Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

viernes, 19 de noviembre de 2021

¡Cielos! Y no sabía qué iba a escribir

Hay ocasiones en que las palabras son luminosas como un millón de soles y otras son como la más oscura noche, se encarcelan y en su celda se consumen mientras sueñan con la libertad. Cuando eso me ocurre me hundo en el silencio por no saber qué decir o cómo decirlo.

Sin embargo, el silencio a veces lo dice todo (cuando no estoy escribiendo, por supuesto), en ocasiones es una dulce sensación de quedarme sin palabras cuando una frase me sorprende y busco decir algo, pero nada se me ocurre, y resuena esa frase en mis oídos y me silencia sin remedio. Numerosas veces el silencio tiene magia, por ejemplo dos que se miran y se callan, se lo dicen todo sin decir nada y en el silencio hasta acercan sus labios… los mejores besos muchas veces han sido precedidos del silencio, creo que muchos de ustedes lo saben.

Hoy es viernes, para mí el viernes siempre ha sido un día especial y por eso las tardes de viernes invariablemente fueron tardes de no querer hacer lo de siempre, son tardes de escaparse, salir a pasear, contemplar el mar, conversar sobre cosas diferentes, encontrarse con amigos... Las tardes de viernes eternamente deberían ser de sonrisas, de caminar sin prisas, de ser uno mismo, de olvidarse de todo menos de alguien, de observar las nubes, de sentir, sobre todo son tardes de sentir y de vivir. ¡Diablos! No sé por qué siempre he pensado eso.

Sin embargo, en esta tarde de viernes no sé qué voy a hacer y me siento frágil como el cristal. Curioso porque siempre me creí de piedra y creía que nada podía desestabilizarme… y hoy siento que cualquier golpe me podría quebrar. Hoy soy fragilidad, igual que una hoja seca a punto de caer del árbol o una carta escrita que se ha caído al agua y alguien la recoge ya mojada… algo que con solo tocarlo se rompe. Y luego dicen que soy dura, aunque para ser franca si lo soy, aunque en este instante me sienta diferente. Y no sé por qué. No me ha ocurrido nada malo. Físicamente me siento bien. En fin, ya se me pasará.

Mejor hablemos un poquito de la vida y de mí. Bueno, eso de hablar de mi no me gusta mucho, realmente lo hago poco, pero lo haré ahora.

Amo la vida. Me gusta vivir, sentir como aumenta la adrenalina en mi sangre cuando hago locuras, desafiar el peligro, gozar del amor, amar sin límites y con pasión, hacer lo que me da la gana, me gusta la cerveza o un buen ron, odio cuando a las 6 de la mañana suena el maldito despertador, soy muy desconfiada y no soporto las personas hipócritas y falsas. Puedo repetir en un día mil veces la palabra odio porque odio las mentiras, las sopas, las malas películas, la gente sin personalidad, la mediocridad… ¡Ah! Pero también adoro muchas cosas: los dulces, las pizzas, los helados, las películas de amor y las buenas comedias cuando no quiero pensar, los amigos… nunca me olvido de alguien que he querido de verdad.

En múltiples ocasiones intento deshacerme de mis impulsos, pero en un sinnúmero de ellas hablo y luego pienso (eso resulta fatal muchas veces). Por cabeza dura he perdido algunas batallas pero he ganado muchísimas. En realidad no sé si está bien o mal mi forma de actuar, pero la verdad es que me va muy bien con ella. Prefiero amar y sufrir, que sufrir por no haber amado nunca. Y me encanta compartir porque al compartir crezco, mis penas compartidas disminuyen y mis alegrías se duplican. No me gusta que me halaguen demasiado y no me importa que me critiquen.

Soy una romántica empedernida, soñadora, me gusta perderme en mi mundo de sueños, soy una eterna adolescente no importa la edad que tenga, me gusta la gente sencilla. Adoro la música y la sinceridad. Vivo por amor porque vivir por amor es tocar el cielo, es sentir como el corazón late apresuradamente anunciando que estoy viva.

