Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

lunes, 18 de enero de 2016

Encuentro húmedo

Después de tanto tiempo sin vernos, de pronto, estar así, frente a frente, cuando menos lo esperábamos… corrimos uno a los brazos del otro sin decir nada, sin reclamar nada, sin preguntar nada… solo una cosa importaba, estábamos juntos y con mucho sentimiento desbordándose entre nosotros. Lo nuestro es fuego que se consume en la hoguera de nuestras pasiones, es amor del bueno, es deseos desmedidos, piel que ansía el rose de otra piel, es candela y sin duda alguna estamos a punto de arder de placer...
Comenzamos a besarnos, a acariciarnos, a amarnos de una manera casi desesperada... dando traspiés llegamos al cuarto, nuestras manos trataban de deshacerse de la ropa a toda prisa mientras nuestras bocas seguían unidas en intenso beso. Nos separamos por un par de segundos, el para quitarse más rápidamente los jeans que aun llevaba puesto y yo para deshacerme de lo que me quedaba de ropa... compartimos una sonrisa de complicidad.
Completamente desnudos, volvimos a unir nuestros cuerpos... Sus besos y caricias fluían apasionadamente por todo mi cuerpo, yo le correspondía de la misma manera, gozaba de cada caricia, de cada beso, de cada movimiento... nos amamos con ansiedad, con desesperación. Esta vez la separación había sido muy larga. Permanecimos abrazados cuando la calma llegó... Y entonces entre besos tiernos y miradas cariñosas comenzamos a decirnos lo mucho que nos habíamos extrañado, lo mucho que nos habíamos deseado en la distancia...

En un momento de silencio escuchamos un pequeño ruido entre los dos y comenzamos a reírnos, era su estómago quejándose. “¡Tengo hambre! ¿hay algo en el refrigerador? Huevos, hamburguesas, cualquier cosa estaría bien ¿no?", dijo entre risas y dándome un beso se levantó de un salto para dirigirse a la cocina.Yo sonreí viéndolo salir del cuarto alegre como un niño con un dulce y me sentí feliz, me parecía mentira tenerlo ahí nuevamente.
Me levanté de la cama, envolviéndome en la sábana y me dirigí al baño... sabía que si iba a la cocina con él no terminaríamos de preparar nada de comer como otras veces y yo también me moría de hambre. Abrí la ducha para dejar correr el agua por mi cuerpo... estaba verdaderamente feliz,por fin estábamos juntos de nuevo. Comencé a enjabonarme y a sonreír mientras me deleitaba visualizando mentalmente cada instante de los vividos tan solo hacía unos minutos, cuando escuché la puerta del baño abrirse... sabía que entraría de inmediato cuando se diera cuenta que estaba duchándome y para ser sincera yo lo estaba deseando, una ducha con el siempre era doblemente placentera.
Creo que me leyó el pensamiento por la sonrisa y el brillo de sus ojos. Se puso detrás de mí y sus manos con movimientos suaves comenzaron a recorrerme mientras el agua jabonosa se escurría por mi cuerpo, siguió su juego hasta que pegó totalmente su cuerpo al mío y su boca empezó a jugar con mi cuello. Yo, solo me dejaba llevar por las sensaciones…
Deslizó una de sus manos hasta mi sexo mientras seguía perdido en mi cuello… Ya yo no podía aguantar más, me di la vuelta para buscar su boca... nos besamos y al separarnos ligeramente pude contemplar su miembro en todo su esplendor, me mordí el labio mirándole… sonrió con malicia al notar mi lujuriosa mirada y sin darme tiempo a nada me besó apasionadamente, levantando una de mis piernas, flexiona un poco las rodillas y me penetra profundamente... Mis brazos se aferran a su cuerpo, y con un movimiento rápido me pega a una de las paredes de la ducha... Y ahí, comienza a embestirme frenéticamente, su movimiento brusco y continuo me lleva a otro mundo, el clímax es violento. Su boca busca la mía... sus manos presionan fuertemente, cuando deja de besarme para hundir su cabeza en mi cuello y lo escucho gemir de placer, avisándome que ha llegado también al clímax...
Nos quedamos abrazados, esperando que nuestros cuerpos volvieran a la calma, experimentando, disfrutando aún de ese placer mutuo. Nos separamos muy despacio y nos metemos de nuevo bajo el chorro de agua, mirándonos divertidos, como niños cómplices de una hermosa travesura... Salimos de la ducha y mientras nos secábamos el uno al otro me dijo: “Vamos a comer que me estoy muriendo de hambre”. Envueltos en las toallas nos dirigimos a la mesa donde él había preparado algo sencillo con dos cervezas de esas que nunca faltaban en el refrigerador.
Al terminar regresamos a la cama, pero esta vez para descansar uno en los brazos del otro.
Podría vivir con mi piel enganchada a la tuya y mis manos sintiendo la caricia de tu pelo contra sus palmas, escucharía durante cien siglos las palabras que salen de tu boca y pediría en el último de mis suspiros, poder deleitarme con tu recuerdo sintiéndolo muy dentro de mí hasta la eternidad.

Voy a amarte hasta que las estrellas desaparezcan del firmamento y las hojas de los árboles dejen de caer con la llegada del otoño… el sentimiento que has despertado en mí seguirá perdurando mientras las olas del mar sigan llegando a las costas y el sol siga ocultándose para acompañar al atardecer. De eso no tengo duda alguna.

6 comentarios:

  1. Muy apasionado e intenso,el fuego del amor nos hace sentir lo maravilloso que es hacer el amor a plenitud.

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  2. Me encantó amiga, eso es amor y mientras funciona, no hay nada que pueda contra el.

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  3. Que dulce placer leerte, recorrer cada momento de tu estancia en ti misma. Me transportas a tu sentir, a tu pasión. Gracias por compartir.

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  4. Cuantos momentos placenteros tiene la ducha, me has hecho volar la imaginación. ¡Un beso!

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  5. AY NENA COMO ME PONES Y ESO QUE SOY INMORTAL PERO ME MATAS....

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  6. Tus letras siempre me conmueven, me tocan el alma… aunque veo que no es solo a mí. Te diré que yo amo con todo mí ser a una gran mujer, y no es cualquier mujer, sino que es la mujer con la que un día soñé. Su forma de mirarme, su forma de hablarme, y lo que me provoca su forma de besarme… Sus palabras, su forma de hacerme sentir querido…. Sus suspiros, sus besos, cada detalle de amor, son mi fuerza y mi motivación para seguir enfrentándome al mundo. Es mi amor eterno, mi pasión.

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