El
escritor francés Gustave Flaubert dijo: “El futuro nos tortura y el pasado nos
encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente”.

El
poder de obrar, de crear y de hacer realidad nuestros sueños se encuentra en el
momento presente. Sin embargo, nos resulta complicado vivir el presente cuando
no nos podemos deshacer del pasado y le damos demasiada importancia, o cuando
pensamos continuamente en un hipotético futuro, olvidándonos de vivir la
realidad. Vivir pensando lo que logramos y no logramos, lo que pudimos haber
dicho y no dijimos o simplemente recordando las circunstancias que nos llevaron
a tomar decisiones que nos ocasionaron el fracaso o el éxito, son actitudes que
obstaculizan nuestro desarrollo personal. Aunque físicamente nos encontremos
siempre en el momento presente, a nivel mental y emocional constantemente viajamos
al pasado o nos transportarnos al futuro. Sin embargo, lo ideal es mantenerse
en el presente y disfrutar de él.
Muchas
veces vivimos en la ilusión de un mundo perfecto y consideramos que lo que
hicimos o dejamos de hacer es la clave de nuestro infortunio, y no es así. Si
dejamos de hablar sobre el pasado, especialmente el que nos hizo daño, viviremos
un presente sin cargas de culpabilidad y dolor. Solo tenemos éste minuto de
vida, no lo desperdiciemos en algo que ya no es. Tu presente puede ser
maravilloso y tu futuro mejor. Concéntrate en vivir sanamente el ahora. No se
trata de olvidar ese pasado que nos ha traído alegrías y tristezas, sino de
soltarlo. Podemos pensar en los momentos agradables o tristes como enseñanzas, para
mejorar como seres humanos viviendo el presente con toda nuestra potencia y
entusiasmo.

La
vida es un reto y hay que afrontarla, es un eterno dejar ir porque solamente
con las manos vacías podremos agarrar algo nuevo, es amor, es esperanza, es un
camino, es creer, es un regalo, es hermosa por eso hay que abrir los ojos a
ella, no podemos dejarla pasar a nuestro lado sin verla y es lo que muchas veces
hacemos.
Normalmente
nos acostumbramos a vivir inmersos en nuestro mundo y a no tener otra vista que
no sea las ventanas de alrededor y por ello terminamos acostumbrándonos a no
mirar para afuera y debido a eso llegamos al punto que no abrimos ni las ventanas
y encendemos la luz más temprano. Y mientras todo eso va ocurriendo sin que nos
demos cuenta olvidamos el sol, el aire, la amplitud… Nos acostumbramos a
despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde, a tomar café corriendo porque
estamos atrasados, a salir del trabajo porque cumplimos con el tiempo
reglamentado, a comer rápido y dormir sin haber vivido el día.
Y
así mismo nos acostumbramos a esperar el día entero y oír en el teléfono:
"hoy no puedo ir", a sonreír para las personas sin recibir una
sonrisa de vuelta, a ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos… Si la
playa está llena o sucia sólo nos mojamos los pies y sudamos el resto del
cuerpo, si trabajamos mucho nos consolamos pensando en el fin de semana y
cuando éste llega o dormimos toda la mañana o nos vamos a dormir temprano
porque tenemos sueño atrasado y al final nos sentimos satisfechos con la vida.

Por
eso tenemos que VIVIR el presente, no podemos darle vueltas todo el tiempo a un
pasado que no se puede cambiar y tampoco agobiarnos con un futuro que no
sabemos si llegará, tenemos que disfrutar del presente, no podemos dejarlo
escapar porque cuando se vaya, jamás volverá. Ni el pasado ni el futuro existen.
El pasado es la base sobre la que se construye la vida y solamente podemos
hablar de él por la memoria. Del mismo modo, el futuro todavía no ha irrumpido
por lo que únicamente la proyección imaginaria nos permite hablar de él. En
este sentido, lo único real es el aquí y ahora, donde se encarnan las
vivencias.
Vivimos
a mil por hora y con diez mil cosas en la cabeza. Pero, si logramos parar todo
por un instante y estar totalmente presentes en la vida que nos rodea, en la
belleza de las cosas más simples, con un cien por ciento de atención, se
convierte en un momento fascinante, mágico y muy poderoso.
Ojala
esta reflexión nos ayude a todos a encontrar el valor de nuestro tiempo... y a
disfrutarlo de la mejor manera. Porque el hoy es un regalo y cada mañana tenemos
una nueva oportunidad para ser feliz… La responsabilidad de ser feliz es toda
nuestra, no podemos delegar ese poder en manos de una tercera persona. Felicidad
y presente se dan la mano de una forma directa puesto que cada minuto que
desperdiciamos en malas costumbres que nos cierran las puertas a la verdadera
vida y nos saturan hasta tal punto nuestra mente que nos hacen ciegos para las
flores del jardín y la sonrisa de los niños en la calle, o sordos a la voz
agradecida de un amigo; y el tiempo que estamos pensando en el pasado o
adelantándonos al futuro, nos priva de nuestra verdadera esencia.

¿Alguna vez te has preguntado por qué el presente recibe precisamente ese nombre? La vida es solo una y por eso hay que vivir el presente, no podemos aferrarnos al pasado aunque haya sido bueno. ninguna persona que conosca y que lo pueda demostrar a descubierto el misterio de que es vivir asi que lo ÚNICO QUE NOS QUEDA ES DISFRUTAR CADA MOMENTO DE LO QUE HACEMOS Y NO TE PREOCUPES SI ALGO SALE MAL. al final todo se acaba jeje es la ironía de los problemas.
ResponderEliminar¿Acaso alguien dijo que vivir sería fácil? Lo cierto es que nadie te enseña a vivir, a amar o a sentir las cosas nuevas de cada día simplemente te dejas llevar por lo que sientes, por lo que te dice el corazón y llegarás muy lejos.
ResponderEliminarBuen post. La vida es un tesoro muy preciado que nos ha dado Dios. En alguna ocasión leí una frase que dice algo así como que no pidas mucho tiempo de vida, sino mucha vida para llenar tu tiempo, me gustó e intento cumplir el mensaje, no siempre se consigue.
ResponderEliminarpara mi la vida es una bendicin que nos da dios para q triunfemos o fracasemos en ella .todo esta en las decisiones q tomemos nosotrs el nos da dos caminos el bien y el mal simplemente tu eliges.
ResponderEliminarEs verdad la vida es hermosa por eso hay que vivirla cada minuto al máximo por que quien sabe que puede suceder mañana. Sentir miedo no es lo importante sino vencerlos y a la vida no se le puede tener miedo. A veces creo nos agobiamos por tantas cosas que nos olvidamos de darle sentido ala vida ,es muy importante sonreír y vivirla.
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