Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

miércoles, 13 de junio de 2012

Cuerpos que vibran

Anoche cuando entré nuevamente en este sitio me encontré con los comentarios de algunos de ustedes y tengo que decirles que me hicieron sentir bien, hasta me reí con algunas cosas. Gracias a todos por estar ahí, incluso los que están lejos pero a la vez muy cerca. En esos comentarios, entre otras cosas, hablaban de la pasión.
Pues bien, la pasión es una emoción intensa que engloba el entusiasmo o deseo por alguna cosa. Algo hecho con pasión, nunca será un fracaso aunque no resulte como deseamos. Por eso cuando veo tantas personas que viven sin pasión, me deprimo un poco, no sé como pueden estar todo el tiempo con la mirada apagada y esa falta de vitalidad en sus movimientos.
La mayoría de las personas cuando hablan de ser apasionados se refieren al amor, al sexo, a la relación de pareja. No obstante, se puede ser apasionado de alguna causa, de una forma de ser o de alguna tarea, oficio o profesión. Ser apasionados está emparentado al corazón, al alma. Hay muchos tipos de personas, unas sencillas y otras complejas, pero independientemente de eso hay quienes nacen con pasión, con ese sentido de lucha, de amor y de entrega por un buen ideal o profesión, gente con el deseo de vivir a todo riesgo… y lamentablemente hay otros nacen sin sentir pasión por nada, ¡pobres infelices!
Sin apasionamiento los padres de las naciones no hubiesen hecho sus contribuciones. Ni existiría el arte, ni los escritores nos hubieran legado sus maravillas. Ni los historiadores y científicos hubieran hecho tantos aportes a la humanidad. "Ser apasionados" es vital siempre que se establezca el contrapeso con el "ser racionales", a la vez. La vida es dura, no todo es alegría. Vivir es un reto. La pasión es lo único que nos puede ayudar a levantarnos y a luchar por lo que queremos. Quién se apasiona por vencer los obstáculos es quien resulta ganador.
El amor mueve el mundo y la pasión, ese sentimiento incontenible que te impulsa a la acción es quien provoca los grandes cambios, las grandes hazañas. Cuando estás derrotado, cansado, sin salida, sólo apasionarse por algo puede sacarnos de ese estado. Ser apasionado es respirar y sentir el aire cómo entra en tu cuerpo, saborear cada momento y sentir las diferencias, en definitiva, vivir el apreciando todo lo que sucede a tu alrededor y en tu interior. No serás un fanático de nada, pero disfrutarás de esas pequeñas cosas que tanto llenan.
La pasión nace sola, no se puede forzar. Por ejemplo uno no ama a alguien cuando se lo imponen, el amor nace, crece, surge la pasión y el deseo de fundir las almas en un eterno beso que sobrepase hasta la misma muerte.