Mis mayores alegrías ocurrieron cuando a mi vida llegó un lucero y una estrella, mis dos hijos, mi razón de vivir, de soñar, la razón de todo… Cuando los vi por primera vez lloré de felicidad y sentí que mi vida tenía un nuevo sentido… Ahí empezó realmente mi vida, vinieron trasnoches (y no de juergas precisamente), miedos, dedicación, pero sobre todo la alegría, la chispa de la vida más fuerte que nunca y el calor del hogar.

En la vida también nos toca pasar por momentos muy difíciles y malos, a todos nos pasa, nadie escapa de eso. Sin embargo, la vida es bella y es un regalo. Por eso tenemos que dar gracias todos los días por despertar. Vivir, es saber perdonar una ofensa, es besar con pasión a quien nos ama, es contemplar y disfrutar la alegría de un niño, escuchar al adolescente aceptando sus inquietudes sin protestar, es comprender al amigo ante la adversidad, es vibrar y sentir, es amar y gozar, es observar y superar, es dar y aceptar, es comprender que nuestro tiempo es lo único que poseemos para realizar plenamente nuestro ser.

Por eso tenemos que disfrutar cada momento, proponernos vivirlo intensamente sin el bagaje angustiante de lo que haya pasado y poner toda nuestra energía en el hoy. No más angustias, ni críticas, ni acumular penas, simplemente vivamos hoy. El ayer está muerto y el mañana es un misterio... oír una palabra de cariño hace tanto bien a la salud, soñar es preciso, el juzgar ajeno no es importante lo que realmente importa es la Paz Interior.

Sonrío aunque la vida me golpee, aunque no todos los amaneceres sean hermosos, aunque se me cierren algunas puertas. La vida es un regalo pero no todo es perfecto. Asimilé que el tiempo pasa, que las arrugas salen, que los pechos se caen y que la belleza no es lo más importante.

Me gustan las tardes tranquilas, saltarme las reglas y no seguir una misma rutina todo el tiempo. A veces puedo ser muy tímida, otras en cambio puedo ser la más lanzada. Odio los lunes y me encantan los viernes como ya dije. En cualquier momento puedo ser la persona más odiosa que conozcas y a las pocas horas la más encantadora. Mis sonrisas te pueden encantar, pero algunas personas que conozco dicen que tengo miradas que casi matan. Cuando decido hacer las cosas voy hasta el final.

Me gusta la gente que cuando habla mira a los ojos, la gente sencilla, sin artificios, que no se cree superior a los demás, con la cabeza en su lugar, con idealismo en los ojos y los pies en la tierra, en la realidad. Gente que ríe, llora, se emociona con una simple carta, un poema, una llamada, una canción, una película, un libro, un gesto de cariño, un abrazo. Que sonríe de forma natural al hablar y la que se detiene a escuchar, que ama y tiene nostalgias, que le gustan los amigos, cultiva flores, ama a los animales y admira los paisajes, la naturaleza.

Gente de gestos sinceros y alma serena. Que tiene el valor de reconocer sus limitaciones y sus propios errores, a la que no le tiembla la voz cuando pide perdón humildemente, la que da amor, ternura y entendimiento aunque las circunstancias la hayan dejado sin corazón.

Y con la gente que me gusta me dan las claras del alba compartiendo madrugadas, palabras, risas, música y penas. Con la gente que me gusta, alrededor de una mesa, cualquier trago es un poema y cualquier charla una locura.

Cielos!!!! Y eso que mis palabras estaban encarceladas. Cuando me senté aquí no tenía ni idea de lo que iba a escribir. Si las palabras llegan a haber estado sueltas, libres… no quiero ni imaginar lo que hubiera hecho.

Buen fin de semana a todos. Los quiero.

 

jueves, 4 de noviembre de 2021

¡EXCELENTE! Especial para hombres

Una amiga me mandó ayer, este escrito, no tengo idea de cuando este encantador venezolano lanzó esta campaña, sólo sé que esta genial y he querido compartirlo con ustedes. Dénselo a leer a todos los hombres que tengan cerca, como ya hice yo. Aquí se los dejo. Disfrútenlo.

