¿Saben? Si pudiera
renunciaría a ser adulta. Me gustaría ser niña otra vez. Tener nuevamente 6, 8
o 10 años. Quisiera sentir esa mágica sensación de ser un infante. Tener esa
misma inocencia que tuve ayer. Entonces no tenía problemas, solo pensaba en
jugar a las muñecas, pasarme las tardes en mi portal y entrar a la casa con las
rodillas negras de tanto jugar a los “yaquis” y a los palitos chinos. Quiero
navegar barquitos de papel en un estanque y jugar con mis amiguitos a Los Escondidos,
La Gallinita Ciega,
El Perrito Goloso… Jugar al pon, saltar la suiza con sus variantes, contar adivinanzas...
Quiero volver a la
escuela con mi uniforme planchado, mi merendero y una sonrisa llena de
felicidad donde la mayor preocupación eran los juegos del recreo y qué pintar
con acuarelas porque siempre fui muy mala pintando. Quiero emocionarme al
saludar a la bandera y cantar el himno. Quiero "tomar distancia" en
la fila. Volver a la niñez para despertarme todas las mañanas sin ninguna otra
preocupación que la de haber hecho mis tareas.
Quiero ser niña de
nuevo para desayunar mirando a Elpidio Valdés. Ir a una cafetería a comer
helado y hamburguesa y pensar que es un restaurante 5 estrellas. Pensar que los
dulces son mejores que el dinero porque se pueden comer. Volver a mi casa a
comer los panqués de mi madre y hacer las tareas en la mesa del comedor. Quiero
ser niña de nuevo para vivir mil aventuras, gozar del sol y de la lluvia
sentirme libre y contemplar al arco iris que brilla a lo lejos. Para no
preocuparme de nada, para sentarme en el patio de mi casa y a pleno sol cerrar
mis ojos y soñar.
Quiero ser niña de
nuevo para esconderme debajo de las sábanas cuando hay tormenta, con los
truenos y relámpagos retumbando en mis oídos y yo temblando de miedo. Para
temerle a la oscuridad y dormir con las luces prendidas. Quiero pelear con mi
hermano y luego pasar junto a él largas tardes en el cine. Quiero pasarme los
veranos en la playa haciendo castillos de arena… Quiero la mesa grande de los domingos
donde todos comíamos juntos y me sentaba a la mesa cuando todo estaba servido. Quiero
tomar largos baños y dormir 10 horas todas las noches. Quiero salir cómodamente
de mi casa sin preocuparme cómo está mi cabello o mi ropa.
Quiero ser niña de
nuevo para hablar con mis abuelos y preguntarles muchas cosas y quitarme muchas
dudas. Quiero escuchar hablar con respeto del Doctor, de la Maestra porque
"saben" más que uno. Y vivir sin computadoras y juegos de súper
nintendo y seguir siendo inocente. Para ver todas las cosas con sorpresa e
ingenua alegría, sentido de descubrimiento, como si todo lo creado fuese solo
para mí. Quisiera tener el corazón de niña para gozar de las pequeñas
atenciones y legítimos instantes de bondad.
En algún lugar de mi
juventud maduré y aprendí demasiado… Cosas que hoy quiero olvidar… Aprendí cómo
la gente se ha olvidado del amor y no sabe amar. Aprendí cómo destruyen con la
boca, cómo la envidia los rodea y los hace desear el mal. Aprendí de armas
nucleares, guerras, prejuicio, hambre y de niños abusados. Aprendí sobre
mentiras, matrimonios infelices, del sufrimiento, enfermedad, dolor y la
muerte. Aprendí de un mundo en el que saben matar y lo hacen. Aprendí cómo el
dinero puede destruir a una familia.
¿Que pasó con el tiempo
en que pensaba que todo el mundo viviría para siempre, porque no entendía el
concepto de la muerte, excepto cuando perdía mi mascota, cuando pensaba que lo
peor que pasaba era que cualquiera me quitara un juguete o no me escogiera para
ser su compañera de equipo?
Quiero alejarme de las
complejidades de la vida y emocionarme nuevamente con las pequeñas cosas una
vez más. Quiero regresar a los días en que la música era limpia y sana.
Recuerdo cuando era inocente y pensaba que todo el mundo era feliz porque yo lo
era. Solo pensaba en lo que iba a ser cuando fuera grande, sin la preocupación
de lograrlo o no. Caminaba por la playa pensando solo en la arena entre los
dedos de mis pies y la concha más bonita que iba a encontrar, sin preocuparme
por la erosión y la contaminación. No me preocupaba el tiempo, las deudas o de dónde
iba a sacar dinero para arreglar la casa.