Y refiriéndonos al amor, ese sentimiento que a veces nos da vida y otras nos la quita, si eliminamos la pasión perdemos el disfrute de estar enamorados, la sensualidad y la voluptuosidad del sexo, la diversión, la ventura, la felicidad. Pero, ojo, si excluimos la racionalidad, la pasión nos puede llevar al sufrimiento, al dolor y al infortunio. La fórmula es combinar la pasión y la razón, en la proporción que sientas o juzgues que te brinda el mayor bienestar.
El dramaturgo español Jacinto Benavente dijo: “No hay virtud que nos defienda de una pasión”. Creo que tenía toda la razón. Tú existes en mí y lo sabes. Yo existo en ti y lo sé. Pensando en eso y teniendo la certeza de que es así vuelvo a sentir esa pasión cavernícola, de mujer primitiva… carente de reservas… de bestia sin moderación que se encamina hacia su macho con el fuerte llamado de la naturaleza salvaje. Vuelvo a sentir ganas de ti, de tu fuerza y tu fuego… de tu cuerpo envolviéndome en tus brazos, y sólo pensando en nuestras pieles vuelvo a amarte sin reservas… Desatas en mí una pasión que asusta, que arrebata la sensatez hasta extremos imposibles de creer. Aspiras mi alma con retazos de tus dedos, enteros arrancarían hasta mi imprudente cordura cotidiana.
Nada hay que dejar para después, estamos sólo tú y yo, en el paraíso del amor… Y retengo tus ojos, que me devoran palmo a palmo. Se siente fuego, pasión y energía… se siente cómo arde el deseo. Inundas mis sentidos hasta que renuncio a pensar y a saber. En ese estado de insoportable liviandad, insoportable por deseada, sigues arañando mi yo más humano y animal, ese que sólo tú vislumbras.
Hoy desperté con ganas de ti, con ganas de empaparme en tu sudor, de llenarme de tu esencia y llevarme conmigo tu aroma, tu olor... Amanecí con ganas de ser tuya, de reiniciar lo que dejamos pendiente… amanecí con ganas de todo, de tu boca, de tus manos, de tu piel… de excitarte hasta la locura, para que te fundas en las profundidades de mi cuerpo, para vibrar entre tus brazos…
 Quiero sentir tu aliento en mi cuerpo, el roce de tus labios estremeciendo toda mi piel y que no haya nada más que placer… ser tempestad de pasión despertando en tu cama, roba mis gemidos... ámame suave y feroz esta noche... quiero devorarte y sentir la delicia de tu amor.... quiero ver ese fuego en tus ojos, que tus manos tiemblen de pasión... con esa pasión de mi cuerpo que añoras te entrego mi ser y mi todo, entra en la profundidad de mi mar, enrédate en mis olas, goza de mis néctares y hazme gozar, seremos cuerpos que vibran llenos de amor y deseo.
Estamos envueltos en un ardiente fuego que nos empuja a uno en los brazos del otro… Miradas que se beben, labios que se buscan, caricias que queman, brazos que se enlazan... Aquí me tienes amor, siempre dispuesta, siempre tuya, siempre traviesa para llenar tus ansias al cruzar la puerta.