Luis Fernández, actor, y escritor venezolano y esposo de Mimí Lazo, lanzó la campaña: “Salvemos a las mujeres”, mira lo acertado y hermoso que dice:

1-Alimentación correcta: Nadie vive de la brisa. Mujer vive de cariño. Dele en abundancia. Besos matinales y un “yo te amo” al desayuno las mantienen bellas y perfumadas durante todo el día. Un abrazo diario, hablar con ellas es como el agua para los helechos. No la deje deshidratarse. Si su hombre no hace eso, búsquese uno que lo haga.

2-Flores: También hacen parte del menú. Mujer que no recibe flores se marchita rápidamente y adquiere rasgos masculinos como la brusquedad y el trato áspero.

3-Hábitat: La mujer no puede vivir en cautiverio. Si está enjaulada, huirá o morirá por dentro. No hay cadenas que las aten y las que se someten a la jaula pierden su ADN.

4-Respete la naturaleza: ¿No soporta la TPM (tensión pre-menstrual)? Cásese con un hombre. Las mujeres menstrúan, lloran por cualquier cosa, les gusta hablar de cómo les fue en el día, discutir sobre la relación. Si quiere vivir con una mujer, prepárese para eso.

5-No restrinja su vanidad: Es propio de la mujer pintarse las uñas, los labios, estar todo un día en el salón de belleza, coleccionar zarcillos, comprarse muchos zapatos y carteras, pasar horas escogiendo ropa en un centro comercial. Comprenda todo esto y apóyela.

6-El cerebro femenino no es un mito: Mujer sin cerebro no es mujer, sino un simple objeto decorativo. Algunas le mostrarán que tienen más materia gris que usted.

7-No haga sombra sobre ella: Si usted quiere ser un gran hombre tenga una mujer a su lado, nunca atrás. De esa forma, cuando ella brille, usted se bronceará. Sin embargo, si ella está atrás, usted llevará una patada en el trasero.

8-Acepte: Las mujeres también tienen luz propia y no dependen de un hombre para brillar.

Mi amigo, si usted piensa que la mujer es demasiado costosa, fastidiosa o complicada ES UN POBRE HOMBRE!!! Las Mujeres son una Bendición.

Nada que agregar.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Mi loco amor

Como se habrán dado cuenta, sobre todo los subscritores de este blog, si es que alguno queda aún (que paciencia tienen), este ha sido un sitio árido y solitario desde hace mucho tiempo. Por motivos personales he estado alejada de este querido lugar una buena temporada. Los asiduos a este sitio saben que estaba enferma, y cuando tuve ante mí la realidad del problema mi mente era un hervidero. Gracias a Dios ya estoy bien, al menos eso creo.

Ahora quiero retomar el blog, mi tan amado blog donde doy rienda suelta a mis sentidos y hago lo que más me gusta hacer: escribir. Vuelvo con una nueva entrada a este rinconcito, espero que mi regreso los alegre tanto como a mí. Vuelvo al “trabajo” que significa mantener el blog, porque aunque crean que no, hacerlo es dedicar buenas horas a escribir, editar, a veces buscar imágenes y siempre hacer hasta lo imposible por contestarles.

Espero poder darles mucho amor con mis humildes letras, como siempre, y que podamos compartir sentimientos y enseñanzas. Al final todo lo que nos pasa en la vida nos deja eso, una enseñanza.

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Mi loco amor

No solo agradezco que me envuelvas en la magia de tus palabras, sino en la fuerza que me dan. Supiste cómo arrancarme de malos pensamientos. Me recordaste que soy una luchadora. Vuelvo a sonreír aunque la vida me golpee, aunque no todos los amaneceres han sido hermosos, aunque se me cierren algunas puertas. Adoro el amor porque amar es vivir.

Sabes que odio que intenten hacerme callar, por eso me da mucha risa te atreves a mandarme a callar. Eres la única persona que se atreve a hacerlo. Eres la única persona que, no sé cómo, tiene una gran facilidad para hacerme sonreír. Siempre que me ves triste, dices o haces alguna cosa para conseguir que me ría, y entonces me dedicas la más amplia de tus sonrisas. Sé que estás leyendo estás líneas y por eso te digo mil gracias por estar ahí cuando más te necesito.