Quiero una vida
sencilla nuevamente. No quiero que mis días sean de horas interminables de
trabajo en la computadora, de montañas de papeles en mi buró, de noticias
deprimentes, ni de cómo sobrevivir unos días más cuando ya no tengo un puto
peso para terminar el mes. Quiero las cosas sencillas de todos los días sin
responsabilidades ni obligaciones.
No quiero que mis días
sean de chismes, enfermedades y pérdida de seres queridos. Quiero seguir
creyendo en el poder de la sonrisa, del abrazo, del apretón de manos, de la
palabra dulce, de la verdad, de la justicia, de la paz, los sueños, de la
imaginación. Quiero irme a dormir sin pensar en mañana. Quiero ser niña de
nuevo para ver un planeta sano sin plástico reciclable que contamine la tierra.
Quisiera tener oídos de
infante para escuchar los cantos de los pájaros y del grillo, y sonreír como si
ese canto lo cantara solo para mí. Y tener su lengua con su ingenuidad y
simplicidad para nombrar cada cosa por su nombre. Tener su sueño plácido y
reposar en paz, sin remordimientos, sin sombras, plácidamente, sin
preocupaciones.
Quiero regresar a los
tiempos donde la vida era simple. Cuando todo lo que sabía eran colores, tablas
de sumar y cuentos de hadas; y eso no me molestaba, porque no sabía que no
sabía, y no me preocupaba por no saber. Quiero pensar que el mundo es justo;
que todas las personas son honestas y buenas; que no hay envidias. Quiero
pensar que todo es posible.
Sí, a veces estoy tan
cansada de ser adulta que realmente desearía tener esa edad en la que todo es
inocente, en que las palabras no duelen demasiado, y que el corazón no ama, tan
solo te gusta el chico de la clase de al lado… Quiero volver a recoger flores y
deshaciendo pétalos preguntarle: “me quiere…, no me quiere…”. Quiero tener las
cosas tan claras como entonces. No me importa si infantiles, pero claras…
Quisiera volver a ser
aquella niña que se reía a la mínima tontería y tenia en su cara esa sonrisa
resplandeciente. Aquella que sus únicas preocupaciones era llegar a ver a
tiempo los muñe en la televisión y colorear las tareas del colegio. Aquella que
solucionaba las peleas con las amigas con un simple ¿Quieres ser otra vez mi
amiguita? Aquella niña que no sabía lo que era sufrir, que solo lloraba cuando
se caía y le salía sangre. La que no sabia de la existencia ni del Messenger ni
del twitter. Quisiera volver a ser esa niña.
Quisiera actuar como
siento sin pensar en las consecuencias el día de mañana. Quisiera ser inocente
para pensar que nadie me hará daño. Desearía juntar mis sonrisas, cruzar
miradas sin miedo a ser sorprendida. Vivir sin miedos, tomando las decisiones
de un adulto…, con la fuerza de una niña.
De vez en cuando con
apatía de ser una adulta ya, me remonto al pasado, a esos momentos de mi niñez y
quisiera ponerme a jugar sin pensar en nada más. Pero el deber y la conquista
del día a día en esta sociedad convulsa, me devuelve al presente donde tengo
que luchar. Pero qué dulce sensación remontarme a ese pasado donde sin duda fui
feliz, y buscar en mis recuerdos a esa niña que aún vive dentro de mí.
Quiero creer en la raza
humana y quiero volver a dibujar muñecos en la arena… Sería maravilloso que
cada uno de nosotros pudiera vivir un poco como ese niño fuimos y que llevamos
dentro, y no nos dejemos arrastrar por la sociedad que nos rodea. Llena de
prejuicios y maldades. Donde pensamos que la computadora y la tecnología lo son
todo, pero la realidad es que no toda la diversión proviene de las
computadoras, no todas las enseñanzas se logran con un programa en solitario. La
naturaleza, el contacto con otros niños y los juegos tradicionales aportan
muchos valores al enriquecimiento de la personalidad.
Me gustaría volver a
ser niña, para sólo volver a sentir el dolor de un tropezón y no las heridas
del alma, porque las rodillas lastimadas sanan más rápido que los corazones
rotos.
Quiero ser niña de
nuevo... Donde el mundo sólo es juegos y fantasías no dolor ni preocupaciones. Quiero,
en fin, tener devuelta mi infancia… mi inocencia... mi esperanza... Quiero
regresar a los tiempos en que la vida era simple. ¡Quiero volver a ser niña
nuevamente! Porque en esa época todo lo que sabía era ser feliz, porque no
sabía las cosas que preocupan y lastiman el corazón.