Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Leer una gran verdad



Sí, eso es lo que acabo de hace en este instante, y ¿saben lo mejor?, es algo escrito por mi hace dos años. Saben que mis días y mi ánimo no andan muy bien, aunque los comentarios de ustedes y las palabras de otros amigos me han hecho sentir un poco mejor. Es que tengo encima muchas cosas y preocupaciones como ya les dije.
Pues bueno… hablemos de lo que me hizo escribir hoy. Buscando unos materiales escritos por mí y que he perdido, encontré uno que me detuve a leerlo porque me llamó la atención su título A PESAR DE LOS PESARES. Al terminar no tuve otra opción que sonreír porque digo justamente lo que hay que hacer cuando uno está muy atormentado o triste, son cosas que yo normalmente hago, y que no he hecho en estos días. Viene tan perfecto a mi estado de ánimo que además de hacer lo que dice, se los pongo aquí nuevamente para los que no lo leyeron hace dos años y con el perdón de los que lo hicieron por repetirlo.

A PESAR DE LOS PESARES
¿Saben que a pesar de las adversidades de la vida, de nuestros fracasos, pecados, caídas... nosotros podemos construirnos un poco de felicidad y quizás hasta sentirnos en ese instante absolutamente felices? Es cierto, lo sé por experiencia. En muchas ocasiones a pesar de mis preocupaciones, de la cólera que me domine en determinado momento hasta el punto de estar ciega por la ira que sienta, muchas veces sin saber con exactitud siquiera hacia donde me dirijo… me he detenido de pronto a sentir la brisa en mi rostro, a escuchar el canto de los pájaros, a admirar el vuelo de las palomas, he quedado fascinada al sentir la risa estruendosa de un niño y en ese momento me he dado cuenta de lo hermoso que es vivir y a pesar de mis pesares, me he sentido feliz.
Si amigos, es cierto... a pesar de sentir a veces que mi energía se agota, de sentirme cansada con algunas de mis luchas, de sentir sangrar mis heridas, de muchas veces inventarme una sonrisa para esconder mi dolor… a pesar en ocasiones de tragarme mis verdades, de sentir que mis angustias me arañan el alma... si me quedo un instante extasiada disfrutando de la luz y el calor del sol, del bullicio a mi alrededor, de la alegría que emana de los niños, de respirar un poco de aire puro a la orilla del mar… me siento feliz nuevamente, feliz de estar viva.
A pesar de mis fantasmas internos y de mis eternos miedos me aferro a la esperanza por la vida porque la fe en el futuro da lugar a actitudes positivas y alegres. Me aferro al amor porque le da significado a la vida... a la familia y a los amigos porque son las personas más importantes que tenemos y nos hacen el mundo un lugar mejor, ellos son la vida misma que crece a nuestro alrededor para ayudarnos a seguir... y también me aferro a los sueños y trato de alcanzarlos de manera honrada porque no me gusta rendirme ante el engaño y las miserias humanas.
El día a día es un aprender constante y está demostrado que no podemos aferrarnos a conceptos equivocados o desactualizados, porque sino nos iremos quedando atrás tan solo con nuestra terquedad; el mundo y nuestro entorno cambian a cada paso, los conocimientos evolucionan y se actualizan constantemente. Somos seres humanos, susceptibles a errores pero somos mucho mejores personas cuando somos capaces de aceptarlos y aprender de ellos. Cuando somos capaces de levantarnos y seguir adelante sin duda mejoramos y crecemos como ser humano, porque indudablemente esa actitud mejora nuestra forma de ser, de actuar y de pensar.
Por eso… a pesar de la rutina que a veces nos envuelve, la apatía, las ilusiones que se quedan dormidas, las viejas heridas del pasado que en ocasiones sangran y nos entristecen, las traiciones de algunos amigos, la incomprensión de otras personas, del desamor, de las malditas miserias humanas que envuelven al mundo, que nos atrapan y nos entristecen, de las guerras que si no se detienen de una vez por todas van a destruir nuestro bello planeta azul y exterminar nuestra raza... a pesar de todo eso yo sigo apostando por la vida, por el amor, por la amistad, por los hombres capaces de construir un mundo mejor.
Y por eso sigo aferrándome a la fe porque es la fibra y la fortaleza del alma, a la confianza de que todo es posible. Me aferro a todo lo que soy y a lo que he aprendido, no menosprecio nunca lo que siento, ni a las personas, ni las cosas que a veces parecen insignificantes y no por ello dejan de ser importantes, escucho siempre a mi corazón que en muchas ocasiones me habla con más fuerza que la razón... recuerdo con cariño a los que me han ayudado a ser mejor como ser humano, me gusta apoyar a otras personas… Es primordial aprender a dar con verdadera generosidad, eso nos prepara espiritual y psicológicamente para afrontar y recibir todo lo que la vida nos puede brindar.
Miro a mi alrededor y me maravillo de la vida que me rodea, aunque sea tan solo unos minutos me detengo a mirar el verdor de los árboles, la belleza de un parque, la alegría de un niño, la bondad y el amor que muchas personas tienen para ofrecer, la mano amiga que siempre está extendida y entonces me siento absolutamente feliz, a pesar de mis pesares.
Hagan la prueba cuando se sientan tristes y atormentados, pongan su atención aunque sea por un breve instante en las cosas hermosas de la vida. Verán que se sienten mejor y con fuerzas para seguir adelante.


Después de leer esta gran verdad, yo les prometo que haré la prueba una vez más, aunque se que da buenos resultados. Los quiero y gracias por todo.

4 comentarios:

  1. Asi me gusta linda, cuando empiezas a poner inteligencia y fuerza sobre el dolor y la tristeza, ese post lo había leído y no lo recordaba, es muy bueno y como dices dice una gran verdad. Apoyate en la mano que tienes extendida y disfruta de las cosas hermosas de la vida aunque sea por un ratito. Y cuando sientas mucha tristeza dejala salir, no la aprisiones. hace mucho daño. Buen fin de semana, preciosa.

    ResponderEliminar
  2. Estoy ciento por ciento de acuerdo con Peter, y en todo lo que dice el texto, hazlo corazón, no le cierres las puertas a la alegría, a la vida, que aun queda mucho camino por andar y a ti te sobra fuerza y energía. Hay manos extendidas y corazones que siempre estarán contigo. Aunque no sea todo el tiempo, pero deja salir ese amor y alegría que llevas dentro, y así cualquier pena será más facil de llevar.

    ResponderEliminar
  3. Hoy he leido tus ultimos post y me alegró leer este, porque creo que vas hacer lo que dices en el y me alegro muchísimo porque no nos podemos dejar vencer por la vida aunque en momentos la tristeza nos colme el alma. Buen fin de semana, amiga.

    ResponderEliminar