
Me abrazo a mi
almohada, me acomodo y me hundo en mis pensamientos… Si cada día
reflexionáramos y observáramos desde fuera... veríamos que cada momento es una
lucha intensa, con tropiezos, equivocaciones, caídas... pero también logros,
experiencias, ilusiones... recapacitaríamos para saber organizar cada segundo
para exprimir el tiempo y sentir que cada día ha sido un día ganado...

Quiero presagiar la
ansiedad de estar llegando a la meta, a una cualquiera... más cercana, más
lejana... da lo mismo, solo quiero no parar de caminar... quiero seguir
abriendo todas las ventanas y puertas que me encuentre. Todas, tarde o temprano
serán válidas en algún momento de la historia de mi vida... de éste libro que
escribimos cada instante, y que nunca dejará de escribirse mientras existamos y
aún más allá..
Mi vida, al igual que
la de todos, es un libro por escribir. Cada letra será un sueño de realidades y
proyectos por confirmar. Vivo en la ironía de los momentos, en las lecciones
del cálido sol y en los atractivos deseos de la luna. Las gesticulaciones a las
que se somete mi corazón son el resultado de las impresiones que acontecen en
el día a día. Vivo en los valores inculcados. Nada es propicio si no hay
satisfacción. Saber quién soy es la realidad.
Uno mismo empieza
escribiéndolo pero todo lo que tenemos a nuestro alrededor es parte de la
crónica, y va dejando sus letras en ese mismo libro. Aunque yo deje de existir,
seguirá escribiéndose... todos y cada uno lo seguirán haciendo porque las personas
no desaparecen nunca, no se marchan mientras se les siga recordando y solo así
conseguiremos una aventura inagotable, eterna...
Me gusta disfrutar de
cada día, de cada ilusión... dejar que me invadan todos los deseos que después
me acompañan y me iluminan para seguir en esos sombríos días que nuestros ojos
cansados no nos dejan ver más allá. Sin dudas cada día es una nueva oportunidad
y por eso no podemos dejar escapar nada de lo que nos ofrece el día a día...
todo es importante...

Colmaré estas páginas
en blanco de letras repletas de color... llenas de sensaciones, sentimientos,
reflexiones... no quiero ni un día dejar una página de mi vida sin letras que
puedan expresar lo que he disfrutado o sufrido, lo que he amado o despreciado, lo
que he ganado o perdido... Expresarme es una manera de volver a vivir, de
volver a sentir, de hacer renacer lo vivido, lo que me ha pasado y hasta
reinventar mejores finales y nuevos principios.
Quisiera escribir
párrafos infinitos para explicar cada sentimiento, cada momento, cada deseo,
cada uno de mis sueños. Párrafos intensos, tiernos, exuberantes, tímidos, lascivos,
poderosos, sencillos, llenos de exceso, de besos y de caricias. Párrafos escritos
dejando volar mi imaginación para que al leerlos otros sean los que vuelen,
imaginen y sueñen. Ojala mis palabras nunca cesen, que sean una eterna lluvia
de frases expresando sentimientos, que tampoco cesan, fluyendo tumultuosos
buscando su destino.

El Sol me está dando su
energía, así que interrumpo mis pensamientos y me levanto. Después de darme una
ducha rápida mientras tomo mi café sonrío, estoy lista para salir a la batalla
de la vida, a ver que me depara el día para continuar escribiendo en el libro
de mi vida, en este libro que aún le quedan muchas páginas en blanco. Hay que
hacer que cada día cuente.