerpos y la oscuridad sumada a cualquier lugar
marca la hora de usarlos.
Me
has tirado al mar del desear, deseo tanto tus manos, tus labios, tus deseos...
Me mandaste a pecar... peco al soñar con tus besos, con tus caricias… La flama
de desearte en cada instante me esta matando, me tienes en coma, enamorada,
apasionada… Aquí estoy, escribiendo para ti, por suerte escribo sobria...
estando ebria... puede ser vergonzoso. Eres mío... mi cuerpo siempre será
tuyo... juguemos y enredémonos bajo las sábanas... desatas mi desenfreno mientras
gozo con tu locura... "Te deseo"… ¿Sabes lo que encierran esas dos
palabras? Mis sueños, fantasías, ilusiones... mi amor.
Tus ojos son la luz que enciende mi alma. Tu amor
me excita, soy tu mar bravío que espera ser conquistado… el placer de tu mirada
me inunda de sensaciones, me hace sentir mujer, brava y sin pudor... Dejo mis
huellas en cada centímetro de tu piel, recorro mi lengua por cada parte de tu
cuerpo, ardemos en deseo con un fuego que no se extingue, recorres mis anhelos
ardientes, desequilibras mis deseos con esa fuerza que me deja hechizada, no te
detengas... mi cuerpo es huracán sin rumbo, es inmensa mi locura… SIEMPRE TE
AMARE, I LOVE YOU, MY DARLING.
Cierto, empieza por una mirada, esa q te provoca un hormigueo especial...y el deseo compartido es genial.
ResponderEliminarTus letras arden, son fuego. Consumo tus palabras con calma, masticando intensamente cada letra....cada deseo encarnado....cada uno de tus aromas... el texto esta precioso, me encantó.
ResponderEliminarDeseo ser por lo menos un error en tu vida. Besos a fuego lento.
ResponderEliminarTienes razón Frank esas letras arden. Me gusta esa pasión íntima, poderosa y suave a la vez, que viene hoy con sus palabras. Es cierto que con solo una mirada basta para que la explosión lo detone todo. Esas pequeñas cosas que hacen brotar los más intensos deseos, una mirada, una sonrisa...un latido descompuesto... Bellisimo tema. Un abrazo linda.
ResponderEliminarEl deseo se abre con una mirada, luego su desarrollo puede discurrir por muchas variables. Letras intensas, muy dulce el aroma del deseo y tal como lo describes lo es aun más. Tu texto me dió que pensar y me gusta lo que dices y como.
ResponderEliminarUna mirada, no más que una mirada es suficiente para desencadenar una gran pasión. Me ha encantado el texto, es que es como pienso... preciosa e intensa entrada. Besos y salud
ResponderEliminarwaaaaooooooooooo me gusta ¡¡¡esta precioso!!!
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