Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

martes, 6 de diciembre de 2011

Tu risa me provoca



A veces una mirada y una sonrisa lo es todo, en ocasiones sólo eso importa, y no son por que sí, encierran mil motivos, mil deseos y mil ilusiones. A veces una mirada no es sólo una mirada sino que se convierte en un libro de poemas lleno de adjetivos, de verbos y de sensaciones. A veces una sonrisa no es sólo un gesto espontáneo, sino que se convierte en mil palabras sin voz que suenan infinitamente mejor que cualquier frase que se pueda decir.
Creo en el amor a primera vista, porque lo sentí, me enamoré de ti en el mismo instante en que te vi, al ver esa sonrisa tan definitiva y verme reflejada en tus lindos ojos que no salen de mi mente. Descubro el amor en tu sonrisa (de esas que hacen temblar el cuerpo) y pruebo la dulzura de tu alma. Cuando ríes todo se transforma, el mundo no es el mismo y hasta el aire que respiro no es igual, he aprendido a adivinarte por los matices de tu risa limpia, tierna, con la que me entregas tu vida entera.
Supiste trazar muy bien la ruta a mi alma con esa sonrisa maliciosa y pícara que me deja sin aliento, ni respiración. Cuando vienes hacia mí andando despacio, al faltar unos metros y hacerse nítidas nuestras miradas siempre sonríes, con esa deliciosa sonrisa tuya, y al juntarse nuestros cuerpos un abrazo, al separarse las cabezas una mirada y unas palabras, y al juntarse los labios, un beso.
Me encanta descubrir sitios contigo, llenarlos de nosotros, de momentos vividos, de confesiones, de emociones, de anécdotas, de risas. Echo de menos tomar cualquier cosa en cualquier sitio, el ver tu sonrisa cálida (que siempre me acompaña) y reírnos sin parar. Eres el hombre que con su risa y su mirada me abren las puertas del camino al placer. Eres capaz de hacerme perder la razón con tan solo insinuar esa sonrisa que ejerce sobre mí una influencia similar a la que tiene el Sol sobre los planetas que orbitan a su alrededor. Adoro cuando abrazados abandonamos el mundo, dejamos todo afuera y nos internamos en nuestro pequeño espacio, donde hay palabras, miradas, sentimientos, risas, sonrisas, donde a veces desaparece la lógica, donde hay besos, caricias, miradas, susurros, suspiros, deseos, pasión.
El cascabel de tu risa juguetea con las notas, se confunde con la brisa, se me queda grabado en el alma como esas dulces melodías que de solo recordarlas hacen gratos los días. Aunque lejanos estén tus labios, si cierro los ojos puedo ver esa sonrisa breve que se te dibuja de repente en unos cuantos trazos y que tanto me gusta. Imagino tu cara y en ella una sonrisa esbozada mientras tus ojos me miran intensos y profundos, como si miraras con el alma. Tu risa resuena aquí en mi mente, llena mis espacios, hace nada mis penas, me hace sentirte cerca tornando el gris del cielo en celeste.
En cada paso que doy mientras camino atraviesas de lado a lado mi pensamiento, apareciendo en forma de sonrisa, de beso, de abrazo. Que no se ausente mucho tiempo tu sonrisa dulce y pícara que me ilumina mientras tu mirada se me clava hasta el alma. Cierro mis ojos y te veo sonreír de esa forma que a veces no sé definir, que surge como a cámara lenta en delicado esbozo para luego estallar iluminando tu rostro… y mil momentos bombardean mi mente, momentos de cama, momentos de risas, momentos con cervezas de por medio, momentos de miradas, momentos contigo que se hacen eternos.
Nos entregamos sin mesura, con esa sonrisa perversa que doblega voluntades, que por inesperada sorprende y que por sorpresa derrota. Te pienso despacio, acariciando los detalles. La ausencia no apaga la sonrisa que se enciende en mis labios cuando atrapas mis pensamientos. Así de sencillo es dejarme llevar por el sentimiento, tanto como vivir en un humilde y diario "te quiero". Me fascinas tanto que con una simple sonrisa iluminas mil instantes y me duermo pensando vagamente en el mundo inquietante que se extiende detrás de ella. Eres capaz de secar hasta la última de mis lágrimas con tu sonrisa y a la vez capaz de provocarme el mayor de los llantos sólo con decirme que me amas en el momento que más lo necesito…
Están dentro de mí tus brasas, incandescentes aún, restos del incendio que siempre me arde cada vez que estamos juntos. Y brillan mis ojos cuando te miro por el fuego que llevo dentro que le da calidez a mi alma y convierte mi sangre en lava, madera seca que prende con la primera chispa, la de tu mirada, la de tu sonrisa. Es un fuego sereno que me consume por dentro, que no se apaga, pretendiendo ser eterno.
Necesito escribir un verso que cure mis heridas, que me hable de amor, que me hable de ti, tal vez una mirada furtiva de tus ojos acompañada de esa inocente sonrisa proveniente de tus labios, que rompen el silencio, que me llevan al delirio y comienzan el acelerado palpitar de mi corazón. Me gusta convertir tu cuerpo en un firmamento lleno de caricias y besos, hacer de tus abrazos mi refugio, de tus suspiros un poema, convertirme en placer junto a tu desnudez.
Cuando ríes se iluminan tus ojos y mi alma. Tu risa me hace libre, me pone alas y me quita soledades porque tu corazón relampaguea en tus labios dándome alegría, felicidad, seguridad... No me quites tu risa, tu caricia, tu respiración, no me quites lo que me da vida, que la única vía de salida está en tu puerta. Cuento con tu risa para alzarme y dependo de esa sonrisa dulce de tu boca para batallar contra este mundo absurdo que me acosa. Cuando sonríes me contagias esa malicia que hay en tu boca, ¡ay de mi! que cuando ríes de esa forma conviertes todo en una fiesta.
Voy tras el eco de tu risa, quiero con sus notas olvidar mi pena mientras el mar mece sus olas en las huellas de mi cansancio. Y cuando el sol pinte el ocaso en la playa, te juro que en ese mar buscaré tu risa para hallar algo de calma. Como dice Neruda: “Niégame el pan, el aire, la luz, la primavera, pero tu risa nunca por que me moriría”.

2 comentarios:

  1. ya no tengo muchos motivos para reir, porque el amor de mi vida se ha vuelto a alejar de mi y esta vez está muy resuelta, solo confío en que la fuerza d emi amor la haga volver.

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  2. es cierto la risa de alguien q uno ama puede provocar esas emociones.
    Amigo Frank, lamento lo q te pasa pero no desmayes y trata de arreglarlo todo, recuerda q el aamor todo lo puede y por lo q nos has contado esa mujer y tu se aman. xD ten fe. suerte.

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