Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

viernes, 23 de octubre de 2020

Estos días…

 Hace varios días no estoy bien de salud, bueno para ser sincera en los últimos tiempos mi salud no anda muy bien, creo que es algo de lo que tengo que ocuparme realmente.

Después de tantos días enferma y sintiéndome mal, hoy que me siento mejor tuve un gran disgusto, después del cual mi día terminó de joderse. El dolor de cabeza que me había empezado en la mañana y era ligero, en la tarde se hizo insoportable, haciendo que me sintiera peor tanto anímica como físicamente. Esto provocó que mi humor se fuera a la mierda y para no cogerla con nadie decidí acostarme. Dormí un par de horas. Y me levanté más tranquila.

Siempre me digo que hay que ser fuerte. Siempre lo digo, y yo lo soy. Pero a veces me canso. Me canso de tener siempre los brazos arriba, a veces me empiezan a doler y los tengo que bajar al menos por un rato. No sé si es lo mal que me he sentido en estos días o cosas que no entiendo y a las que no le encuentro respuestas.

En ocasiones esperamos demasiado de algunas personas no sólo porque le entregamos demasiado sino porque nosotros estaríamos dispuestos a hacer mucho más por ellos, pero a veces la realidad nos golpea. Y empiezas a pensar que no valió la pena haber dado tanto de ti. Después reflexionas y te dices que sí que siempre vale la pena cuando sientes mucho cariño por alguien.

Bueno el caso es que estoy hecha una mierda. No puedo ser positiva siempre, no puedo hacerme siempre la fuerte, por más que quiera. Tengo que dejar de auto mentirme, diciendo que puedo seguir soportando sin parar y que el amor lo puede todo, y mentirles a los demás diciéndolo. Quisiera aprender a no darle importancia a las cosas que me lastiman y solo enfocarme en las que me hacen bien, pero vaya que es difícil.

¿Por qué los seres humanos nos empeñamos en hacer tan difícil la vida? Siempre complicamos las cosas más de lo debido, alguien se equivoca y ¡Zas! Todo lo demás se olvida. Sólo vemos y le buscamos más aristas al error sin importar nada más. Sin importar todo lo bueno que nos han dado, todo lo bueno que hemos vivido y compartido.

¿Por qué vivir rodeados de personas que no saben hacer la diferencia entre las cosas buenas y las malas que pasan en la vida? Hoy estamos aquí, mañana no sabemos, por esta misma razón, deberíamos reflexionar más y entender que la vida es aquí y es ahora. Necesitamos hacer que los ojos vean lo mejor de cada uno y no encasillarse en lo malo.

Acabo de hacer un café y he encendido un cigarrillo, algo que también tengo que volver a dejar. Ya lo hice hace algún tiempo, pero he retomado el maldito vicio.

Ya es madrugada, el dolor de cabeza se me ha aliviado pero continuo despierta intentando ordenar mis pensamientos y no logro conseguirlo. ¿Cómo se pueden ordenar las ideas y los sentimientos a la vez? Cómo puede uno dormir despojándose de la piel los recuerdos, las historias y todo lo que te causa pena. Quisiera ignorar muchas cosas, pero me está costando.

Y los amigos… los que te quieren de verdad, se alegran cuando sólo le dices “¡hola!”, y a veces eso es todo lo que necesitan de ti o tú de ellos. El mundo vive de apariencias, por eso estamos en la ignorancia. Todo el mundo quiere felicidad sin dolor, pero no se puede tener un arcoíris sin un poco de lluvia.

Al fin y al cabo, lo único que importa es cuánto amamos a los demás, cuánto nos animamos a ayudarlos y a ayudarnos a nosotros mismos, cuán felices somos y cuánta felicidad somos capaces de dar.

Realmente hoy estoy pésima y no tengo idea de si han entendido algo de lo que he querido decir. Tengo sentimientos encontrados y estoy hecha un lío. Pero como siempre digo, a pesar de los pesares hay que cerrar los ojos durante un instante y pensar en lo bueno que tenemos, en esas personas que hacen que nuestra vida tenga sentido. Pensar en lo que hemos vivido e imaginar lo que nos queda por vivir. Sonreír por ser quienes somos y olvidar todo lo que nos ha hecho llorar. Porque no merece la pena sufrir, nadie tiene derecho a borrarnos la sonrisa.

