Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

martes, 29 de enero de 2019

UN TORNADO EN LA HABANA


(Esto lo escribí la mañana del día 28)

Intentaré contarles menos de un minuto de horror que viví anoche. Nunca había vivido semejante experiencia. Sólo había visto algo así en películas.
Anoche (27 de enero) aproximadamente a las 8 y 20 minutos me encontraba en casa sentada en mi PC escribiendo y comencé a escuchar un ruido muy fuerte no podía precisar qué tipo de ruido era y fuertes ráfagas de viento. Entonces el ruido se tornó ensordecedor como el de la turbina de un avión, como si estuviera a punto de estrellar. Temí, como todos los que vivimos el tornado, por la estabilidad de mi casa, y mi vida. No hay palabras para describir lo que pasó después.
Me levanté de inmediato de la computadora para ver que era, mi hija y su marido salieron de su cuarto uniéndose a mí por el hall de la casa y segundos después se desató el infierno, nos sumimos en la oscuridad literalmente porque nos quedamos sin fluido eléctrico, comenzaron a escucharse estruendo de cosas que caían, ruidos de cristales que estallaban, otros muchos sonidos fuertes que no se podía precisar de qué eran o de dónde venían, era un caos total, sin precedentes. El tornado reventaba “como en las películas” todos los cristales, y las tuberías del agua y el gas, los tanques de agua volaban
En medio de ese desastre el terror se apodera de mí no sólo por lo que estaba pasando sino porque habíamos quedado separados en casa, yo logré entrar al baño y el marido de mi hija también, pero ella quedó en la sala de la casa con su papá, yo me aterroricé al sentir en la sala de mi casa como estallaban cosas sabiéndolos a los dos allí. Grité con toda mis fuerzas ¡Ana! ¡Ana! Pero fue en vano ella no me escuchó y por tanto no me respondió. Salimos en su busca y en eso todo se detuvo.
Cuando se abrazó a mi empecé a llorar y dije “Hay hijita, ¡qué coño fue eso! Se calló La Habana”. De inmediato trate de comunicar con mi hijo por teléfono para saber si estaban bien, él vive a unas siete cuadras de mi casa, pero fue imposible todo estaba interrumpido, los móviles no cogían cobertura, al fin ella logró comunicarse con el de ella y supo que ellos estaban bien, que por allí no había ocurrido nada. Eso me dio una ligera tranquilidad, le pedí que llamara a Cary (mi amiga) que también vive cerca de casa, pero fue imposible comunicar con ellos. En casa apenas podíamos movernos sin sentir que pisábamos vidrios y cosas rotas.
Salimos a la calle, el viento ya no era muy fuerte, la lluvia por momentos era intensa, y allí en medio de la oscuridad lo que vi me partió el alma, era horrible, un destrozo total. En medio de aquel desastre todos los vecinos en la calle preguntándose unos a otros si estaban bien.
Habíamos pasado lo peor, pero no habíamos visto lo peor. Pasamos la noche entre sirenas de bomberos y ambulancias, sin descanso eran tongas de ciernas al mismo tiempo, no podíamos andar por la calle en medio de la oscuridad y la lluvia para saber qué más había ocurrido y donde podíamos auxiliar a alguien, sólo podíamos limitarnos a nuestro alrededor y a escuchar algunas que otras noticias que nos llegaban por boca de gente del barrio que los cogió el tornado en la calle y al llegar iban contando lo que habían visto a su paso antes de llegar a casa.
Después de esa noche terrible, cuando amaneció, el desastre que vimos no hay palabras para describirlo, postes de luz sobre el pavimento, carros bajo escombros, edificios mutilados, casas deshechas… ventanas y puertas arrancadas de cuajo, ventanas sin cristales, carros destrozados, postes de electricidad y teléfono caídos en todas partes, innumerables cables partidos en la calle, barras de acero de varios centímetros estrujadas como si fueran de cartón, los pedazos de árboles por doquier y otros desarraigados de cuajo… los daños son muy intensos. Las escenas que dejó el tornado parecen de película. Duró menos de un minuto, pero si llega a ser un poco más, yo creo que la mayoría de los implicados no hacemos el cuento.
El amanecer nos trajo un paisaje desolador. En mis 54 años no había visto nada igual, es una catástrofe tremenda, deja más destrucción que un huracán porque el tornado es más localizado. Unas cuadras a los lados de donde tocó el fenómeno, se podría decir que no pasó nada.

3 comentarios:

  1. Me he quedado impresionada con la imagenes que he visto, esa linda ciudaad que cumple 500 años se repondrá. estoy segura. no he vivido nunca algo así en mi pais no existen. pero es terrible. Animo amiga.

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  2. fuerza cuba, para esa gente que de la noche a la mañana lo perdieron todo, casi todo porque tienen vida y eso es lo mas inportante

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  3. Todo lo que dices es muy cierto amiga, la ciudad parecia terminar en esos largos 16 minutos, cuanto desastre ocasionó a tantas personas!!! yo afortunadamente sólo escuché el ruido cada vez mayos como si algo fuera a caerse muy pronto y luego las rachas y las piedras de granizo que daban a mi ventana. Lo triste fue al levantarme con la llamada de mi hermana para decirme lo que había sucedido y ver las terribles imagénes en el TV, yo no podía creerlo pero cuando salí a hacer vrios recorridos y recargar lo móviles ya que no hubo luz en mi casa hasta el viernes pasado fue estremecedor y sin palabras todo el daño que había provocado el tornado.... ojalá y nunca mas volvamos a pasar por algo así...

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