Anoche
cuando entré nuevamente en este sitio me encontré con los comentarios de
algunos de ustedes y tengo que decirles que me hicieron sentir bien, hasta me
reí con algunas cosas. Gracias a todos por estar ahí, incluso los que están lejos
pero a la vez muy cerca. En esos comentarios, entre otras cosas, hablaban de la
pasión.
Pues
bien, la pasión es una emoción intensa que engloba el entusiasmo o deseo por alguna
cosa. Algo hecho con pasión, nunca será un fracaso aunque no resulte como deseamos.
Por eso cuando veo tantas personas que viven sin pasión, me deprimo un poco, no
sé como pueden estar todo el tiempo con la mirada apagada y esa falta de vitalidad
en sus movimientos.
La
mayoría de las personas cuando hablan de ser apasionados se refieren al amor,
al sexo, a la relación de pareja. No obstante, se puede ser apasionado de
alguna causa, de una forma de ser o de alguna tarea, oficio o profesión. Ser
apasionados está emparentado al corazón, al alma. Hay muchos tipos de personas,
unas sencillas y otras complejas, pero independientemente de eso hay quienes
nacen con pasión, con ese sentido de lucha, de amor y de entrega por un buen
ideal o profesión, gente con el deseo de vivir a todo riesgo… y lamentablemente
hay otros nacen sin sentir pasión por nada, ¡pobres infelices!
Sin
apasionamiento los padres de las naciones no hubiesen hecho sus contribuciones.
Ni existiría el arte, ni los escritores nos hubieran legado sus maravillas. Ni
los historiadores y científicos hubieran hecho tantos aportes a la humanidad.
"Ser apasionados" es vital siempre que se establezca el contrapeso
con el "ser racionales", a la vez. La vida es dura, no todo es
alegría. Vivir es un reto. La pasión es lo único que nos puede ayudar a
levantarnos y a luchar por lo que queremos. Quién se apasiona por vencer los
obstáculos es quien resulta ganador.
El
amor mueve el mundo y la pasión, ese sentimiento incontenible que te impulsa a
la acción es quien provoca los grandes cambios, las grandes hazañas. Cuando
estás derrotado, cansado, sin salida, sólo apasionarse por algo puede sacarnos de
ese estado. Ser apasionado es respirar y sentir el aire cómo entra en tu
cuerpo, saborear cada momento y sentir las diferencias, en definitiva, vivir el
apreciando todo lo que sucede a tu alrededor y en tu interior. No serás un
fanático de nada, pero disfrutarás de esas pequeñas cosas que tanto llenan.
La
pasión nace sola, no se puede forzar. Por ejemplo uno no ama a alguien cuando
se lo imponen, el amor nace, crece, surge la pasión y el deseo de fundir las
almas en un eterno beso que sobrepase hasta la misma muerte.
Y
refiriéndonos al amor, ese sentimiento que a veces nos da vida y otras nos la
quita, si eliminamos la pasión perdemos el disfrute de estar enamorados, la
sensualidad y la voluptuosidad del sexo, la diversión, la ventura, la
felicidad. Pero, ojo, si excluimos la racionalidad, la pasión nos puede llevar
al sufrimiento, al dolor y al infortunio. La fórmula es combinar la pasión y la
razón, en la proporción que sientas o juzgues que te brinda el mayor bienestar.

Nada
hay que dejar para después, estamos sólo tú y yo, en el paraíso del amor… Y
retengo tus ojos, que me devoran palmo a palmo. Se siente fuego, pasión y
energía… se siente cómo arde el deseo. Inundas mis sentidos hasta que renuncio
a pensar y a saber. En ese estado de insoportable liviandad, insoportable por
deseada, sigues arañando mi yo más humano y animal, ese que sólo tú vislumbras.
Hoy
desperté con ganas de ti, con ganas de empaparme en tu sudor, de llenarme de tu
esencia y llevarme conmigo tu aroma, tu olor... Amanecí con ganas de ser tuya,
de reiniciar lo que dejamos pendiente… amanecí con ganas de todo, de tu boca,
de tus manos, de tu piel… de excitarte hasta la locura, para que te fundas en
las profundidades de mi cuerpo, para vibrar entre tus brazos…
Quiero
sentir tu aliento en mi cuerpo, el roce de tus labios estremeciendo toda mi
piel y que no haya nada más que placer… ser tempestad de pasión despertando en
tu cama, roba mis gemidos... ámame suave y feroz esta noche... quiero devorarte
y sentir la delicia de tu amor.... quiero ver ese fuego en tus ojos, que tus
manos tiemblen de pasión... con esa pasión de mi cuerpo que añoras te entrego
mi ser y mi todo, entra en la profundidad de mi mar, enrédate en mis olas, goza
de mis néctares y hazme gozar, seremos cuerpos que vibran llenos de amor y
deseo.
Estamos
envueltos en un ardiente fuego que nos empuja a uno en los brazos del otro…
Miradas que se beben, labios que se buscan, caricias que queman, brazos que se
enlazan... Aquí me tienes amor, siempre dispuesta, siempre tuya, siempre
traviesa para llenar tus ansias al cruzar la puerta.