martes, 12 de junio de 2012

No sé qué pasa conmigo


Hace días que no escribo, y probablemente lo he necesitado mucho. En estos días, en estos días he intentado entender algunas cosas y asimilar otras que me han hecho mucho daño, puede que escribirlas me hubiera ayudado algo pero no lo hice. Es como cuando sientes la necesidad de contarle a tu mejor amiga lo que te ha pasado y poder llorar en su hombro, sin preguntas, sin reproches, sólo en su hombro, pero no lo haces.
Esta noche la impotencia y la rabia me inundan y me aprietan en el pecho de la peor forma que existe. Y peor aún, toda esta confusión e incertidumbre que tengo hacen que también me sienta la peor madre del mundo sólo de saberme vencida… aunque sé que mañana volveré a ser fuerte, esta noche, mientras todos duermen, me dejo caer. Porque también necesito caer, necesito llorar sin que nadie me vea, aunque nadie lo entienda…
Hoy estoy triste… bueno, no, en realidad estoy decepcionada, que es uno de los peores sentimientos humanos, porque significa que desaparecen ilusiones, personas, amores… sueños. A veces crees que la persona que tienes a tu lado estará contigo por encima de todas las cosas, crees que no hay un lugar más seguro que entre sus brazos y por eso confías en que todo irá bien… Otras veces la incertidumbre te llena de una maldad que te corroe por dentro y asusta.
Jamás creí que me pasara algo así y aunque me duele en el alma, me he dicho ya está, ha sido bonito… hasta aquí mi historia contigo… sin embargo no es así, no soy capaz de poner un punto y final, y soy yo quien sale perdiendo, porque aunque no soy siempre del todo sincera contigo… lo intento, y no hay maldad en mis actos.
Echo de menos la facilidad de antes, lo simple que era hacer contigo lo que me apetecía y dejarte hacer, no tener que marcar limites. Esto si… esto no… ahora si… ahora no… Pero también es cierto que siempre sale el sol… no sé lo que pasará mañana, pero seguro que saldrá el sol. No me doy por vencida, no cierro los ojos a nada, no te doy la espalda… pero pienso que en definitiva pase lo que pase mañana volverá a salir el sol, y si estás a mi lado yo estaré bien, pero si te has ido, también estaré bien, puede que no mañana, pero pasado… estaré bien.
Hoy he vuelto a llorar, hoy me he vuelto a perder en mis sentimientos, hoy no he sido yo, hoy he estado vagando por todo nuestro camino juntos, he estado en todos esos rincones donde me escondía del mundo, cuando pensaba que todo era difícil, cuando me creía entre la espada y la pared… cuando me metía en tu cama para olvidar, entre tus brazos para no escuchar nada más que tu corazón… Hoy no tengo donde esconderme, he vuelto a llorar, y ahora no sé lo que tengo que hacer.
Me siento totalmente desprotegida, hacia tiempo que no me sentía así de vulnerable. No me gusta pensar que alguien tiene el poder de hundirme, de tirar por tierra todo lo que he conseguido, de mi fachada de dura… muy pocos me conocen tal cual soy, y hace tiempo me juré que no dejaría que nadie me conociera tanto… tanto como para saber que si quieren pueden hacerme daño de veras.
Hoy no sé si lloré porque estos días quizás cierran una parte de mí, o porque él me hizo sentir como hace tiempo… Por otro lado, puede que mi miedo me haga ver más fantasmas de los que ya hay… puede que mi imaginación me esté jugando una mala pasada… no lo sé, pero la incertidumbre de no saber qué quiero, me hace reafirmarme en lo que sé que no quiero… y no quiero sentir que lucho por algo que no existe… se muy bien como es ese camino y no es el que quiero seguir.
No te pediré que no te vayas… hoy me lo he prometido, vete cuando quieras, porque si lo que quieres, es irte, lo peor que puedo hacer es pedir que te quedes, y peor aún, prometer lo que yo no puedo cumplir, y aún mucho peor, pensar que puedo cumplirlo… porque no puedo prometer amor eterno, porque no puedo prometerte el cielo, porque no conozco el mañana, si quieres irte no puedo retenerte… aunque hoy quiera que te quedes.
Otra vez vuelvo a sentir que no llevo el rumbo que quiero que lleve mi vida… mi vida a cambiado, mi barco navega cada día en una dirección, o peor aún, sin un timón con el que poder dirigir mi destino. Creo que necesito una brújula, porque no sé hacia dónde me dirijo, no sé que quiere de mi, o qué espera que haga, o que no haga, y tampoco sé qué hará el, que opinión tiene de lo que está pasando o de lo que quiere que pase, pero soy incapaz de hablar de esto con él y no sé por qué, no sé qué pasa conmigo.
Eres muy importante para mi y me he apoyado en ti para sobrevivir… pero no serás la mano que me hunda… eso lo tengo claro. Hoy me han dicho que el corazón tiene razones, que la razón no entiende… qué verdad más grande, seguramente, por eso sigo a tu lado…

