Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

jueves, 11 de septiembre de 2014

¡Mujeres! lo importante es si el cuerpo siente



En antiguas culturas, como la egipcia, la mujer era considerada como una diosa. Se hacían rituales para honrar el poder reproductor de la mujer, ya que a través del acto sexual, se decía, el hombre era purificado y llevado a planos espirituales más elevados. Llamémosle evolución, destino, o incluso ego, pero la feminidad de pronto fue subvalorada a niveles más bajos en el organigrama social, pasando de ser diosas a ser el sexo débil. No se trata de ser feministas y declararles la guerra a los hombres. Se trata de recordar que la esencia misma de la mujer, desde su concepción, tiene un plan divino.
Todos los seres humanos fuimos concebidos por una mujer. Esa mujer que soportó desvelos, malestares físicos y altibajos emocionales; que nos brindó una guarida hasta que estuvimos preparados para entrar en este mundo. Ese cuerpo de una mujer, el portal sagrado capaz de maravillarnos con el milagro de regalar vida. Y es que ser mujer va más allá de un busto bien formado, una cintura de Barbie y un par de piernas torneadas; el modelo que el consumismo se ha encargado de propagar.
Las falsedades que los medios de comunicación por años han predicado sobre la belleza y la feminidad, han llevado a muchas mujeres (incluso jóvenes) a estar dispuestas a todo por ser cien por ciento bellas y femeninas, según el estereotipo de los medios de comunicación. Para muchas, el estándar de belleza se enfoca en atributos físicos, dando mayor importancia a ello y dejando de lado lo que son como mujeres, restando valor a su felicidad, amabilidad, seguridad y dignidad.
Muchas se hacen innumerables cirugías cosméticas y plásticas, desde implantes de pelo hasta alambres en la cara para no arrugarse. No hay forma alguna que se sientan que están completas. Y es que la belleza es uno de los factores que más se mide por estas épocas, máxime si se tiene en cuenta que los medios proyectan, en cada momento, el prototipo de mujer actual, intrépida, desafiante y ganadora que al parecer el mundo exige, con un alto grado de estética, sensualidad y frescura, cualidades estas a las que todas las mujeres quisieran acceder, si la divina providencia no tuvo a bien brindárselas por naturaleza.
Cuerpos perfectos, vidas perfectas, trabajos perfectos, familias perfectas y todo al mismo tiempo. Sin margen de error, sin opciones, a cualquier precio; de lo contrario, falta algo. ¿Quién logra sobrevivir a tantas exigencias? ¿Cómo se logra semejante perfección? No es posible obtenerla, no existe. Nos hemos entretenido tanto con la envoltura física en la que venimos los humanos que hemos perdido de perspectiva lo que es importante, lo esencial, lo trascendental. ¿Quiénes somos? ¿Dónde radica la verdadera belleza?
Ser mujer es sinónimo de muchas cualidades innatas, esto nos hace adquirir experiencia y ser exitosas. Mujer símbolo de madurez precisada, de ternura desmedida, de responsabilidad ilimitada, de sentimientos incalculables, de bondad excepcional, y de corazón amplio. Seres humanos de carácter fuerte pero dulces, con un alto sentido de responsabilidad pero con una enorme ternura, con múltiples facetas que cumplir en la vida, pero sin perder el horizonte de la integración y la unión con la familia y amigos. Mujer que lucha, llora, ríe y se sacrifica, pero pensando siempre en sus seres más queridos.

