Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

viernes, 30 de marzo de 2012

Tu mirada… el silencio… tu ausencia…

Hay momentos que se quedan grabados en el alma y en la retina para siempre. Hace unos días supe que estaba viviendo un momento de esos, y supe que esa mirada la iba a llevar prendida de mi alma para siempre. Nunca creí que pudiera ser capaz de sobrellevar ese momento, no sé como pude mantener tu mirada fija en la mía durante tanto tiempo; una de las cosas más duras y difíciles que he tenido que hacer. Era una mirada profunda, fija, inmensamente triste. Infinitamente triste. Algo que no sé si sería capaz de volver a vivir con la misma aparente serenidad.
En medio del silencio esos ojos me estaban destrozando, era tanta la tristeza que tenía tu mirada. El silencio fue como la oscuridad que nos envuelve y nos encierra aguzándonos los sentidos, haciéndonos percibir claramente la realidad y con nitidez los momentos idos. Ese silencio es una pena que invade, que duele, es ese silencio que desvanece la ilusión, entristece y hiere.
Nunca una mirada fue capaz de transmitirme tanto y de hacerme entender tantas cosas. Esa mirada era tal que, más allá de compartir tu tristeza, tu tristeza se hizo mía. Y hoy, todo cuanto siento, todo lo que miro, lo que toco, todo... todo es tan triste como tu mirada. Y no podía hacer nada, tan solo, mantener esa mirada fija de tus ojos en los míos, dejar que me hablases con ella, escuchar desde el silencio como se expresaba tu corazón, tu propia alma, aunque tú solo expresaras una cosa: esa tristeza infinita.
Me siento como si tuviera un vacío en algún lugar de mi cuerpo, y es que me faltas tú. No sé cómo expresar esta sensación, pero sin ti soy menos yo, se va entonces mi mente a los recuerdos o a los sueños, buscando llenar ese hueco, pero son etéreos los pensamientos, sólo a tu lado, sintiendo tus manos, tus besos, tu mirada, tus abrazos, sólo contigo se llena ese hueco, inmenso ahora. Tengo ganas de volver a verte, de que me llenes de ti, de sentirme feliz.
Cierro los ojos y me quedo inmersa en el silencio escuchando sólo el eco de tu voz en mi recuerdo, se me hace enorme la distancia se me hacen eternos los momentos y es que me faltan tus palabras, me sobra tu ausencia, me faltan tus besos, me sobra la impaciencia, me faltan tus caricias y el calor de tu pecho.
Ya no puedo decirte nada al oído, ni tocarte, ni escucharte, sólo puedo recordarte. Como quien repasa un álbum de fotos y rememora los momentos, así te recuerdo yo, vienen a mi mente tus labios y en tus labios mis besos. Recordándote, soñándote, deseándote, con muchas ganas de compartir contigo tardes, noches, madrugadas, mañanas, qué más da la hora si estando a tu lado el tiempo no importa. Tan intenso eres, tan intenso es todo lo que siento, tan apasionados los besos que ahora echo de menos.
Quisiera caminar sin rumbo, perderme pensando en la nada, sintiendo profundo, dejando que el viento aligere mis pensamientos, borrando de un golpe los dolores. Siento que mi sonrisa serena escapa de mi rostro trocándose en pena, llevándose esperanzas guardadas en secreto por mi alma de mujer. Será que no soy fuerte para enfrentar la vida, será que pido demasiado y egoístamente me he dejado envolver por mis sueños, ¿será que ya pasó mi tiempo y debo hacer un alto dejando partir mis anhelos?
Sí, decididamente tengo un problema, te preguntarás ¿cuál? El problema no es olvidarte, es querer volver a verte, a escucharte, a recordarte, a mencionarte. ¡Por Dios! ¡Si fuera posible perder la memoria! Para no volver a saber de mis sentimientos por ti. Te sueño, ya sea de día o de noche, despierta o durmiendo, trabajando, caminando, escribiendo, te pienso en muchos momentos. Y un fuego me arde dentro que me causa desasosiego porque hoy no nos veremos, ni mañana, ni dentro de una semana, ni quien sabe hasta cuando.
A veces caigo y me hundo hasta lo más profundo, y entonces sólo veo oscuridad y nada es posible y todo pesa, hasta me pesa el aire al respirar. Y aparece esa tristeza, telón de fondo de todo, aunque no lo parezca. A veces me hundo, sin poderlo remediar.
La tristeza me acompaña desde entonces, por momentos me desborda. De vez en cuando, una lagrima cae por mi mejilla y entonces, solo entonces, soy consciente de la tristeza que me envuelve y que me habita. Tu propia tristeza. Y si en este mismo instante el genio de la lámpara se presentase ante mí, tan sólo le pediría una cosa: “Por favor, llévate esa tristeza de su alma, arráncasela de sus ojos. Por favor, genio, por favor”.

3 comentarios:

  1. Sigues triste, guapa, teneis razon en que hay momentos que quedan para siempre en la memoria y no solo los felices. dale más vidilla al fin de semana. Un beso

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  2. ¿Alguna vez has sentido que el corazón se te va volando de ti y viaja a través de las calles en busca de su otra mitad…? suena de locos verdad… pero por favor intenta entender y si lo sientes sé que me podrás comprender… La vida es arriesgarse, y la vida debe vivirse a tope. Sé que a veces soy muy drástico, exagerado, y hasta pasional, pero es que no sé vivir de otra manera. Soy así.

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  3. Has expresado lo que yo siento en este momento .... Te entiendo perfectamente ...

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