viernes, 8 de junio de 2012

Besos

Un beso por sí mismo combina tres sentidos: el gusto, el tacto y el olfato. Si cada sentido, por separado, es capaz de producir una fuerte reacción emocional, los tres juntos pueden transportarnos al séptimo cielo. A sí que si vas a robar, que sea un beso. Un beso bien dado dice más que mil palabras.
Está demostrado que las personas que reciben y dan a menudo besos apasionados tienen menor probabilidad de sufrir depresión o trastornos del estado de ánimo en general. Múltiples estudios han demostrado lo beneficioso que es besar. El arte de besar es una terapia relajante y placentera, que puede provocar tanto bienestar como un buen masaje. La besoterapia se considera una de las terapias más fáciles y placenteras que nos ofrece la vida.
Mmmm… pensándolo bien, creo que lo practicaré más a menudo. Puedo empezar contigo, ¿estás de acuerdo?, te daré mil besos (donde tú quieras). Conservo en mi memoria y adoro el día en que me enseñaste que un beso no era la unión de dos bocas, sino la unión de dos almas y la eclosión de toda la magia del cosmos concentrada en los labios.
Besarte es como una aventura exótica que me transmite sensaciones inexplicables, haciéndome adicta al sabor de tus labios. Las ganas con las que un beso de tu boca es dado pueden explicar tantas preguntas sin respuestas. Pareciera que mensajes subliminales son transmitidos en el momento que tu boca se acerca a la mía.
Me gusta besarte, me encantan tus besos, me encantas tú, y lo escribo y lo repito, siempre con la misma esencia. Adoro ese beso que no muere aquí en mis labios, el sonido de tu piel en la caricia y el gemido de tus besos en mi boca… Ahhh... Tu respiración y la mía, una pose mágica que puede describir cualquier cosa posible en este universo. Que sin rumbo o explicación alguna, continúa un segmento sin sentido, en el que mis labios aclaman los tuyos.
Con un beso podemos ser uno mismo. Me hechizan tus besos cada mañana, sentirme palpitar en ellos, ser en todo y por todo complemento de ti. Bésame mucho, como tu sabes hacerlo... quiero tus besos cayendo como la lluvia sobre mi cuerpo todos los días del año.
Vuelven a mi recuerdo tus besos, como los de ayer, como si besaras con el alma. Me gusta recordar nuestros besos, y cómo empiezo besándote hasta volverte loco de deseo y acabo siendo poseída por ti, consumiéndome en cada beso mientras nuestros cuerpos unidos se mueven al compás del desenfreno, quemándonos en nuestro propio fuego. He disfrutado cada uno de tus besos, como si fuera el último que te diera o como si fuera el primero, y aún me quedan muchos por darte.
De tanto hablar y recordar tus besos me muero de ganas de ellos en este instante. Aunque no es algo nuevo, me apetecen en muchos momentos, son deliciosos, no me canso de ellos y ahora los echo de menos. No podrán viajar en este momento mis besos atravesando la distancia que nos separa, no podrán posarse en tus labios, ni sobre tu piel, no los sentirás, no te llegarán. Quedarán latentes, se desbordarán de mi boca cuando te tenga delante y no pueda resistir las ganas de besarte.
Cuando vuelvan otra vez tus labios a mis labios y nuestras bocas se llenen de besos… cuando llegue ese momento nada más existirá, sólo los dos, reducido el universo a dos personas que comparten un sublime instante. Volverán a tu boca mis labios, se fundirán con los tuyos y surgirán esos besos de los que nos acordamos constantemente y que echamos de menos. Labios que se unen, cuerpos que se abrazan, corazones que laten, sexos que hierven...
Sumergida en tu beso que es intenso y eterno, me haces suspirar a tu antojo y yo me entrego sin reservas. Tus besos y tus labios son terciopelo que deslizas por mi cuerpo, sin palabras en las mieles del deseo, esa caricia de tus labios me llena toda, ese toque inigualable rejuvenece mi cuerpo. Suave seda es el toque de tu lengua cuando recorre los rincones de mi esencia. Dulces besos que apasionan, que me suben y me dejan ver el cielo… Tiernos besos entre caricias y sábanas, seducción en cada poro percibido, besos y tacto que se acompañan en armonía, mezclados con la dulce sinfonía de gemidos acoplados. Siempre me sumerjo en tus besos apasionados cuando estoy entre tus brazos.
Cuando me eches de menos cierra los ojos e imagina que estoy a tu lado, que te estoy mirando, pídeme entonces un beso y sentirás mis labios, porque siempre me apetece dártelo.

jueves, 7 de junio de 2012

Feliz cumpleaños, amor de mis amores.

Hoy es el cumpleaños de mi hijo, mi primogénito, mi bebé cumple hoy 22 años, intenté hablar con el por teléfono (como saben estudia lejos de casa) en varias ocasiones para felicitarlo y no lo había logrado hasta hace un rato, que por fin pude darle felicitaciones y desearle (aunque lejos de casa) que pase un buen día.
Se puso muy contento, me dijo que no me preocupara que estaba bien, que mañana venía y que si había leído el mensaje que me había dejado en facebook. Le dije que no que por falta de tiempo casi yo no entraba en ese sitio. Conversamos un ratico y nos despedimos hasta mañana.
Justo ahora dejé lo que estaba haciendo y decidí entrar a facebook a ver el mensaje, desde que lo leí no he dejado de llorar por la emoción que me dieron sus palabras, simples pero me llegaron muy profundo, aún escribiendo estas líneas estoy llorando. Quiero compartirlo con ustedes y aquí lo tienen:

“mami te quiero sin ti no seria posible vivir, en este mundo que esta lleno de tantos problemas y trabas. Tu eres la fuerza que me permite vivir a plenitud un beso grande para ti muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa”.