Ser mujer es amor. Es callar todas las voces interiores con tan sólo rodear con nuestros brazos. Es proteger a los que queremos con la feracidad de una leona y la sensibilidad de un cisne. Es sonreír para brindar tranquilidad, aunque por dentro lloremos. Es sacrificio que no tiene precio. Es entrega total en cada "Te amo". Es depilarnos las cejas, hacernos manicure y despuntarnos el fleco para sabernos más bonitas, aunque nadie lo note. Es libertad e independencia. Es tener el poder sobrenatural para despertar temprano, hacer desayuno a la familia, cumplir con una jornada laboral de 8 horas y salir con la suficiente energía para llegar a jugar con los hijos. Es tener la habilidad de ser multi-tarea y cumplirlas todas a la perfección.
La autoestima, en especial de muchas mujeres, ha sido tan negativamente impactada por esta falsa construcción de la realidad que se pueden ver hermosas por fuera y por dentro sentirse igual de vacías, de insuficientes y de incompletas. MUJERES, nuestro valor no depende de lo que establezca un reducido número de personas que desean mercadear su producto; nuestro valor se basa en que somos un ser único dotado de habilidades y destrezas.
Esos que proclaman la perfección y quienes la persiguen con tanto afán, ninguno sabe lo que quiere, ninguno encuentra la felicidad. Sociedades perfectas, reclamando personas perfectas, en buscas de perfecciones inexistentes. Sueños inalcanzables que inundan las noches de gritos de auxilios inaudibles, todos ellos piden ayuda, se ahogan en su propia perfección, se ahogan entre ellos, convirtiendo todo en un caos, donde sólo los más atrevidos se atreven a mostrar su verdaderos sentimientos. Y en busca de banales sentimientos apenas se dejan tiempo para vivir, sino para destrozarse aún más, para acoplarse al ritmo que les marcan, para ser una parte más de un todo que no es nada.
Somos mucho más que la belleza y mucho más que un cuerpo con una llamarada de gozo entre los flancos. En nuestras manos guardamos bendiciones, hay paz en nuestras palabras y estamos hechas de aromas y ternura. Así que rompan ya sus espejos, renuncien a ser fetiche y al metro con que miden su figura. En los cuerpos no hay ningún "tiene que ser". Lo importante no es el tamaño, la forma o los años. Lo importante es si el cuerpo siente, si tiene una buena conexión con el placer, con el corazón, con el alma, con lo salvaje. ¿Es feliz y está alegre? ¿Puede moverse a su manera, bailar, menearse, oscilar, empujar? Es lo único que importa.
Amigas, cuantas veces no queremos ni siquiera mirarnos en nuestro espejo… Porque pensamos que lo vamos a ver una mujer que no nos gustará… somos poco decididas, cobardes a los problemas que nuestro diario vivir nos impone. No tengamos miedo, adelante ¿que tenemos una arruga más? ¡Qué más da! Si sólo la piel se arruga. Lo que te hace bella a ti como mujer son tus valores, la bondad de tus palabras con quienes te rodea, lo bella está tu interior. Son cosas que igual no lo puedes ver, pero otros sí se dan cuenta.
Ser mujer es guiar nuestra vida no con la vista, sino con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza. Las cosas más bellas y grandes que la vida nos regala no se pueden ver, ni siquiera palpar, sólo se pueden acariciar con el espíritu.
Mujer, cultiva en ti lo que es duradero, lo cual te aseguro nada tiene que ver con lo físico. Claro, tampoco es que descuides la envoltura en la cual vienes, pero mantén en justo balance tu vida. Y sobre todas las cosas, alégrate en ser perfectamente imperfecta y vive al máximo tu vida. Todos lo días al levantarte mírate al espejo y di: “Soy una mujer preciosa, no por mi cuerpo, ni por mis bellos zapatos, ni por cómo me visto. Lo soy porque aprendí de mis errores y soy feliz porque soy una mujer que se ama, se valora y no se deja manipular”.
El hombre está llamado a ser el más elevado de los seres vivientes pero las mujeres fuimos concebidas como la más sublime de las creaciones del Universo. Ser mujer es amor, belleza, sensibilidad y fortaleza, gobernados por un gran corazón.
MUJERES: En nosotras se hallan, ocultas y representadas, las cosas más bellas de la existencia.

7 comentarios:

  1. Has definido perfectamente a la mujer. Las mujeres somos todo eso que dices y más. Si, la mujer es humus, es fertilidad, es dádiva, es regalo, es donación. Para ser perfecta sólo haría falta que el hombre apreciara todo eso.

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  2. Sí a las mujeres se les dejase ser lo que son , la humanidad sería un organismo bello y los hombres dejariamos de ser unos burros indolentes. Pero, ¡Ay! me temo que la situacion actual va para largo. Baste mirar los medios y sus estereotipos. ¿Cúanto tiempo se necesitaría para cambiar algo como eso?¿Cómo cambiar esa mentalidad ? esas mujeres que se dejan engañar por esos absurdos, olviden tanta cortedad de mente y no se angustien por esos kilos de mas porque como dice nuestra amiga al final del texto en ustedes “se hallan, ocultas y representadas, las cosas más bellas de la existencia” sin importar edad y cuerpo.

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  3. Mi sincero respeto para tí y para todas aquellas que no cejan en consolidar su esencia. Te saludo.

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  4. La mujer es simplemente hermosura a cada instante, a cada momento, la belleza hecha ser, armonizando la locura de nosotros los hombres y despertándonos a todo lo maravilloso, extraordinario y exquisitamente complicado, que significa ser humano...

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  5. SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ es cierto aunque no debemos dejar de acicalarnos para estar bellas, pero ser conformes con lo que la naturaleza y los años nos van dando. Yo me siento orgullosa de ser perfectamente imperfecta peropara eso tiene que quererse uno mismo.

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  6. Este post excelente, profundo y me hace sentir importante de no solo pasar por la vida para cumplir roles y funciones, me haces acordar la prioridad de las prioridades, que antes de ser un montón de cosas en función de otros, somos eso: MUJERES. Saludos de una mujer muy orgullosa de ser mujer.

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  7. Me gustó mucho lo que acabas de escribir, es verdad, ser mujer es algo extraordinario y cuando se está orgullosa por serlo tal como somos no importa que nos digan que no somos lo que necesitan porque nuestra respuesta será tajante : somos mas de lo que buscan, jajajaja todas somos reinas:-))

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