¿Sabes
que pasaría si tú y yo trabajáramos juntos? Naturalmente, seríamos discretos;
nadie podría nunca imaginar que fuéramos otra cosa que buenos amigos, esa clase
de amigos superficiales que se hacen en el trabajo. Sin embargo, si alguien se detuviera
a mirarnos con un poco de detalle, probablemente podría darse cuenta de que
algo parecido a una corriente eléctrica, un flujo submarino, llena el espacio
entre nosotros cuando estamos cerca.
Quién
hubiera pensado que aquella mañana gris que te vi, daría un vuelco mi corazón y
mi vida. Antes de verte te presentí, después te vi y la pasión de mi sangre
casi me cortó la respiración. A veces pienso que son cosas del destino. Lo
cierto es que miro a tus ojos y se animan mis ganas... Con cada gesto me seduces,
quizás te apoderaste de mi alma aquella tarde. No sé si nos junto dios o el
diablo, pero me estremeces el alma. Puedes hacer que cambie todo el universo
sólo con tocarme.
Por
eso digo que si alguien nos observara bien vería que al llegar nos saludamos normalmente,
y en el ascensor nos situamos uno al lado del otro, tú mirando los titulares
del periódico, yo continuando con los saludos a los demás que vienen entrando
mientras unos centímetros más abajo, mi mano, a salvo de indiscreciones gracias
a la multitud que llena el ascensor, se pasea por encima de tus pantalones, un
toque suave pero suficiente para notar como te vas endureciendo… sonrío a los
demás mientras sigo con mi juego porque cada momento a tu lado, es totalmente
único. Cuando estás conmigo, la vida es menos jodida de lo que realmente es. Este
amor es una locura.
Durante
todo el día estaríamos buscando pretextos para vernos y con disimulo, rozarnos,
tocarnos y hasta besarnos si se presenta la ocasión; y aunque sea efímera la
experiencia, no por eso pierde su esencia...
Finalmente
cada uno se dirige a su oficina. Cuando llego a la mía y abro mis correos, si
alguien se acercara a leer se escandalizaría viendo lo que me has escrito antes
de salir camino al trabajo, vería tus verdaderos buenos días, alguna frase
obscena y tierna al mismo tiempo. Casi siempre lo contesto de la misma forma, pero
en el asunto pongo algo serio y escueto como “Últimas noticias” pero el texto
tiene un contenido mucho más comprometedor, rezando en mi interior para que
nadie de la empresa lo lea.
Minutos
después nos cruzamos en el comedor para tomar un café y con las cosas que ya en
pasado (lo del ascensor y los textos de los mensajes) ambos estamos ansiosos y
cualquiera que nos mirara con atención se daría cuenta de la malicia que hay en
nuestras miradas y el leve roce de nuestras manos mientras nos tomamos el café,
y nunca dejaríamos a alguien acercarse tanto como para escuchar lo que me
susurras al oído al pegarte a mí para depositar la taza en su sitio.
Hay
tantas cosas que no podremos evitar, somos así y estar juntos es explosivo. Por
mucho que lo evite me seduces y me arrastras a un callejón sin salida, me
atrapas en tus redes y tengo que rendirme, me seduces siempre desde el mismo instante
en que te acercas a mi, cuando me miras, cuando sonríes, cuando lees poesía en
mis brazos… cuando deslizas tus manos por mi cuerpo, cuando me hablas y cuando
me besas… y lo mejor es que no quiero dejar de ser seducida por ti, decididamente
soy una mujer perdida.
En
el trabajo nuestro día no saldría de un sofoco en otro. Por ejemplo, en esas
reuniones donde coincidimos si alguien pudiera esconderse debajo de la mesa se
daría cuenta del auténtico motivo por el que siempre nos sentamos frente a
frente: para que mi pie pueda subir por tu pantorrilla poniéndote nervioso o si
logro descalzarme estirarlo un poquito más hasta rozarte el sitio en donde por
la mañana se entretuvo mi mano… A veces me pregunto por qué me elegiste a mí,
por qué fui yo precisamente, y no tengo respuesta, salvo tu amor incondicional.
La
mañana se llenaría de travesuras, que luego te desquitas a la hora del almuerzo
en medio del bullicio y la gente te pegas a mí y me acaricias despacio,
haciéndome estremecer al solo roce de tus manos, te pegas a mi cuerpo en el
tumulto haciéndome sentir tus deseos como llama, y sigues acariciándome poniéndome
más ansiosa de lo que ya estoy, derritiendo mis deseos al contacto de tus dedos
que se están convirtiendo en una tortura.
Terminamos
saliendo de allí y a nuestros jefes no les haría ninguna gracia si supieran a
dónde vamos, y muchas de mis compañeras se pondrían la mano en la cabeza si nos
vieran desaparecer en el cuartito de herramientas donde nunca entra nadie, para
devorarnos a toda prisa, a medio vestir y calzados, intentando que nuestros
gemidos no se oigan, mordiéndonos los labios para no gritar de placer, bebiendo
el mismo néctar de amor y pasión al amarnos. Para después regresar a las
oficinas recomponiendo como podemos la ropa arrugada y sabiendo que hasta el
último de nuestros poros huele a sexo…
Cuando
me alejo de tu lado llevo tu perfume en la piel y me acompaña la dulzura que me
dejaste en los labios con tus besos, las caricias de tus manos… Me acompañan
los te quiero, los te deseo, los te amo.
Amor,
te agradezco cada minuto de tu vida que compartes con la mía, tu amor
incondicional, tu paciencia, tus concejos, los instantes tiernos que hemos pasado
y vivido... te agradezco todo lo maravilloso que me has dado... pero pensándolo
bien, es mucho mejor que tú y yo nunca trabajemos juntos.
¡Joder! eso es riesgoso pero emocionante, me fascinan los ascensores, hace unos años habia un tío que me traia de cabezas, las provocaciones mutuas eran cada vez más fuerte hasta que terminé follandomelo en el ascensor de la empresa una noche.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo y de seguro que uno de los dos o ambos salen votados del trabajo, aunque Estela tiene razón es emocionante, es adrenalina pura, es mantenerte todo el tiempo en estado de excitación llegas un punto en que no puedes pensar en otra cosa que no sea hacerle el amor y no quieres esperar y a ninguno de los dos le importa donde ni cómo, sólo el tenerse. Yo sé lo que te hablo porque lo he vivido, claro no todas las mujeres son capaces de lograr eso, tienen que ser maliciosas, seductoras, inteligentes, apasionadas... porque una mujer puede gustarle mucho a un hombre pero si no tiene esas caracteristicas nunca entra en el juego.
ResponderEliminarEl párrafo de la mesa me dio mucha risa porque a mi me paso en dos ocasiones y te juro que no sabía si matarla, comermela a besos frente a todo el mundo o hacerla mía allí mismo. Además si le hubieras visto la cara calmada, sonriente, aparentemente un ángel para quien en ese momento la estuviera mirando. No creas, yo me desquite bien te lo aseguro.
Así que bueno, como tu dices es mejor que no trabajen juntos porque cuando se juntan dos locos apasionados salen chispas en el momento menos esperado. Cuidate mucho.
Lo mejor es que no trabajen juntos para cuando se de la ocasión puedan hablar sin palabras y explote todo ese amor aparentemente escondido, es algo maravilloso dar reindas sueltas a la pasión en los lugares menos imaginables
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