Yo llevaba muchos días un poquito disgustada con él (sin decírselo) porque se pasan las semanas y a veces no me llama. Las noticias que tengo de él, es por alguien a quien quiero mucho, que es como mi hija. Pero como comprenderán me duele que pueda estar días y días sin hablar conmigo, a veces pienso ¿será egoísmo? Creo que no, lo que pasa es que su lejanía me afecta mucho, aunque tampoco lo digo, sobre todo en estos momentos que mi vida es un verdadero desastre, que estoy llena, mejor dicho repleta de problemas, algunos sin solución como los de la enfermedad de mi madre y otros quizás la tienen pero yo no alcanzo a verla. Sólo una persona es testigo de ese dolor callado y ella me entiende. Y mi princesa que hace lo posible por hacerme la vida más agradable.
Es por eso que hoy esas simples palabras de mi hijo, salidas de su corazón, eso lo sé (si de algo estoy segura es de su amor por mí) me han emocionado tanto. Los hijos creen que sabemos y damos por sentado el amor que sienten por nosotros, pero aunque así es, por lo menos en mi caso, a veces necesitamos que lo digan como lo ha dicho ahora. Eso nos llena de fuerza para cualquier cosa.
Mis hijos no saben las cosas que escribo de ellos y para ellos, pero de todas formas una vez más lo felicito aquí en este lugar tan querido para mí, en este sitio que significa tanto y donde tengo tantos amigos, algunos con nombres, otros anónimos y otros que ni siquiera se animan a dejar un saludo pero evidentemente entran muchos a diario, eso lo dicen las estadísticas.
Hijito, el día que naciste, fue la madrugada más larga de toda mi vida. Estaba tan ansiosa de que llegaras, pero no sabía como iba a ser: duro, difícil qué sé yo. Pero si, resultó ser mucho más difícil de lo que pensaba, casi te pierdo y casi me cuesta la vida. Eternas y angustiosas se me hicieron las horas, pero estaba decidida a soportar lo que fuera (menos a perderte) porque sabía que todo valdría la pena. A las dos de la tarde cuando ya estaba cansada y exhausta, de repente se fue el dolor y naciste tu, yo quedé muy mal y no fue hasta el otro día que te trajeron a mis brazos, y fue cuando pude ver al ser más hermoso que jamás había visto en mi vida: tú.
La conexión entre nosotros fue inmediata, y me sentí embargada de un sentimiento grande, profundo que jamás había conocido, el de ser madre. Yo no dejaba de contemplar el milagro de la vida, ya estabas ahí conmigo, te tenía en mis brazos, escuchaba tu respiración, el latir de tu corazón cerca de mí... era increíble.
Hijito tu dices que sin mí no podrías vivir, pues ni yo sin ti mi amor. Hijo de mi alma cuando me anunciaron tu llegada fui la mujer más feliz del mundo. Tesoro mío necesito decirte que eres mi rayito de Sol y todo lo que hago es pensando en ti y en tu hermana. Desde el primer momento que te tuve en mis brazos juré que te enseñaría a defenderte en la vida contra las adversidades y que yo por ti sería capaz de ir al mismo infierno.
Sano, inteligente, con un carisma que atrapa la atención de quienes te rodean, con un corazón grande y con mucho amor para dar, tienes todo a tu favor, la vida te sonríe y te espera cada amanecer. A veces de tan serio y malgenioso pareces un viejo, pero sonríele a la vida mi amor, la gente que te rodea te quiere mucho y está dispuesta a estar contigo hasta el final.
Hijo eres parte de mi corazón, la fuente de mi vida, la luz en mi camino, serás eternamente bendecido. Tú mi querido hijo, mi primogénito, el aprendizaje hecho Varón, el sol que ilumina mis nubes de lluvia dejando caer un hermoso arco iris en mi mundo. Maduro, fiel, siempre amigo, inteligente, justo y muchas veces mal humorado como tu madre. Mi hijito cuanto te amo, cuanto te admiro con tus aciertos y tus desaciertos, quiero que vivas una vida llena de amor rodeada de los seres que mas te aman, que en el momento que necesites de una madre tengas a dos, la justa y la amiga, que en el momento que te equivoques tengas a dos, la cariñosa y la sincera, que cuando te conviertas en un hombre tanto como padre, como hijo, como amigo, como esposo, tengas a dos: a tu mamá y a mi.
Algún día ya no seré tu centro. Andarás tu propio camino y soltarás mi mano. Irás a hacer tu vida y mis brazos se harán más largos y te abrazaré de lejos. Tú atarás tus propios lazos, amando, creando y cambiarás tanto... y cuando tengas hijos, ese día entenderás mi llanto. Y querrás por un instante que vuelva a ser tu centro, y desandar caminos y ser ese niño, ovillado en mi vientre o envuelto en mis brazos... A salvo de todo.
Te adoro tesoro mío, eres el amor de mis amores, eres una de las dos razones que tengo para vivir. Feliz cumpleaños, hijito de mi alma.

