Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

jueves, 5 de julio de 2012

Olor a café



Me despierto y siento un agradable olor a café, sonrío y me levanto. Me dirijo a la cocina y allí está él, sabe que me encanta como hace el café, por eso si despierta primero se dirige a la cocina para hacerlo. Me acerco despacio, no me siente porque estoy descalza, lo beso en el cuello y le digo: “Buenas mi vida, ¿dormiste bien? Mmmm, huele delicioso ese café, ¿me sirves un poco?”
El sonríe y contesta: "Buenos días mi amor, claro que dormí bien... dormí contigo". Se vira y me besa, me abraza y con un gesto hace que me coloque delante para terminar de preparar el café juntos... mientras espero bebo un poco de agua y el coge un par de vasitos, los coloca en la meseta de la cocina, y me da un beso en el hombro desnudo... la cafetera termina de colar y mientras le echo el azúcar, me abraza besándome en el cuello y en la mejilla… entonces suspira y me susurra al oído "¿ya está listo su café mi princesa?" y baja sus manos por mi abdomen hasta llegar al final del ropón que me puse al levantarme, introduce su mano en mi entrepierna y dándome otro beso en el cuello "¿desayunamos ya o dejamos que se enfríe un poco?"
Sus palabras, el aroma a café... sus labios besando y recorriendo mi cuello, su cuerpo tan pegado al mío, sus manos tibias recorriendo mi abdomen... y ahora sus dedos… Mmmm, esas sensaciones traen a mi mente el recuerdo de nuestras horas juntos y me hacen desearlo más... y más...
Me giro un poco para mirarlo, mientras sonrío y revuelvo el azúcar del café, pero el roce de sus manos en mi piel y sus dedos que comienzan a jugar, me excitan. Miro sus ojos fijamente y le sonrío coqueta mientras llevo mis dedos a mi boca para saborear el rastro de azúcar que hay en ellos, sin quitar la vista de sus ojos que siguen el movimiento de mi lengua, entonces le digo con voz suave "Definitivamente el desayuno tendrá que esperar".
Al instante, me viro con suavidad entre sus brazos, sin despegarme un centímetro de él... Rodeo su cuello con mis manos e introduzco mis dedos en su pelo, y murmuro despacio muy cerca de su boca "Yo estoy más caliente que el café", con mis labios rozo su boca y sigo hasta su cuello donde con la punta de mi lengua trazo despacio un camino hasta su clavícula y ahí a su mandíbula... para subir hasta llegar a su labio inferior, lo muerdo con suavidad y vuelvo a susurrar con voz suave y sensual "¿No tienes miedo de quemarte?".
Ese fue el detonante. Lentamente acerca su boca y me besa tiernamente, sus besos son sensuales y voy dejándome hacer por esa boca que me quema. Después comienza a recorrer todo mi cuerpo, el cuello, los hombros, mis senos por encima del ropón, tampoco sus manos se quedan quietas. Su pene erecto roza mi entrepierna, baja los tirantes y toma mis pezones en su boca, mientras sus dedos juegan con mi clítoris, yo no aguanto más y él lo sabe.
Levanta una de mis piernas y va entrando en mí poco a poco, con una lentitud casi desesperante para después iniciar un movimiento frenético, siento que mi orgasmo se está acercando. Arqueo el cuerpo para sentir más la penetración e inicia unas embestidas que me llevan hasta el cielo, exploto en un gran orgasmo y cuando mis temblores van disminuyendo siento su semen caliente en mi cuerpo. Me besa con ternura, sus brazos me arropan y sonriendo me dice al oído: “Creo que el café se enfrió demasiado”. Rompemos a reír, no es la primera vez que se enfría o se bota.
En nuestras horas juntos compartimos parte de lo sucedido durante nuestro día, ideas, un café, cuentos, un trago, risas, algo de comer... Hablamos de todo, hasta de por qué la gente se enamora. Evadimos nuestras responsabilidades y le robamos minutos al tiempo... es encantador. Inevitablemente surgen caricias, risas juguetonas, mimos desmesurados, besos apasionados, abrazos, palabras prohibidas... en fin, el cielo al alcance de nuestras manos...
La habitación se llena de suspiros, gemidos, pasión, sudor... hacemos el amor una... dos... tres veces... Haciendo cada una de ellas especial, porque no sólo se conectan nuestros cuerpos, también se conectan nuestras almas... Pasan horas que después nos parecen minutos y por fin nos gana Morfeo llevándonos a volar juntos al país de los sueños... hasta que el reloj suena anunciando que es hora de levantarse.
Adoro sentir el calor de tu abrazo, que te pierdas en mis entrañas. Me muero de miedo cuando no te tengo a mi lado, me muero por sentir el sabor de tus besos, la textura de tus labios, el tacto de tu piel, tus manos sobre las mías… y por pasar amaneceres, madrugadas y noches estrelladas a tu lado, por cada parte de ti. Y si, lo confieso, estoy loca por ti.
Me gusta tu mirada que me seduce, tu astucia que me induce, el aroma de tu piel, la sensualidad de tu voz cuando me susurra, la suavidad de tus manos que me acarician, la fuerza de tus brazos que me acurrucan, la calidez de tu cuerpo junto al mío, la ternura de tus labios al buscar los míos... Me encanta hacer y tomar café contigo. Pero sobre todo... me gusta la magia que provocas cuando estás conmigo...

5 comentarios:

  1. Siempre me acuerdo de Arjona que jura que todo fue por un café:-) Maravilloso lo que describes aunque no siempre el café sea el único aperitivo. Bendito desayuno:-)

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  2. Tienes razón Cary, ¡bendito desayuno! amiga, da mas energía que el propio café y es igual de caliente, aromatico y rico. ¡Bendito café! ¡Bendita mujer!
    Ay, Rosabel, magia provocas tu, leerte es sentirte, cada palabra es una caricia, cada línea un afrodisiaco. Sensual, apasionado… Efectivamente… ¡describes el delirio mismo! Cuando se ama es así, al ritmo de su cuerpo todas las sensaciones, al roce de su piel la emoción de sentirlo tuyo, la caricia de su voz en tu oído es la gloria y los instantes en sus brazos son eternos. Un beso.

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  3. Me encantó, intimo y hermoso, llegas al corazon cuando te leo.Esos momentos tan íntimos son los que dejan huellas difíciles de borrar en nuestro interior. Amar en un suspiro, en una caricia, en un beso, en un abrir y cerrar de ojos. Amar como solo se ama, con el alma. Hasta yo que no tomo café me tomaria uno con sumo placer hecho de esa manera.un abrazo linda.

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  4. Waoooooo! cualquiera se pondriamas caliente que el cafe, no digo si el desayuno espera. Está lindo, amiga, me gusto mucho.

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  5. ¡Joder! todos teneis razon, BENDITO DESAYUNO

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