Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

miércoles, 14 de enero de 2015

Vivo en ese mar…


El fin de semana me di una escapada a la playa con mi hermanita y una buena amiga de ambas. Desde el día anterior el tiempo estaba muy malo y casi suspendemos el viaje, pero la fuerza que me arrastra a estar junto al mar es muy grande y la duda entre ir y no ir desapareció casi al instante de haber surgido. Y nos fuimos a ver el oleaje que sabíamos habría por el mal tiempo pero al mismo tiempo a descansar y llenarnos de esa paz que el mar siempre nos brinda.
Yo personalmente de tan solo mirar el mar… divisar el agua… puedo sentirla, sin tan siquiera tocarla… Por vivir en una isla el mar para mí el mar está presente todo el año. No sería capaz de vivir lejos de él. Yo el oleaje lo considero como el transcurrir de la vida. Las olas a veces son casi inexistentes, la calma, pero cuando hay mal tiempo, cuando llega una tempestad, buffff suelen ser arrasadoras. Para volver a la calma, siempre se vuelve a la calma... Su vista siempre es encantadora pero en invierno, los días de temporal es increíble observarlo.
La mayoría de las personas olvidan el mar en invierno. Algunos porque lo tienen lejos, otros porque sólo lo conciben con sol. Sin embargo, en mi está presente todos los días del año. Creo que sólo su sonido puede llegar a embobarme durante horas, aún en plena tempestad logra calmarme. En invierno con lluvia viendo como el mar se vuelve gris, casi negro, enfurecido y con un oleaje que parece volverse loco por momentos. Inmenso, imponente y fiel reflejo de la fascinación que me provoca.
Puede estar furioso o calmado, me siento a contemplarlo y siempre consigo la misma paz solo oyendo, oliendo, sintiendo y contemplando las olas. Y allí sentada en la arena… ya no pienso… ni siento… tan solo miro… Y una fuerza extraña se apodera de mi alma… Y sé que estoy… y qué soy…. Sé que vivo… Vivo en ese mar…. mi mar… que es como mi vida… unas veces mar agitado y salvaje, otras mar en calma…
El mar es la paradójica calma que te trasmite la fuerza de sus olas en la soledad de la playa, el mar es reflexión y libertad. Es infinito, como lo es nuestra imaginación, estimula la concentración y da alas a nuestra creatividad. A veces cierro los ojos y poco a poco voy respirando profundamente, dejando que mi respiración se acompase por el ruido de las olas, escucho cómo rompen en la orilla, como avanzan o se alejan… y cuando por fin visualizo esa inmensidad azul, la percepción es tan intensa… vitalidad y a la vez calma, descanso, reflexión… mar de silencios… Una fuerza insólita me impide apartar la mirada.
El mar huele a Dios. El mar no tiene definición, es más simple... es como un gran corazón, tiene vida y late… es pura emoción. Ronronea suavemente cuando la calma lo envuelve. Cuando la furia se apodera de él, ruge como un león. El mar tiene una energía especial, entraña multitud de significados y evoca sensaciones distintas en un mismo individuo. El mar es capaz de modular nuestro estado de ánimo, eliminar los pensamientos negativos y el desequilibrio emocional.
El relax y la tranquilidad que me genera estar tumbada en la playa sabiendo que es lo único que tengo que hacer en el día, sin preocuparme del tiempo ni de qué hora es, dedicándome un día a mi, relajando mi cuerpo y mi mente… Ya no hay nada, ni nadie… mi mente está en blanco, despejada… Sólo azul… todo azul, el mar…el cielo…el aire… Sensaciones de espuma y de sal, que lo envuelven todo… un día tranquilo, sin prisas... ¿qué más se puede pedir? Siento que merece la pena estar de un lado para el otro sin importar nada más.
Y me fascina sentarme en cualquier rincón y detener el tiempo observando como ese sol de tonalidad rojiza se esconde al fondo del mar. O si es al amanecer ver como la oscuridad desaparece cuando el sol decide empezar a iluminarnos otro día más
Y ahí, frente a él… Conjunto bello, el mas hermoso que he visto… Capaz de hipnotizar, seducir, hechizar… ahí siento que el mar y yo somos uno… perfecta fusión. Y hay paz… armonía… Y los sueños invaden mi alma de nuevo… Genera en mí un gran impacto, me siento tan pequeña ante una presencia tan majestuosa… Experimento una sensación extrema de tranquilidad; como si de pronto todo estuviera bien y los problemas desaparecieran por completo…
El mar es mi gran amor... unido a mi destino. Inexplicable con palabras, siempre está en mi corazón. Y lejos de sentirme prisionera y exiliada por el Caribe y el Atlántico, siento que me abrazan y me transmiten libertad, aliento, energía. Si pierdo la costa, pierdo el humor. El día que me muera, que hundan mis cenizas en mi playa, tras la barra.
Amo el mar cuando amanece, al atardecer, al anochecer, con gaviotas o sin ellas, con sol o sin luna. Siempre voy a su encuentro… sola o acompañada, con frio o con calor, en verano o en invierno. Allí me libero del estrés, me tranquilizo, me olvido de todo. Y ya me hacía tanta falta....Y no era porque quisiera contarle, que quisiera sacar algo... tan solo necesitaba que me embriagara con sus vistas, sus olores…
Sin dudas fue una muy buena decisión, no pensar en el temporal y escaparnos al mar. Además de descansar y llenarnos de toda esa energía que el mar nos brinda, la pasamos súper y nos reímos de lo lindo, como me gusta a mí hasta que me duela el estómago de tanto reír.

2 comentarios:

  1. El mar es sabiduría, es libertad, es despertar, es sentimiento… Hicieron muy bien en irse a la playa y divertirse. Esa paz todos la necesitamos de vez en vez y reir mucho, la risa hace bien al alma. Cuidate linda.
    P.D. En varios días no he podido entrar en el blog y recién ahora es que lei lo que Cary escribió.
    Cary te entiendo porque yo a veces desespero con todas esas cosas que ponen para demostrar que uno no es un robot y ni se entienden muchas veces. Y en cuanto al texto, SI, estaba conmovedor como siempre -en lo personal creo que no hay texto de Rosabel que no me conmueva lo mismo si es alegre, triste, eufórico, erótico, si está molesta, reflexiva, sabes y ya lo he dicho que me encanta como se expresa esta mujer- yo no tengo el placer de conocerla personalmente pero su alma si creo conocerla, y por lo que se de ella me atrevo a asegurarte que no es capaz de decir algo que no siente. Querida me encantó eso de que me iban a llevar en sus corazones ala playa, me sentí honrado de ir con tan magnificas mujeres. Gracias y cuidate mucho tu también.

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  2. Amigos les cuento que llamé a Rosabel bajo tremendo aguacero a las 6y30am pero ella estaba renuente a dejar de ir a su mar, así que una vez más la seguí bajo las protestas de nuestros esposos que dijeron que estábamos locas de remate, la otra amiga dijo lo mismo pero también fue y ya se imaginan éramos auténticas discípulas de Ken Kelly cantando bajo la lluvia: nos reímos, chismeamos, jugamos dominó y lo más importante estuvimos alejadas de las labores domésticas. En verdad el mar nos cargó las pilas para la nueva semana y ya planeamos otra escapada mas temprano que tarde. Ahhhhhhhh amigo Peter, SI te llevamos con nosotras, hablamos sobre tus textos, tu fidelidad al blog y lo buen ciberg-amigo en que te has convertido, cuídate tú también.Solo espero que el tiempo esté menos húmedo la próxima vez :-))

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