martes, 5 de junio de 2012

Tu amor lo llevo en mi sangre


Camino hacia la cama con paso lento, mientras comienzo a dejar caer mi ropa, me dejo caer sobre las sábanas blancas, me adentro en el laberinto de mis pensamientos, me dirijo hacia mi misma... inmersa en mis confusiones, ahí me encuentro y quedo sumergida sin interés de que nadie más penetre... Solo necesito pensar para encaminarme a un horizonte muy personal, muy mío. ¡Cuántos giros da la existencia!
Pasa el tiempo y te quiero más. Y a veces me parece que me vuelvo imbécil. Y entonces me pregunto: ¿quién es esta? Porque esta ya no soy yo. El amor nos hace cambiar. En ocasiones quiero volver a ser yo, con mi libertad, mis propios sueños, mis metas... y amor... ¿sabes? tenía amor para dar y regalar, ahora ya no me queda porque lo tienes tú. Lo tienes todo para ti, más del que nadie se imagina, mucho más. Con lo que me costó dártelo todo...
Eres mi caricia, mi anhelo, mi deseo, y sólo tú me llevas a los infinitos sueños y delirios de este amor, sí, eres fantasía hecha realidad, eres mi manantial de vida, llenas cada parte de mi ser al sentir tu cuerpo cálido que cobija mi alma, siempre me dejaré llevar por tus labios cuando rocen los míos, dejaré que acaricies cada parte de mí, dejaré que sea un ritual mágico y divino para que me lleves más allá de lo imaginable, estás tan penetrado en mi ser que te has tatuado en mi piel, tu esencia sabe arrancar mi pasión, eres mi plenitud. El amor que me das lo llevo en mi sangre recorriendo mis venas en señal de vida.
Tú enterneces mi corazón y excitas mis pasiones. Juntos compartimos tantas cosas… la carne, el alma, los deseos, el desequilibrio de mis feromonas, traspasamos los umbrales dimensionales donde podemos volar... ¡Dios! Sabes muy bien cómo encender ese fuego que da luz a mi eternidad y me deja en un suave letargo donde a veces ni sé quién soy.
Me alimento de tu risa, de tu voz, de tu amor, mientras desahuciamos todo lo que nos sobra del pasado. Beso mil veces tu boca, que nació sin duda alguna, para mí porque cuando me besas le regalas un premio novel a mi boca... No hay días, noches, suficientes horas ni segundos para tanta magia... a veces nos duelen las mejillas de tantas risas que se esparcen y llenan la habitación. No podemos dejar de tocarnos cuando estamos juntos, es imposible parar… me pregunto, ¿dónde estuviste toda mi vida?... pero ya no importa porque te encontré en el momento exacto en que mi corazón esperaba por ti. No existe nada en este jodido universo que se compare a tenerte conmigo.
Hoy no quiero sexo, solo sentir tu aliento en mi oreja mientras me cuentas las cosas que te apasionan. Quiero sentir la suavidad de tus labios rozando mis hombros y mi cuello, sentir sólo el tacto de tus dedos desabotonando mi blusa lentamente y recorriendo mis pechos, observar como te quitas la ropa y contemplar tu cuerpo desnudo mientras te acercas a mí para tocarte primero con mi mirada y mi sonrisa, y después con mi aliento, mis besos y mis dedos... Y cuando tu deseo se haya acrecentado, abrir mis piernas lentamente frente a ti, ofreciéndome... Pero… te dije que hoy no quería sexo… o tal vez sí...

lunes, 4 de junio de 2012

¿Por qué decir SI cuando en realidad queremos decir NO?