Cuando era muy joven no creía mucho en el amor, era de esas que dicen que "la media naranja", “el alma gemela” son sólo un cuento. Ufff que gran error. Aunque me cueste decirlo, también soy esa que se quedó colgada de tu sonrisa y de tu mirada desde el primer día que te vi, esa que entre café y café empezó a soñar con una vida a tu lado. Esa que, de repente, se dio cuenta que se moría por ti. Esa que tiene la inmensa suerte de sentirse tu mitad.

Mi vida está llena de ti, de tu amor, de tu pasión y de tu luz. Eres parte de mi corazón… estas en mí, en cada uno de mis pensamientos, en cada uno de mis sueños… en mis palabras y en mis silencios… tan sereno y loco… Te amo sin querer, sin prometer, sin desdén, sin deber... sin brindarte un sueño, sin prometerte un anhelo, sin esperar y sin darte una promesa... sin pensarlo... simplemente te amo...

No hace falta preguntarte si me amas, al verte noto que a gritos lo dice tu mirada, tus besos en cada momento me lo declaran y esa sonrisa en tu cara me permite ver sonreír tu alma. Me dices mil cosas que envuelven y me escribes poemas que logran encantarme. No me quieres solo para deshornar tu cama, me quieres porque me quieres… así. En todo este tiempo no he dejado de sentir tu beso en mi alma.

Mi camino se llena de tu nombre. Estás hecho a mí a medida. Amo todo lo que eres, con tus locos días, con tus locos desvaríos y tus amores desmedidos... Te amo sin preguntas, peligrosamente, ansiosamente... en forma clara y sin dobleces. Testigo es el cielo de este amor, loco y apasionado. Eres mi perdición, eres mi locura de amor… tú me enseñaste la pasión sin pausa.

Tus locuras bloquean mis sentidos, desorbitan mis ansias, todo mi ser tiembla ante tu presencia, con solo oírte el corazón se me disloca, pasa de un ritmo a otro de manera increíble. Eres ese ser capaz de armarme un torbellino de pasión en mi interior.

Cuando menos me lo espero llamas para decirme que me amas, cuando más triste o preocupada estoy llamas me dices palabras llenas de ternura y pones en el teléfono una de mis canciones preferidas. Eso son cosas que has hecho siempre y en estos tiempos lo has hecho mucho más, diariamente recibía mensajes tuyos con imágenes, frases, chistes y siempre desbordando amor… Son cosas que haces normalmente porque te gusta sorprenderme. Pero en estos momentos difíciles han tenido un valor y un significado infinidad de veces mayor que las normales.

Te amo no por lo que yo quiero que seas si no por lo que eres. Te amé desde un inicio por lo que eras y te amo ahora por lo que te has convertido. Tú has sido la mirada tierna, la frase artera al corazón, la caricia fresca, el beso más lindo y apasionado, la entrega más hermosa que lleva al cielo, ese susurro de un "te adoro" seguido por uno mío de un "te amo". Has penetrado cada célula de mi piel, cada fibra de mi corazón y cada neurona de mi ser. Has estremecido y enloquecido todos mis sentidos.

Gracias por aplastar mi mente llena de preocupación con tu locura perfecta.

 

viernes, 23 de octubre de 2020

Estos días…

 Hace varios días no estoy bien de salud, bueno para ser sincera en los últimos tiempos mi salud no anda muy bien, creo que es algo de lo que tengo que ocuparme realmente.

Después de tantos días enferma y sintiéndome mal, hoy que me siento mejor tuve un gran disgusto, después del cual mi día terminó de joderse. El dolor de cabeza que me había empezado en la mañana y era ligero, en la tarde se hizo insoportable, haciendo que me sintiera peor tanto anímica como físicamente. Esto provocó que mi humor se fuera a la mierda y para no cogerla con nadie decidí acostarme. Dormí un par de horas. Y me levanté más tranquila.

Siempre me digo que hay que ser fuerte. Siempre lo digo, y yo lo soy. Pero a veces me canso. Me canso de tener siempre los brazos arriba, a veces me empiezan a doler y los tengo que bajar al menos por un rato. No sé si es lo mal que me he sentido en estos días o cosas que no entiendo y a las que no le encuentro respuestas.