Tenemos que disfrutar de quienes nos quieren y nos apoyan, de quienes nos abrazan cuando más lo necesitamos y que siempre están ahí. Lo que importa son los momentos vividos junto a ellos, cada minuto de felicidad que nos han aportado. Al final sólo nos queda darles las gracias y sonreír.

Para poder seguir adelante es necesario dejar atrás los recuerdos de los malos momentos que vivimos con determinada o determinadas personas. Hay que apreciar todo lo bueno proporcionado por la vida en sus más mínimos detalles. El orgullo solo sirve para separar personas que se aman, se quieren y se estiman.

Nada es tan importante en la vida como un estado de ánimo positivo, para poder hacer frente a los problemas con los que tropezamos a diario, los conflictos inevitables, las frustraciones, incluso cuando no pasa nada, la monotonía y desidia. Todos en un momento u otro necesitamos meditar y hacer acopio de todas nuestras fuerzas. Nadie es tan fuerte que no necesite en alguna ocasión, la mano o el abrazo de un amigo o una frase de motivación.

No soy perfecta lo sé, me he equivocado mil veces lo sé, pero… Soy leal, prefiero ser una loca dulce que una cuerda ejecutora, prefiero ser agua que corre a ser una charca estancada... Y por sobre todo creo en mí, en mis palabras, en mis frases, en mis abrazos y en mis miradas. Sólo me resta pedir perdón si cometo errores, porque la vida no viene con instrucciones. Creo en mí; sobre todo cuando caigo, cuando no tengo fuerzas, cuando el viento sopla y mis velas ceden.

En la vida he aprendido que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas. Porque la amistad es un fruto mágico que se cultiva en el corazón de las personas. Con el tiempo te das cuenta que cada experiencia vivida con una persona, es irrepetible…

Vaya… creo que de vez en cuando es bueno estar deprimida, porque te hace ver lo tonto del vaivén de la vida, matices del corazón, sentimientos encontrados, ideas diluidas, desorden de pensamientos… Lo realmente cierto es que, al final nada puede lastimarte a menos que le concedas el poder de hacerlo. Y a mí me gusta esta aventura que es la vida, aunque a veces sienta que es una mierda.

Seguiré avanzando con paso firme y un día descansaré tranquila allí donde mis amados muertos me esperan. Dejaré mi grito de guerrera y escritos llenos de sentimientos y reflexiones. No he sido ángel que ilumine, ni fiero demonio destructivo, solo una mujer de muchas risas, de corazón frágil y coraza dura, que huyo de la tristeza enfrentando siempre el dolor con una sonrisa.

Mi alma está hecha de amor y desamor, de lágrimas y sonrisas, de furia y tranquilidad, de fe y locura, de imaginación y coherencia, de irrealidades y de un sublime caos. Está hecha de sucesos, de historias, de sueños, y de cada suspiro que se ha negado a ver la luz del sol. Está hecha de cada ser que ha tocado mi vida, de fragmentos de melodías, recuerdos, poemas y caricias; de palabras infinitas y de tinta interminable que quiere contar la historia de cada fragmento de mi alma. Estoy hecha de historias, pero de historias que no se repiten, como dice una canción.

Decididamente tengo que dejar de pensar en cosas que me duelen y me hacen mella, y seguir adelante. Como dice Ramonika Moreno: “Hay fotos que necesito releer. Libros que oler. Besos que escribir. Canciones que dormir. Palabras que borrar”.

miércoles, 19 de agosto de 2020

EL AMOR ESTA EN TODAS PARTES

El amor es el significado ultimado de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación.

Rabindranath Tagore

El amor no es un sentimiento exclusivo de los seres humanos, puedes encontrar que en el reino animal se quieren y se cuidan unos a otros, desde mamíferos a insectos, el amor está en todas partes.

Formamos parte de un todo y eso es maravilloso cuando lo descubrimos y sabemos apreciarlo, la energía que rebota una y otra vez, es parte de todos los que nos rodean, lo quieras o no, son esas imperceptibles vibraciones las que nos hacen evolucionar. Formamos parte de la naturaleza, somos energía y somos luz, somos parte de ese milagro de vida que no sabemos disfrutar.

