El amor es un sentimiento tan fuerte que hace arrancarle
lágrimas de felicidad al más fuerte y enorgullecerse al más noble. Nos hace
sentir grandes, impetuosos, inigualables, únicos, sobre todo eso, únicos e indispensables,
para la persona amada y ella para nosotros...
Pero señores… el amor de pareja es cosa de dos. Esas
justificaciones de: “Es que no estoy listo”, “Tú eres la mujer de mi vida
pero…”, “Es que ahora no es el momento”, “Es que no sé, tengo que organizar mi
vida”, “Es que sí pero no, es que, es que… ¿Es qué? ¡¡¡Es que no quiere y
punto!!!
En el amor siempre vivimos el peligro de enamorarnos de
la persona equivocada. Hay que aceptar la realidad de la vida y como mismo es
cierto que hay amores que nunca terminan, almas que se pertenecen, incluso a
pesar del tiempo, de la distancia y las circunstancias... también es cierto que
cuando un hombre te quiere lucha contra viento y marea por ti, no pierde su
tiempo es escusas. Esa es una verdad como un templo. El amor no es ciego, el
amor te ciega. Es la cruda verdad.
A veces nos dejamos llevar por las palabras cuando en
realidad cuentan más los actos. Un hombre puede decirnos “te quiero” todos los
días y eso está muy bien. Pero el amor hay que demostrarlo con pequeños gestos
diarios. Es difícil entender; si es que alguien lo puede entender, por qué una
persona finge querer a otra, pero el caso es que pasa con frecuencia; por eso
debemos estar muy atentas para si nos ocurre a nosotras saber darnos nuestro
lugar.
No te molestes si la persona de tu interés no te
corresponde o lo hace en menor grado a tu expectativa, recuerda que nos hacemos
ideas, ilusiones en exceso a la realidad circundante, pues nosotros mismos
evocamos, soñamos con algo que es un ideal, y ya eso es imaginación. Nos
decepcionamos cuando nuestra esperanza excede de nuestra realidad. Que tu
necesidad de atención no exceda al punto de, demandar afecto de algo que no te
corresponde porque el amor no es obligación.
Vamos a hablar claro. Cuando un hombre quiere estar con
una mujer, ¡Está! Así de fácil. Sin tantos enredos, sin tantas mentiras, sin
tantas excusas. Cuando un hombre se derrite por ti, puede que le de miedo en determinado
momento, claro que sí, pero lo enfrenta porque no va a arriesgarse a perderte. Así
que en caso de que siempre esté lleno de “justificaciones”, dudas, etc. Ponte
TÚ en un primer lugar y deja de estar justificándole cada rechazo, cada
desplante y cada excusa. No necesitas a alguien que no sabe lo que quiere, que
no ve lo mucho que vales, que no ve todo lo que puedes aportar a su vida.
Tu amor es algo muy valioso así que no te desvivas para
dárselo a quien no lo quiere, no te enamores de estar enamorado, avanza. Avanzar
significa asumir el desamor y no estereotiparlo porque han sido ingratos
contigo, tal vez no era el momento ni la persona adecuada, cuando pasa...
¡pasa! No tenemos control sobre ese sentimiento; uno a veces se enamora sin darse
cuenta y le toca asumir toda la carga que implica no ser correspondido, pero la
vida misma te enseña a superarlo. ¡Nadie está obligado a amarte!
Por sobre todo, amate a ti misma, no esperes ser especial
para otra persona que no seas tú. Si para ti, eres especial, lo serás para el
resto. No busques, ni exijas ser algo especial para otro, si primero no lo eres
para ti misma. Cuando uno entrega amor, desea recibirlo. Pero no siempre es
así. ¿Qué sucede cuando no lo recibes? ¿Qué pasa cuando el otro te falla? Muchas
veces uno lleno de esperanza continua luchando y se vanagloria al decir: a
pesar de todo estamos juntos... ¡Juntos si! ¿Pero felices? Que sucede cuando te
das cuanta que has amado más a otro que a ti, porque nunca pusiste limites,
porque siempre tuviste esperanza.
Tenemos que ser compasivas con nosotras mismas,
tomar conciencia y obrar correctamente, así que ante todo dejémonos de cuentos.
Si un hombre no te llama, es porque no quiere llamarte. Si no te invita a
salir, es porque no quiere verte. Si te trata como si fueras un comino, es
porque le importas un comino. Si te traiciona, es porque no le gustas lo
suficiente. Si te deja ir es porque no quiere estar contigo.
Ese hombre que insiste en que te quiere, puede que
incluso te lo diga, pero que no toma decisiones trascendentales, que siempre se
vale de escusas para no hacer algo que tu quieres o deseas, que se evade a la
hora de hacer planes de futuro, que deja conversaciones importantes pendientes
y es incapaz de hablar en plural en ninguna ocasión, ese hombre que cree que
formas parte del servicio doméstico para atender todas sus necesidades, ese
hombre no te quiere. NO TE QUIERE por mucho que te lo diga.
