Al
sentirte a mi lado las penas se derrumban y al respirar tu esencia, me llenas
de alegría y dulzura. Cuando me haces el amor... No sabes el reflejo que se
dispara cuando tus dedos acosan mi espalda es la transgresión de nuestros
amores tiernos al violento de nuestros deseos… No sabes, el deleite que tus
ojos conmemoran sobre los míos, las palabras suaves que emanan de mi boca cuando
tus labios se atan a mi cuello, el vicio de tocarte que me produce el verte
desprovisto de tus ropas. No sabes el brillo de tu rostro cuando me gritas al
oído la erupción de tu placer, cuando coreamos en par la muerte de nuestros
cuerpos…
Quizás
porque no sabes, por eso me has preguntado varias veces si eres importante en
mi vida. Después me miras con tus ojos de silencio, con el misterio de tus
otras vidas y yo que estoy hecha de memoria, de instantes eternos y mañanas
inciertas, me extravío en el ahora, en lo que me significas, en algunos de los
por qué de lo importante que eres en mi vida...
Con
todo lo que hemos vivido, amado y superado, ya son años juntos. En momentos
nuestros caminos se han unido, hemos sido el uno sobre el otro, compartido
gratos y placenteros encuentros, donde nos hemos fundido en actos de amor y de
entrega. En otros se han dispersado, hemos mirado en direcciones diferentes y
nuestras propias miserias nos han ganado en esos encuentros, donde han asomado
nuestros lados oscuros... y aquí continuamos...
Me
gusta cuando me miras a los ojos en silencio, cuando me hueles el pelo y el
cuello, cuando sin prisa saboreas todo mi cuerpo… Me gusta, estar contigo todo
el tiempo, sentir tu piel y tu aliento, oír tu voz y dejar que entre tus brazos
me atrape el sueño… y al despertar arroparme con tu pecho, llevar tu olor, tu
sabor y el tacto de tu cuerpo… es tan simple y a la vez tan difícil de
explicar, silencio de dulzuras si me miras, aroma de deseos si me acaricias,
esencia de placer si me besas... sueños sin despertar si me amas...
Me
gusta tu seguridad y fortaleza para enfrentar problemas, la forma que tienes de
ver la vida de manera práctica y sencilla. Tu valor para afrontar las situaciones
que se presentan a cada momento, tu aplomo cuando te relacionas con la gente,
tu simpatía, tus sentimientos nobles, la compasión, el amor que entregas. Me
gusta ver como administras la casa y como te preocupas por mantenerla limpia y
en orden, siempre me apoyas en todo, me alientas a seguir adelante en mi
trabajo, mis proyectos, mis sueños… Tú eres mi motor, mi timón, mi balsa de
salvación, me gusta que me cuides cuando estoy enferma, que me mimes y te
preocupes por mí, entiendes perfectamente el lenguaje del amor y tienes el don
de entender mi corazón…
Me
gusta que me ames, me gusta tu forma de hablar, me gusta cuando vienes a mí,
cuando dices que me amas de verdad. Me gusta que me entiendas, que me ames sin
reservas… todo me gusta de ti, hasta tu forma de maldecir. Me gusta cuando te
entregas y cuando me dices que sin mí tú mueres, los suspiros que lanzas al
besar… tu forma de ser, cuando te haces querer, el gesto que tienes al sonreír,
cuando hablas de amor y también cuando hablas de Dios.
El
amor nos mantiene unidos y crece y tiene vida propia, nos enseña a diario que
no siempre es sonrisas, no siempre son rosas, que de las espinas se aprende a
medir bien cada paso para no lastimarse... y que es necesario tener diferencias
para encontrar la congruencia... Entendí con lágrimas y con risas, con suspiros
y deseos de volar en muchas ocasiones, lo confieso, no nos necesitamos para
vivir, porque somos felices solos y con nosotros, que estando juntos somos
felices y estando solos también, que es tu mundo, mi mundo y puede también ser
nuestro mundo, porque que nos hemos escogido para convivir y en eso radica
nuestra fórmula mágica.
Más
directo y sencillo: eres importante en mi vida porque me haces llorar y después
me consuelas, porque vives mis hormonas a la par, me pides perdón y después
vuelves a dolerme, me conscientes cuando no te das cuenta, me preparas un café
y me lo traes a la cama, me enjabonas la espalda, me haces odiarte para
volverte a querer, estamos hechos de canciones, me sonríes cuando llevas la
batalla perdida, sabes pedir perdón y perdonarme, sabes donde tocar para
enloquecerme, somos uno cuando nos amamos, en la distancia y en la cercanía nos
reconocemos, hemos estado juntos y en silencio, hemos llorado y celebrado, tu
aroma es el mío y viceversa, tus besos tienen el tamaño de mis ganas y mis
ganas el tamaño de tu virilidad, me seduces con una sola palabra, me arropas
cuando tienes frío, me abrazas al dormir hasta asfixiarme, me dices No y
después Si, dices que no eres celoso y después confiesas que te mueres de
celos, me trazas caricias con tus manos, me enseñaste a creer, somos y no
somos, me dejas hacerte y te dejo hacerme, me matas y me resucitas, eres mío y
eso me hace ser tuya, te tengo y no…
Soy
feliz contigo cuando no pasa nada, cuando no es fiesta, ni hay viajes, ni
motivos especiales. No necesito alicientes, ni gentes, ni variedades. No
preciso un argumento, ni un porque, ni explicaciones. Soy feliz cuando me miras
o te mueves o te callas. Cuando me rozas los dedos, cuando entornas las pestañas.
Soy feliz con tu sonrisa, con tu voz, con tu templanza. Feliz al mirar tu
sombra, al respirarte en la casa, al nombrarte, al percibirte, al contemplarte
a distancia. Soy feliz por tus asuntos, por tu aroma, por tus deseos, por tus reproches
risueños, por poder comerte a besos. Y soy feliz porque existes, por
encontrarte, por verte, porque duermes a mi lado abrazados a una suerte, la más
grande de las suertes, la suerte de conocerte... de amarte y que me ames.
LLeno de sentimiento. la belleza del Amor plasmada en tus letras. Un abrazo linda.
ResponderEliminarPrecioso texto un placer pasar a leerte. que tengas una feliz semana un abrazo.
ResponderEliminarEl sabor dulce del amor, esa es la respuesta cielo. Siempre me seduces y lo sabes...
ResponderEliminarPrecioso el texto lleno de mucho amor apasionado.
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