En ocasiones esperamos demasiado de algunas personas no sólo porque le entregamos demasiado sino porque nosotros estaríamos dispuestos a hacer mucho más por ellos, pero a veces la realidad nos golpea. Y empiezas a pensar que no valió la pena haber dado tanto de ti. Después reflexionas y te dices que sí que siempre vale la pena cuando sientes mucho cariño por alguien.

Bueno el caso es que estoy hecha una mierda. No puedo ser positiva siempre, no puedo hacerme siempre la fuerte, por más que quiera. Tengo que dejar de auto mentirme, diciendo que puedo seguir soportando sin parar y que el amor lo puede todo, y mentirles a los demás diciéndolo. Quisiera aprender a no darle importancia a las cosas que me lastiman y solo enfocarme en las que me hacen bien, pero vaya que es difícil.

¿Por qué los seres humanos nos empeñamos en hacer tan difícil la vida? Siempre complicamos las cosas más de lo debido, alguien se equivoca y ¡Zas! Todo lo demás se olvida. Sólo vemos y le buscamos más aristas al error sin importar nada más. Sin importar todo lo bueno que nos han dado, todo lo bueno que hemos vivido y compartido.

¿Por qué vivir rodeados de personas que no saben hacer la diferencia entre las cosas buenas y las malas que pasan en la vida? Hoy estamos aquí, mañana no sabemos, por esta misma razón, deberíamos reflexionar más y entender que la vida es aquí y es ahora. Necesitamos hacer que los ojos vean lo mejor de cada uno y no encasillarse en lo malo.

Acabo de hacer un café y he encendido un cigarrillo, algo que también tengo que volver a dejar. Ya lo hice hace algún tiempo, pero he retomado el maldito vicio.

Ya es madrugada, el dolor de cabeza se me ha aliviado pero continuo despierta intentando ordenar mis pensamientos y no logro conseguirlo. ¿Cómo se pueden ordenar las ideas y los sentimientos a la vez? Cómo puede uno dormir despojándose de la piel los recuerdos, las historias y todo lo que te causa pena. Quisiera ignorar muchas cosas, pero me está costando.

Y los amigos… los que te quieren de verdad, se alegran cuando sólo le dices “¡hola!”, y a veces eso es todo lo que necesitan de ti o tú de ellos. El mundo vive de apariencias, por eso estamos en la ignorancia. Todo el mundo quiere felicidad sin dolor, pero no se puede tener un arcoíris sin un poco de lluvia.

Al fin y al cabo, lo único que importa es cuánto amamos a los demás, cuánto nos animamos a ayudarlos y a ayudarnos a nosotros mismos, cuán felices somos y cuánta felicidad somos capaces de dar.

Realmente hoy estoy pésima y no tengo idea de si han entendido algo de lo que he querido decir. Tengo sentimientos encontrados y estoy hecha un lío. Pero como siempre digo, a pesar de los pesares hay que cerrar los ojos durante un instante y pensar en lo bueno que tenemos, en esas personas que hacen que nuestra vida tenga sentido. Pensar en lo que hemos vivido e imaginar lo que nos queda por vivir. Sonreír por ser quienes somos y olvidar todo lo que nos ha hecho llorar. Porque no merece la pena sufrir, nadie tiene derecho a borrarnos la sonrisa.

Tenemos que disfrutar de quienes nos quieren y nos apoyan, de quienes nos abrazan cuando más lo necesitamos y que siempre están ahí. Lo que importa son los momentos vividos junto a ellos, cada minuto de felicidad que nos han aportado. Al final sólo nos queda darles las gracias y sonreír.

Para poder seguir adelante es necesario dejar atrás los recuerdos de los malos momentos que vivimos con determinada o determinadas personas. Hay que apreciar todo lo bueno proporcionado por la vida en sus más mínimos detalles. El orgullo solo sirve para separar personas que se aman, se quieren y se estiman.