Recuerda que ¡nadie está obligado a amarte!, ¡ni siquiera
tus padres!, naciste y eso es lo que cuenta. Pensamos que debemos estar atados
a personas que nos han dado amor en algún momento, pero realmente no es así, ellos
tienen derecho a dejar de amarte al igual que tú. En el amor no necesitas
migajas, quien te ame lo hará a manos llenas, inclusive si tú no le
correspondes, porque el amor es infinito como el universo mismo y no impone
condiciones, quien las ponga por igual no te ama. El amor no se ruega ni se
exige. Hay que saber perder. Si ya no te quieren, empaca y vete. Llévate el
dolor a otra parte y procésalo. Irse es un acto de soberanía; no lo olvides.
Muchas veces vivimos compadeciendo a los hombres y
siguiéndoles su jueguito de confusión y víctima porque “pobrecito, el me ama
pero… yo entiendo por lo que está pasando”. No creas los cuentos de una
infancia difícil ni nada por el estilo. Por favor, no quieras intranquilidad,
dudas y desprecio envuelto en explicaciones sin sentido. Mereces un hombre que
sepa qué tiene al frente, que te valore y se esfuerce cada día por ti. Deja ya
de romperte las uñas por algo que probablemente no va a ser tan bueno como tú
piensas y date la oportunidad de recibir todo lo que mereces con un hombre que
si te quiera.
Hay personas que no han recibido amor ni siquiera de sus
padres y saben amar. Hay otras tantas que buscan el amor y no se dan cuenta que
ya existe quien las aman desinteresadamente; el amor no tiene la coerción ni
siquiera de obligar a que sea correspondido. Todos, en algún momento de la
vida, vivimos un amor no correspondido y qué se le va a hacer. Nada, seguir
adelante. A veces encontramos personas que nos aman sin ni siquiera pedírselo, son
personas amorosas sin poner condición alguna y nos aman a manos llenas, ¡eso es
amor! El que nace y perdura sin esperar nada, sin pretender, sin exigir, sin
demandar...
Cuando el amor se convierte en una prisión o se opone a
los propios valores o derechos; es hora de replantearse la relación, porque
puede convertirse en un vínculo enfermo. No existe hombre perpetuamente asustado
o confuso. Tampoco existe hombre trágicamente afectado por el pasado, ni hombre
necesitado de ayuda para decidirse. En cuestiones de amor los hombres se
dividen solamente en dos categorías: los que te quieren y los que no. ¡El resto
es una excusa!
Y creer que porque alguien ya no te ama el mundo se
termina o nadie más te amará o no podras vivir sin él, son engaños de tu mente.
Claro que podrás seguir adelante, al principio tal vez cojeando pero luego
caminando con normalidad. Cuando se está desolado tras la ruptura de una
relación amorosa, resulta difícil creer que algún día uno pueda llegar a
encontrase mejor. Pero esos sentimientos van perdiendo intensidad gradualmente.
A la larga, uno se recupera y sigue adelante, iniciando nuevas relaciones y
teniendo nuevas experiencias. En ocasiones infinitamente mejores.
Hay una frase de la joven escritora mexicana Estefanía
Mitre que me gusta mucho y dice: "Mírate caminar, mujer, estás para que te
amen. Que se rompan las ventanas cada vez que pasas cerca y se hagan grietas en
el piso con los zapatos que tocas, para que piensen en ti cuando se apagan las
luces y seas el primer deseo que alguien pida al despertar. Mírate bien, mujer,
no estás para que te engañen, ni que te quieran a medias. No estás para ser
segunda opción".
Buen texto, tienes razón nadie esta obligado a amar a nadie.
ResponderEliminarNadie está obligado a amar a nadie. Eso es verdad y no haynada mas triste que ver a una mujer aferrada a un pobre imbécil que no la quiere.
ResponderEliminarA mi me paso, estuve mucho tiempo creyendo en las excusas y evasivas de un hombre para al cabo de mucho teimpo darme cuenta que no me quería de verdad. Sufrí mucho pero finalmente rehíce mi vida y hoy soy feliz. Así que es cierto no se puede tener miedo de perder a quien no se siente afortunado de tenerte.
ResponderEliminarEs cierto, muy cierto cuando un hombre quiere a una mujer no anda con paños tibios, le va de frente y con todo. Si lo sabré yo que he luchado por una mujer a brazo partido. Claro porque afortunadamente me corresponde porque de lo contrario ya hubiera desistido. Cuando no te quieren lo mejor es desistir.
ResponderEliminarMuy cierto, buen texto y me encanta la frase de Estefanía Mitre. Gracias por compartir.
ResponderEliminarSi te vas y no te detienen sigue caminando que tomaste la mejor decisión. Un mal capitulo no significa el final de la historia. Buen texto amiga. Besos
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