
¿No
les pasa que en ocasiones se sienten como sumergidos, atrapados en el ruido?
Gritos, bocinazos, anuncios, consejos, opiniones, canciones huecas, el hit del
momento, la noticia repetida hasta el infinito, las exigencias, el último
chiste, el reclamo… Yo sé que es imposible desaparecer del Universo todos los
sonidos que no nos gustan, que estorban, que asfixian… pero a veces quisiera
que alguien pudiera robarse a mi alrededor todos esos ruidos extraños, sofocantes,
artificiales, horripilantes… que caracterizan civilizaciones, costumbres o
cotidianidades, y que entorpecen la magia de escuchar crecer las flores.


Mi
silencio, aunque parezca vacío, está lleno de significado. Es como la pausa que
hace el director entre movimiento y movimiento en una sinfonía. Nadie aplaude.
Todos quedan en trance con la melodía anterior para entrar en la siguiente. Mi
silencio no es olvido, es atención. Mi silencio es profundo, lleno de
reflexiones y sobre todo, lleno de preguntas.

Me
gusta mi silencio en el mar junto al balanceo tenue de las olas pensativas y en
la oscuridad de las noches… Es entonces cuando el sosiego ya no me abandona y
ya no me importan las angustias del día que pasó. Callo dichosa ante esa
inmensidad azul verdosa y en una mirada estelar abarco todo el mundo… el
salitre me cubre y la brisa me acaricia mientras en mi silencio me entrego a
mis sueños y bajo ese espejismo mágico me extravío por los mares.
Mis
silencios los prefiero lineales, un poco ambiguos y muy relajantes. El silencio
(el que me gusta y disfruto) puede convertirse en una jungla, una selva, un
planeta recóndito e inexplorado, donde el camino de regreso está siempre en mi
memoria. Me gusta la gente que entiende mi silencio, que sabe que no siempre me
apetece hablar. Los que están sin pedirme explicaciones.

No
indagues nada, no me interrogues. No te molestes si en ocasiones solo te miro y
sonrío sin pronunciar siquiera una palabra. Mi silencio se pierde también en
fantasías, imaginando un mundo que nos pertenece, se apoya en las veces que te
he sentido cerca y se sonríe al recordar tus palabras. Mi silencio te extraña.
No pienses que significa renuncia, no pienses que significa huida. El silencio
para mí tiene significados especiales, desde mi silencio poco importa si estás
lejos, con solo cerrar un poco los ojos… también seguro podré escucharte.
Me
gusta mi silencio, porque es en esos momentos cuando puedo encontrarme conmigo
misma, detrás de mi silencio aún veo a una chica a la que le faltan muchas
cosas por hacer en esta vida. Y les aseguro que después de mis “permitidos
silencios” (porque no siempre los logro tener) salgo más renovada, a veces más
herida pero más valiente, y con más ganas de ayudar a quien necesite de mí… (Yo
también muchas veces necesito ayuda).

Por
eso creo en el silencio que precede a la palabra, que le da sustento y la
nutre; y creo también en el silencio que sigue a la palabra, que permite asimilarla,
saborearla, volverla mía.
Sin
dudas el silencio es uno de mis momentos zen. Y con ello no pretendo cambiar el
futuro, ni descubrir la panacea universal, sino llegar a concienciar que cada
momento de la vida es único, extraordinario e irrepetible.
No tenemos la suerte de compartir tu silencio, pero es un placer disfrutar de tus palabras, como siempre....llenas de encanto y ternura.... Con un contenido inmenso desde el alma. Excelente reflexión sobre el silencio. Siempre logras hacer sentir tus palabras como propias. Tienes razón hay muchos silencios, silencios abrumadores, silencios que dicen más que cualquier sonido, silencios que quieren gritar mil sentimientos... un beso linda y sigue así, porque escribes y transmites de una forma muy especial
ResponderEliminarPrecioso me ha encantado, que hariamos sin el silencio, sin esa pausa entre el vivir y lo vivido, el silencio de pensar, el silencio al estar contigo misma.
ResponderEliminarDespués de leerlo me he quedado unos minutos en silencio. Tú haces pensar, reflexionar... Y eso vale tanto en la vida! Me ha encantado llegar aqui. Besos de corazón.
ResponderEliminarOtra vez me emocionan mucho tus palabras y coincido con los amigos, en que son preciosas, la intensidad con que escribes vuelve a hacer que me apropie de ellas y perciba empatía hacia tu forma de pensar. Creo que todos hemos sentido la necesidad de contar con ese silencio cómplice para desde la distancia traer a nuestro lado a seres queridos. Finalmente, te comento que en estos días estoy en un lugar bien alejado de esos ruidos que tanto aborreces. Estoy cerca del Pico Turquino, un lugar rebosante de cubanía, donde en las noches solo se escucha el sonido del inmenso Mar Caribe sobre la costa y de la brisa que brota de la Sierra Maestra al pasar entre la exuberante vegetación del lugar. En este lugar se encuentra el silencio necesario para sentir la risa y traer desde lo lejos a la persona que deseas. Nada, un beso para ti y sigue escribiendo estas cosas lindas que nos acarician el alma a los que tenemos el placer de leerte.
ResponderEliminarQuien fuese brisa para abrazarte y susurrarte al oido...., lo excepcional que eres. Tu silencio es belleza, es armonía, sugiere, llena, emociona. Mi silencio nace tras leerte, tras escucharte, tras sentirte, tras estremecerme con tus palabras. El silencio aparece cuando las letras atraviesan mi pantalla y se adhieren a estos párpados húmedos de conocer, esa ausencia. El silencio está lleno de uno mismo... Eres dulce...tu silencio...es muy dulce. Un beso, cielo, con todo el cariño del mundo.
ResponderEliminarRealmente hay momentos que es necesario estar en silencio. solo tú y tu ser interior, sin ruidos... en ese silencio puedes reflexionar, meditar y sentir la paz interior que necesitamos todos en un momento determinado. Estoy de acuerdo contigo, sin renunciar a la comunicación y a la buena pachanga hace falta siempre unos momentos de silencio
ResponderEliminarTienes razón, el silencio entre dos personas puede significar la escena más dramática y angustiante para muchos. Pero otras veces, este mismo silencio puede ser resultado de la más profunda comprensión y amor incondicional entre dos personas. Y eso es demasiado.
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