Nada es tan importante en la vida como un estado de ánimo positivo, para poder hacer frente a los problemas con los que tropezamos a diario, los conflictos inevitables, las frustraciones, incluso cuando no pasa nada, la monotonía y desidia. Todos en un momento u otro necesitamos meditar y hacer acopio de todas nuestras fuerzas. Nadie es tan fuerte que no necesite en alguna ocasión, la mano o el abrazo de un amigo o una frase de motivación.

No soy perfecta lo sé, me he equivocado mil veces lo sé, pero… Soy leal, prefiero ser una loca dulce que una cuerda ejecutora, prefiero ser agua que corre a ser una charca estancada... Y por sobre todo creo en mí, en mis palabras, en mis frases, en mis abrazos y en mis miradas. Sólo me resta pedir perdón si cometo errores, porque la vida no viene con instrucciones. Creo en mí; sobre todo cuando caigo, cuando no tengo fuerzas, cuando el viento sopla y mis velas ceden.

En la vida he aprendido que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas. Porque la amistad es un fruto mágico que se cultiva en el corazón de las personas. Con el tiempo te das cuenta que cada experiencia vivida con una persona, es irrepetible…

Vaya… creo que de vez en cuando es bueno estar deprimida, porque te hace ver lo tonto del vaivén de la vida, matices del corazón, sentimientos encontrados, ideas diluidas, desorden de pensamientos… Lo realmente cierto es que, al final nada puede lastimarte a menos que le concedas el poder de hacerlo. Y a mí me gusta esta aventura que es la vida, aunque a veces sienta que es una mierda.

Seguiré avanzando con paso firme y un día descansaré tranquila allí donde mis amados muertos me esperan. Dejaré mi grito de guerrera y escritos llenos de sentimientos y reflexiones. No he sido ángel que ilumine, ni fiero demonio destructivo, solo una mujer de muchas risas, de corazón frágil y coraza dura, que huyo de la tristeza enfrentando siempre el dolor con una sonrisa.

Mi alma está hecha de amor y desamor, de lágrimas y sonrisas, de furia y tranquilidad, de fe y locura, de imaginación y coherencia, de irrealidades y de un sublime caos. Está hecha de sucesos, de historias, de sueños, y de cada suspiro que se ha negado a ver la luz del sol. Está hecha de cada ser que ha tocado mi vida, de fragmentos de melodías, recuerdos, poemas y caricias; de palabras infinitas y de tinta interminable que quiere contar la historia de cada fragmento de mi alma. Estoy hecha de historias, pero de historias que no se repiten, como dice una canción.

Decididamente tengo que dejar de pensar en cosas que me duelen y me hacen mella, y seguir adelante. Como dice Ramonika Moreno: “Hay fotos que necesito releer. Libros que oler. Besos que escribir. Canciones que dormir. Palabras que borrar”.

miércoles, 19 de agosto de 2020

EL AMOR ESTA EN TODAS PARTES

El amor es el significado ultimado de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación.

Rabindranath Tagore

El amor no es un sentimiento exclusivo de los seres humanos, puedes encontrar que en el reino animal se quieren y se cuidan unos a otros, desde mamíferos a insectos, el amor está en todas partes.

Formamos parte de un todo y eso es maravilloso cuando lo descubrimos y sabemos apreciarlo, la energía que rebota una y otra vez, es parte de todos los que nos rodean, lo quieras o no, son esas imperceptibles vibraciones las que nos hacen evolucionar. Formamos parte de la naturaleza, somos energía y somos luz, somos parte de ese milagro de vida que no sabemos disfrutar.

Aprender a apreciar lo que la vida nos coloca frente a frente es un reto diario, como ver con satisfacción el progreso en la vida de un hijo, disfrutar del cariño de tus padres si aún están vivos y con salud, sentir el abrazo caluroso del sol que nos arropa cuando salimos a la calle, poder disfrutar del placer de vivir, sin conflictos y limitaciones porque gozamos de salud.