Aprender a apreciar lo que la vida nos coloca frente a frente es un reto diario, como ver con satisfacción el progreso en la vida de un hijo, disfrutar del cariño de tus padres si aún están vivos y con salud, sentir el abrazo caluroso del sol que nos arropa cuando salimos a la calle, poder disfrutar del placer de vivir, sin conflictos y limitaciones porque gozamos de salud.

Apreciar y darle importancia a los innumerables detalles de personas que suman milagros a nuestras vidas, que nos obsequian felicidad, saber, apoyo y conocimiento. Considerar la humildad, como una virtud que nos permite reconocer lo que somos, pero también lo que no somos, esas limitaciones origen de nuestras carencias, valorar esa humildad que te permite advertir que siempre hay algo que aprender y ésta es una de las principales razones para agradecer el valor de nuestro entorno.

Hay tantos tipos diferentes de amor como personas. Las relaciones son complicadas (me refiero a todo tipo de relaciones, no sólo de pareja) porque es la interacción de dos o más personas (con sus personalidades, circunstancias, miedos, etc.), y lo que siente, dice y hace cada una de ellas tiene repercusión directa en la otra, y viceversa. Pero una de las cosas que es común a todos los tipos de amor es que las relaciones hay que cuidarlas, con el amor sólo no basta (aunque tantas veces se diga lo contrario).

Si facilitamos la vida a los que nos rodean, será también más fácil y gratificante para nosotros. Muchas veces todo depende de pequeñas cosas, pequeños gestos muy fáciles y rápidos de llevar a cabo. Disfruta, valora, aprovecha cada momento que pases con esas personas, haz lo necesario para no tener que lamentar no haberles dicho que les quieres las veces suficientes, mientras más amor das más amor recibes.

Todo está de la forma en que miremos la vida. Muy pocos de nosotros disfrutamos plenamente de algo. A muchas personas es muy pequeño el júbilo que les despierta la visión de una puesta de sol, o ver una persona atractiva, o un árbol hermoso, o una bella danza. No disfrutan verdaderamente de nada. En muchas ocasiones miramos algo que nos entretiene o nos excita, y sentimos esa sensación que llamamos gozo. Pero el disfrute pleno de algo es mucho más profundo.

Simplemente hagamos el camino dejando que la vida nos toque, que nos acaricie el viento disfrutando de la sonrisa de un niño, de un amanecer, del vuelo de un pájaro, de una linda canción, de los niños jugando en un parque, de las parejas de enamorados, del saludo de un desconocido, de la bendición de un anciano… hay amor en una mano extendida, en un beso lanzado al aire, en el abrazo de un amigo, en una charla amena… Cuando prestamos verdadera atención a las cosas simples, a los momentos efímeros todo es mucho más satisfactorio porque los momentos se magnifican.

Hay una parte de un poema de William Blake que dice: “Aquel que besa la alegría mientras vuela vive en un eterno amanecer.”

