Amarte
es un sentimiento que yo no esperaba. Entraste en mí despacio, robando cada día
un instante más de mi vida, y llenando cada vez más un pedazo de mi corazón.
Amarte es un sentimiento que me llena y que me duele. Es una lucha constante
entre el corazón y la razón…

Amarte
es vivir constantemente en la montaña rusa sintiendo el vértigo que provoca
este sentimiento, ansiando tus caricias que son como aire para mis pulmones. Oigo
tu voz que susurra al silencio, oigo tus palabras cuando piensas, oigo el
latido de tu corazón cuando excitas, cuando amas, cuando respiras… me tocas, me
amas, me besas infinitamente y oigo tu voz diciendo que me quieres, que me
amas… susurras al silencio del alma tus sentimientos, esos que te atan a mi
alma, los sentimientos que llevas dentro y que guardas con infinita calma a la
espera de un encuentro.

Cierro
los ojos... no hago trampas… tus labios van a recorrer mi cuello, suavemente,
ligeramente, dejando una pequeña humedad apenas perceptible pero que sin
embargo me hará estremecer… llegaras a mi lóbulo izquierdo y me pronunciaras
voces quedas y calidas que me augurarán deseos y promesas… seguirás hasta mis
párpados, les dejaras la humedad que les haga tener en su mirada algo de ti… mi
lóbulo derecho te apasiona y lo mordisquearas con dulzura… volverás bajando por
mi cuello, ese sendero donde es fácil caer, y desde el brote fecundo de mis
senos has de subir hasta volver a mi rostro y llegar a mis labios… entonces
recorrerás su contorno y los humedecerás con la punta de tu lengua… me vas a
dar un beso, vas nuevamente a hacerme el amor.

Me
invitas en mis madrugadas a beber el vino de tu espada… te amo a ti, hombre
mío, que me haces soñar cuan lluvia ferviente que cae sobre mi rostro. Te amo
con locura, a ti que me atas a tu pecho aunque no estés en mi lecho, si, a ti
que desnudas mi mundo, me excitas, me haces tuya. Solo ámame, yo no te pido
más, te amo sin condición alguna, sin motivos y sin derechos, eres mi tormenta,
mi pasión, me enloqueces con tu mirada lujuriosa, sí, tú me amas, y yo, te amo
con locura.

Soy
arena calcinada entre tus dedos… respiras mi anhelo segundo a segundo, soy yo el
aire como sagrado templo, el calor de mi boca, la humedad de mi lengua… eres
hechizado por mis labios… Penétrame, invádeme; conoce mi mundo de pasión por
medio de tu miembro viril, entra y sal de mí robándome los suspiros y el poco
aire que me sobra. Róbame del mundo natural y llévame al trance, a lo
desconocido, a lo perplejo, al sentimiento máximo del placer nombrado clímax, a
donde mueres por un segundo y regresas a la vida sin darte cuenta.
Abrázame,
consuela mis ansias y calma mi respiración, dame tranquilidad y hazme dormir
con un beso. Después despiértame y dúchame, asea todos los lugares íntimos en
donde dejaste huella, posteriormente aliméntame y repite todo paso a paso
nuevamente sin parar, hasta que envejezca y muera en tus brazos.

Tus
gestos, tu sonrisa, tu mirada, tus manos, tus besos, tus palabras, tu voz, tu
olor, tu piel, tus caricias... todo tú... Tú, que has sabido enamorarme, que
has entrado en mi vida, que has hecho de mi mundo otro mundo, que me ilusionas
cada día. Tú, pasión de pasiones... mi pensamiento constante, ladrón incansable...
me has hecho enloquecer, has llenado mi vida…

Amarte
es todo para mi... eres mi perdición, eres mi locura de amor… tú me enseñaste la
pasión sin pausa. Amarte... es lo que me hace despertar cada mañana…