Apreciar y darle importancia a los innumerables detalles de personas que suman milagros a nuestras vidas, que nos obsequian felicidad, saber, apoyo y conocimiento. Considerar la humildad, como una virtud que nos permite reconocer lo que somos, pero también lo que no somos, esas limitaciones origen de nuestras carencias, valorar esa humildad que te permite advertir que siempre hay algo que aprender y ésta es una de las principales razones para agradecer el valor de nuestro entorno.

Hay tantos tipos diferentes de amor como personas. Las relaciones son complicadas (me refiero a todo tipo de relaciones, no sólo de pareja) porque es la interacción de dos o más personas (con sus personalidades, circunstancias, miedos, etc.), y lo que siente, dice y hace cada una de ellas tiene repercusión directa en la otra, y viceversa. Pero una de las cosas que es común a todos los tipos de amor es que las relaciones hay que cuidarlas, con el amor sólo no basta (aunque tantas veces se diga lo contrario).

Si facilitamos la vida a los que nos rodean, será también más fácil y gratificante para nosotros. Muchas veces todo depende de pequeñas cosas, pequeños gestos muy fáciles y rápidos de llevar a cabo. Disfruta, valora, aprovecha cada momento que pases con esas personas, haz lo necesario para no tener que lamentar no haberles dicho que les quieres las veces suficientes, mientras más amor das más amor recibes.

Todo está de la forma en que miremos la vida. Muy pocos de nosotros disfrutamos plenamente de algo. A muchas personas es muy pequeño el júbilo que les despierta la visión de una puesta de sol, o ver una persona atractiva, o un árbol hermoso, o una bella danza. No disfrutan verdaderamente de nada. En muchas ocasiones miramos algo que nos entretiene o nos excita, y sentimos esa sensación que llamamos gozo. Pero el disfrute pleno de algo es mucho más profundo.

Simplemente hagamos el camino dejando que la vida nos toque, que nos acaricie el viento disfrutando de la sonrisa de un niño, de un amanecer, del vuelo de un pájaro, de una linda canción, de los niños jugando en un parque, de las parejas de enamorados, del saludo de un desconocido, de la bendición de un anciano… hay amor en una mano extendida, en un beso lanzado al aire, en el abrazo de un amigo, en una charla amena… Cuando prestamos verdadera atención a las cosas simples, a los momentos efímeros todo es mucho más satisfactorio porque los momentos se magnifican.

Hay una parte de un poema de William Blake que dice: “Aquel que besa la alegría mientras vuela vive en un eterno amanecer.”

