Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

lunes, 4 de junio de 2012

¿Por qué decir SI cuando en realidad queremos decir NO?

Saber decir NO, es vital en nuestras vidas, ya que esto nos puede evitar problemas y hasta conflictos de sentimientos. Aunque nos parezca difícil un No muchas veces es lo mejor ya que las circunstancias nos pueden llevar a situaciones donde hagamos algo que realmente no queremos o simplemente no podemos. Lo peor de no saber decir “no” es que después tenemos que afrontar las consecuencias de vivir situaciones que no deseábamos.
Es importante reconocer cuál es nuestra necesidad o deseo, y decidir si estás dispuesto a ceder a los deseos de otro. También en ocasiones decir “no” significa poner atención a nuestras propias necesidades y atenderlas. De hecho, eso es señal de buena autoestima y no de egoísmo (como a veces pensamos) porque en realidad no lo es, si sabemos cuándo queremos ceder y cuándo no.
Es necesario tratar a las personas como cada uno se lo merece, para evitar que se confundan y caigan en el abuso de la buena voluntad. Siempre debemos de expresar lo que sentimos y ser firmes en nuestras respuestas. Si establecemos límites y expresamos lo que no nos gustas o lo que no admitimos, es muy probable que no tengamos que hacerlo una segunda vez.
Algunas personas sufren cada vez que se han de negar a algo, ya sea por miedo a defraudar las expectativas de otros, por temor a no dar “la talla” o a no saber argumentar su negativa. En definitiva, se trata del miedo a no ser valorados y queridos. Nuestra necesidad de ser valorados, atendidos y tenidos en cuenta, puede llevarnos a mostrar una constante disponibilidad a todo y esto al final nos sume en una dependencia no sólo de los demás sino que dejamos de ejercer nuestro derecho a decir “no”. Esa dependencia dificulta nuestra evolución personal, dinamita nuestra autoestima y nuestro tiempo.
No hace falta inventar excusas para decir “no” ya que no estaríamos expresando lo que sentimos. No podemos hacer las cosas por compromiso porque entonces dejamos de ser dueños de nuestro tiempo y nuestros verdaderos deseos. Tampoco podemos intentar razonar con los demás cuando quieren que hagamos algo porque no siempre funciona, ya que por cada argumento que uno expone siempre habrá un argumento opuesto. Hay que saber establecer límites para evitar en determinado momento que nos saquen de quicio y explotar de ira.
Esas personas les es prácticamente imposible decir “no” y viven su vida resolviendo las necesidades de otros están todo el tiempo anulándose a sí mismos y a sus propias necesidades y deseos. Lo cierto es que aprender a decir “no” es una necesidad a nivel emocional fundada en la autoestima puesto que en la medida en que te atreves a decir que “no” a los demás, también te sientes más libre. Es decir, potencias tu capacidad de elección.
La persona que nunca dice que “no” es un sujeto con magníficos atributos personales: puntual, disciplinado, cumplidor, confiable, obediente, permeable a la crítica y a la presión del grupo, etc. Por supuesto, también goza del respeto y la consideración de los compañeros de trabajo, de familiares y amigos. Entre sus características se encuentra la incapacidad para evitar que sobre sí mismo se multipliquen las responsabilidades y obligaciones. En otras palabras se convierte en “el hombre/mujer orquesta”.
Aprender a decir “no”, nos aliviará muchas situaciones difíciles que se nos han de presentar en la vida. Esta pequeña y simple palabra, NO, conlleva consigo positividad ya que te evitará muchas veces pasar malos ratos.
Pero, “el hombre/mujer orquesta” diluye su vida en incontables obligaciones, que demandan determinada cantidad de energía física y mental y la mayor parte de su tiempo. Esto conlleva a agotamiento y en muchas ocasiones a pensar que tiene alguna enfermedad física, causante de su decaimiento y la somnolencia durante el día. En realidad lo que necesita es aprender a decir “no”, como mecanismo defensivo para evitar el exceso de responsabilidades y tareas. Por decir NO alguna que otra vez, el mundo no se detendrá. Y al día siguiente, el sol volverá a brillar para todos.
Así que amigos, recuerden que “no” es “no” y hay una sola manera de decirlo: NO. Sin admiración, sin interrogantes, ni puntos suspensivos. Es corto, rápido, monocorde, sobrio y escueto. Un “no” que necesita de explicaciones justificadoras, no es realmente “no”. Un NO simple pero firme no deja puertas abiertas ni entrampa con esperanzas, aunque el otro y el mundo se pongan patas arriba. Cuando la negativa es escueta simplemente se mirará a los ojos del otro y el NO se descolgará naturalmente de los labios. La voz del NO, no es trémula, vacilante, ni agresiva, pero no deja lugar a dudas. Ese No, no es una negación del pasado, es una corrección al futuro. Y sólo quien sabe decir No, puede decir Si.
Realmente a veces cuesta o "da pena" decir que no, pero a veces uno se evita muchas complicaciones con solo decir esa palabra. No se puede andar por la vida tratando de agradar a todo el mundo y después vivir situaciones que te hagan sentir mal. Por eso, tengo como norma que si lo que me piden que haga o diga es algo que realmente quiero, o se ajusta a mis prioridades y capacidades ¡perfecto! sino, guste o no y sea quién sea, si tengo que decir NO lo hago y ya está. ¡Sin remordimientos!

6 comentarios:

  1. Realmente a mi me da mucha pena decir que no, y por eso me pasa como tu dices termino haciendo cosas que no quiero sólo por pena y después me siento fatal. Me han ocurrido tantas cosas desagradables por eso que ahora hago y digo lo que realmentye quiero y no me importa a quien le guste y a quien no.

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  2. Amiga eso es verdad, pq yo no es q le diga q si a todo pero a veces x pena lo he hecho y me he metido en tremendos lios.

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  3. Tienes toda la razón, así es como debe ser, sin embargo yo también conozco personas que queriendo decir SI dicen NO. ¿Qué tu crees? Cuídate mucho

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  4. Jajaja... mi problema es justamente otro: de áspera que soy, digo muchas veces NO cuando debía de ser más amable.

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  5. ¡Perfecto linda!, por eso me encantas, por lo que he leido de ti tengo la impresión de que eres de esas personas que no anda con paños tibios como dice la gente y eso me gusta. es muy cierto que hay que saber decir que no. Cuidate, un beso.

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  6. Bueno a ti no tengo como engañarte , tu sabes que a veces no tengo tiempo para mi y sin embargo no me gusta decir no a los demas y luego quedo inconforme conmigo misma. Prometo que trataré de pensar primero en mi y luego en los demas sin dejar de ser amable.

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