Saber decir NO, es vital en nuestras vidas, ya que esto nos puede evitar problemas y hasta conflictos de sentimientos. Aunque nos parezca difícil un No muchas veces es lo mejor ya que las circunstancias nos pueden llevar a situaciones donde hagamos algo que realmente no queremos o simplemente no podemos. Lo peor de no saber decir “no” es que después tenemos que afrontar las consecuencias de vivir situaciones que no deseábamos.
Es importante reconocer cuál es nuestra necesidad o deseo, y decidir si estás dispuesto a ceder a los deseos de otro. También en ocasiones decir “no” significa poner atención a nuestras propias necesidades y atenderlas. De hecho, eso es señal de buena autoestima y no de egoísmo (como a veces pensamos) porque en realidad no lo es, si sabemos cuándo queremos ceder y cuándo no.
Es necesario tratar a las personas como cada uno se lo merece, para evitar que se confundan y caigan en el abuso de la buena voluntad. Siempre debemos de expresar lo que sentimos y ser firmes en nuestras respuestas. Si establecemos límites y expresamos lo que no nos gustas o lo que no admitimos, es muy probable que no tengamos que hacerlo una segunda vez.
Algunas personas sufren cada vez que se han de negar a algo, ya sea por miedo a defraudar las expectativas de otros, por temor a no dar “la talla” o a no saber argumentar su negativa. En definitiva, se trata del miedo a no ser valorados y queridos. Nuestra necesidad de ser valorados, atendidos y tenidos en cuenta, puede llevarnos a mostrar una constante disponibilidad a todo y esto al final nos sume en una dependencia no sólo de los demás sino que dejamos de ejercer nuestro derecho a decir “no”. Esa dependencia dificulta nuestra evolución personal, dinamita nuestra autoestima y nuestro tiempo.
No hace falta inventar excusas para decir “no” ya que no estaríamos expresando lo que sentimos. No podemos hacer las cosas por compromiso porque entonces dejamos de ser dueños de nuestro tiempo y nuestros verdaderos deseos. Tampoco podemos intentar razonar con los demás cuando quieren que hagamos algo porque no siempre funciona, ya que por cada argumento que uno expone siempre habrá un argumento opuesto. Hay que saber establecer límites para evitar en determinado momento que nos saquen de quicio y explotar de ira.
Esas personas les es prácticamente imposible decir “no” y viven su vida resolviendo las necesidades de otros están todo el tiempo anulándose a sí mismos y a sus propias necesidades y deseos. Lo cierto es que aprender a decir “no” es una necesidad a nivel emocional fundada en la autoestima puesto que en la medida en que te atreves a decir que “no” a los demás, también te sientes más libre. Es decir, potencias tu capacidad de elección.
La persona que nunca dice que “no” es un sujeto con magníficos atributos personales: puntual, disciplinado, cumplidor, confiable, obediente, permeable a la crítica y a la presión del grupo, etc. Por supuesto, también goza del respeto y la consideración de los compañeros de trabajo, de familiares y amigos. Entre sus características se encuentra la incapacidad para evitar que sobre sí mismo se multipliquen las responsabilidades y obligaciones. En otras palabras se convierte en “el hombre/mujer orquesta”.
Aprender a decir “no”, nos aliviará muchas situaciones difíciles que se nos han de presentar en la vida. Esta pequeña y simple palabra, NO, conlleva consigo positividad ya que te evitará muchas veces pasar malos ratos.
Pero, “el hombre/mujer orquesta” diluye su vida en incontables obligaciones, que demandan determinada cantidad de energía física y mental y la mayor parte de su tiempo. Esto conlleva a agotamiento y en muchas ocasiones a pensar que tiene alguna enfermedad física, causante de su decaimiento y la somnolencia durante el día. En realidad lo que necesita es aprender a decir “no”, como mecanismo defensivo para evitar el exceso de responsabilidades y tareas. Por decir NO alguna que otra vez, el mundo no se detendrá. Y al día siguiente, el sol volverá a brillar para todos.
Así que amigos, recuerden que “no” es “no” y hay una sola manera de decirlo: NO. Sin admiración, sin interrogantes, ni puntos suspensivos. Es corto, rápido, monocorde, sobrio y escueto. Un “no” que necesita de explicaciones justificadoras, no es realmente “no”. Un NO simple pero firme no deja puertas abiertas ni entrampa con esperanzas, aunque el otro y el mundo se pongan patas arriba. Cuando la negativa es escueta simplemente se mirará a los ojos del otro y el NO se descolgará naturalmente de los labios. La voz del NO, no es trémula, vacilante, ni agresiva, pero no deja lugar a dudas. Ese No, no es una negación del pasado, es una corrección al futuro. Y sólo quien sabe decir No, puede decir Si.
Realmente a veces cuesta o "da pena" decir que no, pero a veces uno se evita muchas complicaciones con solo decir esa palabra. No se puede andar por la vida tratando de agradar a todo el mundo y después vivir situaciones que te hagan sentir mal. Por eso, tengo como norma que si lo que me piden que haga o diga es algo que realmente quiero, o se ajusta a mis prioridades y capacidades ¡perfecto! sino, guste o no y sea quién sea, si tengo que decir NO lo hago y ya está. ¡Sin remordimientos!