miércoles, 8 de julio de 2020

UN ABRAZO EN LA DISTANCIA


Casi cuatro meses de aislamiento. Por momentos creo que voy a volverme loca, pero luego respiro profundo y me digo “es necesario, sólo así saldremos adelante evitando la propagación del mal”. Pero hay momentos en la vida en los que extrañas tanto a algunas personas, que quisieras sacarlas de tus sueños y envolverlas en un abrazo.
Tenemos que ser fuertes para cumplir con las medidas establecidas para evitar la propagación de la pandemia y la más dura para mí es el aislamiento. Tenemos que crecernos ante este infierno. Será más fácil lograrlo si empleamos el tiempo en nuestras casas de la mejor manera. En primer lugar, disfrutemos de la familia, que en tiempos normales hay días en los que apenas nos vemos por cuestiones de trabajo o estudios. En segundo lugar, hagamos cosas que nos gustan y que habitualmente le dedicamos poco tiempo o ninguno porque el ritmo apresurado de la vida no nos permite hacer más.
Yo, por ejemplo, en estos tiempos me dedico más a leer y a escribir que normalmente a veces no tengo ni un minuto para hacerlo a pesar de lo mucho que me gusta. Hoy más que nunca me aferro a la música. Muchos de los que conozco y con los que mantengo contacto telefónico se dedican a estudiar, a pintar, a componer música, a ejercitarse en el hogar, etc. Estas son buenas formas de lograr permanecer en casa y en estos tiempos ese es el objetivo principal.
Muchos no toman conciencia todavía del peligro real de no cumplir con las medidas establecidas y sobre todo la de aislamiento, porque nos pesa, porque nos duele, pero es necesario. Muchos piensan que no les va a ocurrir nada, pues los seres humanos tendemos a ser, como Santo Tomás; "ver para creer". Pero en este caso en particular amigos, “ver” puede significar morir. El virus no tiene rostro, acecha en cualquier lugar y momento. Un descuido el más mínimo puede ser mortal y con nuestra imprudencia no solo podemos morir nosotros, sino que arrastraremos al calvario a nuestros seres más queridos.
Cuando el peligro pase, haremos una inmensa fiesta por la vida. Juntaremos nuestras manos y nuestros corazones para seguir adelante. Ojalá que para entonces la razón prevalezca sobre la soberbia y que sea el amor quien gobierne el universo.
Es difícil, muy difícil estar alejados unos de los otros. Los seres humanos necesitamos recibir abrazos y caricias para sobrevivir y no sólo durante los primeros años de vida. La importancia del contacto físico no disminuye cuando crecemos, sino todo lo contrario. Muchos estudios han evidenciado que cuando otras personas nos tocan o nos abrazan a cualquier edad aumentan los niveles sanguíneos de oxitocina, apodada la "hormona del amor", y disminuyen la presión arterial y el ritmo cardíaco.
Los abrazos son imprescindibles porque ellos nos hacen sentirnos conectados. Tenemos necesidad física y emocional de sentir físicamente a las personas que queremos. Estamos programados para sentirnos y mimarnos. Necesitamos tocarnos porque eso hace que nos sintamos seguros y amparados. El abrazo nos hace sentir bien, alivia la soledad y ayuda a superar el miedo.
Un simple abrazo nos enternece el corazón, nos da la bienvenida y nos hace más llevadera la vida. Un abrazo es una forma de compartir alegrías, así como también los momentos tristes que se nos presentan... Es tan sólo una manera de decir a nuestros amigos que los queremos y que nos preocupamos uno por el otro. Los abrazos son algo grandioso, es la manera perfecta para demostrar el amor que sentimos cuando no conseguimos la palabra justa... Es maravilloso porque tan sólo un abrazo dado con mucho cariño hace sentir bien a quien se lo damos sin importar el lugar, ni la distancia, ni el idioma, porque siempre es entendido.
Y en estos tiempos tan difíciles, donde la vida es lo más importante, dónde se te desgarra el alma al ver día tras días en las noticias cuántos miles de personas mueren a manos de este virus y cuántos mueren por negligencias propias y de sus gobiernos. En estos tiempos… El covid 19 nos ha quitado los besos y los abrazos, pero sólo por el momento. Ahora es extremadamente necesario prescindir de ellos para poder sobrevivir a esta pandemia que está azotando al mundo. Pero cuando todo pase… saldremos de nuestras casas a fundirnos en un inmenso abrazo para llorar nuestras pérdidas, pero también para sonreír a la vida. No hay un hoy sin un ayer y no habrá un mañana sin hoy. No lo olviden.
Nos daremos un enorme abrazo... de esos que hacen que el mundo se paralice para poder disfrutar realmente de las cosas sencillas que tiene la vida, esos que te hacen ver que en ese instante sólo importan los brazos que te envuelven…
Necesito un abrazo tuyo para que mi corazón se sienta protegido. Todo lo que me quieras decir, dilo con un abrazo, porque hoy es lo único que necesito de ti para ser feliz. Algo tan sincero como rodear piel con piel, que los brazos se carguen de la mejor energía para poder transmitirla a esa otra persona. No has vivido realmente si no has sentido en tu vida un verdadero abrazo.
Démonos un abrazo cálido, que nos llene de paz, calma y tranquilidad. Un abrazo que arregle el mundo de afuera y desaparezca cualquier mal. Un abrazo que conquiste todas las tristezas y las transforme en felicidad. Un abrazo que haga de cada derrota una victoria y de cada caída un aprendizaje.
Por ahora quedémonos en casa, de esa manera luchamos por la vida y ayudamos a todos aquellos que día a día arriesgan la suya propia para salvar la de otros. Tengan por seguro que pronto podremos abrazarnos mucho y fuerte. Y desde la distancia, hoy les mando mis más cálidos abrazos, son de muy lejos, pero espero que les llegue su calor porque van desde lo más profundo de mi corazón.