miércoles, 8 de julio de 2020

UN ABRAZO EN LA DISTANCIA


Casi cuatro meses de aislamiento. Por momentos creo que voy a volverme loca, pero luego respiro profundo y me digo “es necesario, sólo así saldremos adelante evitando la propagación del mal”. Pero hay momentos en la vida en los que extrañas tanto a algunas personas, que quisieras sacarlas de tus sueños y envolverlas en un abrazo.
Tenemos que ser fuertes para cumplir con las medidas establecidas para evitar la propagación de la pandemia y la más dura para mí es el aislamiento. Tenemos que crecernos ante este infierno. Será más fácil lograrlo si empleamos el tiempo en nuestras casas de la mejor manera. En primer lugar, disfrutemos de la familia, que en tiempos normales hay días en los que apenas nos vemos por cuestiones de trabajo o estudios. En segundo lugar, hagamos cosas que nos gustan y que habitualmente le dedicamos poco tiempo o ninguno porque el ritmo apresurado de la vida no nos permite hacer más.
Yo, por ejemplo, en estos tiempos me dedico más a leer y a escribir que normalmente a veces no tengo ni un minuto para hacerlo a pesar de lo mucho que me gusta. Hoy más que nunca me aferro a la música. Muchos de los que conozco y con los que mantengo contacto telefónico se dedican a estudiar, a pintar, a componer música, a ejercitarse en el hogar, etc. Estas son buenas formas de lograr permanecer en casa y en estos tiempos ese es el objetivo principal.
Muchos no toman conciencia todavía del peligro real de no cumplir con las medidas establecidas y sobre todo la de aislamiento, porque nos pesa, porque nos duele, pero es necesario. Muchos piensan que no les va a ocurrir nada, pues los seres humanos tendemos a ser, como Santo Tomás; "ver para creer". Pero en este caso en particular amigos, “ver” puede significar morir. El virus no tiene rostro, acecha en cualquier lugar y momento. Un descuido el más mínimo puede ser mortal y con nuestra imprudencia no solo podemos morir nosotros, sino que arrastraremos al calvario a nuestros seres más queridos.
Cuando el peligro pase, haremos una inmensa fiesta por la vida. Juntaremos nuestras manos y nuestros corazones para seguir adelante. Ojalá que para entonces la razón prevalezca sobre la soberbia y que sea el amor quien gobierne el universo.
Es difícil, muy difícil estar alejados unos de los otros. Los seres humanos necesitamos recibir abrazos y caricias para sobrevivir y no sólo durante los primeros años de vida. La importancia del contacto físico no disminuye cuando crecemos, sino todo lo contrario. Muchos estudios han evidenciado que cuando otras personas nos tocan o nos abrazan a cualquier edad aumentan los niveles sanguíneos de oxitocina, apodada la "hormona del amor", y disminuyen la presión arterial y el ritmo cardíaco.
Los abrazos son imprescindibles porque ellos nos hacen sentirnos conectados. Tenemos necesidad física y emocional de sentir físicamente a las personas que queremos. Estamos programados para sentirnos y mimarnos. Necesitamos tocarnos porque eso hace que nos sintamos seguros y amparados. El abrazo nos hace sentir bien, alivia la soledad y ayuda a superar el miedo.
Un simple abrazo nos enternece el corazón, nos da la bienvenida y nos hace más llevadera la vida. Un abrazo es una forma de compartir alegrías, así como también los momentos tristes que se nos presentan... Es tan sólo una manera de decir a nuestros amigos que los queremos y que nos preocupamos uno por el otro. Los abrazos son algo grandioso, es la manera perfecta para demostrar el amor que sentimos cuando no conseguimos la palabra justa... Es maravilloso porque tan sólo un abrazo dado con mucho cariño hace sentir bien a quien se lo damos sin importar el lugar, ni la distancia, ni el idioma, porque siempre es entendido.
Y en estos tiempos tan difíciles, donde la vida es lo más importante, dónde se te desgarra el alma al ver día tras días en las noticias cuántos miles de personas mueren a manos de este virus y cuántos mueren por negligencias propias y de sus gobiernos. En estos tiempos… El covid 19 nos ha quitado los besos y los abrazos, pero sólo por el momento. Ahora es extremadamente necesario prescindir de ellos para poder sobrevivir a esta pandemia que está azotando al mundo. Pero cuando todo pase… saldremos de nuestras casas a fundirnos en un inmenso abrazo para llorar nuestras pérdidas, pero también para sonreír a la vida. No hay un hoy sin un ayer y no habrá un mañana sin hoy. No lo olviden.
Nos daremos un enorme abrazo... de esos que hacen que el mundo se paralice para poder disfrutar realmente de las cosas sencillas que tiene la vida, esos que te hacen ver que en ese instante sólo importan los brazos que te envuelven…
Necesito un abrazo tuyo para que mi corazón se sienta protegido. Todo lo que me quieras decir, dilo con un abrazo, porque hoy es lo único que necesito de ti para ser feliz. Algo tan sincero como rodear piel con piel, que los brazos se carguen de la mejor energía para poder transmitirla a esa otra persona. No has vivido realmente si no has sentido en tu vida un verdadero abrazo.
Démonos un abrazo cálido, que nos llene de paz, calma y tranquilidad. Un abrazo que arregle el mundo de afuera y desaparezca cualquier mal. Un abrazo que conquiste todas las tristezas y las transforme en felicidad. Un abrazo que haga de cada derrota una victoria y de cada caída un aprendizaje.
Por ahora quedémonos en casa, de esa manera luchamos por la vida y ayudamos a todos aquellos que día a día arriesgan la suya propia para salvar la de otros. Tengan por seguro que pronto podremos abrazarnos mucho y fuerte. Y desde la distancia, hoy les mando mis más cálidos abrazos, son de muy lejos, pero espero que les llegue su calor porque van desde lo más profundo de mi corazón.